Reus será el punto de partida del periplo atlético por la Copa del Rey esta temporada. Será el próximo martes 1 de diciembre, a partir de las 20 horas, una ocasión muy especial para una familia, los Juncosa, el mejor nexo de unión entre ambos clubes además de unos grandes embajadores de los colchoneros en el municipio tarraconense. Entre los componentes de la directiva del Reus está Santiago Juncosa, que militó ocho temporadas en las categorías inferiores de la entidad rojiblanca, llegando a jugar un partido con el primer equipo, y que es hijo del gran José Juncosa, figura mítica del Atlético Aviación y posteriormente del Atlético de Madrid, con el que ganó las ligas 1949-50 y 1950-51.

En la historia del club madrileño se recuerdan varias delanteras míticas, pero, entre ellas, ocupan un puesto muy relevante las llamadas delantera de seda y delantera de cristal. En ambas estuvo Juncosa, y como protagonista destacado. En la primera, denominada así por el crítico deportivo José María Úbeda por su juego exquisito, formó ataque en la temporada 1947-48 junto a Vidal, Silva, Campos y Escudero. Aquel equipo no ganó la liga, quedó tercero, pero fue capaz de marcar 73 goles en 26 partidos, a una media de 2,8 por encuentro. Fue el conjunto más realizador del torneo. Entre otras goleadas, una de las más recordadas fue un 5-0 al Real Madrid. De esos 73 goles, 63 llevaron la firma de aquella delantera de seda. Juncosa hizo 14 de aquellos tantos, cinco menos que Vidal, que fue el máximo artillero del equipo.

Juncosa, Escudero y Silva se mantendrían de aquel quinteto en la plantilla que, reforzada con las adquisiciones del marroquí Larbi Ben Barek --conocido como la perla negra, y del que ya se ha hablado en La Colchonería-- y el sueco Carlsson --que venía de ganar la medalla de oro con Suecia en los Juegos Olímpicos de Londres-- sería capaz de ganar la Liga 1949-50 con el inolvidable HH, Helenio Herrera, en el banquillo. En la temporada siguiente, con la llegada de Pérez Payá, que años después terminaría siendo presidente de la Federación Española, se terminaría formando la delantera de cristal, compuesta por Juncosa, Escudero, Ben Barek, Carlsson y Pérez Payá. Aquel equipo repetiría título liguero.

Los rojiblancos fueron los máximos realizadores de ese campeonato 1950-51 con 87 goles en 30 partidos --una media de 2,9 por encuentro--, 71 de ellos anotados por alguno de los integrantes de aquel formidable ataque. Juncosa logró 12 tantos. Inolvidable fue otra goleada al vecino merengue, esta vez en Chamartín, al que aquel equipo derrotó por 3-6. Se les denominó delantera de cristal por las lesiones que sufrieron el propio Juncosa, Carlsson y Ben Barek, que les hizo perderse varios partidos. Todavía se pudo ver en plenitud a los cinco en la temporada siguiente, en la que el Atleti quedaría cuarto, haciendo 80 goles.

Nacido en Borjas Blancas (Lérida) en 1922, José Juncosa Bellmunt fue apodado Papá dribling por su habilidad para regatear contrarios pegado a la banda. Futbolista de gran técnica y con facilidad para hacer gol, empezó su carrera profesional en el Reus en la temporada 1941-42, siendo fichado en la temporada siguiente por el RCD Espanyol, donde militaría dos temporadas. En aquellas campañas jugaba de delantero centro y en esa posición fue contratado por el Atlético de Madrid. Rápidamente fue situado como extremo derecho, posición en la que actuó durante de su etapa en el Atleti, que duraría once temporadas hasta su retirada en 1955. Con la camiseta rojiblanca jugó 192 partidos entre Liga, Copa Latina y la Copa Eva Duarte y marcó 81 goles. Fue dos veces internacional, llegando a disputar un partido del Mundial de 1950 de Brasil. Juncosa fue uno de los precursores del llamado 'gol del cojo'. Su hijo explica que “en aquella época se rompió el menisco, pero de una manera que le permitía correr. Sin embargo, había veces que lo intentaba y no podía, se quedaba cojo perdido y los contrarios decían ‘dejarle que está cojo’. Y al cabo de unos minutos se ponía bien otra vez, daba una carrera y metía un gol. A final de temporada se tuvo que operar”.

Santiago explica que su padre "tenía un recuerdo sensacional e imborrable del Atleti. Cuando nos reuníamos la familia siempre se ponía a recordar anécdotas de partidos, viajes y hablaba de Helenio Herrera, que decía que era el mejor entrenador del mundo. Recuerdo que en los bares siempre defendía al Atleti cuando discutía con los amigos del Barcelona. Como jugador era un poco individualista. Alguna vez me comentó: ‘Había partidos que la gente se pasaba 80 minutos pitándome y luego en una jugada tenía a todo el campo aplaudiéndome’, porque había hecho una genialidad que resolvía el partido. Cuando las cosas no iban bien, Helenio Herrera le decía ‘Pepe, coge el balón y haz lo que quieras para arreglar esto’. Confiaba mucho en él”.

Juncosa hijo, que actualmente desempeña las labores de profesor de educación física en el colegio La Salle de Reus, también militó durante ocho temporadas en el Atlético de Madrid, al que llegó con 15 años procedente del Espanyol, igual que su padre. Empezó a jugar en el juvenil, donde coincidió con Juan Gómez Juanito y Eugenio Leal, y durante varios años formó parte de la plantilla del primer filial, el entonces Atlético Madrileño, del que llegó a ser el capitán. Allí coincidió con jugadores como Clemente, el actual gerente, Miguel Ángel Ruiz, Juanjo Rubio, Pedraza, Herencia y Santiago Martín Prado --"el mejor jugador que yo he visto y que no triunfó por su estatura"--. Llegó a debutar con el primer equipo en un partido de Liga en Zaragoza previo a la final de la Copa de Europa de 1974. Con ese motivo, el técnico, Lorenzo, echó mano de algunos jugadores del filial y Santi tuvo ocasión de salir de titular pero unas molestias en el pubis que ya le venían dando la lata, le obligó a retirarse en el descanso y a no poder entrar en la convocatoria que viajó a Bruselas días después. Las lesiones truncaron su trayectoria y una oferta laboral en Reus le convenció para volver a su tierra.

Santiago confiesa la emoción que vivió cuando se enteró del emparejamiento de la Copa. “El presidente quería que fuera a Madrid al sorteo pero me cuesta pedir permiso en el trabajo, así que me quedé en Reus. La hora a la que se celebraba la tenía libre y me metí en una sala de profesores del colegio para seguirlo por ordenador. Cuando salió que nos tocaba el Atlético de Madrid me dio tanta emoción que me puse a llorar. Y el grito que pegué hizo que entraran otros profesores preguntándome si me había pasado algo. Lo primero que pensé fue en mi padre y le dije mentalmente 'papá, tú has ayudado a esto'”.

Será la primera vez que el Atleti dispute un partido oficial en Reus, localidad en la que tiene muchas simpatías. “Hace unos años vinieron los veteranos a jugar un triangular con motivo de un homenaje a mi padre --explica Santiago-- pero el primer equipo no ha estado nunca aquí. En 2009, que fue nuestro Centenario, intentamos que viniera a jugar un amistoso, pero no pudo ser. La ciudad, supongo que por culpa de mi padre, tiene un vínculo especial con el Atlético de Madrid. Lo noto cuando el equipo gana algo y me empiezan a llegar multitud de mensajes y llamadas de gente mostrándome su alegría. Hay un gran aprecio por el equipo. Para nosotros es una satisfacción enorme y va a ser un día muy bonito. Hasta mi madre, que tiene 91 años, quiere ir al campo ese día. Yo, le he dicho, ‘mamá que va a hacer mucho frío’ y no se si la convenceré para que se quede en casa, pero si la quiero llevar a la comida de directivas para que vea a antiguos compañeros míos. La verdad es que son muchas emociones para mi familia”.

El Reus pasa por un gran momento deportivo. Lidera el grupo tercero de Segunda B habiendo perdido sólo un partido de los catorce disputados. Su principal artillero es Edgar, que lleva siete goles. Destaca, como el Atleti, por su fortaleza defensiva ya que sólo ha encajado nueve tantos. Según Santi Juncosa, “el equipo está muy asentado, es equilibrado y muy serio. Juega bien al fútbol y en casa somos muy fuertes. Tenemos un entrenador, Natxo González, que es como Simeone, un enfermo del trabajo, pero más tranquilo. Pensamos que estamos obligados a jugar el play-off y eso es lo más importante, pero estamos muy ilusionados con que llegue el partido de Copa. En el campo caben 5.000 personas y quedan ya muy pocas entradas por vender. Aquí esperamos que vengan el mayor número de titulares posibles, como ya hizo Simeone en años anteriores cuando jugó en Hospitalet y en San Andrés”.

Y teniendo en cuenta su sentimiento rojiblanco y su devoción también por el equipo del que además es directivo, el Reus, ¿quién quiere que gane la eliminatoria Santiago Juncosa? “Es de esos días que pase lo que pase saldré ganando. Lo más importante será ver a gente como Miguel Ángel Ruiz, el jefe del fútbol base, que vivimos juntos tres años en Madrid y vino a mi boda, Clemente, con el que tengo una gran relación, a Carlos Peña, un diez como persona, alguien entrañable que me mandó un mensaje diciéndome lo contento que estaba. Por eso estaré feliz y el resultado será casi lo de menos”.