1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 1364 Conseguido 68011€ Objetivo 140000€

Reportaje

El ‘ferrocarril subterráneo’ del aborto en la frontera entre México y EE.UU.

Las activistas mexicanas se hacen cargo de las interrupciones de los embarazos en las zonas fronterizas. Los retos que enfrentan estas mujeres van desde la escasez de píldoras hasta el miedo a la criminalización

Dánae Vílchez / Verónica Martínez (openDemocracy y La Verdad de Juárez) 7/12/2023

<p>Aylin Flores de Colectiva Libre Feminista en Ciudad Juárez, afuera del Hospital de la Mujer. | <strong>V. Martínez /</strong> <strong>openDemocracy–La Verdad de Juárez. Todos los derechos reservados</strong></p>

Aylin Flores de Colectiva Libre Feminista en Ciudad Juárez, afuera del Hospital de la Mujer. | V. Martínez / openDemocracy–La Verdad de Juárez. Todos los derechos reservados

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Alma, una joven mexicana cuyo verdadero nombre omitimos, se quedó embarazada sin querer en junio de 2021. Ya tenía un hijo y no pensaba tener otro. Pero como vivía en Sonora, estado fronterizo del norte del país, pensó que tenía pocas opciones. El aborto allí sólo está permitido si hubo violación o si la vida de la embarazada corre peligro. Nada de eso aplicaba a Alma, y le podían caer hasta seis años de prisión si abortaba.

Entonces, una amiga compartió un secreto bien guardado. Un “ferrocarril subterráneo” de activistas a favor del aborto podía ayudar a Alma a interrumpir su embarazo de forma segura en Hermosillo, la capital del estado.

Una ginecóloga, también activista por el derecho a decidir, confirmó que Alma estaba embarazada de unas cuatro semanas y la remitió a Marea Verde, grupo feminista que ayuda a las mujeres que desean abortar. El grupo la guió en el proceso de un aborto médico, le proporcionó las píldoras y estuvo con ella y su pareja cuando se tomó la medicación en casa.

“Fue la mejor decisión que pude tomar en mi vida”, dice Alma ahora. “Tuve la suerte de estar acompañada y segura. A pesar de toda la situación, se siente increíble tener esa compañía”.

La Suprema Corte de Justicia de México despenalizó este año el aborto en todo el país, allanando el camino para que el sistema sanitario federal brinde el servicio, pero eso no ocurrirá de la noche a la mañana. Mientras tanto, el aborto a demanda sólo está disponible en 12 de los 32 estados del país. En el resto, rigen restricciones severas, y el aborto solo se permite en casos de agresión sexual o si la vida o salud de la embarazada corre peligro.

La Suprema Corte de Justicia de México despenalizó este año el aborto, allanando el camino para que el sistema sanitario brinde el servicio

Sin embargo, miles de mujeres mexicanas encuentran la forma de interrumpir su embarazo cada año. En los estados del norte cerca de la frontera con Estados Unidos, cuentan con ayuda de activistas por los derechos reproductivos y de una red de acompañantes, que funciona de forma muy parecida al “ferrocarril subterráneo” del siglo XIX, que ayudaba a las personas esclavizadas del sur de Estados Unidos a escapar de sus explotadores y viajar al norte, donde la esclavitud era ilegal.

En México, donde la desinformación abunda, los grupos feministas pueden ser la única fuente fiable –y confidencial– de información. Con la ayuda de aliadas, gestionan casas seguras y emplean canales de comunicación secretos para apoyar a quienes necesitan tomar decisiones sobre su salud reproductiva. El método seguro y no quirúrgico del aborto con medicamentos es su principal herramienta.

La Organización Mundial de la Salud considera que el misoprostol es un fármaco seguro para provocar un aborto hasta la semana 12. Puede utilizarse solo o en combinación con otro medicamento, la mifepristona. El misoprostol provoca contracciones y hemorragias similares a las de un aborto espontáneo prematuro, y la mifepristona bloquea la secreción de la hormona progesterona, impidiendo que el embarazo progrese.

En México, el misoprostol se vende sin receta en farmacias por entre 15 y 30 dólares (entre 260 y 520 pesos mexicanos), pero para la mifepristona sigue siendo necesaria una receta.

En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) autorizó hace poco la venta de mifepristona sin receta, y el misoprostol lleva más de dos décadas en venta en farmacias o por correo. Pero la aprobación de la FDA fue impugnada en Texas por un grupo conservador representado por la organización jurídica religiosa Alliance Defending Freedom. Ninguno de los dos fármacos está legalmente disponible en estados que, como Texas, han prohibido el aborto.

Andrea Sánchez, del grupo feminista Marea Verde Sonora, dicta un taller en un parque sobre el aborto seguro con pastillas. | Meliza Valencia / openDemocracy. Todos los derechos reservados

Solidaridad por el aborto

En junio de 2022, la Corte Suprema de EEUU anuló la histórica sentencia Roe contra Wade, y puso fin asi a la protección constitucional del aborto. Esto abrió el camino a que las legislaturas estatales promulgaran leyes más restrictivas sobre la interrupción del embarazo. En respuesta, al menos 17 organizaciones mexicanas que operan a lo largo o cerca de la frontera entre los dos países ampliaron sus redes transfronterizas para brindar atención a mujeres estadounidenses que necesitan abortar.

Al menos 17 organizaciones mexicanas ampliaron sus redes transfronterizas para brindar atención a mujeres estadounidenses que necesitan abortar

openDemocracy y La Verdad de Juárez revelaron este año que organizaciones antiabortistas, como Vifac (Vida y Familia AC), dirigen centros acusados de difundir desinformación y de coaccionar a mujeres y niñas para que continúen con sus embarazos.

Tokya Casimiro, acompañante abortista de Hermosillo, relató que ella y sus colegas suelen recibir a mujeres que no quieren que sus familias se enteren de que están pensando en abortar, procedentes de ambos lados de la frontera.

El papel de la acompañante es ofrecer información y apoyo, no juzgar. “Intentamos hacer hincapié en que no es que no nos importen sus razones, sino que creemos que todas las razones son válidas”, explica Casimiro.

Andrea Sánchez trabaja como acompañante para Aborto Seguro en Sonora. El grupo ayuda a las mujeres a acceder a píldoras abortivas, y Sánchez afirma que ofrece una amplia gama de apoyo, desde salud mental hasta asesoramiento jurídico.

“Parte de nuestro trabajo consiste en descubrir los distintos contextos a los que se enfrentan las mujeres que necesitan acceder al aborto. También podemos identificar si una mujer es víctima de violencia y sugerirle opciones, dependiendo de la situación”, dice.

Garantizar el acceso al aborto con medicamentos fue la razón por la que Sandra Cardona fundó en 2016 el grupo Necesito Abortar en Monterrey, la capital de Nuevo León, otro estado fronterizo. Ella comenzó a usar Facebook para informar a la gente sobre el aborto con pastillas. Desde entonces, según Cardona, el grupo ha asistido a más de 20.000 personas con apoyo para abortar o información sobre derechos sexuales y reproductivos, principalmente en México, pero también de otros países latinoamericanos y de EEUU.

A unos 220 kilómetros de la frontera con Texas, Cardona y su compañera Vanessa Jiménez abrieron una ‘abortería’ en su casa, en un barrio residencial de Monterrey. El aborto está severamente restringido en Nuevo León, y sólo se permite en casos de violación y de riesgo para la vida o la salud de la mujer.

Cardona y Jiménez acogen a personas que carecen de un lugar seguro para tomar las píldoras, y les proporcionan cobijo y orientación. No le tienen miedo a la persecución, a pesar del código penal del estado, porque se amparan en la sentencia de la Suprema Corte de 2021, que declaró inconstitucional criminalizar el aborto.

Las dos solían atender sobre todo a mexicanas o a migrantes de camino a EEUU, pero esto cambió el año pasado. “Normalmente, dábamos información a mujeres de EEUU una vez cada uno o dos meses, pero a partir de septiembre de 2022 empezaron a llamar más mujeres. Algunas llegaron a nuestra ciudad pidiendo ayuda”, dice Cardona. “Ahora mismo, unas cinco o seis personas [de EEUU] vienen aquí cada semana en busca de un aborto”.

Otra acompañante abortista del estado de Chihuahua, fronterizo con Texas, asegura que, salvo una excepción, todas sus usuarias del lado estadounidense son hispanohablantes y muchas viven en comunidades fronterizas.

Mariela Castro, voluntaria del grupo de apoyo Marea Verde en ese estado, dice que las mujeres estadounidenses interesadas en su red transfronteriza suelen ser de clase trabajadora y con pocos recursos. “Sabemos que son ellas las que sufren esta situación. Buscar un aborto tiene mucho que ver con no complicar aún más su situación vital”, agrega.

La mayoría de las mujeres proceden de Texas, donde es ilegal practicar abortos en casi cualquier circunstancia e incluso mediante el envío por correo de los medicamentos mifepristona y misoprostol. Las leyes de Texas sólo contemplan excepciones para salvar la vida o evitar un “deterioro sustancial de las principales funciones corporales” de una paciente embarazada.

Esquivando la criminalización y la vigilancia

Uno de los mayores desafíos de esta red transfronteriza es trasladar las píldoras abortivas por la frontera.

En Texas, el suministro de píldoras abortivas puede acarrear una pena de cárcel

Para las clientas de México, las normas de las farmacias locales facilitan el envío de medicamentos por correo o mediante aplicaciones de entrega. Pero hacer llegar las píldoras a EEUU es otro cantar. A veces, las acompañantes tienen que encontrar allegados a la usuaria estadounidense u otras personas dispuestas a cruzar la frontera con el misoprostol. En Texas, el suministro de píldoras abortivas puede acarrear una pena de cárcel.

La mayoría de las proveedoras con las que hablamos en México no parecen preocuparse del riesgo de ser imputadas por autoridades estadounidenses, aunque sí por la seguridad de las mujeres a las que ayudan –y por sus familias.

Pero Karina de la Cruz, activista de Marea Verde Nogales, en la frontera con Arizona, afirma que acompañantes de Nogales le han confiado que temen ser criminalizadas por llevar píldoras abortivas a EEUU.

“Las restricciones en Estados Unidos nos pondrían a nosotras o a cualquiera que quiera ayudarnos al mismo nivel que los narcotraficantes, porque estaríamos cometiendo un delito al llevar allí el medicamento [misoprostol]”, dice.

La seguridad online también es crucial. Salma, una acompañante de Chihuahua que pidió no publicar su apellido, afirma que ella y muchas de sus colegas tuvieron que cambiar sus protocolos de comunicación con las personas a las que ayudan.

Por ejemplo, dejaron de utilizar aplicaciones de mensajería instantánea de Meta, como WhatsApp, Messenger e Instagram, luego de que Facebook reveló información a las fuerzas de seguridad de EEUU en el caso del aborto de una adolescente en Nebraska. Las autoridades estatales revisaron los mensajes privados de la chica, en los que supuestamente se detallaba cómo se había practicado un aborto con pastillas.

El muro fronterizo entre EEUU y México en Nogales, Sonora. | Meliza Valencia / openDemocracy. Todos los derechos reservados

 

Precios al alza y escasez

Las restricciones de EEUU desde la anulación de la sentencia Roe también impactan en la demanda de medicamentos abortivos en México.

Varias organizaciones mexicanas entrevistadas por openDemocracy han tenido dificultades para conseguir misoprostol de sus proveedores habituales. “Después de todas estas acciones contra el aborto en Estados Unidos, hubo escasez de misoprostol en México”, dice Salma. Aunque consiguieron negociar un precio bajo (240 pesos mexicanos, 14 dólares, por caja), frente al precio habitual de venta al público de 520 pesos mexicanos (30 dólares), los precios están subiendo.

La organización Colectiva Libre Feminista, con sede en Ciudad Juárez, estuvo recaudando fondos para un almacén de misoprostol, con el fin de ayudar a las mujeres necesitadas en territorio mexicano y en El Paso, Texas.

Si las farmacias se muestran reacias a venderles pastillas de misoprostol, recurren a un hombre para que las compre, “porque es más fácil para ellos que para una mujer”, explica Aylin Flores De la Rosa, miembro fundadora del grupo.

Las defensoras del aborto en México también están preocupadas por un posible aumento del costo de los abortos quirúrgicos, así como de otros procedimientos de salud sexual y reproductiva.

Actualmente, el sistema público de salud ofrece un número limitado de estos procedimientos de forma gratuita, según Laura Dorado, de Aborto Seguro Chihuahua. Pero se teme que los hospitales privados puedan ver una oportunidad de ofrecer estos servicios, y hacerlo a un precio elevado, poniéndolos fuera del alcance de las mujeres mexicanas, pero al alcance de sus pares estadounidenses.

“Los extranjeros vienen aquí por odontología, cirugía plástica y procedimientos médicos que son demasiado caros en su país. Vienen aquí porque es barato para ellos, pero para la gente que vive aquí es costoso”, dice Flores.

A pesar de las dificultades, las activistas de ambos lados de la frontera son optimistas. Mariela Castro afirma: “Las mujeres de EEUU no estarán solas mientras haya mujeres del otro lado organizándose”.

------------------

Este artículo fue publicado originalmente por openDemocracy y La Verdad de Juárez.

Alma, una joven mexicana cuyo verdadero nombre omitimos, se quedó embarazada sin querer en junio de 2021. Ya tenía un hijo y no pensaba tener otro. Pero como vivía en Sonora, estado fronterizo del norte del país, pensó que tenía pocas opciones. El aborto allí sólo está permitido si hubo violación o si la vida de...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autora >

Dánae Vílchez / Verónica Martínez (openDemocracy y La Verdad de Juárez)

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí