1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

LEANDRO SANTORO / DIPUTADO NACIONAL DEL FRENTE DE TODOS

“Milei es peor que Trump y Bolsonaro”

Carlos H. de Frutos Buenos Aires , 17/11/2023

<p>El diputado nacional argentino Leandro Santoro. / <strong>Cedida por el entrevistado</strong></p>

El diputado nacional argentino Leandro Santoro. / Cedida por el entrevistado

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Leandro Santoro (Buenos Aires, 1976) es una figura única en la política argentina. Militante desde los 13 años, es hijo del radicalismo de la UCR de Raúl Alfonsín. La unión de su partido con el macrismo llevó a Santoro a aproximarse al peronismo de Cristina Fernández de Kirchner, en el que encontró un espacio coherente con su ideario político, dentro del cual sería elegido diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires en 2021 bajo la coalición Frente de Todos.

El pasado 24 de octubre, dos días después de que su candidatura a jefe de Gobierno de CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) lograrse un meritorio 32%, Santoro anunciaba su decisión de renunciar al balotaje al que el resultado inferior a los 51 puntos obtenido por Jorge Macri, primo del expresidente, le hubiera permitido acceder. “Primero los intereses generales, luego los de mi partido y luego los personales”, argumentó en los distintos platós de televisión que recorrió esa noche para explicar un difícil paso atrás, consensuado con el candidato nacional Sergio Massa, con la mirada puesta en el balotaje presidencial que el líder peronista afronta este domingo contra el ultra Javier Milei y una nación en vilo.

Santoro, a quien el propio Massa ha manifestado su intención de “convocar al Gobierno” en caso de ser elegido presidente, recibe a CTXT en su despacho de la planta 13 de la Cámara de Diputados de Argentina, a cinco días de lo que él mismo define como una “disyuntiva límite”, entre llamadas y reuniones de campaña.

¿Qué lectura hace de los resultados obtenidos por su espacio político el pasado 22 de octubre?

Creo que los votantes supieron diferenciar causa de consecuencia en materia de estabilidad socioeconómica. Que se ha entendido que no se trata de una mala gestión o una mala praxis, sino de una situación objetiva que nos excede, provocada por el impacto de la pandemia, una sequía que ha generado unas pérdidas de 22.000 millones de dólares, y el compromiso con el FMI que había asumido el Gobierno anterior.

Estamos hablando de una situación en la que las variables socioeconómicas en Argentina se han deteriorado profundamente. En la que el costo de vida es muy alto y el poder adquisitivo del salario se deteriora todos los meses debido a la inflación. En esta coyuntura tan difícil, creo que la gente ha reconocido en nosotros una coherencia, que entendieron que hicimos lo que hicimos porque hubo un contexto que cambió.

Creo que logramos una propuesta amplia y polarizar con la marca del apellido Macri

En el caso de CABA, hicimos una elección histórica dado este contexto tan complejo. Yo aparecía como una figura algo extraña y disruptiva porque pertenezco a una coalición que forma parte del peronismo, pero no provengo del peronismo, sino del radicalismo. Creo que logramos una propuesta amplia y polarizar con la marca del apellido Macri, que en la ciudad de Buenos Aires tiene una minoría intensa. Hicimos una elección de 32 puntos en la que interpelamos más allá del electorado identificado exclusivamente con el peronismo, que ronda el 20-25%.

Argentina se encuentra en una coyuntura económica sin precedentes en los últimos años, con inflación anual de cerca del 140% y una enorme pérdida del poder adquisitivo. ¿Cómo se explica que el candidato del peronismo sea Sergio Massa, actual ministro de Economía?

Hay un problema clave en Argentina que es la licuación del poder político, la amenaza de la ingobernabilidad. Esto es algo recurrente en la historia de este país por los golpes de Estado. El tema del poder político es un indicador clave para analizar la realidad política argentina.

El actual presidente es concebido por una gran parte de la población como un presidente débil, y creo que una de las ventajas que tiene Sergio Massa es que es percibido por la opinión pública como un hombre con vocación de poder, con hambre.

Él puede explicar por qué haría cosas distintas a la que ha hecho siendo ministro de Economía del último año del Gobierno por dos factores: él tuvo que resolver situaciones que heredó del gobierno de Macri y del ministro anterior, Martín Guzmán; y, en segundo lugar, puede afrontar las cosas de otra manera porque tiene una concepción distinta del poder.

Massa, de hecho, llega a ser candidato a petición directa a Cristina Fernández por parte de los gobernadores, una demostración de fortaleza política y vocación de poder que le pone en una posición más favorable que otros candidatos que quizá habrían estado en una posición más cómoda para explicar su crítica a la economía argentina. Sin embargo, ninguno tenía el volumen político, el conocimiento del Estado y el respaldo de los gobernadores que tiene Massa.

Usted ha recalcado en las últimas semanas la coyuntura histórica y la “disyuntiva límite” en la que se encuentra Argentina, siendo una de las voces públicas que más ha alertado de lo que está en juego en este balotaje. ¿Qué hace de esta situación algo tan excepcional? ¿Por qué considera a Milei un peligro de tal magnitud para el país?

En primer lugar, hablamos de una gran falta de formación política y de estabilidad emocional. Es el candidato menos maduro en términos emocionales que ha competido en la historia de Argentina y de América Latina. No recuerdo un candidato con las inconsistencias, contradicciones y reacciones personales de Milei.

Es peor que Trump y Bolsonaro. Ellos son dos animales políticos, nacionalistas, y con una estructura ideológica definida. Milei no la tiene. Tiene su mirada sobre la economía, muy asociada al libre mercado, pero hace aguas en todo el resto de dimensiones. En ningún país del mundo un candidato le dice a su electorado que va a romper relaciones económicas con sus principales socios comerciales. Es un delirio…

Es totalmente inconsistente e irracional. No conozco a ningún candidato que proponga vender órganos y niños, que incluya en su propuesta programática la posibilidad de privatizar el mar, o que tenga gente dentro de su partido, a diputadas electas como Lilia Limoine, que se hayan declarado terraplanistas.

“Ni siquiera es fascismo”, ha llegado a afirmar.

Él se inspira en los fascistas, pero solo tiene una cosa en común con ellos: los enemigos. En España, por ejemplo, la ultraderecha ha hecho cosas bastante infantiles, como comparar al PSOE con el comunismo. Hasta esas afirmaciones, que corren los límites de lo que se puede o no decir, están en el borde del sentido común y de la racionalidad. Milei redobló la apuesta, pasó esos límites. Tiene todos los defectos del resto de la ultraderecha global, ninguna de las virtudes, y ha sumado defectos que no se encuentran en otros países.

Milei se inspira en los fascistas, pero solo tiene una cosa en común con ellos: los enemigos

¿Qué le puede esperar a Argentina en caso de una hipotética victoria de La Libertad Avanza en el balotaje del próximo 19N y una presidencia de Milei? ¿Podría entrar el país en una situación de ingobernabilidad? ¿Cree que podría llegar a derivar en un gobierno de corte autoritario que gobierne por fuera de las instituciones?

No sé bien cómo analizarlo porque existe la posibilidad de que, si le toca ser presidente, ejerza el poder de forma diferente de la que declara siendo candidato. No sé qué parte es verdad y qué parte es personaje. De lo que no tengo ninguna duda es de que, si se comporta como presidente como se está comportando como candidato, Argentina va a ser ingobernable y vamos a tener situaciones de gravedad institucional.

Manifiesta un profundo desconocimiento del funcionamiento del Estado. Por ejemplo, él plantea la dolarización de la economía. Eso tiene un límite constitucional. Hay una cuestión instrumental, que pasa por la cantidad de dólares que hay que tener para cambiar la base monetaria, pero después hay una cuestión legal que te tiene que permitir terminar con tu moneda. Él no explica nada de eso.

¿Qué papel han tenido los medios de comunicación en el surgimiento y el crecimiento de Milei? ¿Ha habido un tratamiento de su figura responsable sobre el peligro que representa?

Milei no se entiende sin el aparato mediático de periodistas e influencers claves a la hora de generar una opinión pública, y que han tratado de blanquearlo y amigarlo con el sentido común. Un ejemplo reciente: todo el mundo vio que el último debate fue una paliza de Massa, pero hay todo un dispositivo mediático tratando de hacer que la gente cambie el recuerdo de lo que vio.

En la creación del personaje y los espacios que se le dieron al inicio hubo una irresponsabilidad de los medios. Hay una expresión propia de aquí que sirve para entenderlo: “Esto era una joda y quedó”. He hablado mucho con productores y presentadores del país, y ninguno imaginó esto. Decían que les daba rating y se reían, pero nadie se lo tomaba en serio.

Fuimos naturalizando el chiste hasta que se hizo una realidad. Se ha dejado pasar. Y ese apoyo mediático sigue estando porque se está tratando de que no gane Massa a cualquier costo. Están utilizando a Milei sobre la hipótesis de que en el día de mañana Macri podrá controlarlo, sobre la idea de usar a un tipo que todo el mundo sospecha que está mal de cabeza para hundir al peronismo. Eligieron al peor de todos. Es una irresponsabilidad enorme.

El expresidente de Uruguay, José Mujica, aludió a “la mística” del peronismo tras el pasado 22N para explicar el inesperado resultado electoral que puso a Massa por encima de Milei. ¿A qué cree que se refiere Mujica? ¿Qué otorga al peronismo esa particularidad tan única y a veces difícil de entender fuera de la tradición política argentina?

Cuando vos escuchás cantar a los jóvenes peronistas, te hablan de los fusilamientos del 1955 y de los desaparecidos de la dictadura militar. Es la idea de que el peronismo es un movimiento histórico que se repone ante todas las adversidades. El peronismo construyó una mística, una identidad sobre una historia de resistencia, sobre la idea de recomponerse de las derrotas.

Es un movimiento que consiguió traer de vuelta a Perón tras 17 años de exilio, que se enfrentó a la dictadura y que, incluso, con el kirchnerismo logró hacerse cargo del país y recomponer el poder adquisitivo de la gente. Esa lucha contra la adversidad pone al peronismo en una posición diferente al resto de partidos e identidades que son mucho más débiles.

El peronismo puede hacer cosas que son impensables, dar la vuelta a resultados muy adversos. Hay hasta cierta analogía con el fútbol, con el ir perdiendo 0-4 y remontar hasta el 5-4. Argentina es un país en el que las situaciones disruptivas forman parte de nuestro ADN: el país del de la nada a la gloria. Los contrastes son parte de nuestra cultura, y el peronismo forma parte de esa idea. Es algo que se emparenta mucho con la historia de Argentina. La identidad cultural del peronismo tiene mucho que ver con la de nuestro país, con lo que el argentino medio siente.

¿Va a ser suficiente esa mística para detener a Milei, o va a hacer falta algo más?

No. Esto es tan solo la explicación de que sigamos compitiendo con un 140% de inflación, pero no significa que nos alcance para ganar.

Tras los resultados de la primera vuelta, la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich hizo público un acuerdo alcanzado con Javier Milei para acompañar su candidatura. Un acuerdo suscrito también por el expresidente Macri. ¿Cómo se explica este apoyo por parte del PRO a una opción como la que representa Milei? ¿Qué peso cree que va a tener este apoyo de cara al balotaje?

No creo que sea un apoyo que vaya a movilizar voto. Lo que sí ha hecho es darle a un sector pequeño (pero que puede ser estratégico) del electorado una sensación de estabilidad. Hay mucha gente que desconfiaba de Milei, pero que con el apoyo de Macri va a votar más tranquila al pensar que hay un seguro detrás, un respaldo de racionalidad.

Creo que en Macri está pesando más su voluntad personal de revancha con Massa que un cálculo racional

Es una posición muy irresponsable y que implica mucho riesgo. Ni siquiera el propio Macri conoce en profundidad a Milei. Él mismo afirma que le vio dos veces en su vida y que charlaron en apenas cinco ocasiones. Creo que en Macri está pesando más su voluntad personal de revancha con Massa que un cálculo racional.

Macri es un hombre inteligente al que no se puede subestimar, pero ha operado este acuerdo de la manera más irresponsable. No puede ser que no calcule que el propio Milei se le puede ir de las manos, que es un inestable. Es un riesgo absolutamente injustificado.

Usted ha apelado a la necesidad de “convocar a todos”. Dice que, en caso de una victoria de Massa, Argentina necesita “otras reglas de juego”. ¿En qué coordenadas se plantearía un gobierno de unidad nacional en este contexto?

Argentina tiene un problema que no se resuelve de la noche a la mañana: un sistema de polarización extrema que se traduce en la sociedad civil. Es un enfrentamiento que está haciendo que la gente pueda argumentar de forma racional, pero que cuando decide su voto vaya a la irracionalidad. Si Massa gana va a tener que construir una despolarización de la sociedad.

Desde la teoría política uno podría llegar a la conclusión de que la forma de armar un gobierno nacional es después de un colapso social: que gane Milei y el país explote. Como si fuera una guerra. Que haya una catástrofe para que los que se atacan mutuamente puedan sentarse a acordar sin que sus bases les acusen de traidores. Esto está muy a flor de piel.

Si esto no es producto de un colapso, que esperamos que no lo sea, tenemos que ir construyendo de a poco. Hay que ir desescalando el nivel de violencia y polarización con mucha inteligencia, dando señales muy concretas. Massa ya dijo que su ministro de Economía no iba a ser de mi partido, sino un hombre más cercano a los mercados. No estamos hablando de un giro a la derecha, sino de una apertura. Convocando a los mejores, a los radicales, a los opositores…

Preguntado por los rumores (poco fundados) de que Milei pudiera llegar a renunciar al balotaje, usted hizo especial hincapié en que “a Milei hay que ganarle”. ¿Puede una victoria de estas características representar ese capital simbólico sobre el que articular la unidad?

Yo creo que sí. Depende mucho de ello lo que pase en los tres primeros meses del próximo gobierno. Hay que reconstruir el vínculo con la sociedad con gestos y símbolos. Es imposible hacer un plan de desarrollo sin un plan de estabilización, y esto requiere de condiciones políticas para aplicarlo que se dan de manera simbólica.

Argentina no puede pensar solo en un plan de desarrollo, debe pensar en un plan de estabilización y en un programa de acumulación de poder que es básicamente subjetivo y simbólico. Si Milei piensa que va a poder lograr estabilizar la macroeconomía dinamitando el sistema político se equivoca. Va a tener dos quilombos: el del Congreso y el del Banco Central.

En cualquier caso, parece que, pase lo que pase en el balotaje, el día 20 de noviembre Argentina será un país distinto al que conocemos hoy…

Argentina tiene que ser un país distinto, es algo que he hablado con Sergio [Massa]. No se puede seguir por el mismo camino. Para acomodar su macroeconomía el país va a tener que hacer una serie de cambios en la estructura de gobiernos, en la política fiscal y una serie de cosas que van a generar tensiones sociales. Vamos a tener que hablar mucho con la sociedad.

El problema de aquí es que el poder se licua rápido. Mientras ejerce el poder, un presidente también tiene que saber acumularlo. Cuando se ejerce el poder y tomas decisiones en un contexto de crisis, pierdes poder, pero lo tienes que hacer igual pensando en el medio y largo plazo. Cuando se gobierna, además de pensar en cómo vas gestionando y quemando poder, tienes que pensar en cómo ir construyendo poder. De lo contrario te quedas sin legitimidad.

Leandro Santoro (Buenos Aires, 1976) es una figura única en la política argentina. Militante desde los 13 años, es hijo del radicalismo de la UCR de Raúl Alfonsín. La unión de su partido con el macrismo llevó a Santoro a aproximarse al peronismo de Cristina Fernández de Kirchner, en el que encontró un espacio...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí