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No todo está perdido (a condición de que Podemos entregue las armas)

A modo de réplica al artículo de Sánchez-Cuenca en ‘El País’

Miguel Mora 30/05/2023

<p>Medios.</p>

Medios.

J. R. Mora

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De todos los análisis que he leído estos días, seguramente uno de los más inteligentes y optimistas es el que publicó Ignacio Sánchez-Cuenca el 29 de mayo en El País, ‘No todo está perdido para la izquierda’. Sostiene el catedrático de Políticas de la Carlos III que “si el PSOE resiste y Sumar consigue integrar a las distintas fuerzas en un proyecto que despierte ilusión y movilice apoyos perdidos en ese espacio ideológico, cualquier cosa puede suceder” el 23 de julio. 

Estando de acuerdo en su análisis sobre los tiempos políticos (perdidos) y la frustración que supuso que PSOE y Podemos tardaran cuatro años (2015-2019) en ser capaces de pactar una coalición de gobierno, siento disentir de mi querido amigo Pacho, que es además cofundador y consejero editorial de CTXT, en esa conclusión tan halagüeña. Aunque no me gusta nada ser cenizo ni profeta, creo firmemente que, llegados a este punto, está prácticamente todo perdido. El cambio de ciclo político es evidente y la llegada de la derecha trumpista a La Moncloa es imparable, y no solo por el viento de cola de la ola reaccionaria que recorre Europa y el mundo. 

Los errores cometidos por el PSOE y por todas las fuerzas a su izquierda constituyen un lastre demasiado pesado para impedir la victoria del PP

Me temo que los errores cometidos por el PSOE y por todas las fuerzas a su izquierda, sin excepción, en los meses previos a la debacle vivida el 28 de mayo en las elecciones municipales y autonómicas, constituyen un lastre demasiado pesado como para movilizar masivamente a los votantes de izquierda que harían falta para impedir la victoria del PP y de la extrema derecha el 23 de julio. 

Uno de los renuncios más importantes, me parece, lo cometieron a medias Pedro Sánchez (por acción) y Yolanda Díaz (por omisión), cuando dejaron solas a Irene Montero e Ione Belarra en la defensa de la Ley del solo sí es sí, mientras el PSOE se preparaba para votar junto al PP la contrarreforma de la norma. Aquello envió a los electores la señal de que la división en el Gobierno progresista era tan aguda que escondía en realidad dos crisis distintas: la complicidad entre el PSOE y Sumar (visible más tarde en el papel otorgado por Sánchez a Díaz en la pantomima de Tamames) para debilitar a Podemos, dejaba traslucir una fractura entre PSOE y Podemos, por un lado, y entre Sumar y Podemos, por el otro. 

Esa concesión de Sánchez al marco punitivista de la extrema derecha –promovido desde medios corruptos como Ok Diario, Telecinco y La Sexta– decepcionó y desmovilizó a muchos electores de izquierdas, y especialmente a las feministas, y trasladó a los votantes progresistas la impresión de estar ante un gobierno ilegítimo y Frankenstein, etiqueta que, como señala Sánchez-Cuenca, la derecha utilizó desde el momento cero de la legislatura. 

Pacho certifica, no sin malicia, esa visión de un gobierno dividido en tres al atribuir a “los ministros del PSOE y de Sumar” las leyes más importantes aprobadas por el Gobierno progresista en estos años. La mención a Sumar no es un lapsus, aunque sea algo capciosa, porque Pacho sabe que Sumar lleva apenas nueve meses constituida en plataforma / asociación –que no en partido político–, y las mejoras que cita (reforma de las pensiones, del mercado de trabajo, reforzamiento del Estado de bienestar, ley de eutanasia) forman parte del acuerdo de coalición PSOE-UP y se aprobaron antes del nacimiento del artefacto creado por la vicepresidenta segunda, que a día de hoy no ha dejado de ser (aunque fuera por designación de Pablo Iglesias) coordinadora del espacio y del grupo parlamentario Unidas Podemos.  

El artículo sostiene luego que, mientras Sánchez y Díaz arreglaban el país, Unidas Podemos se dedicaba a afilar “su perfil más ideológico, por un lado, centrándose en una parcela pequeña de las políticas públicas (todo lo relativo a la desigualdad de género y nuevos derechos civiles) y, por otro, metiéndose en batallas imposibles que no conectan con la ciudadanía (denuncia obsesiva de los medios y las empresas, frente antifascista, etc.): unos días parece partido de gobierno y otros de oposición”. 

El oligopolio de la propiedad de los medios y la corrupción periodística son dos de los problemas más graves que afrontan las democracias

Dejando aparte que la lucha contra la desigualdad de género es una política pública crucial y una pelea básica para cualquier gobierno y electorado progresista, me gustaría centrarme en “las batallas imposibles que no conectan con la ciudadanía” porque una de ellas es una recurrente discusión del consejo editorial de CTXT. La revista viene denunciando desde su primer número (15/1/15) que el oligopolio de la propiedad de los medios y la corrupción periodística son dos de los problemas más graves que afrontan las democracias poscapitalistas, y en particular la española. A esta batalla que por cierto empezó liderando (si bien brevemente) Pedro Sánchez cuando fue destituido como secretario general del PSOE, se sumó Pablo Iglesias cuando se retiró de la política institucional, y en efecto se ha convertido en una de las principales señas de identidad del último Podemos. 

Sánchez-Cuenca seguramente tiene razón en que es una batalla incómoda, ineficaz e impopular (ya lo es de hecho para buena parte del consejo editorial y la Redacción de la revista). Pero creo que, lejos de ser una rémora para la izquierda, es una denuncia cada vez más necesaria. Quienes enfangan el periodismo y la libertad de prensa convirtiendo el espacio público en un vertedero de bulos, mentiras y falsedades a sabiendas tienen la mayor responsabilidad en la ultraderechización de las sociedades, y España es una indiscutible potencia mundial en cloacas mediáticas. 

El reparto de millones de euros de publicidad institucional desde las Comunidades Autónomas y los ayuntamientos (que CTXT y otros cuatro medios acaban de denunciar públicamente) es uno de los principales motores que mueven los engranajes de la prensa nacional. Ese riego de dinero del contribuyente es vital para muchos medios en tiempos de descrédito del periodismo y lucha encarnizada por las suscripciones, y creo que es uno de los factores, si no el primero, que ha contribuido al fulminante adelanto electoral decidido por el presidente del Gobierno. Llegar a unas elecciones generales sabiendo que los medios ultras de Madrid, Aragón, Valencia, Andalucía, Murcia, Extremadura y Canarias iban a pasar seis meses cociendo a fuego lento al Ejecutivo era demasiado incluso para Sánchez. 

Lo que me extraña más de todo es que Sánchez-Cuenca minimice a estas alturas la importancia de los medios en la configuración de la agenda y del voto. La expansión y blanqueamiento de las ideas de extrema derecha; la legitimación del “que te vote Txapote”; los asesinatos de carácter contra los líderes de Podemos y de los partidos periféricos; los masajes continuos a personajes tan nefastos para el bien común como Ayuso, Almeida o Abascal; la imposición del relato que interesa en cada momento a poderosos como Florentino Pérez; la conversión del problema político de Catalunya en un asunto judicial; el encubrimiento de los desmanes del rey Emérito; el sesgo trumpista de la agenda política; la normalización de los pactos entre PP y Vox y la diabolización de los votos conjuntos del Gobierno bolivariano y Bildu… Todo este clima letal de mentiras, insultos, persecuciones y silencios se ha fabricado en y desde los medios de comunicación y las tertulias ultras durante los últimos años; y si denunciar ese estado de cosas es un error y una batalla perdida, entonces la democracia estará perdida también.   

Pese a este panorama, Sánchez-Cuenca tira de optimismo antropológico, y escribe convencido que la victoria de la izquierda en las generales no es imposible. Aunque añade esta cautela: “Ya ni siquiera es suficiente que la sopa de siglas vaya unida en la plataforma de Sumar. Es preciso, además, que remen en la misma dirección, es decir, que lleguen a un diagnóstico compartido de qué tipo de políticas públicas y qué manera de dirigirse a la ciudadanía encuentra en este momento mayor receptividad. Para ello, Unidas Podemos debe entender que su declive no es consecuencia solamente de la maldad congénita de los grupos mediáticos y empresariales, sino de haber perdido la capacidad de influir en el debate público y de ofrecer un programa político reconocible y mínimamente realista”. 

El párrafo tiene una parte indudable de razón y otra de dinamita. Porque, casualmente o no, el calendario “ganemos o perdamos pero que sea pronto” diseñado por Sánchez obliga a que esta síntesis de autocrítica, pragmatismo y contrición que Podemos debería realizar (Sumar al parecer no tiene más tarea que esperar sentada la rendición y el arrepentimiento del partido en declive), la deba realizar en solitario y en apenas nueve días. 

Si echamos la vista atrás, podemos recordar que Sumar y Podemos negociaron sin éxito entre febrero y mayo un acuerdo para las municipales. Que Podemos pedía someter las listas a primarias abiertas y que Sumar se negó, lo que convirtió el ilusionante acto del Magariños en una catástrofe comunicativa. Añadamos que Más Madrid rechazó aliarse con Podemos en Madrid. Que Compromís se negó a aliarse con Podemos en Valencia. Que Podemos se apartó de la confluencia en Cádiz. Que la entrevista a Yolanda Díaz en lo de Évole se centró únicamente en las maldades del jarrón chino PIT. Todas estas decisiones, me parece, han contribuido al desastre colectivo del 28 de mayo. Podemos ha desaparecido casi del todo del mapa autonómico y municipal. Yolanda Díaz ha hecho campaña por candidaturas unidas y desunidas y todas ellas han perdido, incluida Ada Colau. Más Madrid, la niña bonita de La Sexta, ha sido segunda y tercera en Madrid pero Ayuso y Almeida tienen mayoría absoluta (porque a Podemos le faltaron mil votos para entrar en el Ayuntamiento). Compromís ha perdido todo el poder... 

Todo esto no ha pasado solamente por la maldad intrínseca de los medios, seguro que no, aunque quizá los medios hayan ayudado un poco a que Iglesias, Montero, Belarra y Echenique encabecen la lista de los políticos más odiados, junto a Sánchez y Otegi. Ya sabemos que decir las verdades en este país tiene mucho más coste que soltar bulos o gilipolleces, como hace Feijóo. Coincido con Sánchez-Cuenca: no es ya tiempo de rencores ni de ponerse melindres. Pero creo que es de justicia señalar que el fuego amigo y la batalla cultural que dan los medios han ayudado muchísimo a acelerar o acentuar el declive de la izquierda radical. Y confío en que no fuera una estrategia premeditada, porque el daño causado ha sido enorme, también para los supuestos beneficiarios. 

En fin, el momento “paz sin territorios” ha llegado. Ahora sí, toca remar juntas. Seis años después de Vistalegre II, los electores siguen clamando “unidad”. Pero todavía hay partido, dice Pacho Sánchez-Cuenca, a condición de que Podemos entregue las armas. No me cabe duda de que Podemos pondrá si hace falta el dinero y la sede, pero espero que no entregue las armas. Porque, aunque sea una batalla inútil, o la gente se aburra, la izquierda debería seguir explicando las mentiras y las trampas de los medios corruptos y de las élites que los financian. Si no lo hace, y acepta bulo y pulpo como animal de compañía, se parecerá tanto al PSOE que ahí sí estará todo perdido. Y diría que para bastante tiempo. 

De todos los análisis que he leído estos días, seguramente uno de los más inteligentes y optimistas es el que publicó Ignacio Sánchez-Cuenca el 29 de mayo en El País, ‘No todo está perdido para la...

Autor >

Miguel Mora

es director de CTXT. Fue corresponsal de El País en Lisboa, Roma y París. En 2011 fue galardonado con el premio Francisco Cerecedo y con el Livio Zanetti al mejor corresponsal extranjero en Italia. En 2010, obtuvo el premio del Parlamento Europeo al mejor reportaje sobre la integración de las minorías. Es autor de los libros 'La voz de los flamencos' (Siruela 2008) y 'El mejor año de nuestras vidas' (Ediciones B).

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18 comentario(s)

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  1. manuel-ordas-fernandez

    Excelente artículos de análisis de la situación en la Izquierda, tanto el "replicante" como el "replicado", así como los comentarios que ilustran este hilo. Yo, sin embargo, sigo preguntándome cuando nos vamos a ocupar de los problemas reales de nuestros potenciales votantes, que nos están abandonando de forma masiva (basta con ver los datos de abstención en los barrios populares de las ciudades, en contraste con la participación en los barrios acomodados, sucedidos en las pasadas elecciones municipales/autonómicas). No veo por ninguna parte el debate sobre la identificación de dichos problemas y la elaboración de políticas adaptadas a las circunstancias de cada momento y su ejecución efectiva. Agradezco, pues, a los intelectuales brillantes de las Izquierdas este tipo de análisis, pero me parecen más bien estériles porque no contribuyen de forma práctica a elaborar una propuesta atractiva a nuestros ciudadanos. De seguir así, si los resultados de las pasadas elecciones fueron malos, el 23J será un desastre y pista libre para la derecha y sus políticas. Pero, claro, la culpa será de los ciudadanos que no nos han votado no de los debates y mensajes irrelevantes para ellos que reciben desde nuestras propuestas y que, peor aún, distraen a nuestros "militantes" del trabajo real que hay que hacer en los barrios, asociaciones y tejido social en general. Buena suerte a todos, pero no se aceptan lamentaciones.

    Hace 1 año 5 meses

  2. marcos23

    En mi opinión, sería un error no presentarse en las circunscripciones pequeñas como la mía, donde se juegan 3 escaños. Primero porque entiendo que así se fomenta la abstención: un votante de izquierdas de IU o Podemos, que los hay, probablemente no votase al PSOE y se quedaría en casa. Además, con esa estrategia toda la fuerza territorial de los partidos con más implantación como IU y, en menor medida, Podemos, se abandonaría. Yo creo que lo que habría que hacer es que en cada territorio dirija la fuerza/partido más potente (MM en Madrid, Compromís en Valencia, el partido de Colau en Barcelona y en el resto Podemos/IU/resto). Habría que añadir personas de confianza de Yolanda Díaz y de la Sociedad Civil y a tratar de superar a Vox en las máximas provincias posibles para conseguir el escaño (o escaños) que deje libre el bipartidismo. Si Sumar solo se presenta en Madrid, Valencia y Barcelona, no se va a sumar mucho y es como si cada formación predominante se presentase en solitario. Creo que lo importante es creerse esa suma, que Podemos asuma que MM, Compromís y Colau dirijan en sus territorios y que estos asuman que IU, Podemos, etc. dirijan en el resto donde sigan siendo mayoritarios en la izquierda. Si esto se consigue y cada uno asume su lugar, todavía hay partido si Sumar es al menos tercera fuerza en la mayoría de circunscripciones.

    Hace 1 año 5 meses

  3. Avila20

    Bueno, al fin bastantes comentarios a un artículo en ctxt y, como prácticamente siempre, de gentes de Podemos. Normal. Mi propuesta sería. Sumar se presenta solo donde se pueda obtener algún diputado, es decir, en las circunscripciones pequeñas se deja que la gente vote al PSOE. Además, candidaturas conjuntas al Senado. Si de lo que se trata es de frenar lo que se nos viene encima, cualquier sacrificio es poco, incluso el de Podemos. ¿Alguien puede imaginar una lista por Madrid así: Yolanda Díaz, Errejón, Irene Montero, por ese orden? Yo, desde luego, no. ¡Ah!, por cierto, en democracia lo que cuentan son los votos.

    Hace 1 año 5 meses

  4. Fernando

    ¿La "unidad" era solo un señuelo?. Javier Pérez Royo escribe en eldiario.es que "tras lo ocurrido el 28M, Unidas Podemos no tiene otra opción que disolverse. Los resultados electorales ponen de manifiesto un rechazo de tal magnitud que no admite rectificación posible" / "¿Piensan que sin dar una explicación convincente, a su propia gente insisto, pueden figurar en una candidatura propia o en alguna otra candidatura para las elecciones del 23 de julio?". Parece que en realidad el "pacto de las empanadillas" y el "pacto del Turia" tienen como objetivo la desaparición de Podemos, aún a costa de la imposibilidad de un goberno de coalición.::: https://www.eldiario.es/contracorriente/puntos-ies_132_10256965.html

    Hace 1 año 5 meses

  5. juan-ab

    En la presentación del libro “Miedo” de Patricia Simón, el poeta Luis García Montero dijo: “Se trata de un libro escrito por una periodista que da testimonio de lo que en realidad significa el periodismo puesto al servicio de la convivencia, de la construcción de valores y de la información de la gente, y no ese periodismo que mancha la sociedad puesto al servicio de las élites, de los explotadores y de la gente que ha perdido el pudor a la hora de faltarle al respeto a la sociedad y a las personas una por una.” Ya en el año 2011, a sus 94 años, el añorado José Luis Sampedro, lúcido hasta el final, se refería a la relación del poder con la educación y los medios de comunicación: https://www.youtube.com/watch?v=2nLAhBu1feM // “Si la izquierda no es capaz de construir unidad no podrá defender los intereses de los postergados”, afirma José Mujica. Sabemos a quién se refiere, pero si la entrevista se la hubieran hecho hoy, viendo cómo está el ambiente que rodea a la configuración del “Movimiento Sumar”, tal vez por “postergados” se refiriera a los más perjudicados tras el 28-M, porque sin éstos -sin sus legítimos intereses- no hay unidad que valga. Magariños, por afán de protagonismo y negligencia coral, nació muerto. No veo cómo la ilusión podrá irradiarla ese zombi. Y sin embargo... manos al parche. Pero al mismo tiempo, tampoco queda otra para los postergados - los de Mujica y los del 28-M - que nos vayamos organizando. Tenemos todo el tiempo del mundo (en un mundo que se queda sin tiempo). // Artículo muy interesante, tanto por su análisis como por su oportunidad en medio de tanto colmillo afilado.

    Hace 1 año 5 meses

  6. joamella

    El gobierno de coalición ha fracasado en dar muestras de lealtad entre las partes. Cierto es que los medios han distorsionado las diferencias, pero las declaraciones eran las que eran y el momento en el que las decían también. El uso partidista de las decisiones del consejo de ministros ha socavado la lealtad imprescindible que era la mejor lección política que podían dar a la ciudadanía. Esos dimes y diretes ampliados hasta la saciedad por medios de comunicación de parte han sido la tumba de estas elecciones. Una pésima campaña electoral ha sido la lápida de esa tumba, pero las campañas electorales parten de la base del periodo anterior. Y en ese periodo se ha dado una imagen, super ampliada por los medios, de división entre IU y Podemos y entre Podemos y el Psoe, y entre unos y otros la casa sin barrer, así que el que "te vote txapote" y la" libertad a la madrileña" han triunfado, también en buena parte por no haber sido capaz de responder con discursos sencillos y claros a las Ayusadas. Sí, notoda la culpa la tienen los medios hostiles a una comunicación veraz y contrastada. Pero eso es responsabilidad de los otros, y respecto de lo anterior sólo queda denunciarlo. Los otros otros, es decir, nosotros tenemos que quitar de nuestro ojo la paja o viga y de este modo procurar que no nos impida ver la realidad presente.

    Hace 1 año 5 meses

  7. Salva

    Magnifico articulo Miguel, muchas gracias. Para los votantes de izquierdas ver el espectáculo ofrecido por unos y otros es descorazonador. En cada elección una escisión, una puñalada o una magdalena envenenada. No tenemos bastante con los ataques por tierra, mar y aire, que nos llega también el fuego amigo. Los medios de comunicación pastorean al rebaño y luego en la elecciones recogen los frutos de tantos años de campaña.

    Hace 1 año 5 meses

  8. juanjosegr

    Excelente artículo al que prestigiosos profesores no llegan, a saber por qué, el " Elefante Díaz" ha entrado en la "Cacharrería Izquierda" y la ha puesto patas arriba, más parece que ha entrado un troyano en el sistema y está corroyendo el MBR. Yolanda Díaz, ministra por Unidas Podemos y militante de IU integrada en UP, monta por su cuenta un partido al que llama eufemísticamente SUMAR que consiste sobre todo en sumar a quienes no quieren sumarse a Podemos y desde esta plataforma, exigir a Podemos que se integre en Sumar de lo contrario será considerado un partido amargado y cascarrabias en contraposición al partido sonriente. Esto antiguamente se llamaba golpe de mano, pensando que la mayoría de militantes de UP se pasaría alegremente a Sumar, avalado además por prestigiosos intelectuales y profesores universitarios no necesariamente afines cuando no contrarios a Podemos. A mi siempre me ha parecido Sumar un movimiento como el que tenían Pablo Castellano o Santesmases en el PSOE, o sea una corriente purista pero integrada a la que se concede la discrepancia mientras ésta no suponga ningún peligro y el objetivo último sería que el PSOE tuviera a su izquierda un partido díscolo pero controlado y dispuesto a aportar sus votos cuando le hagan falta al PSOE. Todo este movimiento al igual que sus sonrisas y alegrías dan la sensación de impostados, de apariencia más que de realidad. Por desgracia solo nos queda susto o muerte. estamos dirigidos por los medios de desinformación que los poderosos se han comprado (Radio, TV, Prensa), pagando generosamente a mercenarios de la desinformación y que gracias a las redes multiplican sus bulos más o menos creíbles y que son muy difíciles de controlar. por eso se agradece tener todavía medios creíbles como este.

    Hace 1 año 5 meses

  9. Aramis

    Teniendo en cuenta la implicación de Sánchez Cuenca en SUMAR su análisis carece de solvencia intelectual, no ya por su alta dosis de parcialidad, sino también por su nula falta de perspectiva. Mora es benévolo y prudente en su crítica a Pacho. Pero si es poco interesante el artículo de Pacho en el País, los más de 390 comentarios que ha concitado hasta ahora, si que ofrecen una muestra muy interesante sobre los “virus” mediáticos en circulación sobre los que habla Mora. Aquí vemos en plena efervescencia operativa el mantra de “las izquierdas mezquinas y cainitas” además de un odio misógino hacia Irene Montero y hacia Ione Belarra como “sombras alargadas de Pablo Iglesias”… Estamos, por tanto, ante un fenómeno de imágenes mediáticas, nunca frente a una disquisición de contenido político. De la misma forma Pacho hace una teoría moralista sesgada sobre los comportamientos del gobierno Franquenstein usando los hechos políticos sustantivos como “cerezas” dulces que confirman las bondades de los suyos, por un lado, y “limones” amargos que confirman los errores garrafales de los otros–PODEMOS, por el otro. Esto ya no es política es pura crónica futbolera; todos juegan al mismo balón; la única diferencia son las camisetas de los equipos. Sorprende, pues, la fuerza manipuladora de los mantras virales difundidos por la derecha mediática española infectando por igual a tontos y sabios.

    Hace 1 año 5 meses

  10. antonio-gonzalez-alvarez

    Está todo perdido. Hay millones de idiotas votando en contra de sus intereses, incapaces de contener la sonrisa tras la debacle de Podemos, como Errejón en la rueda de prensa tras la mayoría absoluta de Ayuso. Gente que va apestando allá por donde pasa. Fachapobres, tamayos aspiracionales, yolanderos cuquis, rentistas adalides de la meritocracia, especialistas en blanqueamiento anal nazi, viejos chivatos franquistas y demás escoria a la que es imposible recuperar para crear una sociedad mejor. Decía un militar cuyo único mérito y acto de servicio a la patria ha sido cobrar su "paguita" y desfilar 1 día al año vestido de militar, que sobraban 26 millones de hijos de puta. Ojalá fuéramos 26 millones. Es necesario repensar las estrategias. Y, espero equivocarme, no pasan por levantar un imperio mediático a base de suscripciones. Se me antoja que eso es como tirarle piedras a un tanque.

    Hace 1 año 5 meses

  11. Fernando

    El fuego amigo y la ultraderecha han coincidido en el objetivo: " La manada podemita está de los nervios. Madrid echó a Iglesias de la política y los madrileños vamos a por el siguiente objetivo. Hay que echar a esta escoria de Madrid, tenemos que liberar Madrid de la basura podemita, hay que acabar con esta secta diabólica. ¡Hay que echarlos!". ::: https://www.libertaddigital.com/espana/2023-05-22/podemos-esos-sucios-matones-barriobajeros-indecentes-7017575/ (Disculpas por poner un enlace ultra, pero hay más que lo demuesstran). ¿Los "amigos" harán autocrítica?.

    Hace 1 año 5 meses

  12. Fernando

    Ignacio Sánchez-Cuenca debería releer su propio artículo del verano pasado publicado en CTXT con el titular "De la impunidad: el escándalo Ferreras". "... las conexiones y las complicidades cruzadas son tan densas entre ciertas élites que pueden permitirse el lujo de no prestar demasiada atención al rugido que viene de la sociedad. Mientras Ferreras mantenga los apoyos políticos, mediáticos y económicos, se mantendrá en la posición negacionista y no pedirá disculpas por el daño causado. Y todo indica que lo va a conseguir".::: https://ctxt.es/es/20220701/Firmas/40266/antonio-garcia-ferreras-eduardo-inda-elites-sanchez-cuenca.htm

    Hace 1 año 5 meses

  13. manuel-avalos

    La unidad es necesaria, vale, sin embargo no puedo evitar recordar cómo hemos llegado aquí desde que apareció SUMAR, no puedo evitar verlo como un virus, un troyano, un Smith que nos han colado desde el bipartidismo, desde el todo atado y bien atado. No puedo evitar verlo así, todas las esperanzas y expectativas generadas cuando Yolanda accedió a la vicepresidencia del gobierno de España, una comunista hija de comunistas y con verbo comunista, al menos en aquel momento. La verdad es que no salgo de mi asombro, incluso en este momento, con el camino andado para estudiarlo y aquí estamos, leyendo opiniones de supuestos periodistas cabales que siguen condicionando la unidad a que Podemos entregue las armas y desaparezca, no tengo adjetivos para definirlo, siento nauseas, eso es lo que siento.

    Hace 1 año 5 meses

  14. Pintaius

    Soy pesimista. Ojalá me equivoque pero creo que la suerte ya está echada. Primero tuvimos la desfachatez de pretender formar parte de un Gobierno, aquí, en la provincia del Imperio, un hecho de por sí ya intolerable; no contentos con eso ahora señalamos con el dedo acusador a los dueños de la finca… Para la derecha antifranquista, el PsoE, somos terriblemente molestos; para el PP y para Vox somos chusma a la que se debería de erradicar; para los que no quieren vivir en carne propia el acoso y derribo del lawfare, también somos prescindibles. Podemos delenda est. Personalmente seguiré pie en pared hasta el final.

    Hace 1 año 5 meses

  15. vicente-trujillo-maillo

    A mi me parece un relato bastante exacto de lo que ha pasado en estas fechas; no he leido el artículo de Sánchez-Cuenca en el País, pero este señor, cada vez que le he oido hablar de PODEMOS, ha sido para criticarlo, y sinceramente, a mi que SD monte SUMAR y lo único que ha hecho hasta ahora ha sido DIVIDIR a la izquierda progresista, no hay por dónde pillarlo, y ya estamos acostumbrados a que la culpa de todo la tiene PODEMOS, y estoy seguro que, si para esta ocasión no se produce la tan cacareada "UNIDAD", pase lo que pase, ya se encargaran TODOS de echarle la culpa a PODEMOS, aunque se pretenda que se diluya dentro de SUMAR y agache las orejas y reproduzca el "si boana" que tanto les gusta a los que mandan y poderosos.

    Hace 1 año 5 meses

  16. Santiago Ipiña

    Que el Sr. Sánchez-Cuenca tenga particular predilección 'anti-podemita' viene de antiguo - por ejemplo, puede verse https://ctxt.es/es/20160518/Firmas/6117/Podemos-metroscopia-encuestas-elecciones-20D-26J.htm - No puedo ver las razones de tal opción, y tampoco es algo que creo deba preocuparme, si bien el hecho terco de ser UP una fuente constante de crítica hacia el PSOE (sus políticas) seguramente tenga algo que ver. Coincido con el Sr. Mora en que quizás la intención sea que UP deba entregar las armas para que así 'la mosca cajonera' deje de estar activa - o si lo está que lo sea cual virus debilitado después de una sesión inmunológica -

    Hace 1 año 5 meses

  17. josevht

    Realmente eres mas realista que optimista, pero ahí están los hechos y los resultados electorales en particular. Que hay que llegar a un acuerdo programático en la izquierda, no solo es necesario sino también urgente, aunque haya que hacerlo con pinzas en la nariz. Resumiendo, el asunto es si queremos parecernos al PSOE (que dependiendo del debate parece de izquierdas o de derechas) o queremos ser la IZQUIERDA, esa que tiene que pelear por todos los espacios de igualdad y justicia en los que haya que pelear y sin avergonzarse.

    Hace 1 año 5 meses

  18. joan-arlandis

    Con CTXT (y otros) en la lucha mediática. Con las izquierdas unidas, sí, pero peleonas. Con la lucha feminista siempre. ¡Por las desfavorecidas y desfavorecidos de este sistema/apisonadora!

    Hace 1 año 5 meses

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