Cuentas falsas y manipulación
La Casa Real y el PP se consideran "víctimas" de la red de 'bots' cerrada por Twitter
CTXT presenta una queja ante la FAPE contra La Razón y su director, Francisco Marhuenda, por uso fraudulento de las Redes Sociales
Álex Moreno Madrid , 3/09/2015
Captura de pantalla de uno de los tuits de la red, el pasado 11 de agosto.
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Nadie sabía nada. Ninguna de las entidades involucradas en el escándalo de manipulación tuitera destapado por el blog ‘Bots de Twitter’ asume algún tipo de responsabilidad. La investigación, publicada en CTXT el 30 de agosto, reveló que una red formada por tres personas y 120 cuentas falsas (bots) movió entre junio y agosto docenas de noticias de La Razón, mensajes promocionales de su director, Paco Marhuenda, y contenidos propagandísticos favorables a la Casa Real, a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y al Partido Popular. La red fue cerrada por Twitter el 28 de agosto a raíz de la investigación, y trataba de mejorar la reputación on line de esas instituciones. Sin embargo, los beneficiarios de la actividad fraudulenta, muy fácil de detectar por las cuentas a las que favorecía, afirman desconocer su existencia y sentirse "agraviados".
Interpelada por CTXT, la Federación de Asociaciones de Periodismo de España (FAPE) ha condenado el uso de este tipo de artimañas por parte de empresas periodísticas para promocionarse en Internet. “Es una forma de engañar que en nada ayuda a la profesión y hace un daño enorme ya que perjudica la credibilidad del periodismo”, afirma la presidenta de la federación, Elsa González, que critica la utilización de “medios fraudulentos para fines que no tienen nada que ver con el oficio”. “Se abre una vía que causa un precedente muy inquietante”, añade González.
El estilo de la Púnica
En realidad, ya hay algunos precedentes similares de este tipo de manipulación. El más llamativo y reciente está relacionado con la Operación Púnica, el escándalo de corrupción política, empresarial y mediática destapado por los jueces hace ahora diez meses.
Uno de sus principales protagonistas es Alejandro de Pedro, un ingeniero informático residente en Valencia, que gestionaba la reputación on line de políticos, empresas, medios y organismos públicos cercanos al Partido Popular en cuatro comunidades del territorio nacional.
De Pedro es uno de los 92 imputados en la causa, y según demuestra el sumario, filtrado al público por la web Filtrala.org, se relacionaba al máximo nivel con el Partido Popular, la Comunidad de Madrid, Société Générale, Repsol, Indra, Bankia y el Real Madrid, entre otras entidades.
El dueño de las empresas EICO (Estrategia de Identidad y Comunicación Online) y de su gemela, Madiva Editorial y Publicidad S.L., mantenía contactos con exdirigentes populares como Francisco Granados, Lucía Figar y Salvador Victoria (los tres imputados), y más esporádicos con otros como Cristina Cifuentes --aunque la presidenta madrileña niega haberle conocido--. No faltaban en la nutrida agenda de De Pedro un puñado de conocidos periodistas y tertulianos de medios como TVE, Intereconomía y Mediaset, cuyos nombres ha publicado el blog Espía en el Congreso.
Cuentas fantasma
La investigación de Twitter Bots demuestra que la red relacionada con La Razón copiaba la mecánica de EICO: la esfera utilizaba ‘bots’ en Twitter para multiplicar las informaciones positivas sobre el Partido Popular, el Gobierno presidido por Cifuentes y, en menor medida, la Casa Real. Además, las cuentas fantasma daban difusión masiva a los mensajes emitidos por estas instituciones desde sus propios perfiles.
Las cuentas de ‘bots’ fueron creadas por tres usuarios de Twitter, uno de ellos un ingeniero de nombre y origen francés, Philippe Platteau, que en su cuenta de Linkedin afirma trabajar desde enero de 2015 para el Grupo ACS, propiedad de Florentino Pérez.
El entramado digital participaba activamente en la difusión de La Razón, y Twitter Bots detectó indicios de que los administradores tenían acceso a la cuenta oficial del periódico en la red, así como a la del director, Francisco Marhuenda.
Ángel Luis de Santos, responsable de Web y Comunicación de este medio, niega que su diario tenga relación con la red desmantelada y que en algún momento haya recurrido a ‘bots’. “No tenemos absolutamente nada que ver con este tema, nos ha pillado completamente por sorpresa. Nos enteramos la semana pasada y lo primero que hicimos fue ponernos en contacto con Twitter”, dice De Santos, que admite que en un primer momento la empresa “se lavó las manos con el tema del cierre de las cuentas”.
“No tenemos absolutamente nada que ver con este tema", afirma un periodista de La Razón, "nos ha pillado completamente por sorpresa. Nos enteramos la semana pasada y lo primero que hicimos fue ponernos en contacto con Twitter”.
Preguntado sobre cómo la red podía actuar accediendo al perfil del periódico o bloqueando a personas que pudieran criticar a Marhuenda en Twitter, el portavoz sugiere que pudieran haber sido pirateadas, a pesar de que afirma no haber detectado “nada raro”. “Cambiamos la contraseña periódicamente, pero esa contraseña la sabe el community manager y la gente de redacción. No tenemos constancia de que eso haya ocurrido. Ni siquiera hemos notado que hubiera crecido anormalmente el número de seguidores”, afirma.
"Víctimas"
De Santos afirma que en el periódico se sienten “víctimas” de la red. “Estuvimos hablando con el departamento legal para ver si cabía la posibilidad de llevar a cabo alguna acción. Pero claro, entre que se han cerrado las cuentas y tal, casi preferimos no moverlo externamente y seguir investigando dentro. Nos consideramos bastante perjudicados por estas informaciones. No dudo de que sea cierto pero nosotros no tenemos absolutamente nada que ver”.
El periodista no cree que la red haya beneficiado los intereses del periódico a pesar de que aumentó la notoriedad de las informaciones en retuits y favoritos, sino al contrario: “Somos perjudicados, no nos hemos beneficiado para nada. Yo no quiero ese tráfico”.
En una línea parecida se manifiestan desde la Casa Real, donde aseguran no haber tenido constancia de la existencia de la red hasta las informaciones aparecidas en los últimos días, e incluso niegan que los ‘bots’ retuitearan contenido emitido desde la institución. Fuentes de la Corona desmienten que tuvieran ninguna vinculación con los autores de los robots de Twitter. Tampoco creen que el trabajo de esos ‘bots’ pudiera beneficiar de alguna forma los intereses de la institución.
Otro de los equipos de comunicación cuya actividad fue magnificada por la red fue el de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que maneja una cuenta personal y otra institucional, una vez vencido el contrato con Indra. Como el resto de beneficiados, la portavoz de Cifuentes niega cualquier vinculación con la red y haber trabajado con bots.
Asimismo, señala que se pusieron en contacto con Twitter una vez publicada la investigación para denunciar la presencia de cuentas fantasma, aunque hasta entonces, añade, no habían detectado un retuiteo sistematizado de mensajes difundidos por sus propias cuentas. En otras ocasiones, asegura, sí que se ha comunicado la existencia de seguidores que pudieran no corresponder a personas.
Denuncia de CTXT
CTXT, que difundió la investigación de Twitter Bots bajo licencia CC por considerar que define el estado de la ética periodística y política en España, presentó el 2 de septiembre una queja formal ante la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la FAPE.
La denuncia solicita al consejo deontológico que investigue si La Razón y su director alojaron, auspiciaron o financiaron a la red fraudulenta, y recuerda que “la gravedad del hecho denunciado, y la implicación en el asunto de las cuentas de la Jefatura del Estado y del partido que gobierna España, sitúan bajo mínimos la imagen de los medios españoles y merecen una actuación rápida y contundente” por parte de la FAPE.
Según afirmaron en Twitter los propios administradores de la red antes de ser silenciados, su equipo maneja 39.000 cuentas falsas en distintas redes sociales. Al hilo de esa bravata, CTXT anima a la FAPE a investigar si otros medios utilizan argucias similares, y le pide que sea “más activa en la denuncia de estas prácticas, que suponen una estafa a la opinión pública y un ataque a la libre competencia entre medios y a la credibilidad del periodismo”.
Nadie sabía nada. Ninguna de las entidades involucradas en el escándalo de manipulación tuitera destapado por el blog ‘Bots de Twitter’ asume algún tipo de responsabilidad. La investigación,
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