Crónicas desde el infierno (21)
Vivir y morir bajo un trozo de lona en Rafah
Israel bombardeó el domingo por la noche la ciudad supuestamente segura donde se hacinan 1,4 millones de personas
Mahmoud Mushtaha Gaza , 12/02/2024
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En la ciudad de Rafah, situada en el sur de la Franja de Gaza, se viven estas semanas escenas que recuerdan a la Nakba palestina de 1948; sus residentes soportan las penalidades del desplazamiento forzoso impuesto por Israel en medio de la agresión militar sobre el territorio asediado. Desde el comienzo de los ataques contra Gaza, el 7 de octubre, las fuerzas israelíes han obligado a los habitantes del norte a desplazarse hacia el sur alegando que garantizaría su seguridad en la región meridional. Pero el domingo 11 de febrero por la noche, Israel bombardeó este enclave vecino a la frontera de Egipto y supuestamente seguro, dejando al menos 200 personas asesinadas y cientos de heridos.
Los civiles desplazados a Rafah, cerca de 1,4 millones de personas, están viviendo hacinadas en refugios improvisados, sin protección frente a las condiciones climáticas extremas y los ataques aéreos israelíes, dirigidos tanto contra las regiones del norte como del sur de la Franja de Gaza.
Las personas desplazadas, cuyos barrios y casas fueron destruidos por los ataques que no han cesado durante 129 días consecutivos, han tenido que recurrir a vivir en campos con tiendas improvisadas. Sus condiciones empeoran cada día con la llegada de la estación de lluvias.
Um Mohammad Ouda, de 67 años, está sentada sobre una piedra, con la mano apoyada en la mejilla, frente a su tienda de campaña en Rafah. “Abandonamos nuestros hogares en la ciudad de Gaza y huimos a Nuseirat. Nos desplazaron a la fuerza, no voluntariamente, después de que Israel nos amenazara para que nos fuéramos al sur. A mí me sacaron de mi casa, ojalá no lo hubiera hecho nunca. La situación ha llegado al punto de que vivo en un trozo de lona”.
Um Muhammad Ouda y su familia, un total de 67 miembros, pasaron dos días durmiendo en la calle en Rafah. “Las condiciones del desplazamiento nos abrumaron. Al principio, no encontrábamos sitio en los refugios, y no había suficientes tiendas disponibles. No tuvimos más remedio que quedarnos en la calle”, dice.
“Después de mucho sufrimiento y espera, mi hijo Mazen consiguió tres tiendas de las distribuidas por Naciones Unidas. Aquí todas las tiendas están hacinadas, sin saneamiento ni limpieza, y hace un frío horrible. Las tiendas no nos ofrecen ninguna protección”, dice entre lágrimas Um Muhammad.
Como muchos otros desplazados, la familia Ouda se encuentra en una situación difícil sin una salida clara. Hay escasez de mantas, ropa de abrigo y calefacción, todos ellos elementos cruciales para hacer frente al clima invernal y a las duras condiciones que enfrentan. En las últimas noches han caído lluvias torrenciales en todas las zonas de la Franja de Gaza, coincidiendo con un descenso significativo de las temperaturas.
“Huimos sin nada. Ahora vivimos bajo un trozo de lona que apenas puede llamarse tienda de campaña. Por la noche pasamos mucho frío porque no hay mantas suficientes. Tenemos niños y mujeres embarazadas”, explica Salem Al-Gharbawi, de 42 años. En una tienda destartalada, que apenas supera los dos metros y medio cuadrados de tamaño, Salem vive con sus ocho hijos y su esposa. “¿Esto es vida? Estamos en el siglo XXI y vivimos en tiendas de campaña. ¿Qué está ocurriendo? Son los peores días de nuestras vidas. Si quieres ir al baño, tienes que esperar horas. Hay unas colas larguísimas. No hay ninguna comodidad. No se puede dormir en estas tiendas. Anoche, el agua de lluvia entró en nuestra tienda y toda nuestra ropa y mantas se empaparon”, añade Al-Gharbawi.
La mayoría de los desplazados a Rafah huyeron por el corredor establecido por el ejército israelí de norte a sur y no se les permitió llevarse nada. Como consecuencia, no tienen ropa ni mantas, y muchos no pueden permitirse comprarlas debido a los altos precios. Mohammed Basal, portavoz de la Defensa Civil Palestina, informó a los medios de que “las fuertes lluvias presagian importantes inundaciones en muchas zonas bajas llenas de tiendas de desplazados en Gaza”. Basal declaró que han recibido “más de mil avisos de tiendas y casas inundadas en varios distritos de Gaza”.
Vivir entre estas tiendas es duro, dice Abdullah Abu Marq. “No hay iluminación; encendemos hogueras para tener algo de luz por la noche, y cocinamos sobre el fuego durante el día. El clima por la noche es muy frío, insoportable; necesitamos mantas para calentarnos, y no es fácil encontrar agua. Llevamos un mes sin poder ducharnos”, relata.
“Cada mañana me despierto con la esperanza de que termine este dolor, esta pesadilla que nos agota. Nunca imaginé que viviríamos en tiendas de campaña cuando huimos de El-Nasser, en el norte de la Franja, hacia el sur, pensando que sería sólo por unos días antes de regresar a nuestros hogares. Ahora llevamos dos meses y medio en estas tiendas”, se lamenta Abu Marq.
Euro-Med Human Rights Monitor emitió un comunicado en el que afirma que “el ejército israelí está ampliando el alcance de sus desplazamientos forzosos en la gobernación de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, mediante matanzas, destrucción y persecución generalizada en el marco del genocidio en curso contra civiles palestinos desde el 7 de octubre del año pasado”.
En la ciudad de Rafah, situada en el sur de la Franja de Gaza, se viven estas semanas escenas que recuerdan a la Nakba palestina de 1948; sus residentes soportan las penalidades del desplazamiento forzoso impuesto por Israel en medio de la agresión militar sobre el territorio asediado. Desde el comienzo de los...
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