Análisis
Las fortalezas y debilidades económicas de Cataluña
Una radiografía del conjunto de la economía catalana revela qué ha sucedido en los últimos años y cuáles son las perspectivas de aquí al futuro más inmediato
Javier Santacruz Cano 14/10/2015
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El proceso soberanista puesto en marcha hace años ha llegado a un estadio de desarrollo extraordinariamente avanzado. El mejor ejemplo de este hecho es el resultado de las últimas elecciones autonómicas en las cuales la coalición que defiende la independencia de Cataluña ha conseguido una importante mayoría de los escaños del Parlamento regional. A ello se añade una fragmentación evidente de la sociedad catalana, entre los partidarios de quedarse en España y los que defienden su salida.
Más allá de cuestiones que entran en la competencia de los analistas políticos y estrategas electorales, uno de los aspectos clave en la decisión de los votantes es la constatación de un deterioro acelerado de las instituciones, acompañado de una atonía clara en el comportamiento de la economía catalana.
Esta situación, para los separatistas, ha sido provocada por España a través de cuestiones como los famosos 16.000 millones de déficit fiscal o la sequía de inversiones por parte del Gobierno central. En cambio, para los partidarios de mantenerse dentro de España, proviene de 35 años de gobiernos que han aplicado políticas económicas perjudiciales para el crecimiento económico, sin despreciar ni uno sólo de los instrumentos a su alcance, entre ellos la corrupción.
Cualquiera de las dos interpretaciones anteriores toma datos ciertamente parciales para justificar sus respectivas tesis. Por ello, es necesario realizar una radiografía del conjunto de la economía catalana para observar qué ha sucedido en los últimos años y cuáles son las perspectivas de aquí al futuro más inmediato.
Qué está pasando en la economía catalana
Al igual que el resto de España, Cataluña está registrando tasas positivas de crecimiento económico desde el cuarto trimestre de 2013 (con 2014 ya entero en positivo). Según los últimos datos publicados, la economía catalana crece cinco décimas por debajo de la tasa de crecimiento interanual del conjunto de la economía española. Sin embargo, se espera que para 2016 la economía catalana crezca una décima por encima del conjunto de España, utilizando las estimaciones realizadas por la Cámara de Comercio de Barcelona.
Tal como puede observarse en los siguientes gráficos, el crecimiento real de la economía en Cataluña se basa en una mayor presencia del gasto en consumo final de las Administraciones Públicas, acompañado de un tirón más fuerte del consumo privado y las exportaciones con respecto a la media nacional. En este sentido, la inversión perderá peso en la economía de Cataluña en 2016, mientras que en el conjunto de España se reforzará aún más gracias a partidas que no son stricto sensu inversión, como es la construcción y las actividades inmobiliarias.
De todos los agregados macro contemplados, uno de los aspectos más positivos es una reducción significativa de la aportación negativa de la demanda externa al crecimiento del PIB de Cataluña. El ritmo de crecimiento de las exportaciones se incrementará hasta el 5,5% al cierre de 2015 mientras que la tasa de crecimiento de las importaciones seguirá reduciéndose hasta el 5,8% esperado en 2016.
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La lenta mejoría de los fundamentales de la economía catalana puede verse también en indicadores de coyuntura como las matriculaciones de vehículos industriales (+58,1% interanual hasta junio), las ventas minoristas (+1,7% interanual hasta agosto) o las importaciones de bienes de capital (+27% interanual hasta abril), además de las afiliaciones a la Seguridad Social con el último dato de septiembre (+3,4% interanual).
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También es positiva la evolución de tres indicadores fundamentales: inflación, empleo a tiempo completo y productividad. En el primer caso, la economía de Cataluña vive desde hace años en un proceso de estabilidad de precios que impulsa la competitividad de sus productos frente a los del resto de España.
En el segundo caso, las tasas de crecimiento del empleo son superiores al del conjunto de España, con un avance del 3,1% esperado para finales de 2015. Por último, la productividad de las empresas catalanas empezará a crecer a partir de 2016 después de años de destrucción continua y separación del resto de España, donde la productividad aparente (la relación entre PIB real y empleo) está estancada.
El potencial económico de Cataluña y sus retos
Todos estos datos que permiten saber qué ocurrirá en los próximos trimestres muestran, tanto por su cuantía como por sus tasas de crecimiento, hasta qué punto Cataluña parte de una situación peor que la que existía antes de la crisis. Es indudable que el potencial de crecimiento de la economía catalana se ha reducido de forma considerable vía destrucción del tejido empresarial, retirada de inversión extranjera o la incertidumbre en torno a la política fiscal.
En este sentido, la economía catalana está recomponiendo poco a poco su potencial de crecimiento, buena parte de él integrado por intangibles difíciles de recuperar en un plazo corto de tiempo, como son la calidad institucional o la seguridad jurídica. Precisamente, este hecho es el que registra índices como el Economic Policy Uncertainty Index que muestran cómo en los últimos meses Cataluña ha experimentado un incremento importante de inestabilidad.
En suma, tanto las fortalezas como las debilidades de una economía como la catalana ponen de manifiesto la necesidad de una “nueva normalidad” a la china: cambio estructural, reglas de juego estables e internacionalización. De esta forma, Cataluña podrá hacer frente en el futuro a problemas estructurales, entre otros, como: la dependencia del Tesoro para conseguir financiación (el 90% de la deuda catalana en circulación está en manos de la Hacienda española), el elevado peso de la deuda pública sobre su PIB (132,2% del PIB regional a junio), y la solvencia de su sistema bancario, con una ratio de créditos sobre depósitos superior al 100% (138,25% con datos del Banco de España a junio).
Gráficos: elaboración propia a partir de datos de Idescat, Cámara de Comercio de Barcelona e INE.
El proceso soberanista puesto en marcha hace años ha llegado a un estadio de desarrollo extraordinariamente avanzado. El mejor ejemplo de este hecho es el resultado de las últimas elecciones autonómicas en las cuales la coalición que defiende la independencia de Cataluña ha conseguido una importante mayoría de...
Autor >
Javier Santacruz Cano
Es economista y socio de China Capital.
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