Como diría su entrenador, partido a partido y parada a parada, Jan Oblak se ha ganado que se abra el debate sobre si estamos ante el mejor jugador que ha tenido el Atlético de Madrid en su historia. Quizá la posición que ocupa en el campo le perjudique a la hora de ser valorada esa opción, pero no debería. Por el equipo rojiblanco han pasado enormes jugadores que han dejado huella, pero el esloveno es capaz de aguantar la comparación con cualquiera. No ha habido muchos que, en su momento, pudieran presumir de ser el mejor del mundo, o uno de los mejores, en su puesto. A eso súmenle el récord que acaba de conseguir, tan asombroso que parece difícil que alguien pueda batirlo en muchos años.

Por el equipo rojiblanco han pasado enormes jugadores que han dejado huella, pero el esloveno es capaz de aguantar la comparación con cualquiera

Ningún guardameta ha conseguido en toda la historia de la Liga llegar tan rápido a sumar 100 partidos imbatido. Para alcanzar esa cifra sólo ha necesitado 182 encuentros. Actualizando el dato después del último disputado ante el Levante, son ya 102 de los 184 que ha jugado en el campeonato desde que en 2014 fichara por el club colchonero. Es decir, que el 55,43% de las veces que defendió la portería consiguió que no le marcaran ningún gol. Una marca que gana en dimensión comparándola con la de sus más directos rivales. El que hasta ahora tenía el mejor registro era Miguel Reina, que necesitó de 225 partidos para llegar a las 100 porterías a cero. Víctor Valdés tuvo que jugar 230. Una leyenda de la portería como Iker Casillas apenas pudo dejar su portería imbatida en 177 partidos de los 510 encuentros que disputó en la Liga con el Real Madrid. Otro gran portero actual, el azulgrana Ter Stegen, apenas llega al 42,85% de porterías imbatidas, 57 en 133 partidos. La estadística del guardameta rojiblanco es aún mejor si sumamos los partidos del resto de competiciones. En total con el Atleti son 249, de los que en 142 no encajó ningún tanto. Es decir, un porcentaje del 57,02%.

 Su porcentaje de paradas en cada temporada que lleva en Madrid, sin contar la actual, oscila entre el 75% y el 82,68%

Desde hace cuatro años, el Trofeo Zamora, el galardón que se entrega anualmente al cancerbero que menos goles recibe en la Liga lleva su nombre. Solo en su primera temporada en el equipo no logró ese galardón tras lesionarse en pretemporada, lo que le dificultó alcanzar la titularidad por el buen rendimiento que dio Moyá. Es, junto a Valdés, el único en la historia del trofeo en ganarlo en cuatro campañas seguidas y si lo lograra en la actual, en la que está pugnando con el madridista Courtois, empataría con el propio Valdés y con Ramallets, como los únicos en lograrlo en cinco ocasiones. La diferencia es que Oblak lo habría hecho de forma consecutiva. Además, ostenta, al igual que el deportivista Liaño, el mejor promedio de la historia de la Liga, con apenas el 0,47% de goles encajados, obtenido en la temporada 15-16. Si buscamos la equivalencia en el trofeo pichichi, el que se entrega cada año al máximo goleador, el mejor rojiblanco es José Eulogio Garate, que lo logró en tres ocasiones, una menos. Su porcentaje de paradas en cada temporada que lleva en Madrid, sin contar la actual, oscila entre el 75% y el 82,68%.

Quizá el mayor apoyo para refrendar la candidatura de Oblak como el mejor futbolista en la historia del Atleti (no el más importante, que son cosas distintas) lo ofreciera el pasado mes de marzo su actual técnico, Diego Pablo Simeone, cuando después de la portentosa actuación del guardameta en Liverpool, clave para que el equipo dejara en la cuneta al actual campeón de Europa y lograra el pase a los cuartos de final de la Champions, dijo que “el Barcelona tiene a Messi y nosotros tenemos a Oblak. Messi le resuelve partidos al Barcelona y a nosotros nos lo resuelve Oblak. Es el mejor portero del mundo”. Esa es la relevancia que tiene actualmente para el Atleti. La misma que tiene Messi, posiblemente el mejor futbolista de la historia, para el Barcelona. ¿Resulta exagerado decir que Oblak es el Messi de las porterías? Por cualidades, rendimiento y aportación a su equipo, no lo parece.

Muchas victorias de los de Simeone no habrían llegado sin intervenciones que para la mayoría resultan inalcanzables, pero que él ha llegado a definir como “básicas”

Son pocos los partidos en los que Jan no deja alguna parada para el recuerdo, hasta el punto de que ha convertido lo excepcional en costumbre. Muchas victorias de los de Simeone no habrían llegado sin intervenciones que para la mayoría resultan inalcanzables, pero que él ha llegado a definir en alguna ocasión como “básicas”, restando importancia a su labor. Pese a que no hay ahora mismo en el equipo otro jugador más imprescindible, él siempre destaca la importancia del grupo cuando se alaba su trabajo. “No miro mucho los números. Lo que yo prefiero es marcar un gol más de los que encajemos”, señaló tras conseguir la marca de 100 partidos imbatido en Liga. Su valía le ha hecho ir ganando peso en el vestuario, hasta convertirse en el segundo capitán. También en el club. Ejemplo de ello es que la fundación del Atleti haya empezado a colaborar con el proyecto solidario Play with us que tiene el esloveno en su país. Para la afición es un ídolo. No muchos jugadores rojiblancos, incluso de los importantes, han tenido la suerte de que le grada le dedique un canto de admiración como el ‘Obli, Oblak, cada día te quiero más’ que suena desde hace años en el estadio. 

Viendo la inflación que ha sufrido en los últimos años el mercado de traspasos, ahora resulta llamativa la cifra de 16 millones que pagó el Atleti por él en 2014

Viendo la inflación que ha sufrido en los últimos años el mercado de traspasos, ahora resulta llamativa, por baja, la cifra de 16 millones que pagó el Atleti por él en 2014. Sin embargo, en aquel momento fue muy comentada porque supuso el mayor desembolso hecho en la Liga española por un portero. Algunos hablaron de despilfarro. La apuesta llamó la atención, porque el club contrataba a un joven de 21 años que había tenido un buen año en el Benfica, después de haber estado cedido en distintos equipos de la liga portuguesa, en los que no había destacado especialmente. Su crecimiento desde entonces ha sido tan espectacular, que ha provocado que su valor de mercado se haya multiplicado casi por ocho si tenemos en cuenta la cláusula de rescisión de 120 millones que tiene firmada con el club. Una cantidad pactada en su última ampliación de contrato, que le liga con los rojiblancos hasta 2023, y en la que se le fijó un sueldo acorde a su categoría, 10 millones anuales. De hecho, según la página especializada Transfermarkt, Oblak es el portero con mayor valor de mercado en el mundo. ¿Cuándo ha tenido el Atleti un jugador que haya sido el más valorado a nivel internacional en una posición concreta? 

Todos los que tenemos la suerte de haberle visto en activo podremos decir dentro de muchos años lo que se dice de los más grandes: yo vi jugar a Oblak

Pese al rendimiento que ofrece y a estar considerado por muchos como el mejor portero del mundo, llama la atención como es ninguneado por instituciones y medios relacionados con el fútbol. Empezando por los grandes galardones como el The Best, que otorga la FIFA, o el Yashin, que concede la revista France Football, donde no ha estado entre los tres primeros en estos últimos años (hasta a Schmeichel, del Leicester, le han puesto por delante), pasando por la Federación de Historia y Estadística de Fútbol, que ha hecho lo mismo, y terminando por otros reconocimientos más simples, como el once de la semana de la UEFA, que ni siquiera le incluyó tras su recital en Anfield. La última gota en este sentido ha sido que no aparezca en el mejor once histórico del Atleti elaborado por un conocido periodista deportivo, Julio Maldonado.

Él mismo ha reconocido en alguna ocasión que “para los premios no es importante quién es el mejor. Lo único importante es que ganas con tu equipo”. El no haber podido lograr hasta ahora una Liga o una Champions con el Atleti y el hecho de jugar en una selección pequeña como Eslovenia son, seguramente, las razones que están detrás de esos olvidos, injustos, en cualquier caso, para la mayoría de los aficionados. Quizá este año tenga la oportunidad de quitarse esa espina en agosto en Lisboa, la ciudad en la que empezó a labrarse su futuro. Pase lo que pase, todos los que tenemos la suerte de haberle visto en activo podremos decir dentro de muchos años lo que se dice de los más grandes: yo vi jugar a Oblak.