La mitad de la población está en riesgo de aislamiento social o se siente sola
Estos problemas, cada vez más extendidos y con consecuencias sobre la salud pública, afectan sobre todo a personas mayores y con menos estudios
CTXT / Observatorio Social ‘ la Caixa’ 31/12/2019
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Un problema social y de salud pública acuciante y mucho más extendido de lo que se suele pensar. El fenómeno de la soledad tiene cada vez mayores implicaciones sobre el bienestar psicológico de la población y los indicadores de salud y mortandad. Tanto es así que, en la actualidad, cerca la mitad de la población en España está en riesgo de aislamiento social o se siente sola, según los datos de una encuesta recogida por un estudio publicado recientemente por el Observatorio Social ‘la Caixa’.
Según los resultados del cuestionario, estos problemas, que han crecido en nuestro país de forma paralela a los cambios en la composición de los hogares y al envejecimiento de la población, se están haciendo especialmente frecuentes a edades más avanzadas y entre personas con menor formación, aunque sus consecuencias se hacen notar en el conjunto de la sociedad. Por ejemplo, y según recogen otros estudios recientes, la soledad está directamente relacionada con peores índices de salud, mientras que las personas que no están integradas y sufren aislamiento tienen mayores tasas de mortalidad.
En el análisis del primer fenómeno, el de la soledad, el estudio repasa los distintos factores subjetivos que construyen las percepciones que tiene la población sobre su situación personal. Es decir, los sentimientos que emergen en aquellas personas que, aunque vivan acompañadas, puedan sentirse solas, o viceversa.
Gráfico: ¿A cuántas personas afecta la soledad y el riesgo de aislamiento social?
Los resultados demuestran que tanto la soledad social –relacionada con la sensación de abandono o falta de compañía– como especialmente la emocional –que se reproduce en ideas como la falta de un entorno al que acudir en caso de necesidad– se agudizan a partir de los 65 años, afectando a más del 42% de los hombres y a cerca del 37,5% de las mujeres. Para las personas más ancianas, los ratios son todavía más elevados, mientras que entre las personas con baja formación el impacto también es más alto.
Por su parte, el aislamiento social guarda mayor relación con factores objetivos y cuantificables como la ausencia de una red familiar fuerte –ocurre en un 10% de los casos encuestados– o un círculo amplio de amistades –casi un 29% de las personas en nuestro país no tiene conocidos suficientes a los que recurrir en caso de necesidad–.
En este caso, el estudio destaca que el aislamiento social derivado de la falta de relaciones también es especialmente significativo a partir de la edad de jubilación y de nuevo se comporta de forma proporcional al nivel educacional: cuantos más estudios, más redes personales y familiares se poseen.
En conjunto, los resultados de la encuesta concluyen que hasta el 12% de la población sufre de forma simultánea aislamiento social y soledad, mientras que los casos en los que hay al menos una de estas situaciones superan el 40%.
Según los investigadores que han realizado el estudio, estas cifras tan elevadas están planteando un importante reto en la configuración de políticas públicas encaminadas a solucionar los problemas de soledad y aislamiento. Algo que viene ineludiblemente unido a los cambios sociales: en España, un cuarto de la población ya vive en hogares unipersonales, mientras que los índices de envejecimiento y la esperanza de vida no paran de crecer.
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Este artículo ha sido elaborado a partir de lo expuesto en el texto ¿A quiénes afecta la soledad y el aislamiento social?, de Javier Yanguas, Amaya Cilvetti y Cristina Segura, publicado en el Observatorio Social de “la Caixa”.