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En el trayecto de metro que recorre las tres paradas de la extensa ciudad de Rivas Vaciamadrid es difícil hacerse una idea del territorio que en cuarenta años ha pasado de poco más de mil habitantes a 81.000 vecinos; en cambio, en las líneas de autobús, en las que no es extraño toparse con una acalorada discusión por los habituales retrasos que algunos interpretan como "conatos de huelga", aparecen las enormes extensiones de casas adosadas y edificios de menos de cuatro niveles; el poderío urbanístico combinado con zonas verdes y parques que ha convertido el lugar en un ejemplo de desarrollo sostenible.
"Si eres pijo y progre, tu sitio para vivir es Rivas", comentaba un humorista durante el debate que se organizó para inaugurar el Parque Charlie Hebdo, junto al auditorio Miguel Ríos, el 19 de febrero en memoria de las víctimas del semanario satírico parisino. Respondiendo como la avanzadilla a la que ya están acostumbrados sus vecinos, las autoridades municipales invitaron a un debate sobre la libertad de expresión y el papel de medios como Mongolia y El Jueves en España, convirtiéndose, de nuevo, en pioneros.
Las razones generales por las que los ciudadanos de Rivas han decidido vivir en "El barrio" se centran en la calidad de vida, los espacios naturales cuidados y las actividades culturales que han atraído entre otras localidades a vecinos de Vallecas y Moratalaz durante los últimos años. Combaten el calificativo de “aldea gala”, en alusión a que parecen haberse bebido una pócima que les hace seguir votando a Izquierda Unida, siendo una de las escasas localidades regida por esta formación política en la Comunidad de Madrid (el 77% de los municipios están gobernado por el Partido Popular).
"Ojalá no fuéramos una isla política y se votase más a partidos progresistas", explica en un café un vecino después de hacer una larga lista de las ventajas de vivir en Rivas con detalles, como "el domingo llegas al Retiro en ocho minutos en coche”, “hay un carril bici que rodea todo el Barrio” y “muchos padres mandan a sus hijos en bicicleta para inculcarles el respeto por el medio ambiente".
El sentimiento de pertenencia a un lugar del que se sienten orgullosos es general, incluso los más críticos con la gestión del Gobierno municipal lo expresan con el trasfondo de que El Barrio merece un mayor esfuerzo. "Yo amo a Rivas, el lema funciona. La gente se siente parte de ella, es una forma de ciudad que combate la visión de seguridad y miedo que difunde el Partido Popular", concluye un funcionario mientras apura el café de media mañana.
Mientras espera turno en la oficina de Correos, Carlos, empresario, seis años residiendo en Rivas, se muestra mucho más escéptico: "Mis padres viven aquí pero yo viajo mucho y uso poco los servicios de la ciudad. No veo mucha mejoría cuando estoy por aquí, aunque reconozco que en el tema de medio ambiente lo han hecho muy bien. Ni en la Moraleja cuidan los parques como aquí".
La crisis política del partido que logró el "milagro" de Rivas, aún pendiente en los tribunales y que provocó el 12 de mayo de 2014 la dimisión del alcalde José Masa (IU), así como la toma de posesión del actual regidor, Pedro del Cura (IU), no tiene una repercusión espacial en las calles de Rivas. Muchos vecinos reconocen haber seguido con poco interés el enfrentamiento interno y casi ninguno habla de su efecto sobre la idílica imagen de la ciudad. "Yo soy de un equipo de fútbol pero en política prefiero quedarme al margen, no soy de nadie. Los políticos tienen que trabajar honestamente por los intereses de los ciudadanos. Por eso me da bastante asco que exista la corrupción. Que haya indicios en el Ayuntamiento de Rivas significa que es un caso más. La transparencia y la confianza de los ciudadanos es básica, y eso no se ha mantenido aquí. No sé si el alcalde está implicado o no. Pero gestionar Rivas no es como dirigir una empresa, aquí se trabaja para la gente", comenta un vecino.
El séptimo municipio más rico de España empezó a ser cuestionado en mayo de 2014 al detectarse irregularidades en las cuentas de la Empresa Municipal de la Vivienda, un desajuste contable de 20,9 millones de euros recogido en el Informe de la Cámara de Cuentas que costó el puesto a José Masa. Además, el Partido Popular presentó el 15 de enero una querella contra la diputada autonómica Tania Sánchez (candidata de IU a la Comunidad de Madrid hasta el 4 de febrero) por unos contratos con Aúpa, la cooperativa sociocultural de su hermano Héctor, firmados entre 2006 y 2008, por un valor de 1,3 millones de euros. El PP también acusa al edil Raúl Sánchez (padre de Tania) y al actual alcalde, Pedro del Cura, de "malversación, prevaricación y tráfico de influencias".
Sentada, esperando paciente un turno posterior, Victoria, propietaria de una tienda de fotografías, lleva 27 años viviendo en Rivas y reconoce que no siguió mucho la crisis: "Me sorprendió lo que pasó en el Ayuntamiento. No acabé de enterarme de lo que ocurría, quizás soy demasiado confiada, pero en el Barrio las cosas funcionan". Una actitud que se repite, tal y como comenta María desde detrás de la barra del bar en el que trabaja: "Lo del Pepe [José Masa, ex alcalde]…, no sé, creo que Pedro [Pedro del Cura] ha hecho muchas cosas por Rivas porque llevaba tiempo trabajando como concejal de Juventud. Pedro es diferente, muy abierto, se relaciona más con la gente desde siempre, no porque ahora esté como alcalde. Y desde que está en el cargo no ha cambiado nada, y ese es un punto a su favor".
Para Pilar, co-propietaria de una tienda de animales, fue duro pasar de la Sierra de Madrid al paisaje seco, "de paja amarilla", de Rivas: "Ahora me encanta el barrio, hay mucha seguridad y la gente es agradable”. Sobre la crisis en la alcaldía no duda: "No me ha sorprendido porque todos cojean del mismo pie. La gente está molesta pero confían. Aquí se vota a IU y se les seguirá votando aunque en la Comunidad de Madrid se vote a otro partido. Lo hacen muy bien y se nota en la calle. Pagamos muchos impuestos pero merece la pena". Pilar no ve diferencias en la gestión del Ayuntamiento desde el cambio de alcaldes en mayo de 2014. Y puntualiza: "Aquí nos conocemos todos".
Es curioso que Miguel, que trabaja para una compañía de seguros en Rivas pero vive en Illescas (Toledo) sí que señala la imagen deteriorada de Rivas por la crisis interna de IU: "Creo que el asunto de Tania le ha dado muy mala prensa a la ciudad. Aunque, yo sigo pensando que éste es un buen sitio para vivir; no creo que el tema tenga tanto peso como la buena gestión de la ciudad".
María, que lleva 27 años viviendo en Rivas, opina todo lo contrario a partir de su experiencia como trabajadora en una empresa municipal. "Rivas me gusta, es un lugar con mayor calidad de vida que Madrid, con más zonas verdes para que los niños puedan jugar. El problema es el Gobierno municipal, porque, sencillamente, no existe. Es un desgobierno. Hay muchas guerras internas, y en lugar de gobernar, dejan desprotegidos a los ciudadanos. De hecho, estoy convencida de que la crisis de IU en la Comunidad de Madrid empezó en Rivas". Junto a María, su compañera que aún está en turno de trabajo y prefiere no opinar le anima para que “lo diga todo” mientras asiente a cada afirmación escueta y categórica de María. "El alcalde lleva poco tiempo pero esperábamos más de él. Nosotras trabajamos en una empresa municipal y lo único que pedimos es que se cumpla el convenio que firmamos, que mejoren las condiciones laborales", concluye.
Los piropos y las críticas no parecen estar interfiriendo en la gestión municipal del Ayuntamiento de Rivas. En un espacioso despacho, con los numerosos premios al desarrollo y evolución de la ciudad colocados de forma ordenada en una estantería, y un reportaje enmarcado de Le Monde de abril de 2011 en el que el ex alcalde Masa mostraba satisfecho la instalación de placas fotovoltaicas (Rivas fue el primer municipio de la región en aprobar una ordenanza en 2004 que obliga a toda nueva edificación, pública o privada, a tener placas solares), el principal responsable de la gestión de "El barrio" accede de forma distendida a explicar la situación.
Pedro del Cura cumplirá su primer año como alcalde en mayo. Antes estuvo otros 11 como concejal. Celebrará su primer aniversario, tras la polémica salida de José Masa y el desencuentro que llevó a varios concejales a abandonar sus cargos, concentrado en las elecciones municipales. "Mi organización decidió que fuera candidato después de un proceso de primarias abiertas en el que me ratificaron, fue un proceso entre simpatizantes y militantes, prácticamente sin avales. Concurrí yo solo", explica.
¿Qué ocurre con el Código Ético que aprobó IU en 2006, en el que se plantea que los políticos procesados o imputados por casos de corrupción no podrán presentarse? "El Código Ético regula situaciones como la que se ha planteado en Rivas, en la que a pocos meses de las elecciones un partido que compite, el PP, te denuncia para intentar sacarte de la carrera electoral. ¿Como funciona? Das la información a tu organización, lo valoran y deciden si puedes seguir concurriendo o no. El Código Ético no dice que se tenga que salir de la carrera electoral de forma automática".
Rivas ha crecido gracias a una emigración en dirección contraria a la habitual, de lo urbano a lo rural. El 80% de sus vecinos trabaja fuera, lo que ha generado uno de los principales retos actuales de la ciudad. "Necesitamos crear un tejido productivo local que genere empleo entre la población e ingresos para mantener los servicios públicos. El crecimiento urbanístico ha permitido obtener esos ingresos, pero ahora necesitamos que sean estables".
Del Cura hace balance de sus nueve meses al mando de la alcaldía destacando las "metodologías del cambio en IU". "Nosotros llevamos tiempo poniendo en práctica procesos para el cambio: la transparencia, la rendición de cuentas de los cargos públicos, con la implicación y participación ciudadana, porque la gestión de lo público les incumbe…".
El alcalde establece una relación constante entre el poder y la ciudadanía, basa su gestión en un diálogo permanente a través de organismos como el Consejo de Ciudad y la Comisión abierta de seguimiento de la gestión en el caso de la deuda (120 millones). "Aprendemos mucho de los ciudadanos porque hay un error muy extendido en política: pensamos que con el cargo nos viene el conocimiento".
Está orgulloso de haber resuelto el asunto de la construcción de viviendas del Sexto Plan que estaba parado desde hace más de un año y asegura que las familias están empezando a recuperar el dinero invertido al renunciar a esas casas. También se siente satisfecho de contar con la participación de los ciudadanos en los plenos al haberlos pasado al horario de tarde, y de la rendición de cuentas en actos como la Audiencia Pública que se realizó el 10 de febrero para informar sobre los contratos del caso Aúpa. "Los medios se hicieron eco del retraso de la audiencia del 5 al 10 de febrero, vinieron en masa para grabar el acto y luego no publicaron nada porque transcurrió con normalidad, los vecinos preguntaron, nosotros contestamos y se resolvieron dudas. Eso no era noticia".
En su opinión, la crisis interna de IU no ha influido en la confianza de los ciudadanos de Rivas porque "no ha supuesto una merma en los derechos, recursos y servicios" pero admite que "puede haber hecho daño en la imagen que hay de la ciudad en el exterior". Al analizar la gestión de su partido en la crisis, Del Cura afirma no sentirse orgulloso de algunas situaciones. "Hubo un debate muy complejo, en ocasiones cruento para las relaciones del equipo. Hay algunos que entienden la política más como confrontación que como síntesis y que deciden qué es excluyente respecto a otra generación. Se trata de cierta melancolía y rabia por cómo una generación decide que con ellos se tiene que acabar el proyecto".
Podemos tiene un peso cada vez mayor también en el panorama político de Rivas, pero Del Cura observa claras diferencias: "Forman parte de una cultura política diferente y les va a costar establecer una estructura organizativa. Les falta generar una vocación unitaria. Podemos es una muy buena marca en cuanto a la ilusión que genera, pero creo que carecen de vocación de unidad. La gente del pensamiento progresista debemos estar lo más cerca posible. A mi enemigo lo tengo enfrente, Podemos es un aliado para cambiar la correlación de fuerzas, la transformación de este país, de la Comunidad de Madrid fundamentalmente, que es lo que afecta a los vecinos de Rivas. Lo que les pido es una actuación de sumar".
"Objetivo militar", son las palabras con las que Del Cura define la acción del PP respecto a Rivas. Asegura que no se cerrará la polémica hasta que no pasen las elecciones municipales de mayo, en las que "el PP pata negra" tiene miedo de su propio resultado ante la gran expectativa de cambio que existe."“Hay un dirigente de Podemos que decía algo que comparto: Como el PP sabe que no puede ser como nosotros, tiene que hacer pensar a la gente que nosotros somos como ellos".
Imposible resistirse a preguntarle en qué falló, según su criterio, el ex alcalde: "En no haber puesto en práctica cosas que habíamos aprendido de él; cuando aparecen los conflictos, las diferencias, hay que dar la cara y asumirlo, ser coherente con lo que decimos. Pepe asumió una responsabilidad política que era consciente que tenía al dimitir, y eso le ennoblece, pero se equivocó en el discurso político, decidió que defender una salida política en torno a la crisis, los ceses, los ataques… Estuvo mal asesorado por su entorno. Un discurso político no se ahoga con un cese, un ataque o un dossier. A pesar de que hay discursos que puedes no compartir, no se puede olvidar que es la organización la que te pone en el puesto, y si te pide que expliques y rindas cuentas debes actuar de forma coherente".
En el trayecto de metro que recorre las tres paradas de la extensa ciudad de Rivas Vaciamadrid es difícil hacerse una idea del territorio que en cuarenta años ha pasado de poco más de mil habitantes a 81.000 vecinos; en cambio, en las líneas de autobús, en las que no es extraño toparse con una acalorada...
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