Roberto Saviano
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Esta entrevista se realizó durante los meses de febrero y de marzo a través de unas sesiones de preguntas enviadas por correo electrónico y contestadas oralmente por medio de unas audio-grabaciones. Desde 2006 Roberto Saviano vive bajo protección del gobierno italiano tras haber recibido amenazas de muerte por parte de grupos de la Camorra después de publicar Gomorra, una novela sobre esta organización criminal. Es autor también de CeroCeroCero, un relato sobre las mafias globales y los tráficos internacionales de cocaína.
Retomando una frase de su libro CeroCeroCero, ¿por qué México se volvió “el centro del mundo”?
Porque los cárteles mexicanos han llevado a cabo una transformación que es típica del mecanismo empresarial-económico de las últimas décadas: el distribuidor se tornó más importante que el productor desde el punto de vista económico y político. Igual que la compañía que distribuye petróleo se vuelve más importante que la que lo extrae, o que hoy Amazon es más importante que las empresas a las que distribuye. Cuando digo ‘importante’ significa que determina el éxito de un producto. De la misma manera los cárteles mexicanos, al convertirse en los grandes distribuidores de la cocaína, se hicieron más importantes que los productores. A raíz de ello también se produce el desplazamiento del eje de Colombia a México. Todo esto no concierne solo al aspecto criminal, sino también al empresarial: México es, desde un punto de vista económico, un ‘Estado’ de los Estados Unidos, pero sin sus reglas, sin sus rigideces, y sin aspectos organizativos de tutela de respeto de los derechos humanos, por ejemplo. Tengo claras las contradicciones de los EE.UU, pero quiero decir que México no es un país dopado por el turbo del narcotráfico. A diferencia de otros países, en México hay un empuje económico polifacético. No es casual la relación entre Carlos Slim y The New York Times; es la demostración de que el capital mexicano está llegando como vanguardia del capitalismo latino en el corazón del capitalismo occidental.
¿A cuánto asciende el negocio global del narcotráfico?
Se habla de cifras entre los 200.000 y 400.000 millones de dólares, pero son datos complejos porque la única fuente de estimación que tiene la ONU son los datos de la policía. Mi sueño es poder construir un centro capaz de hacer de forma autónoma investigaciones basadas en observaciones sobre el terreno y con referencias cruzadas. El problema es que las estimaciones sobre las ganancias que genera la droga se calculan teniendo en cuenta, además del precio de los estupefacientes en distintos países, la cantidad de droga en circulación, y este dato es, a su vez, una aproximación de las incautaciones efectuadas. El cálculo que hacen las fuerzas de seguridad es que incautan entre el 10 y 15% de la cocaína en circulación, un porcentaje muy bajo. Eso hace pensar que los datos que manejamos sobre la producción de droga se calculan a la baja. También hay que considerar que, en ocasiones, puede ocurrir que las cifras se inflen. Por ejemplo, cuando policías de varios países, pongamos tres, incautan un cargamento en el Atlántico y lo declaran de manera que esos kilos se cuentan tres veces.
Fuera de México, ¿cuáles son los centros neurálgicos del narcotráfico global?
Son múltiples. Afganistán es un centro fundamental de heroína, hachís y marihuana. La guerrilla talibán vive del narcotráfico. También Albania, por la marihuana; el norte de África, por el hachís; y la Europa centro-septentrional (especialmente Holanda, pero también Bélgica y Polonia), por las drogas sintéticas. En cuanto a la cocaína, por detrás de México, se sitúan Bolivia, Perú y Colombia. Los ‘centros neurálgicos del narcotráfico’ no son solamente los países productores, sino también los grandes grupos traficantes y los países que funcionan de puente. La mafia israelí, por ejemplo, domina la industria holandesa del éxtasis y su mercado en los EE.UU.; la mafia nigeriana gestiona el transporte de cocaína desde África hacia Europa a través de las mulas, los mensajeros que ingieren globos de coca. Luego están las plataformas giratorias como África occidental, en particular Guinea Bissau, donde los cargamentos de cocaína llegan de Sudamérica y se reparten hacia Europa. Allí la puerta de entrada es España. Y luego están los centros neurálgicos de consumo, que varían según el tipo de droga: el Reino Unido, junto a Estados Unidos, es la capital de la cocaína. He nombrado muchos ‘centros’ porque el sistema nervioso del narcotráfico es amplísimo.
Se habla de narcoviolencia, de negocios criminales y de cárteles y cíclicamente México sobresale en las crónicas. Pero ¿qué peligros o desafíos encaran otros países de América Latina como Argentina, Colombia, Bolivia, Perú o Venezuela?
Colombia está viviendo una fase de ‘gracia’ comparado con unos años atrás, pero es por decisión del mismo narcotráfico. En esos años México fue tomando cada vez más poder en Colombia. Al ser los distribuidores de la coca colombiana, empezaron a hacerse también con el control de la tierra y de la producción. No es casual que las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia] hayan desembocado en el proceso de paz cuando su fuente principal de financiación, la coca, se hizo más difícil de manejar porque los cárteles mexicanos dejaron de aceptar los precios que establecían las FARC y las AUC [grupo paramilitar; Autodefensas Unidas de Colombia]. Las FARC llegan al proceso de paz porque no pueden tratar con los narcos mexicanos. En cambio pueden abrir un camino de negociación con el Estado.
El subcomandante Marcos, al que considero un intelectual de gran inteligencia, habló de esto en un texto --La Cuarta Guerra Mundial-- hace muchos años. Mantenía que esta Guerra Mundial no tenía nada que ver con el terrorismo --que sería el tema principal para los gobiernos--, sino con el poder del capitalismo criminal. El zapatismo no fue derrotado por el Estado, sino por el sistema criminal. La guerrilla de Marcos podía tener sentido contra un Estado, porque éste debe respetar un conjunto de leyes o romperlas, mientras que la máquina del narcotráfico habría barrido en un segundo la resistencia zapatista y, quizás, incluso en silencio, comprometido su imagen. Entonces, la elección de los últimos años de ‘tregua’ que decidió el sub Marcos fue visionaria a la luz de las dificultades para convivir con el poder del narco.
Si Marcos hubiese decidido seguir con la guerrilla, habría tenido que aliarse con los narcos para combatir al Estado. Desde siempre las guerrillas han hecho esto. Él no. Este mérito se les reconoce poco a los zapatistas y, sin embargo, tiene un gran valor. Las FARC tienen otra lógica. Personalmente he respetado la experiencia zapatista pero nunca he tenido simpatía por la experiencia de las FARC.
Respecto a Evo Morales, he sentido decepción porque tuve esperanzas, creí en él cuando fue elegido. Sin embargo se ha convertido en una figura comprometida totalmente con el narcotráfico. Bolivia vive protegida por la simpatía que inspira en las izquierdas de todo el mundo, pero basta con ver el documental de Ferdinando Vicentini Orgnani, que fue productor del filme ¡Viva Zapatero! y es un hombre de izquierda. En Un minuto de silencio cuenta las colusiones increíbles del Gobierno de Morales con el narcotráfico.
El mayor problema en esta historia es que Venezuela trató de comparar el ‘monocultivo’ del petróleo con el monocultivo de la coca. Nunca he considerado que la acusación en contra de Diosdado Cabello [expresidente del Congreso venezolano acusado de vínculos con el narcotráfico] fuera una operación de la CIA, como dijeron en Italia las izquierdas más radicales y como contaron también repetidamente los chavistas. Venezuela ha estado completamente involucrada con las organizaciones del narcotráfico. Decir esto no significa estar del lado de Estados Unidos que se encuentra entre los mayores responsables del desastre del narcocapitalismo global.
¿Y Argentina?
He dejado fuera a Argentina porque desempeña un papel complicado y difícil. Desde hace años, décadas, rechaza el concepto de ‘presencia mafiosa’. Siempre ha negado conflictos mafiosos que, sin embargo, posee a causa de la corrupción y de las alianzas entre cárteles mexicanos y argentinos. Por su posición geográfica, Argentina es un país-puente para la coca dirigida a Europa por mar o aire. No sólo eso. Se puede considerar un país productor de cocaína porque, a pesar de no tener la materia prima, la hoja de coca, en laboratorios clandestinos se trabaja la pasta de coca, que viene principalmente de Bolivia, y se transforma en clorhidrato de cocaína, el producto finito. Además, al igual que en Brasil, en Argentina se producen los precursores químicos que sirven para la preparación de los estupefacientes. Es un país atractivo para los narcos mexicanos y sudamericanos que están haciendo de la ciudad de Rosario su sucursal, como lo demuestra el drástico aumento de hechos violentos en los últimos años. Argentina tiene también un grave problema de consumo de drogas, no sólo de cocaína, sino también de heroína, marihuana, anfetaminas, y sobre todo drogas de baja calidad, como el paco, un desecho de la elaboración de la coca que provoca una rápida adicción. Muchos preadolescentes adictos se ponen a disposición de los narcos para vender drogas. Los llaman soldaditos y , a menudo, tienen menos de 16 años.
¿Cuál es el papel de Brasil en el consumo y el tráfico internacional de estupefacientes? ¿Qué organizaciones dominan ese mercado y qué papel tienen a nivel internacional?
Brasil es hoy una plataforma importantísima por tres motivos. Uno está relacionado con su posición geográfica: al tener fronteras con los tres mayores productores de cocaína del mundo (Colombia, Perú y Bolivia) y una larguísima costa en el Atlántico se ha vuelto un importante punto de tránsito. La mitad de esta droga que entra en Brasil, se va. Desde las costas brasileñas sale cerca de un cuarto de la coca que llega a África y a Europa. La otra mitad se queda en el interior de sus fronteras para ser consumida.
El segundo es que Brasil es el principal productor de precursores químicos usados para la producción y refinación de la cocaína, y el tercero es que las organizaciones, como el PCC [Primeiro Comando da Capital] y otros grupos criminales brasileños, son verdaderas organizaciones mafiosas.
México, país de tránsito y producción, se ha vuelto gradualmente consumidor. ¿Cómo se produce esa evolución, o involución? ¿Hay otros países que estén viviendo el mismo proceso?
Porque la demanda y la oferta coinciden en un equilibrio que nace de una producción que es requerida por un mercado externo a México y, al mismo tiempo, pueden conseguir una coca de buena calidad a un precio relativamente bajo, lo que abre un mercado interno. Otros países que viven este proceso son Brasil -- el segundo país en el mundo en número de consumidores de cocaína después de EE.UU-- y Albania, con respecto de la marihuana. Internamente la demanda aumenta por la calidad del producto y las posibilidades de acceso a él, y porque es empujado por la demanda externa, aunque a veces hay una sobreproducción. El gran mercado que todos están esperando es el chino: cuando el ciudadano medio chino, empleado u obrero, pueda consumir cocaína, quien posea en ese momento “el gramo chino” va a gobernar al mundo.
¿Cómo es el panorama en Europa? ¿Quién mueve la droga, la vende e invierte en el narconegocio? ¿Cuáles son las puertas de ingreso de la coca y de otras drogas?
La coca la manejan varios grandes grupos. El envío desde Sudamérica se hace a través de grandes intermediarios que trabajan para varias familias o se encargan directamente las familias. Los intermediarios son italianos, holandeses, de varias nacionalidades. Darko Šarić, un importantísimo criminal serbio-montenegrino, organizó en 2009 uno de los mayores cargamentos de la historia desde Sudamérica a Europa. La policía incautó dos toneladas y media en un yate frente a las costas uruguayas.
Las puertas europeas de la cocaína están en España, Francia, Italia, Portugal, pero también en Holanda, Bélgica, el norte de Alemania, Montenegro. Mucha de la cocaína que viene de Sudamérica por mar cruza, sin embargo, a través de África antes de llegar al destino final europeo. Los grandes grupos traficantes son los italianos, o sea, ‘Ndrangheta, Camorra, Cosa Nostra. Luego están las organizaciones albanesas y de Kosovo, las serbias, las francesas, como la mafia corsa, que está muy organizada pero subestimada, y después están las organizaciones turcas, las kurdas y las del Este europeo que casi siempre se confederan, en el sentido de que los georgianos, los bielorrusos y los ucranianos se estructuran y actúan por canales contiguos, a diferencia de los rusos que cuentan con canales autónomos. Europa está llena de inversores en coca, y también en marihuana, hachís y drogas sintéticas, aunque en estas últimas dos hay un fuerte dominio de la mafia israelí.
¿Qué papel juega la corrupción de las autoridades si es que la hay?
La corrupción de las autoridades portuarias y, en general, de las figuras de intermediación es fundamental. Aquí resulta más útil la información del policía que está en el ordenador que la que proviene de su capitán o del jefe de la policía, que puede resultar manipulable por la política más que por el dinero Eso quiere decir que la política puede presionar con el fin de evitar que una zona se vuelva “pesada” a causa de investigaciones. Esa es una política que ‘alivia’ o protege un territorio. Por ejemplo si un jefe policial decide no investigar en el Estado mexicano de Guerrero o no poner en el centro de atención los movimientos financieros de la Camorra… Éstas son elecciones políticas que de alguna manera ‘tutelan’ la corrupción. No lo hacen por dinero, sino por una decisión política, pero el resultado es que se permite el desarrollo de algunos grupos y otros se extinguen o son reprimidos.
La corrupción es compleja. Es falsa la imagen de que alguien lleva un maletín con dinero y el policía te deja pasar la coca. No funciona así. En algunas investigaciones he visto a policías dejándose corromper por unos pasajes en catamarán o por una suscripción a los partidos en directo de su equipo de fútbol. Son elementos que, cuando lees un expediente, parecen una clara corrupción pero, sin embargo, en el momento de ocurrir son simplemente de ‘relación de buena vecindad’.
¿Cuáles son las organizaciones italianas más presentes y sólidas hoy en los tráficos internacionales? ¿Han surgido nuevos grupos aparte de los cuatro clásicos?
Las organizaciones italianas son siempre las calabresas de la ‘Ndrangheta’, la siciliana Cosa Nostra y la Camorra napolitana. La Sacra Corona Unita, que casi había desaparecido, está volviendo bajo paradigmas distintos de los originarios. La región de Apulia está dividida entre distintas mafias locales, como la mafia de Bari y la del Gargano. Ésta es la mafia más fuerte de Apulia. En el tacón de la región está presente también la ‘Ndrangheta’. También están los ‘basilischi’ en Lucania.
¿Qué conexiones tienen con América Latina? ¿Quiénes son los intermediarios?
Son fortísimos. En muchos casos, a las mafias italianas no se les requiere ni siquiera el ‘rehén’. Normalmente las organizaciones colombianas que venden el cargamento retienen a una persona de la organización como rehén y garantía del pago. Se paga la mitad de la mercancía, envían el lote entero pero exigen como fianza y garantía a un hombre de confianza o a un pariente. No se puede decidir a quién se entrega porque podría ser alguien que no te importe demasiado. En la serie de televisión Gomorra retraté la figura de ‘Jenny’, enviado por su madre a Honduras.
¿Dónde o cómo invierten las mafias italianas?
Hoy invierten en los ciclos del cemento, en la distribución de productos alimenticios, en la usura, en el mercado inmobiliario y en el sector de la restauración. A diferencia de hace años, han olvidado las inversiones en el sur de Italia, están escapando de un sur olvidado. También invierten en los juegos de azar, en las apuestas legales, y en los supermercados. Y luego realizan importantes operaciones financieras en los mejores bancos americanos y europeos.
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Fabrizio Lorusso es periodista y profesor universitario, autor en Italia de NarcoGuerra; Crónicas del México de los cárteles de las drogas; Santa Muerte Patrona de la Humanidad y El hambre de Haití (con Romina Vinci)
Esta entrevista se realizó durante los meses de febrero y de marzo a través de unas sesiones de preguntas enviadas por correo electrónico y contestadas oralmente por medio de unas audio-grabaciones. Desde 2006 Roberto Saviano vive bajo protección del gobierno italiano tras haber recibido amenazas de muerte por...
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Fabrizio Lorusso
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