Más de 150.000 animales son abandonados cada año en España, según las cifras que maneja el Partido Animalista PACMA. Son datos que coinciden con los del último Estudio de abandono y adopción de animales de compañía elaborado por la Fundación Affinity, que señala que en 2014 fueron recogidos 106.781 perros y 33.410 gatos, en total algo más de 140.000 animales domésticos.

El abandono es un problema estructural de la sociedad, afirma Mercedes Alonso, cofundadora de Fotopets, una iniciativa nacida en Madrid que colabora contra esta lacra acudiendo a los albergues y perreras y tomando fotografías de estudio a los animales en adopción para favorecer su difusión. “La educación es fundamental. Si te inculcan en casa el valor del respeto a los animales, naces concienciado”, apunta.

Andrés López, el otro fundador de la iniciativa, habla también de la necesidad de endurecer la ley: “Hay una cuestión política, pero son cosas que tienen que ir de la mano; por un lado, la educación, que es básica para la concienciación; y por otro, una ley más dura”. El artículo 631.2 del Código Penal establece una pena de 15 días a dos meses por abandono animal.

Entre las principales razones de abandono animal, la primera es el factor económico, seguido del nacimiento de camadas indeseadas, el comportamiento del animal, la pérdida de interés y el final de la temporada de caza. En este último caso, los galgos son los más afectados. “Son perros muy tímidos, muy miedosos”, apunta López. Y los peor tratados. Cuando finaliza la temporada de caza o cuando el perro ha dejado de ser apto para su labor, ya no es útil para su dueño, que lo considera “herramienta de trabajo”, señala Alonso, y lo abandona o le dispara, dejándolo malherido en el peor de los casos. Es el caso de Ñeka, una galga de color claro recogida por la asociación Axla con dos disparos en los cuartos traseros.

Al contrario de la percepción generalizada, no se abandona más durante el verano. Los datos muestran que se abandona de forma similar en todas las épocas del año, algo más durante el segundo cuatrimestre. Y también se abandona a los perros de raza, sólo que “son adoptados más rápidamente”, dice Andrés López.

Andrés López es fotógrafo y Mercedes Alonso, escritora. Ambos son amantes de los animales y en las fotografías que las protectoras colgaban en sus webs y redes sociales veían “un grito, una llamada de auxilio”. Hace algo más de un año y medio decidieron hacer algo al respecto. Entre los dos fundaron esta iniciativa,  con la que, en su tiempo libre y de forma altruista, pretenden contar esas historias “de otra manera, si no alegre, al menos amable”. Y como dice López, “que el animal se vea guapo”, que recupere su dignidad, y contribuir a su adopción.

Son retratos que sobrecogen y que impactan, que reflejan unas miradas solemnes y de sufrimiento, poderosamente humanas. Abandono, hambre, dolor, desorientación… es lo que han sufrido Ñeka, Fray y los muchos animales que cada día llegan a los refugios y a los que Mercedes y Andrés tratan de dar visibilidad.

Al principio contactaron con varias asociaciones y vieron cerrarse muchas puertas. Ahora llevan más de 400 perros fotografiados y más de 15 protectoras visitadas, entre las que se encuentran Hoope, Más Vida, Axla o Anaf. Acuden a los albergues y perreras con su set portátil (“una especie de photocall, con flashes de estudio, difusores…”), buscan un espacio adecuado y ahí toman las fotografías, que luego regalan a la protectora en cuestión para que las difunda y use como quiera, con el objetivo de fomentar la adopción.

A veces es difícil, aunque “depende más de la persona que los maneja que de los animales”, apunta Mercedes. Buscan captar una mirada que conecte con el que lo está viendo. “En fotografía la clave para un buen retrato siempre es la mirada, y esa es mi obsesión”, cuenta Andrés; “de hecho, sí hemos notado que, cuando las difundimos, las que mejor funcionan son aquellas en las que el animal mira a la cámara de una forma profunda, directa”.

Los datos que recoge el estudio de la Fundación Affinity son escalofriantes. En 2014, de los animales que fueron recogidos, un 44% fue adoptado y un 17% fue devuelto a su hogar (casos de pérdidas y no abandonos), pero un 12% fue sacrificado y un 16% permaneció en el refugio o en una casa de acogida. Es el caso de Jon, recogido en una carretera en estado crítico y que, tras una lenta recuperación, lleva mucho tiempo en una casa de acogida de la asociación Más Vida. Es uno de los perros que más ha calado en Mercedes y una de las fotos más impresionantes de Fotopets. “Ha sufrido mucho, tiene una mirada muy solemne”, cuenta. Su mirada es especial, pero eso no ha servido para que encuentre un hogar.

Curiosamente, un 28% de los perros adoptados en 2014 fueron enviados al extranjero para su adopción: “En Alemania, por ejemplo, donde el abandono es residual y la gente está concienciada respecto a este tema, se demandan muchos perros españoles por el carácter; son más abiertos y alegres”.

Cuando se les pregunta si tienen pensado salir de Madrid para ir a otras comunidades, no lo dudan. Ya han estado en ciudades como Toledo o Ávila. “Ojalá nos tocase la lotería y pudiéramos dedicarnos a recorrer España haciendo fotos”, dice Andrés. Además de los retratos, colaboran con otras acciones. En mayo organizaron un maratón solidario de tatuajes en Chueca y también cubren eventos como Al Agua Patas, en Daganzo, cuya piscina municipal se cierra durante un día para que los perros y sus dueños puedan disfrutar de ella. Todo, para contribuir a que los miles de animales que viven en los refugios, perreras y casas de acogida en España encuentren un hogar definitivo.