El éxito de sus políticas de empleo está siendo uno de los principales caballos de batalla de PSOE y Sumar en esta campaña previa al 23J. Precisamente por eso, a su alrededor se acumulan mentiras, inexactitudes y medias verdades lanzadas desde las (ultra)derechas. Sin embargo, los datos son los que son, y los informes de la Seguridad Social arrojan cifras que hablan muy bien de la gestión de la coalición: la diferencia entre el número de afiliados y afiliadas con un contrato indefinido a tiempo completo en junio de 2023 y ese mismo mes, pero del año 2018 –momento de entrada de Pedro Sánchez en La Moncloa–, es de 2.405.680 personas, 95 veces más que durante la era Rajoy. Además, si se tienen en cuenta también los y las empleadas indefinidas a tiempo parcial, la cifra supera los tres millones de empleos indefinidos creados en estos cinco años.

Cabe destacar que todo esto se ha logrado mientras se capeaba el impacto de una pandemia mundial que causó una recesión económica gravísima. En España, la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno fue crucial para la puesta en marcha de un escudo social que incluyó, entre otras cosas, los ERTE como herramienta de protección de los y las trabajadoras. Su eficacia puede comprobarse al observar que el mes de junio de 2020 –momento álgido de la covid-19– presentó datos de afiliación a la Seguridad Social que mejoraban los del año anterior, si bien el ritmo de crecimiento se redujo.

A pesar de la insistencia de las derechas en que los datos de creación de empleo se apoyan en los contratos fijos discontinuos, de nuevo los números muestran con claridad que se trata de un argumentario engañoso. Es cierto que en los años 2022 y 2023 se está experimentando un repunte llamativo de este tipo de contratos, llegando incluso a superar en más de un 35% las altas de empleados y empleadas en régimen de indefinidas el pasado mes de junio (26.467 frente a 19.474); pero también lo es que la relevancia real de los fijos discontinuos dentro del panorama general de creación de empleo desde 2018 es mínima.

De hecho, la misma derecha, que desprecia las políticas de empleo de la coalición a través de una falsa preponderancia de los contratos fijos discontinuos, creó cuatro veces más contratos de este tipo que indefinidos a tiempo completo durante los siete años de Rajoy: 109.182 frente a 25.321. Proporción que se invierte completamente a partir de 2018, ya que los contratos indefinidos a tiempo completo casi cuadruplican a los fijos discontinuos.

En definitiva, los datos muestran dos modelos cuya oposición queda patente en las diferencias frontales al respecto del empleo temporal. La gráfica muestra que, mientras PSOE y Unidas Podemos han apostado por reducir la influencia de la temporalidad en el mercado laboral, engrosando el número de afiliados y afiliadas con contratos indefinidos, el PP se dedicó a elevar las cifras de temporalidad a un ritmo muy superior al de creación de otro tipo de contratos de mayor calidad.