Desempleados, mayores, precarios y mujeres tienen menos redes de apoyo
El contexto socioeconómico influye sobre el número de amigos y conocidos que tienen las personas. Esto tiene consecuencias sobre el bienestar personal y el acceso a apoyo emocional y económico
CTXT / Observatorio Social ‘la Caixa’ 15/11/2019
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Al igual que ocurre con la familia o los amigos cercanos, los círculos sociales más amplios, conformados por las redes de conocidos, tienen un peso muy importante en el nivel de inclusión y bienestar de la población. Así lo asegura un reciente estudio realizado por investigadores de Universitat Autònoma de Barcelona, donde además se confirma que en este ámbito también existen desigualdades socioeconómicas muy significativas que inciden en el número de personas con las que uno se puede llegar a relacionar.
Según el documento, estas redes de conocidos que se construyen por varios factores del contexto social y que tradicionalmente ha estado menos valoradas, tienen el potencial de brindar apoyo emocional, material o incluso económico en momentos importantes de la vida.
Pero no todos tienen las mismas facilidades de acceso a ellas. Los resultados de la investigación indican que las capas vulnerables que necesitan más protección son precisamente las que menos la reciben, ya que tienen menos posibilidades de tener una red amplia de conocidos.
Entre ellas, personas desempleadas, de edad avanzada o con pocos ingresos que presentan círculos de relaciones más pequeños. La misma brecha se reproduce cuando se analiza el componente género y la construcción de la vida social: las mujeres tienden a conocer menos personas que los hombres, por lo que la posibilidad de recibir apoyos de estas redes se reduce.
Por el contrario, existe un sesgo muy determinado para que el número de conocidos se dispare hacia arriba: ser hombre, relativamente joven, con estudios, trabajo y buenos ingresos.
Según los investigadores, las redes de conocidos incluyen desde los círculos más cercanos, como la familia o los amigos más próximos, hasta relaciones sociales relativamente frecuentes como las que se tienen con los compañeros del trabajo, los vecinos, o las que se crean entre los profesores y sus alumnos.
En el caso de estás últimas, se trata de personas con las que en muchas ocasiones se pasa aún más tiempo que con la red más intima, por lo en mucha ocasiones juegan un papel de apoyo determinante. Así lo demuestra la investigación: las personas que tienen un grupo cercano de tamaño parecido pero más conocidos en su círculo amplio poseen más probabilidades de recibir apoyo emocional o económico cuando lo necesitan.
En España, la media de contactos que disfruta cualquier persona es de 536 conocidos, aunque lo más habitual es que el círculo se limite a una cifra de entre 350 y 450. En el caso de las relaciones más cercanas, la media nacional se sitúa en las 23 personas.
Aunque se trate de situaciones que, previsiblemente, ayudan a ampliar los círculos de conocidos, el estudio también pone cifras al impacto que tienen las actividades sociales o de ocio en la configuración de los círculos de conocidos. De esta forma, ser miembro de una entidad asociativa –clubes deportivos, grupos culturales o organizaciones de apoyo – aumenta hasta en un 10% el tamaño del círculo social. Si se participa en varias de ellas, la red de contactos puede llegar a crecer hasta un 30%.
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Este artículo ha sido elaborado a partir de lo expuesto en el texto ¿Cuántos conocidos tenemos?, de Miranda Jessica Lubbers y José Luis Molina y Hugo Valenzuela, del Grupo de Investigación GRAFO de la Universitat Autònoma de Barcelona), publicado en el Observatorio Social de “la Caixa”.