L'Entente: la sombra digital del Frente Nacional
Un grupo de universitarios rastrea las declaraciones públicas de los candidatos del FN a las elecciones regionales. Los comentarios xenófobos y las burlas a musulmanes y judíos llenan las cuentas de Facebook de decenas de políticos
María D. Valderrama París , 26/03/2015
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Más allá del rédito político que pueda tener el partido ultraderechista que dirige Marine Le Pen, el Frente Nacional (FN), el eco de las declaraciones de sus líderes y su facilidad para convertirse en el centro de las conversaciones son ya parte de su identidad. De esto se dio rápidamente cuenta Alain, un joven estudiante de Sociología Política de La Sorbona que comenzó en 2011, coincidiendo con el ascenso de Le Pen a la presidencia del partido, a interesarse por las polémicas afirmaciones de sus candidatos. Un peculiar hobby que le llevó a recortar y guardar artículos de prensa y leer todo el material del FN que caía en sus manos durante tres años. El pasado mes de noviembre, Alain creó la página web L'Entente con la ayuda de algunos compañeros de clase donde publican todas las declaraciones incómodas de los miembros del FN que a más de uno le gustaría ocultar.
Lo que entonces comenzó siendo un simple blog de apariencia humilde ha acabado por convertirse en un arma pesada contra el partido de extrema derecha, que experimenta un auge considerable en el país galo. En las pasadas elecciones europeas, se hizo con un 26% de los votos y en la primera vuelta de las departamentales, que culminan este fin de semana, un 25%. A sus votantes, sin embargo, no les pesan las bromas que parecen ser ya un clásico para los ultraderechistas: imágenes ofensivas contra la población musulmana y judía, comentarios homófobos y racistas como las continuas comparaciones de la ministra de Justicia Christine Taubira con todo tipo de simios. Esta “gracia” podría costar a Sophie Leclère, candidata en las municipales, una multa de 50.000 euros y nueve meses de prisión, después de que en 2013 Leclère publicara una imagen de un pequeño mono junto a la de Taubira y aclarando por escrito por si no había quedado claro: “A los 18 meses y ahora”. “Ha dicho lo que todo el mundo pensaba”, comentó en Facebook el 19 de julio de 2014 -día en que se hizo pública la sentencia contra Leclère- Catherine Cauzeret, hoy candidata del FN en el departamento de Indre, en el centro de Francia. “Bueno, la comparación es un poco exagerada pero creía que con lo que había ocurrido últimamente [refiriéndose al ataque en Charlie Hebdo] teníamos derecho a expresarnos libremente”, responde ahora interrogada por la revista Le Nouvel Observateur (L'Obs).
“Me parecía que alguien tenía que mostrar qué es lo que realmente piensan los miembros del FN sobre cuestiones tan importantes”, comenta Alain mientras toma un espresso. Aunque hace una temperatura de 5ºC en París, Alain llega en mangas de camisa y algo -bastante- despeinado. Detrás de unas gafas cuadradas de pasta negra, sus ojos muestran un profundo cansancio, un signo más de que en los últimos meses, preparando la batalla ante las elecciones departamentales, ha perdido el sentido del tiempo al pasar un mínimo de diez horas diarias frente al ordenador rastreando los perfiles públicos de los líderes del FN.
Después de varias revelaciones escandalosas publicadas durante los meses de enero, los chicos de L'Entente decidieron dar el gran golpe: rastrear las declaraciones en Twitter, Facebook, actos públicos y entrevistas de los 4.000 candidatos del FN que se presentaban a las elecciones departamentales. La idea atrajo las miradas de varios medios de comunicación como L'Obs o Le Figaro, que han trabajado codo con codo para dar el mayor eco posible a los descubrimientos de estos investigadores de la red.
El equipo se compone normalmente de dos personas, Alain y otro compañero, aunque han tenido la ayuda de algunos colegas de la universidad para poder hacer frente a los miles de perfiles escudriñados. Cada uno trabaja desde casa y una o dos veces por semana se reúnen para poner información y herramientas en común. Fueron ellos los primeros en mostrar las declaraciones antisemitas que el candidato de Aveyron, Alex Larionov, hizo en su perfil de Facebook el pasado mes de febrero: “Merecen ser asesinados como ellos hicieron con Jesús. Son unos racistas que merecen una muerte cruel”. La publicación le valió la expulsión del partido que afirma mostrar tolerancia cero ante este tipo de actitudes. “Aunque las declaraciones las encontramos nosotros, lo que ha hecho L'Obs es muy importante -dice Alain-, han llamado a cada uno de los candidatos pillados y eso nos ha permitido ver su reacción: la mayoría se retractan, le quitan importancia o borran la publicación pero a veces incluso se reafirman y no todos son castigados por la dirección”.
La investigación no resulta fácil puesto que no todos los perfiles son públicos. De los 4.000 rastreados han encontrado varias decenas de proclamaciones, en su mayoría racistas. Michael Bruschini, candidato en Bastia (Alta Córcega), compartió el 11 de febrero la imagen de una señal de tráfico con una mujer y una niña completamente cubiertas por velo y bajo ella una leyenda: “Atención, salida de la Mezquita. Ante esta situación, respuesta A: disminuyo la velocidad, respuesta B: acelero”. La justificación que Bruschini dio a L'Obs es que él no había tomado la imagen ni comentado nada, sino que la había “simplemente compartido”. En ocasiones, las excusas se refieren a no formar parte del FN sino de partidos asociados. Así, Jérémy Aycart, candidato por Limoges, amenaza a un tuitero desde su perfil: “Eres un colaboracionista, dentro de 10 años te colgaremos por haber vendido nuestro país a los moros”. ¿Su argumento? “Si a la gente le cuesta distinguir entre un musulmán y un yihadista es porque desgraciadamente los yihadistas son musulmanes”.
Por el momento, Alain y sus compañeros prefieren seguir con este hobby desde el anonimato aunque ya tienen proyectos tan ambiciosos como publicar un libro en septiembre en el que compartirán toda la información recopilada durante estos meses de investigación. “Lo que hacemos es una labor necesaria para una política más democrática”, asegura Alain, “no estaría mal que se hiciera con el resto de partidos”. Tendrá que ser otro el que lo haga porque Alain, según dice, tiene que volver a centrarse en sus estudios.
Más allá del rédito político que pueda tener el partido ultraderechista que dirige Marine Le Pen, el Frente Nacional (FN), el eco de las declaraciones de sus líderes y su facilidad para convertirse en el centro de las conversaciones son ya parte de su identidad. De esto se dio rápidamente cuenta Alain,...
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