Los centros asistenciales en municipios de más de 20.000 habitantes atendieron a 28.552 personas sin hogar en 2022, según datos publicados recientemente en la Encuesta sobre las Personas Sin Hogar del Instituto Nacional de Estadística. Son 5.614 personas más que en 2012, último año en que el INE recabó esta información. Un 24% más. 

Esta cifra supone que hay al menos 87 personas sin hogar por cada 100.000 habitantes en España. Ceuta (391 por cada 100.000) y el País Vasco (316) son las comunidades que presentan tasas más elevadas, mientras que la Comunidad Valenciana (15), Cataluña (43) y Castilla-La Mancha (45) registran las más bajas.

El 76,7% de las personas sin hogar son hombres. Sin embargo, el INE destaca que la proporción de mujeres ha crecido desde 2012. Del 19,7% ha pasado al 23,3%.

Prácticamente la mitad de estas personas son españolas y la otra mitad, extranjeras. De estas últimas, un 53,3% procede de África, un 25,9%, de América, y un 16,7% de otros países de Europa. La proporción de personas extranjeras sin hogar ha crecido cuatro puntos desde 2012.

La mitad de las personas sin hogar tienen hijos. El 24% asegura estar en pareja

¿Qué les ha llevado a esta situación? El 28,8% de los encuestados asegura que se encuentra sin hogar por haber tenido que empezar de cero al llegar al país; el 26,8% señala la pérdida del trabajo como una de las causas y el 16,1%, el desahucio de su vivienda. Otros factores destacados son la separación de la pareja, señalada por el 14,1% de los encuestados, o los problemas de adicción, en el 12,6% de los casos.

La mitad de las personas sin hogar tienen hijos. El 24% asegura estar en pareja. Respecto a su estado civil, el 63,7% está soltero, el 11% está casado, el 23%, separado o divorciado, y el 2,3%, viudo.

Hasta cumplir los 18 años, el 77% de las personas sin hogar vivió con sus dos padres y otro 10,7%, solo con su padre o su madre. El resto vivieron con algún otro familiar o en centros de acogida. Un 20% asegura que no recuerda problemas o conflictos graves en su entorno familiar en esa época, pero un 45,1% señala la falta de dinero, un 37,1%, el fallecimiento de algún miembro de la familia y un 27,3%, que algún familiar estuviera en el paro durante un tiempo prolongado. Un 23,7% recuerda graves peleas entre los padres.

El 20,5% de las personas sin hogar tiene, en efecto, alguna discapacidad. El 19,5%, en un grado igual o superior al 33%

El 5,4% de las personas sin hogar asegura que tiene un empleo, el 71,2% dice estar desempleado, un 6,4%, en situación de invalidez, el 4,1% jubilado y un 12% asegura encontrarse “en otra situación”. En torno a la mitad de los desempleados no están buscando empleo, sobre todo por problemas de salud. La principal fuente de ingresos de estas personas son las prestaciones públicas, percibidas por el 32,6% de ellos. El resto dependen de algún familiar, algún conocido, gente de la calle o alguna ONG. Un 29,9% asegura no tener ninguna fuente de ingresos. Esta proporción ha crecido diez puntos desde 2012.

El 20,5% de las personas sin hogar tiene, en efecto, alguna discapacidad. El 19,5%, en un grado igual o superior al 33%. El 9,4% tiene algún trastorno mental diagnosticado. En cuanto a la percepción de las personas sin hogar sobre su salud mental, el 59,6% presenta algún síntoma depresivo, porcentaje que asciende al 67,8% en las mujeres. Son cifras muy superiores a las de la población general.

Las personas sin hogar están especialmente expuestas a las agresiones o delitos. Un 50,3% declara haber sido víctima de algún delito y un 40% han sido agredidos.

Respecto a la ayuda que reciben de los servicios sociales, el 61,8% opina que le ayudaron bastante o mucho, mientras que el 38,2% opina que le ayudaron poco o nada. 

¿Qué necesitan para salir de esta situación? El 82% responde que una vivienda o habitación. Un 78% afirma que necesitaría un trabajo y solo un 38,6% una prestación económica.