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El romancero, interpretado por una o dos personas, es una modalidad puramente callejera y resucitada en las últimas décadas. Se utiliza la estructura típica del romance antiguo y se compone en cuartetas de versos de ocho sílabas rimadas. El número de cuartetas varía y queda a elección del intérprete. En el romancero, al igual que en otras modalidades, se desarrolla el personaje elegido. A veces, en los más clásicos, se acompaña con un cartelón con viñetas golpeado con un palo para marcar el ritmo o para remarcar algún golpe de efecto en el texto. En cualquier caso, como buena modalidad carnavalera y callejera, los límites formales son flexibles para que sea el texto y el humor lo que prevalezca.
Este romancero está interpretado por Pedripol, quien pasó por comparsas señeras del Concurso Oficial, se adentró en las callejeras formando parte de la chirigota de Los fantasmas o Los sibaritas entre otras –grupo que marcó época– y, en los últimos años se ha destacado como romancerista, o bien haciendo pareja en Los Curas con Selu Candanedo o en solitario. El Perfecto Cuñado, que se presenta como Yo soy Reverte porque el mundo me hizo así, cuenta sus peripecias como feminista aventajado –hasta más que las mujeres– y su visión del estado de la ciudad y de todo lo que se le ponga por delante, para eso sabe de todo como buen cuñado que es.
Nombre: El Perfecto Cuñado
Autor: Pedro Pablo Hidalgo, Pedripol
Modalidad: Romancero
Y si queréis leer un artículo de CTXT relacionado con el tema, aquí os dejamos este fragmento de una pieza escrita por Miguel Ángel García Argüez:
Hablamos de calle y hablamos de chirigotas y romanceros. Chirigotas ilegales, básicamente, son aquellas que construyen sus repertorios sin atenerse a la normativa reglada, es decir, la del concurso. Hay callejeras que, aunque no vayan al concurso, podrían hacerlo, pues nacen bajo las premisas de la normativa. Las ilegales no podrían hacerlo, no encajan en el reglamento ni en sus angostas estéticas. Serían sin remedio descalificadas por el jurado y –lo que es más llamativo– refractadas mayoritariamente por el público. Así que, distingamos: no toda callejera es ilegal. Pero toda ilegal es, esencialmente, callejera.
Lee el artículo completo aquí.
El romancero, interpretado por una o dos personas, es una modalidad puramente callejera y resucitada en las últimas décadas. Se utiliza la estructura típica del romance antiguo y se compone en cuartetas de versos de ocho sílabas rimadas. El número de cuartetas varía y queda a elección del intérprete. En el...
Autor >
Paco Cano
Mis ciudades: Cádiz, Madrid, NY, Washington DC y, ahora, Barcelona. Mis territorios: las políticas culturales, la articulación ciudadana, los cuidados y el común.
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