La polémica saltó cuando la patronal de hostelería gaditana, Horeca, ante la falta de camareros y camareras para contratar en verano, debido a las condiciones de precariedad ofrecidas por los empresarios, propone contratar personal traído desde Marruecos y para ello contacta con las autoridades del país vecino. Es decir, proponía continuar con la precariedad y enfrentar a los profesionales que luchaban por sus derechos con migrantes que vendrían en condiciones legales. Caldo de cultivo perfecto para postulados de extrema derecha: los inmigrantes nos quitan el trabajo.

Este tango advierte de la trampa. El Gremio representa un restaurante que, a la vez, es una metáfora de la ciudad y sus problemáticas: trabajo precarizado, clasismo y turistificación. “Que Cádiz no se vende” cantan al final del popurrí.

El tango es la pieza musical más representativa del folklore carnavalesco gaditano. Lo interpreta exclusivamente el coro, la modalidad más numerosa, alrededor de 40 integrantes incluyendo voces y orquesta.

Nombre: El Gremio

Autor: M.Á. García Argüez, El Chapa

Modalidad: Coro

Tipo de copla: Tango

Título: Óyeme, compañera

Y si queréis leer un artículo de CTXT relacionado con el tema, aquí os dejamos este fragmento de una pieza escrita por Emilio de la Peña:

El sector de la hostelería es el peor pagado de entre los asalariados. Y representa un área laboral muy numerosa. Un millón y medio de asalariados trabajan en ella, mayoritariamente, mujeres, 860.000, que como media ganan un 21% menos que los hombres en este sector. En 2022, último año completo, cada trabajadora y trabajador cobró por término medio 15.165 euros, según la Encuesta Anual del Coste Laboral del INE. Las empresas de comidas y bebidas, es decir, restaurantes, bares y demás, pagaron 13.386 euros anuales por empleado y las de hoteles y otros alojamientos, 20.900 euros. Y es que, pese a las subidas salariales de los últimos años en el conjunto de la economía, en el caso de la hostelería sus trabajadores han perdido poder adquisitivo, tanto en hoteles como en bares y restaurantes. Sus sueldos han aumentado por debajo del coste de la vida, y lo han hecho menos en el caso de los hoteles.

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