1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Lectura

Los amos del mundo

Extracto de ‘El asalto silencioso: cómo las corporaciones derrocaron la democracia’, publicado por Bauplan

Claire Provost / Matt Kennard 11/05/2024

<p>Palacio Nacional, centro histórico de El Salvador. / <strong>Leidymarielamolina</strong></p>

Palacio Nacional, centro histórico de El Salvador. / Leidymarielamolina

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Una llamada inesperada 

Gavin nos cedió una habitación del edificio de medios de comunicación de la Universidad Goldsmiths, en New Cross, al sur de Londres, para usarla como oficina. No tenía ventanas y se venía utilizando como almacén, pero nunca habíamos tenido una oficina para nosotros solos. Ilusionados, tratamos de traer orden al caos, apilando cajas de material periodístico en un lado de la habitación para tener espacio donde sentarnos. En una pared colgamos un mapamundi y grandes hojas de papel para comenzar a esbozar nuestras ideas. 

[…]

Comprometidos con exprimir al máximo nuestras becas, empezamos por seguir un horario de oficina convencional, reuniéndonos cada mañana e intercambiando ideas sobre los proyectos en los que podríamos trabajar juntos. Una llamada inesperada nos obligó a hacer las maletas antes de lo previsto. 

“El 15 de septiembre es el Día de la Independencia de El Salvador”, dijo Meera Karunananthan al otro lado de la línea telefónica, desde Ottawa, mientras corríamos a coger papel y bolígrafo para tomar notas. Meera formaba parte de un movimiento mundial de activistas por la “justicia del agua” y era desde hacía años uno de los contactos de Claire. Nos era de gran utilidad su aparente capacidad para estar al tanto de todas las épicas batallas entre comunidades y corporaciones en todo el mundo mucho antes de que se volvieran noticia (si es que alguna vez lo hacían).  

“Ojalá pudiera ir yo”, subrayó. Nos contó que ese día la comunidad local y los activistas medioambientales iban a celebrar un “Festival de Resistencia” en un pequeño pueblo al norte de la capital salvadoreña, cerca de una polémica mina de oro. La empresa que estaba detrás del proyecto era vista como una amenaza para la propia independencia del país, sobre todo a través de un pleito internacional tramitado en una oscura rama del Banco Mundial. Exigía más de 300 millones de dólares de “indemnización” por habérsele negado el permiso para extraer el oro que había encontrado. Era una multa enorme para un país tan pobre, mayor de lo que recibía anualmente en ayuda exterior.

La descripción del caso que nos hizo Meera tenía algo de épico. Un movimiento cada vez más fuerte y amplio contra la minería y en favor de la protección de los recursos hídricos que parecía estar al filo de la victoria. Se estaban debatiendo nuevas leyes y ella pensaba que El Salvador podía convertirse en el primer país del mundo en prohibir la minería de metales.

“Es la capital mundial de la lucha contra la minería”, afirmó. Pero los que lideraban esa lucha sobre el terreno lo hacían corriendo un gran riesgo. Además de la demanda interpuesta por la empresa contra el país, los activistas locales recibían amenazas de muerte. Varios habían sido asesinados. 

“Es importante que el mundo conozca esta historia”, nos animó, con una intrigante mezcla de entusiasmo y preocupación. Y sugirió que el escrutinio internacional y testigos sobre el terreno podrían servir para proteger a la gente. 

No necesitábamos más. Tras la llamada, empezamos a buscar vuelos a El Salvador. 

[…]

Pacific Rim contra El Salvador 

La demanda internacional contra El Salvador había sido presentada por una empresa con sede en Vancouver, Canadá, llamada Pacific Rim. Era lo que la gente del sector llama una “minera júnior”. No tenía un gran imperio y se dedicaba a explorar nuevos yacimientos. La única joya de su corona parecía ser precisamente la mina que, según la empresa, el Gobierno salvadoreño le había impedido injustamente comenzar a explotar. […] Decían que se les debía una indemnización por el dinero invertido en las actividades de prospección, pero también por la pérdida de sus hipotéticos “beneficios futuros”. 

[…]

Sin embargo, para cuando la empresa canadiense presentó su demanda en 2009, las cosas habían cambiado mucho. Los movimientos ecologistas de los que nos había hablado Meera ya habían tomado impulso. El recién elegido presidente, Mauricio Funes, anunció una popular “congelación administrativa” de los nuevos permisos mineros. Todas las revisiones y aprobaciones de permisos quedaban en suspenso indefinidamente, a la espera de estudios medioambientales y de otros tipos. Los grupos ecologistas y de defensa de los derechos humanos confiaban en que la congelación fuera seguida de una prohibición permanente. 

Tres años más tarde, en 2012, OceanaGold –una empresa minera australiano-canadiense mucho mayor– compró Pacific Rim por menos de 10 millones de dólares. Si ganaba el caso contra El Salvador heredado con la compra, obtendría cientos de millones de dólares de beneficio.

[…]

Nos preguntábamos: ¿Era su demanda una forma de empujar al Gobierno a la mesa de negociaciones? ¿Permitiría el Banco Mundial, cuya misión declarada es acabar con la pobreza e impulsar la “prosperidad compartida”, que una empresa amenazara a un país pobre por tanto dinero, en vista de que lo que querían en última instancia era extraer mineral fuera como fuese? ¿Y por qué los medios de comunicación internacionales no habían cubierto esta disputa adecuadamente?

[…]

Llegamos a la capital, San Salvador, a última hora de la tarde. Estaba oscuro, pero mientras nos llevaban en taxi desde el aeropuerto, pensamos en la carretera por la que viajábamos. Era probablemente la misma en la que cuatro misioneras católicas estadounidenses fueron detenidas, violadas y ejecutadas el 2 de diciembre de 1980. Fue una atrocidad infame. Años después, cuatro oficiales de la Guardia Nacional fueron condenados por los asesinatos. Posteriormente, revelaron en la cárcel que habían seguido órdenes de las autoridades salvadoreñas apoyadas por Estados Unidos.

[…]

Queríamos conocer a algunas de las personas que desafiaban a las empresas mineras en el país. Por ello, la primera reunión que concertamos fue con Pedro Cabezas, coordinador de la red Aliados Internacionales contra la Minería, en un pequeño restaurante de la capital, cerca de nuestro hostal. Pedro parecía relajado, recostado despreocupadamente en su silla, dándole tragos a una cerveza y sin quitarse sus gafas de sol a pesar de estar a la sombra. Lo que nos contó, sin embargo, era dramático: historias de activistas locales asesinados o heridos en ataques, y otros amenazados y acosados. 

Contó el apenas difundido relato del histórico movimiento popular en su lucha por mantener el oro del país bajo tierra y proteger sus reservas de agua. Era una historia esperanzadora que contrastaba fuertemente con todo aquello por lo que El Salvador era más conocido. 

A nivel internacional, el país más pequeño de Centroamérica solía aparecer en las noticias por la violencia y el crimen organizado […] y por cómo la violencia empujaba a miles de personas a emprender peligrosísimos viajes de huida a otros países, incluidos los Estados Unidos.

Puede que parezca un poco probable candidato a convertirse en país pionero en medidas medioambientales a nivel mundial. Sin embargo, Pedro compartió con nosotros datos de encuestas de opinión pública encargadas por una universidad salvadoreña que sugerían que la mayoría de la población se oponía a la minería. Nombró a políticos de la oposición, a líderes de la Iglesia católica y grandes ONG que, aunque no estaban de acuerdo en casi ningún tema, se habían pronunciado en contra de la minería.

“Hay días en los que siento que realmente puede llegar a ocurrir”, sonríe Pedro. “Podríamos convertirnos en el primer país del mundo que prohíbe la minería de una vez por todas”.

Pedro no creía que algo así fuera a suceder rápidamente, ni siquiera con el apoyo del presidente. Le preocupaba que se retrasara años debido a la demanda interpuesta ante el tribunal del Banco Mundial en Washington, pero no se amilanaba. “Seguiremos luchando”. 

Sueños pospuestos 

Llegamos a El Salvador a mediados de 2014, a los pocos meses de que asumiera el cargo el entonces recién elegido presidente, Salvador Sánchez Cerén, del FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional). El antiguo profesor y comandante guerrillero parecía haber dejado clara su postura contra la minería. “Todo el mundo dice que El Salvador posee riquezas subterráneas: valles de oro y cuencas de plata”, le dijo Cerén al diario salvadoreño La Prensa Gráfica. Sin embargo, extraerla “destruirá nuestras vidas”.

Hablaba con suavidad y defendía el concepto de “buen vivir”que se había extendido por América Latina desde mediados de la década del 2000. Era un paradigma alternativo para evaluar el progreso centrado en las personas, las comunidades y en su relación con la naturaleza. Esto era importante: su Gobierno se oponía a la minería, pero también afirmaba que quería construir algo nuevo. 

[…]

Fuimos también a ver a Yanira Cortez, de la oficina del Defensor del Pueblo para los Derechos Humanos, institución financiada con fondos públicos creada tras la guerra civil. Yanira era consciente de los conflictos en torno a la minería y estaba igualmente preocupada por el impacto medioambiental de la industria. Sobre su mesa había interminables pilas de papeles. Parecía abrumada. Dudaba de que las instituciones de su país estuvieran a la altura de la tarea de regular las empresas mineras. “Y aunque lo hiciéramos, si terminamos con nuestros recursos hídricos, no será un buen negocio”, dijo.

Cortez hizo hincapié en la crisis hídrica que atravesaba El Salvador. Estaba sometido a un estrés medioambiental extremo, era muy susceptible a las inundaciones y los desastres naturales y era uno de los países más deforestados de América Latina, con más del 90% de sus aguas superficiales ya contaminadas. 

[…]

La minería del oro utiliza sustancias tóxicas como cianuro o mercurio para extraer el metal. El movimiento antiminero salvadoreño creció entre la angustia por los recursos esenciales, ya de por sí sometidos a presión, así como del escepticismo frente a la idea de que los beneficios de la extracción fueran a llegar al ciudadano común.

[…]

Día de la Independencia 

El polémico proyecto minero que Pacific Rim había puesto en marcha en la región de Cabañas, en el centro de El Salvador, al parecer había recibido el muy apropiado nombre de “El Dorado”, como el de la mítica ciudad de oro que había atraído a América del Sur a legiones de exploradores y colonos. Los activistas locales tildaban de nuevos imperialistas a las empresas mineras y afirmaban que el proyecto amenazaba la independencia de todo el país. 

[…]

Mientras conducíamos hacia el norte desde la capital, vimos desde las ventanillas de nuestro coche muchas ceremonias típicas de la fiesta de la Independencia, con bandas de música locales y niños haciendo girar bastones en desfiles callejeros por los pueblos. Pero las pancartas que se habían colgado exigían que la empresa se marchase de la zona y que El Salvador prohibiera la minería de una vez por todas. Era una fiesta, pero más de resistencia que de independencia. Y parecía haber atraído a todos los habitantes de la zona. Nos sentamos entre cientos de personas bajo una carpa de lona azul y luego dimos un paseo por la plaza. 

[…]

El proceso judicial internacional sobre la mina El Dorado se prolongaría hasta finales de 2016. Al final, el tribunal del Banco Mundial se puso de parte de El Salvador y la empresa (para entonces OceanaGold) fue condenada a pagar ocho millones de dólares para cubrir parte –si bien no la totalidad– de las costas legales. Sin embargo, la historia no acabó ahí, y los activistas parecían verlo más como un alivio que como una victoria. 

[…]

Se había invertido una enorme cantidad de tiempo y energía, recursos que tal vez podrían haberse dedicado a apoyar a las comunidades y proteger el medioambiente, pero, aunque con retraso, el sueño de Pedro de prohibir la minería acabó por hacerse realidad. En marzo de 2017, los legisladores salvadoreños votaron abrumadoramente a favor de prohibir todas las extracciones de oro y otros metales, convirtiendo al país en el primero del mundo en imponer una prohibición nacional de este tipo.

Esa fue nuestra introducción al llamado sistema internacional de arbitraje de diferencias entre inversores y Estados (CIADI), que las empresas han utilizado para desafiar las medidas gubernamentales en todo el mundo. Sobre el terreno, en El Salvador, aprendimos cómo este sistema parecía estar estrangulando al país y dificultando, o haciendo más costosa, la protección de su medioambiente y su población. 

Nuestro siguiente paso fue ir a los archivos históricos en Washington para averiguar cómo se extendió este sistema por todo el mundo, y cómo las preocupaciones actuales sobre su impacto en la independencia y la democracia llevaban tiempo siendo pronosticadas. 

Una llamada inesperada 

Gavin nos cedió una habitación del edificio de medios de comunicación de la Universidad Goldsmiths, en New Cross, al sur de Londres, para usarla como oficina. No tenía ventanas y se venía utilizando como almacén, pero nunca habíamos tenido una oficina para nosotros...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Claire Provost / Matt Kennard

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí