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USOS LINGÜÍSTICOS

¿Cómo se dice xenofobia en catalán?

El autor cuenta su experiencia como alumno de un curso de la Universidad de Barcelona

Bruno Bimbi 28/11/2020

<p>Universidad Autónoma de Barcelona.</p>

Universidad Autónoma de Barcelona.

Jorge Franganillo

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–Disculpe, profesora, ¿este grupo no es en español? –pregunta una alumna asiática en la primera clase online, luego de entender que no va a entender.

–No, no, no. Mis clases son en catalán –responde la profesora.

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–Pero este grupo es en español –interviene otro alumno, latinoamericano–. En el listado que la Universidad de Barcelona publica en la web y todos consultamos antes de hacer la matrícula, dice que es en español. Es uno de los únicos...

–No, es un error –lo corta la profesora.

La disciplina es obligatoria para todos los grados de la facultad, de modo que hay nada menos que once grupos con diferentes días, horarios, profesores y lenguas para elegir, o al menos eso promete la universidad a sus alumnos.

De los once, nada menos que nueve son en catalán.

Diez, dice la inmersión lingüística.

–Yo no entiendo catalán –dice la alumna oriental.

–Lo lamento, pero yo no doy clases en español. Si pusieron eso, se equivocaron. No es culpa mía –dice la profesora, y agrega: –Ustedes deberían esforzarse para entender, no lo están intentando... Es una lengua muy parecida.

Eu não sei de quem é a culpa –dice el latinoamericano–, mas eu fui ver agora, de novo, no site da universidade e lá diz que este grupo é em espanhol. O único que a gente está pedindo é pra senhora cumprir o que a universidade prometeu. Aliás, só tem dois grupos pros hispano-falantes; os outros nove são em catalão.

Diez, insiste la inmersión lingüística.

–No entendí –dice la profesora.

A senhora deveria se esforçar para entender. O português também é uma língua muito parecida –dice el latinoamericano.

Los hispanohablantes nacidos de este lado del océano se callan, pero algunos avisan, en privado, que mejor no te metas en líos, porque te van a acusar de no sé cuántas cosas, yo sé lo que te digo, es un tema tabú...

–Yo no hablo catalán –insiste la alumna oriental.

–Está bien –dice la profesora–, hoy daré la clase en español, pero es un error.

Sin embargo, poco después, otra alumna pide reabrir la discusión. Lo pide en catalán y, a partir de entonces, comienza una asamblea del procés. Un grupo de alumnos se refiere con cierto desprecio a esos dos extranjeros, levantando una barrera lingüística que los deja afuera de la discusión. El resto se calla y mira para otro lado.

–¿Les parece bien hablar de nosotros en un idioma que no entendemos ni podemos usar para responderles? –pregunta el latinoamericano.

La profesora, empoderada, entre banderas imaginarias, anuncia:

–Voy a dar mi clase en mi lengua. Y al que no le guste...

–¿Alguno de ustedes no habla español? –pregunta el latinoamericano.

–Todos lo hablamos, pero no es eso –responde una alumna.

La oriental ya no habla más, quizás se haya ido.

Según los resultados de 2018 de la Encuesta de Usos Lingüísticos de la Población, realizada por el Instituto de Estadística de Cataluña, el castellano es la lengua inicial del 52,7% de los catalanes de más de 15 años, mientras que el catalán lo es del 31,5%. El 48,6% usa el castellano como lengua habitual y el 46,6% se identifica con él como su lengua, porcentajes que caen al 36,1% y 36,3% para el catalán. El 6,9% se identifica con ambas lenguas y el 7,4% las usa habitualmente sin distinción. Cuando están en casa, a solas con su familia, sin ninguna bandera observándolos, la mayoría habla en castellano: el 37,7% solo usa sólo ese idioma, el 10,1% usa más el castellano que el catalán, el 7,8% ambas lenguas, el 5,6% más el catalán que el castellano y apenas el 27,2% usa sólo el catalán. Y, si bien el 94,4% entiende la lengua obligatoria en las aulas universitarias, sólo el 81,2% la habla, el 85,5% la lee y apenas el 65,3% la escribe, contra 97,6% que escribe en castellano, 98,5% que lo lee, 99,5% que lo habla y 99,8% que lo entiende. En Barcelona, donde está el edificio en el que los alumnos discuten con la profesora, el 50,6% de la población se identifica con el español y sólo un 31% con el catalán.

Piden que al menos un grupo –¡de once!– use la lengua que habla la mayoría.

Apenas uno, aunque la universidad informa que hay dos.

Al latinoamericano le encantaban las canciones del Nano en catalán y decía que le gustaría aprenderlo para cantarlas, pero ya le sacaron las ganas. Cada vez que tiene que hacer un trámite en la Generalitat y se niegan a responderle en una de las lenguas oficiales del país, haciéndole ver que le seguirían refregando en la cara que es extranjero si no estudia el idioma con el que se identifica apenas el 31% los habitantes de la ciudad donde vive, hasta Pare y Seria fantàstic le gustan menos. Y esto no es una discusión sobre el procés, o sobre los presos –que el latinoamericano cree que deberían estar libres–, sino sobre el fanatismo, la xenofobia y hasta la falta de gentileza que gobiernan Cataluña.

Existe un debate legítimo sobre la inmersión lingüística en las escuelas, como forma de preservar el catalán como patrimonio cultural de Cataluña, garantizando que pase a las próximas generaciones. El maximalismo que ha tomado ambos lados del conflicto soberanista, que ya perciben como enemigo no sólo al otro, sino también a su lengua, tal vez haya impedido explorar otras alternativas, como la enseñanza bilingüe, o algún modelo que garantice pluralidad y derecho a decidir.

Pero esa discusión, que puede tener mucho sentido cuando hablamos de la escuela, lo pierde en el caso de la universidad, donde estudian personas ya adultas, que superaron hace muchos años el período crítico de adquisición del lenguaje a partir de la mera exposición a un entorno lingüístico. Si quieren que aprendamos catalán en la universidad, nos tienen que convencer, seducir –lo que están haciendo es exactamente lo contrario– y, sobre todo, facilitar la tarea. En vez de imponerlo por la fuerza, yo comenzaría ofreciendo clases gratuitas.

–Lo mejor es que te cambies de grupo –dijo la profesora.

Esa misma tarde, el extranjero recibió un email de la directora de estudios de la facultad: “Puesto que tiene tantos problemas para seguir la asignatura, solicite, por favor, a la Secretaría de la Facultad un cambio de grupo”, decía. Los problemas, claro, eran suyos, al igual que la culpa. Ya sin ánimo de discutir, pidió que le confirmaran si el otro grupo que en la web de la universidad dice que es en español realmente lo era. No le respondieron. Hecho el cambio en la Secretaría, llegó a su segunda primera clase y, claro, era en catalán. Esta vez, no dijo nada. Más tarde, envió un email a la nueva profesora, explicando la situación. Resaltó nuevamente que había otros diez grupos en catalán.

¡Once!, gritó la inmersión lingüística.

La única solución a la que llegaron fue que el extranjero no fuera más a clase y leyera la bibliografía de forma autónoma para los exámenes.

–Profesor, el día del examen, ¿es posible que haya una versión con las preguntas en castellano? –le preguntó el extranjero a otro docente de una disciplina que ni siquiera simula tener grupos en español, a pesar de que también hay muchos.

El profesor respondió en catalán, sin que se le cayera la cara de vergüenza.

Respondió en catalán esa pregunta.

El alumno no entendió nada.

–Ok, gracias.

Pronto, falei.

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–Disculpe, profesora, ¿este grupo no es en español? –pregunta una alumna asiática en la primera clase online, luego de entender que no va a entender.

–No, no, no. Mis clases son en catalán –responde la profesora.

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Bruno Bimbi

Periodista, narrador y doctor en Estudios del Lenguaje (PUC-Rio). Vivió durante diez años en Brasil, donde fue corresponsal para la televisión argentina. Ha escrito los libros ‘Matrimonio igualitario’ y ‘El fin del armario’.

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11 comentario(s)

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  1. frombarcelona

    Dudo que CTXT hubiera admitido un artículo con un nivel de homofobia similar al de la catalanofobia que desprende este artículo. Era un artículo parcial según distintas versiones de los hechos que han salido a la luz. El artículo no pretendía otra cosa que transmitir y generar odio, que es lo que ha acabado recibiendo el pobre Bruno de una manera inadmisible e impresentable. Los que piensan que CTXT no se tenía que haber disculpado creo que se equivocan. Es triste ver cómo lectores de CTXT no empatizan con los que nos hemos sentido ofendidos por el articulo desde el primer momento y justifican la catalanofobia que rezuma el artículo, aunque lo hechos fueran ciertos al 100%, porque no les afecta o son incapaces de detectarla. Una cosa es denunciar y otra muy distinta generar odio desde el resentimiento. El odio lo genera la ultraderecha y nunca debería colarse en un medio que se dice progresista.

    Hace 3 años 11 meses

  2. mogmog69

    He recibido una carta de CTXT pidiendo disculpas de una manera que me ha dado entre mucha pena y mucho susto. Después he ido rápidamente a buscar el cuerpo caliente del muerto a ver si encontraba signos de violencia o simplemente un cúmulo de desdichas (como en casi todas las muertes). La redacción del artículo de Bimbi invita a una extrapolación poco sutil, tergiversada e injusta de lo que probablemente es el día a día en Cataluña y por tanto me parece un error desde todo punto de vista. En cuanto al contenido, uno no puede estar a favor ni en contra, ya que narra unos hechos vividos, una experiencia personal y puntual (que presupongo veraz). Por otra parte no se parecen en nada a las expriencias que como madrileño he tenido en Cataluña. Dicho esto, me entristece en cierto modo que que los responsables de CTXT entren en pánico con tanta preocupación. CTXT es un medio grande por lo que hace y por cómo lo hace. Por las cosas que dice, y por cómo las dice. Y como suscriptor no me cuesta ningún esfuerzo admitir que se puedan cometer errores. Personalmente me sobraba la disculpa, pero puestos en ello, con algo más escueto y conciso habría bastado.

    Hace 3 años 11 meses

  3. mogmog69

    He recibido una carta de CTXT pidiendo disculpas de una manera que me ha dado entre mucha pena y mucho susto. Después he ido rápidamente a buscar el cuerpo caliente del muerto a ver si encontraba signos de violencia o simplemente un cúmulo de desdichas (como en casi todas las muertes). La redacción del artículo de Bimbi invita a una extrapolación poco sutil, tergiversada e injusta de lo que probablemente es el día a día en Cataluña y por tanto me parece un error desde todo punto de vista. En cuanto al contenido, uno no puede estar a favor ni en contra, ya que narra unos hechos vividos, una experiencia personal y puntual (que presupongo veraz). Por otra parte no se parecen en nada a las expriencias que como madrileño he tenido en Cataluña. Dicho esto, me entristece en cierto modo que que los responsables de CTXT entren en pánico con tanta preocupación. CTXT es un medio grande por lo que hace y por cómo lo hace. Por las cosas que dice, y por cómo las dice. Y como suscriptor no me cuesta ningún esfuerzo admitir que se puedan cometer errores. Personalmente me sobraba la disculpa, pero puestos en ello, con algo más escueto y conciso habría bastado.

    Hace 3 años 11 meses

  4. mogmog69

    He recibido una carta de CTXT pidiendo disculpas de una manera que me ha dado entre mucha pena y mucho susto. Después he ido rápidamente a buscar el cuerpo caliente del muerto a ver si encontraba signos de violencia o simplemente un cúmulo de desdichas (como en casi todas las muertes). La redacción del artículo de Bimbi invita a una extrapolación poco sutil, tergiversada e injusta de lo que probablemente es el día a día en Cataluña y por tanto me parece un error desde todo punto de vista. En cuanto al contenido, uno no puede estar a favor ni en contra, ya que narra unos hechos vividos, una experiencia personal y puntual (que presupongo veraz). Por otra parte no se parecen en nada a las expriencias que como madrileño he tenido en Cataluña. Dicho esto, me entristece en cierto modo que que los responsables de CTXT entren en pánico con tanta preocupación. CTXT es un medio grande por lo que hace y por cómo lo hace. Por las cosas que dice, y por cómo las dice. Y como suscriptor no me cuesta ningún esfuerzo admitir que se puedan cometer errores. Leer intencionalidades político-geográficas o comerciales en lo que se puede explicar como un error o una simple torpeza me inunda de pereza. Personalmente me sobraba la disculpa, pero puestos en ello, con algo más escueto y conciso habría bastado.

    Hace 3 años 11 meses

  5. frombarcelona

    Creo que el Sr. Bimbi desconoce una polémica que existe actualmente entre catalanoparlantes racializados. Se quejan de que sistemáticamente les hablan en castellano. Los catalanes racializados consideran una muestra de racismo que se les hable en castellano en vez de catalán solo por su aspecto o por su acento. Por desgracia a una persona que habla catalán se la puede acusar de racista hable el idioma que hable si no sabe qué idioma su interlocutor quiere o puede utilizar. El nivel de estrés generado cuando una persona bilingüe ha de decidir en qué idioma dirigirse a otra se soluciona hablando siempre en castellano o hablando siempre en catalán. Desconozco si ese ‘no entiendo el catalán’ en las situaciones del artículo son pensamientos o se verbalizan a la persona que habla en catalán. La polémica generada por el artículo me recuerda a lo que le sucedió a Ciudadanos en una manifestación del orgullo en Madrid. La reacción de algunos manifestantes LGTBI fué similar a la que en estos momentos está recibiendo Bruno Bimbi en Twitter. Dicho comportamiento fué aprovechado por la ultraderecha (C’s incluído) con el fin de criminalizar al movimiento LGTBI. He visto la actitud de Bruno Bimbi en Twitter, insistiendo que no entiende catalán cuando le escriben en dicha lengua. Este comentario le delata, en Twitter hay un traductor instataneo que le soluciona el problema. El Sr. Bimbi, escribiendo que no entiende el catalán y perdiendo más tiempo del que tardaría en que Twitter le tradujera el mensaje, lo que pretende es generar más falsa polémica para seguir recibiendo twitts que confirmen su argumento de relacionar catalanoparlantes con xenofobia. Me preocupa que Bimbi utilice las mismas mecánicas manipuladoras de la ultraderecha para generar debate contra una minoría. Ēl mismo reconoce a los catalanoparlantes como una minoría en el artículo. Como catalán homosexual de cierta edad he de decir que a principios de los 80 en Cataluña nos partimos la cara (castellanoparlantes incluídos) para luchar contra la discriminación a la lengua catalana y contra la discriminación a la homosexualidad. Las dos causas estaban unidas y la discriminación provenía de la misma parte, la intransigencia a la diferencia. Parte de esa lucha consiste en dar visibilidad en cualquier lugar a nuestra condición y reivindicar nuestros derechos. La poca predisposición que muestra el Sr. Bimbi en intentar entender cuando le hablan en catalán me recuerda a la actitud de muchos heterosexuales a los que les molestaba ver a dos personas del mismo sexo mostrando mutuo afecto. Se llama intransigencia. El concepto ‘imposición del catalán’ es el equivalente al de ‘imposición del homosexualismo’ utilizado por la ultraderecha. Estoy convencido de que el Sr. Bimbi puede hacer una vida totalmente normal en Barcelona hablando solo castellano. Lo que explica, aunque puede ser cierto, es anecdótico. Criminalizar el uso del catalán tomando por norma la anécdota es lo que hace el artículo. La intención del artículo es que un catalanoparlante se lo piense dos veces antes de dirigirse en catalán a alguien con acento hispanoamericano o a alguien racializado. Que CTXT se preste a publicar artículos como este es una muestra de cómo la forma de hacer de la ultraderecha ha calado en todos los ámbitos de la sociedad. Para mi es muy triste ver cómo una persona que lucha por los derechos de los homosexuales se ensaña de esta manera contra otra minoría criminalizándola. Que el Sr. Bimbi sea consciente de que si algún día tengo que hablar con él me dirigiré exclusivamente en castellano, de la misma manera hace años tenía que ocultar mi homosexualidad para evitar problemas. Es muy triste ver cómo la sociedad va hacia atrás en vez de avanzar en la igualdad de derechos.

    Hace 3 años 11 meses

  6. dengbiker

    Leyendo los comentarios parece claro que hay un problema en Cataluña con la gestión del castellano o español. Los catalanes deben solucionarlo como crean conveniente. Volviendo al articulo, cuenta un hecho (quizás aislado) y no entiendo que ctxt se haya dirigido a los subscriptores (entre los que me encuentro) para disculparse por publicarlo. Por mi trabajo mis compañeros viven en Barcelona (yo en Madrid) y la situación que describe (quizás un hecho aislado) me es muy familiar. Y no, el catalán no "se entiende desde la segunda semana por parte de la gente que acaba de llegar".

    Hace 3 años 11 meses

  7. luismi-fernandez

    Todo mi apoyo para el autor ante la oleada de ataques injustificados de la caverna nacionalista. Y estos son los que hablan de libertad y democracias? Qué vergüenza!

    Hace 3 años 11 meses

  8. quimet42

    Siempre se lo he dicho a Miguel Mora, mientras Guillem Martínez sea su asesor sobre lo que ocurre en Catalunya, se vera inmerso en burradas como las de Bimba, no os sorprendáis supongo que debe haber pocos suscriptores en Catalunya. Ctxt sigue la linea unionista de izquierdas en España (la secta, El Pais, Cadena Ser, atres media. Triste pero real por cierto MIGUEL MORA te ofreciste a comprar mis acciones y cuando de te dije que si, dejaste de escribir ja,ja,ja,ja.

    Hace 3 años 11 meses

  9. Avila20

    Para ser un doctor en Estudios de lenguaje demuestra usted poco respeto por lenguas tan importantes y de tanta trayectoria histórica como el catalán También demuestra lo poco que le interesa, Mire, llegué a una tierra en la que el catalán también es cooficial y he dado clases de historia en ella durante veinticinco años. Llegué desde Madrid y con el conocimiento que podía tener por escuchar canciones de Serrat, Llach o Pi de la Serra. Nunca he logrado saber ni francés, en el que estudié el bachillerato, ni inglés, idioma que he intentado aprender muchas veces, lo digo para que se vea mi nula capacidad para los idiomas. Pues bien, a los diez días de estar aquí, entendía bastante bien el catalán. Lo que suele suceder por estas tierras, hablo desde Mallorca es que gentes de toda procedencia, especialmente si son miembros de cualquier cuerpo policial, se niegan a entenderlo y obligan a cambiar de lengua. Gentes como este articulista favorecen esas posiciones y es una pena que ctxt.es publique este tipo de artículos.

    Hace 3 años 11 meses

  10. frombarcelona

    Un apunte sobre el concepto ‘imposición del catalán’ que usa el articulista. Si hay una persona que habla dos idiomas y otra que solo habla un idioma, para que se puedan comunicar la que impone el idioma es la que solo habla un idioma. En el caso del articulista el castellano. No he oído nunca el término de imposición del inglés en Inglaterra pero se utiliza desacomplejadamente la imposición del catalán en Cataluña. La perversión del lenguaje. Que el articulista tenga todo el derecho a tener en castellano una clase programada en castellano, no le da el derecho a pervertir el lenguaje y acusar a los demás de lo que él está hace en su vida diaria. De la misma manera el conepto xenofobia (rechazo de identidades culturales diferentes a la propia). El articulista parece que no entiende que existen muchos habitantes de Barcelona que consideran el castellano como ‘su lengua’ pero que están totalmente de acuerdo con que en la universidad pública las clases se den en catalán. Es precisamente, porque somos castellanoparlantes no xenófobos, por lo que no tenemos ningún problema en convivir con varias culturas y nos sentimos especialmente sensibles con la más vulnerable. Aprendemos catalán en la universidad para no tener que imponer nuestro idioma a nadie (especialmente en Cataluña). Con la imposición a usar el castellano en su presencia y su rechazo a considerar el derecho de un catalanoparlante a utilizar su idioma delante suyo en Barcelona, lo que demuestra el articulista es su propia xenofobia. El articulista ya tiene la excusa para no tener que aprender catalán, no le resulta atractivo. Me pregunto cuánto de atractivo es el tener que aprender el alemán en Berlín o el esloveno en Ljubliana. Por cierto, aprender catalán siendo castellanoparlante supone un 10% del esfuerzo que supone aprender inglés. Barcelona es el paradigma de la xenofobia y la imposición del idioma, pero no del idioma y la cultura catalanas precisamente. Para muestra el presente artículo. Agradezco la aportación del articulista, espero que me haya explicado adecuadamente. Hay conceptos como xenofobia o supremacismo que se utilizan con demasiada facilidad. De todas formas en 2 o 3 generaciones todo el mundo se habrá pasado al inglés. Hay muchas formas de imposición más atractivas que las que intentan usar los catalanes. Viva la globalización.

    Hace 3 años 11 meses

  11. frombarcelona

    Primero decir que si la clase figuraba en castellano se debía haber hecho en castellano. Conozco múltiples casos a la inversa. En este caso se pudo solucionar cambiando de clase. Mi marido no habla castellano ni catalán, se matriculó en la UPF, donde se suponía que podía hacer el doctorado en inglés, y lo tuvo que dejar porque todas las comunicaciones, reuniones y trabajos de otros compañeros eran solo en castellano. Cuando intervenía ni le escuchaban (compañeros locales, italianos, hispanoamericanos ejerciendo la xenofobia a la que se refiere el artículo). Al final hemos acabado en Australia, donde pudo hacer el doctorado con una beca australiana. Soy castellanoparlante criado en Cataluña. El artículo describe lo que sucede la primera semana a una persona que se supone que vive en Cataluña y pretende cursar una carrera universitaria sin tener que tener contacto alguno con la lengua catalana. El problema se pudo solucionar con cambio de clase. Yo al artículo lo considero catalanofóbico de manual. Lo que pretende el articulista es criminalizar el uso de la lengua catalana tachando de racistas a los catalanoparlantes. El no cambiar al castellano es la única forma que tienen los catalanoparlantes de transmitir su idioma a gente que llevano años viviendo en Cataluña. En la calle se puede considerar de mala educación, pero creo que en el ámbito universitario está un poco fuera de lugar. Yo he hecho dos carreras en Cataluña y el catalán se entiende desde la segunda semana por parte de la gente que acaba de llegar. Siempre he podido hacer los exámenes y trabajos en castellano sin ningún problema. La pretensión del autor de poder cursar una carrera universitaria en Cataluña sin tener contacto alguno con la lengua catalana lo considero catalanofobia. Valorar su experiencia la primera semana como una muestra de racismo lo considero excesivo. Pretender que en una universidad pública catalana predomine el castellano atendiendo a la leyes del mercado sin tener en cuenta que es una lengua que ha estado prohibida y sigue estando minorizada, lo considero una falta de empatía hacia los catalanoparlantes y una forma de catalanofobia. Por cierto, la catalanofobia es una forma de xenofobia que en Cataluña, por desgracia, es bastante común y tiene como objetivo la minorización de la lengua local. No se suele dar cuando se habla solo en castellano. Muy triste.

    Hace 3 años 11 meses

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