DIARIO ITINERANTE
AMLO tiene razón en su diatriba contra el Parlamento Europeo
La resolución de Estrasburgo contra el presidente de México por los asesinatos a periodistas no es la primera en la que los eurodiputados asumen las causas de la derecha más ultra, camufladas en los derechos humanos
Andy Robinson 26/03/2022
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Tal vez por la escasa capacidad que tienen para defender a sus votantes ante los oligopolios y los dinosaurios neoliberales de la zona euro, a los eurodiputados en Estrasburgo les encanta abanderar causas sobre derechos humanos en América Latina. Y la tragedia de los periodistas mexicanos que son víctimas de la violencia parecía una oportunidad excelente.
Empleados de forma precaria por empresas mediáticas irresponsables y sin mucha protección del gobierno –tal y como se informa en La Vanguardia–, los periodistas mexicanos han quedado solos ante el peligro. En los tres primeros años del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, 32 reporteros han sido asesinados. En lo que va de 2022, siete; el último de ellos, el martes 15 de marzo. Son todos víctimas de la delincuencia organizada que se ha infiltrado en gran parte de las administraciones municipales y muchas gubernaturas en México.
Por tanto, cuando el Parlamento Europeo aprobó una resolución de condena a AMLO por “denigrar e intimidar a periodistas independientes” y “generar un ambiente de malestar contra los medios” que pone a sus periodistas en peligro, muchos eurodiputados votaron con auténticas ganas.
En los tres primeros años del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, 32 reporteros han sido asesinados. En lo que va de 2022, siete
Pero resulta que los impulsores de la resolución europea son adversarios ideológicos de AMLO –y el resto de la izquierda latinoamericana–, por lo que la cuestión va mucho más allá del asesinato de periodistas. Uno de ellos es Leopoldo López, padre del líder del partido venezolano Voluntad Popular y aliado de Juan Guaidó. López ha criticado a AMLO por ser anfitrión de las negociaciones entre el Gobierno venezolano y la oposición moderada para encontrar una salida de la crisis del país.
Otro es Hermann Tertsch, diputado de Vox, partido de extrema derecha española, que ha promocionado la llamada Carta de Madrid en México junto con la oposición de derechas a AMLO, un documento que insta a los conservadores a “frenar el comunismo en la Iberosfera” (sic).
Tertsch no parece ser el mejor defensor de los derechos de los periodistas latinoamericanos. Por ejemplo, el eurodiputado de Vox visitó Brasil en diciembre pasado y se reunió con Jair Bolsonaro y su hijo Eduardo, conocidos por sus ataques a los reporteros. “¡Quiero darte un puñetazo a la cara!”, espetó el presidente brasileño a un reportero de O Globo en una ocasión.
(Los otros impulsores de la resolución contra Lopez Obrador en el Parlamento Europeo, menos polémicos, tal vez, son Nicolae Stefanuta, de Renew Europe; Inmaculada Rodriguez, de S & D, y Diana Riba, de los Verdes. Pero cabe preguntarse qué hacen esos eurodiputados promoviendo una condena a un gobierno latinoamericano junto con la ultraderecha de Tertsch y López).
AMLO ha levantado ampollas en las multinacionales eléctricas tras reforzar la posición del Estado en el sector, perjudicando a las empresas privadas europeas
No es la primera vez que el Parlamento Europeo se ha dejado llevar por las causas de la derecha hispanoamericana más dura camufladas en los derechos humanos. En el 2018, entregó el premio Sájarov por la defensa de derechos a un grupo de opositores venezolanos, entre ellos Leopoldo López –hijo del acusador contra López Obrador– y Lorent Saleh, un militante próximo al expresidente ultraconservador colombiano Álvaro Uribe, que fue grabado planificando atentados con explosivos contra discotecas en Venezuela. Saleh fue deportado de Colombia en 2014 por el entonces Gobierno de Santos tras asociarse con grupos paramilitares y neonazis en el lanzamiento del partido Alianza Nacionalista por la Libertad. Asimismo, se han publicado fotos en las que Saleh y otro líder de su ONG Operación Libertad, Gabriel Vallés, aparecen portando armas y prendas de uso privativo de las fuerzas militares colombianas. Pese a ello, tras ser nominado por un grupo de eurodiputados del Partido Popular, Saleh fue uno de los galardonados con el premio Sájarov.
Tal vez todo esto es la consecuencia de los escasos conocimientos que tiene la mayoría de los europarlamentarios sobre lo que está pasando en América Latina, más allá de lo que leen en los tuits de eurodiputados como Leopoldo Lopez o Tertsch o, en otro momento, de Beatriz Becerra, de Unión Progreso y Democracia, o Esteban González Pons, del Partido Popular. Pero hace un daño terrible a la integridad de la institución financiada con el dinero del contribuyente europeo.
Yo me quedé de piedra hace unos años cuando llamé a Becerra, entonces eurodiputada, y descubrí que su secretaria Anyelita Yanez era una activista de la oposición venezolana. Y nosotros pagando su salario…
La respuesta del Gobierno mexicano a la condena del Parlamento Europeo fue tachada de delirante. Y es cierto que el lenguaje demagógico usado en el comunicado mexicano fue excesivo, tal vez un síntoma de que el Gobierno se siente acosado. Pero la denuncia de AMLO de “una campaña contra el gobierno que yo represento aprovechándose de esa lamentable situación” y su comentario esta semana de que el Parlamento de Estrasburgo “defiende intereses de empresas…” puede ser más razonable de lo que parece.
López Obrador ha levantado ampollas en las sedes de multinacionales eléctricas tras reforzar la posición del Estado en el sector energético, perjudicando a las empresas privadas europeas que tienen un enorme poder de lobby en Bruselas y Estrasburgo. Así mismo, su plan de reforzar la petrolera estatal Pemex y construir una refinería y comprar otra en Houston ha preocupado al sector petrolero en EE.UU.
Antony Blinken, secretario de Estado de la Administración Biden, se sumó al reproche colectivo a López Obrador el mes pasado, al instarle a hacer más para proteger a sus periodistas. Otro factor agravante es el escaso entusiasmo del Gobierno de López Obrador por sumarse a las sanciones contra Rusia.
Por cierto, mucha menos preocupación se ha expresado en Europa y EE.UU. por el asesinato de defensores del medioambiente, que son todavía más frecuentes que los de periodistas. “Es legítimo criticar a López Obrador, pero la presión internacional haría bien en fijarse en otros actores asesinados, como los que involucran a corporaciones privadas en sectores como la minería o el agua”, escribe José Soto, periodista cuyo blog Economicón ha analizado estos asuntos. Tal vez no es casualidad que estas empresas tengan “sus sedes en los países que condenan al Gobierno mexicano, es decir: EE.UU., Canadá y Europa”, añade.
El último periodista asesinado trabajaba para la revista Testigo Minero, en Zacatecas, donde empresas de minería multinacionales y nacionales –canadienses, estadounidenses y europeas– conviven con el crimen organizado desde hace años.
Tal vez por la escasa capacidad que tienen para defender a sus votantes ante los oligopolios y los dinosaurios neoliberales de la zona euro, a los eurodiputados en Estrasburgo les encanta abanderar causas sobre derechos humanos en América Latina. Y la tragedia de los periodistas mexicanos que son víctimas de la...
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Andy Robinson
Es corresponsal volante de ‘La Vanguardia’ y colaborador de Ctxt desde su fundación. Además, pertenece al Consejo Editorial de este medio. Su último libro es ‘Oro, petróleo y aguacates: Las nuevas venas abiertas de América Latina’ (Arpa 2020)
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