1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

El fútbol profesional debe más dinero del que mueve en un año

Un informe de la Liga de Fútbol Profesional certifica la caótica situación económica de las empresas del pelotón mientras Bruselas investiga ayudas encubiertas e históricos como el Real Zaragoza afrontan un vertiginoso ‘play-off’ concursal con alto riesgo

Eduardo Bayona 6/04/2016

<p>futbol corrupcion</p>

futbol corrupcion

MALAGÓN

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

El fútbol profesional español sigue estirando más el brazo que la manga. Debe más dinero del que mueve en un año y sus números rojos triplican –dando por buenas sus cuentas-- el valor de su patrimonio. Si logra sobrevivir a su endémica situación de quiebra técnica se debe, principalmente, a la respiración asistida que le practican Hacienda y otras administraciones y, también, a las facilidades que da a los morosos la ley concursal, la versión 2.1 de un concepto tan genuinamente español como la suspensión de pagos, inventada en los años 20 por la dictadura de Primo de Rivera para salvar de la cárcel a los dueños de una compañía eléctrica. Los datos del Informe Económico del Fútbol Profesional que hace unos días difundió la Liga de Fútbol Profesional (LFP) dan fe de la situación del sector: ruinosa y, aunque con síntomas de una leve mejoría, equiparable a la calificación médica de “estable dentro de la gravedad”. O gravísima pero viable dentro de un sistema de estabilidad concertada, quién sabe.

Estos son los datos macroeconómicos del fútbol profesional español en su última temporada: 183,4 millones de beneficio de explotación con un volumen de negocio de 2.625 millones, un crecimiento en los gastos de 260,3 millones frente un aumento de los ingresos de 287,5 millones, un ebitda de 574,7 y un patrimonio neto de 739,1 frente a una deuda neta de 2.675 que solo se redujo en 81 millones el año pasado.

La LFP, patronal del sector, hace una lectura positiva de ese cuadro. Interpreta el hecho de que los gastos aumenten menos que los ingresos como un síntoma del “mantenimiento del esfuerzo realizado por los clubes para fortalecer su situación financiera”, ya que el beneficio bruto fue 27,3 millones mayor que en el anterior ejercicio. “Esto ha permitido, como se podrá ver más adelante, una muy importante reducción de la deuda y fortalecimiento del patrimonio”, señala. La primera cayó 81,8 millones mientras el segundo crecía 181,7.

Uno de los principales acreedores de las SAD (Sociedad Anónima Deportiva) y clubes de fútbol profesionales es la Hacienda pública, que les reclama el pago de 327,9 millones, casi un euro de cada ocho que tienen anotados en rojo. Pese a la reducción de ese agujero en los últimos años, los gestores del fútbol necesitarían prácticamente la ganancia de dos años para saldar las cuentas con el fisco. Quizá la abogada del Estado del caso Nóos no dijo algo totalmente desacertado cuando redujo a la categoría de eslogan, que lo fue en su día, el “Hacienda somos todos”.

La deuda del fútbol con Hacienda supera los 300 millones de euros

“El importe de la deuda con la Agencia Estatal de Administración Tributaria y las Haciendas Forales se ha vuelto a reducir pasando de 496 millones de euros al finalizar la temporada 2013-14 a 327 en septiembre de 2015, es decir, una reducción de 168, millones”, señala el informe de la LFP, que también recoge que las sociedades anónimas deportivas y los clubes que compiten en Primera y Segunda División pagaron la pasada temporada 876 millones de euros a Hacienda, 271,4 por las entidades y 604,7 por los trabajadores.

Esa elevada cifra de deuda con el fisco “se encuentra en la actualidad soportada por aplazamientos y acuerdos”, explica el documento, que añade que todos los compromisos de pago habían sido atendidos a diciembre de 2015 y que pronostica para dentro de cinco temporadas, en la 2019-2020, la cancelación total. Aunque, según esos cálculos, quedará lo que la LFP denomina “una deuda residual con la AEAT por un importe no superior a 50 millones de euros que será aquella que se encuentre incluida como deuda subordinada en los concursos de acreedores y que se irá pagando conforme se haya establecido en los acuerdos de acreedores de dichos concursos”.

¿Es económicamente viable el fútbol profesional? Depende de cómo se mire. Especialmente, si se tiene en cuenta el desequilibrio que provocan en el sector sus dos actores principales: el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid mueven más de la mitad del negocio --1.078 millones de 2.070 en 2015--, acaparan más del 45% de su crecimiento --237 de 518 en cuatro años-- y se llevan casi el 40% de los beneficios brutos --75 millones de 188 en 2015--.

Dos –esos dos-- de los 42 equipos de Primera y Segunda se llevan dos tercios de los ingresos por televisión --326,1 millones de 528,4-- al tiempo que generan una parte similar del llamado match day --323,4 de los 625 que salen de la explotación de los estadios los días de partido mediante patrocinios, atracciones como los museos y las visitas guiadas y servicios como los restaurantes-- y más del 80% --426 de 506-- del merchandising. El reparto de la publicidadgestionada por la LFP y en el que los dos grandes solo reciben 3,5 de los 80,3 millones del pastel, no logra paliar ese desequilibrio con el resto de clubes, lo que al final acaba influyendo en la clasificación deportiva, con escasas excepciones como las del Atlético de Madrid, el Valencia o el Villareal en las últimas décadas. Y eso, a pesar del "beneficio récord" de 113,3 millones que los equipos medianos y pequeños obtuvieron el año pasado.

La disparatada gestión económica de los dos principales equipos

Sin embargo, y a pesar de esa elevada cuota de mercado en términos económicos, los dos “grandes” no están aprovechando su posición para sanear sus cuentas: Real Madrid y Fútbol Club Barcelona acumulan, con 853,4 millones de euros, casi la tercera parte de la deuda del fútbol profesional español, que al cierre del  último ejercicio ascendía a 2.675. En los tres últimos años solo la han reducido en 30,4 millones, mientras las clases media y baja del pelotón la rebajaban en 609,6 millones; buena parte de ella, mediante las quitas aceptadas por los acreedores en los concursos.

En esa tendencia tiene mucho que ver el coste de su pie de obra: sus plantillas deportivas –futbolistas, técnicos y preparadores-- se reparten más de la mitad de la masa salarial declarada del fútbol profesional --612,8 millones por 528,5 de sus 18 competidores en Primera--, con una disparatada tendencia al alza del 38,3% desde los 443 millones de euros de la temporada 2011-2012 mientras los sueldos del resto de equipos bajaban un 7,26%, de 569,9 a los citados 528,5 en ese mismo periodo.

En cualquier caso, la situación del fútbol profesional en su conjunto es de quiebra técnica, ya que la deuda neta no solo supera, sino que triplica con creces, el patrimonio neto --2.675 millones por 739-- y rebasa incluso el volumen de negocio anual --2.625--. Se trata de una actividad, en su vertiente económica, en la que los gastos siguen creciendo cuando dejar los números rojos requiere el beneficio bruto de catorce años. No escapan de esa situación los dos grandes, cuya deuda suma 853 millones frente a un patrimonio neto de 480,7, aunque, en su caso, otro tipo de gestión sí permitiría empezar a realizar anotaciones en negro.

¿Y Europa cómo lo ve?

Un informe de Transparencia Internacional  le pone números a esas operaciones urbanísticas."Los clubes de primera y segunda división llegaron a ingresar más de 1.000 millones de euros sólo con los cambios de uso del suelo" desde los años 80, señala el documento, que anota que la "presión social que genera el fútbol en España llevó a los entes públicos, sobre todo a la Hacienda Pública y Seguridad Social española, a permitir el endeudamiento progresivo de los clubes". "La mayoría de los clubes convertidos en SAD y sus directivas han sido investigados por posible delitos de corrupción o ayudas ilegales" en los últimos 25 años, añade.

El fútbol español siempre ha tenido buenas relaciones con el poder, con el político y con el económico. Eso, que no acaba de agradarle a buena parte de una ciudadanía hastiada de que sus representantes le metan goles en propia puerta en forma de recortes y que asiste atónita al carrusel de futbolistas empapelados –ya sea penal o administrativamente-- por fraude fiscal, tampoco gusta en Europa.

Por un lado, la UEFA, principalmente por la presión de ligas saneadas como la alemana, establece requisitos de salud financiera para participar en competiciones europeas. Aunque tampoco muy exigentes, ya que considera saneadas entidades que acumulan déficit de hasta 30 millones.

Y, por otro, después de que una filtración de Football-leaks indicara que el Tottenham le había endosado a Bankia varios de los pagarés que el Madrid emitió para pagar el traspaso, tres eurodiputados intentan que la Comisión abra una investigación para esclarecer si la intervención de bancos españoles rescatados con dinero público en la financiación de fichajes multimillonarios, como el de Gareth Bale por el Real Madrid, puede ser considerada una ayuda encubierta.

No es el único caso abierto del fútbol español en Bruselas. La Comisión tiene sobre la mesa, para su “inminente” resolución desde hace meses, los expedientes en los que investiga si cuatro clubes –Real Madrid, Fútbol Club Barcelona, Athletic de Bilbao y Osasuna-- infringieron ley al no haberse transformado en sociedades anónimas tras el plan de saneamiento de principios de los años 90 y si fueron legales los avales que tres SAD –Valencia, Elche y Hércules-- recibieron de la Generalitat Valenciana en tiempos de Francisco Camps para obtener líneas de crédito de las cajas locales. La investigación incluye flecos sobre otras supuestas ayudas encubiertas recibidas en forma de bendiciones para operaciones urbanísticas y otras facilidades de pago.

Los siete han jugado esta década en Primera, categoría a la que Osasuna y Elche intentan regresar mientras el Hércules trata de volver a Segunda. Solo uno de ellos, el equipo ilicitano, descendió por deudas, en este caso con los jugadores.

La década tenebrosa del Real Zaragoza y su vertiginoso ‘play-off’ judicial

La mitad de los equipos del fútbol profesional español se han declarado insolventes y han entrado en concurso de acreedores, en la mayoría de las ocasiones de manera voluntaria. La suspensión de pagos les ha permitido reflotar en unos casos –por la vía de la recuperación en el caso de la Real Sociedad, por la refundación en el del Lleida-- y subsistir en otros. Siempre, con unas notables reducciones de la deuda y aplazamientos para liquidarla. “Quita” y “espera”, en el argot concursal.

Un proceso de ese tipo no es el bálsamo de Fierabrás, aunque al Real Zaragoza --seis títulos de Copa, dos europeos y el no oficial de haber presentado el concurso más cuantioso del fútbol español, con 140 millones de euros de pasivo-- le ha servido para cerrar con vida la década tenebrosa que comenzó cuando el empresario Alfonso Soláns cambió su objeto social para convertirlo en una constructora poco antes de vender su paquete mayoritario de acciones a Agapito Iglesias.

Era 2006. Los blanquillos jugaban su última final de copa –ganó el Espanyol en el Manzanares-- antes de iniciar un carrusel en el que la aspiración a la Champions acababa en descenso, una permanencia en la última jornada como la del Ciudad de Valencia en 2011 llevaba a la imputación de la empresa –junto con una docena de jugadores, técnicos y directivos-- por el presunto amaño del partido y tres años de agónicas salvaciones terminaban con un descenso que iniciaba el actual trienio en Segunda.

Iglesias también fue de más a menos en esa década. “Es el empresario de moda”, decía de él uno de los imputados en el caso La Muelaen 2008, cuando otros sospechosos se referían a él como una vía directa para tener acceso a los poderosos. Hace unas semanas, la Audiencia de Zaragoza le condenaba a cuatro años de prisión por un desfalco de 8,7 millones de euros en una empresa pública junto con dos exejecutivos de esta.Tiene otra causa abierta por corrupción, en la que Fiscalía pide para él cinco años y diez meses de cárcely está encartado en el caso Luccin, en el que también está imputada la SAD por fraude fiscal. El Zaragoza le gana en imputaciones al Barça: 2-1 (Amaño y Luccin, Neymar).

Imposible pagar en Segunda

Esos tres años en Segunda han evitado al Zaragoza, gracias a la habilidad negociadora de Iglesias y su cohorte de abogados, tener que hacer frente a los pagos del concurso, cuya deuda pendiente de liquidación ronda los cien millones de euros. Sin embargo, los administradores concursales tienen claro su futuro si no asciende en junio: “La incertidumbre que supone la posibilidad de no recuperar la categoría afecta muy significativamente a la viabilidad de la sociedad, ya que si bien esta puede tener equilibrado su presupuesto operativo en Segunda División, resulta imposible cumplir los compromisos de pago que establece el convenio [con los acreedores], si estos vienen exigibles estando la concursada militando en Segunda”, señalan en el último informe remitido al juzgado. “Salvo que aparecieran nuevas fuentes de financiación”, matizan.

Los primeros pagos, de cuatro millones y cuyo incumplimiento conllevaría la liquidación de la SAD, vencen el 2 de julio. La segunda remesa llega en octubre. Y no atenderlos supone la liquidación si lo solicita cualquiera de los acreedores.

El Real Zaragoza cambió de dueños el 22 de julio de 2014, en una operación en la que Iglesias transmitió a la Fundación Zaragoza 2032 “el 90,23% de los derechos políticos inherentes a las acciones del Real Zaragoza” que el empresario soriano poseía a través de una empresa. Esa fundación, creada poco antes para hacerse con la SAD y en la que participan entre otros el  hasta ahora presidente de Telefónica Cesáreo Alierta Izuel, se hizo poco después con el control accionarial de la SAD mediante una ampliación de capital.

La primera aportación de la fundación, ocho millones en forma de préstamo, permitió saldar “deudas que de no haber sido atendidas podrían haber supuesto el descenso administrativo a Segunda B”, señalan los administradores concursales, que destacan que la situación financiera de la SAD “ha mejorado sustancialmente” –además de ir pagando atrasos a Hacienda: cinco millones el año pasado-- y que califican como “más que esperanzadores” los resultados de los nuevos gestores, que han logrado números negros por primera vez en años. Entre esos nuevos gestores destaca Fernando Sáinz de Varanda Alierta, sobrino de Cesáreo que coincide con este en el consejo de Acrispla de Inversiones, una empresa del sector inmobiliario que en tres años ha reducido su capital social de 24,5 a 4,3 millones.

Con el equipo deambulando por la zona media de la clasificación y con un entrenador, Lluís Carreras, que se suma al sector menos forofo de la afición y da prácticamente por perdidas las posibilidades de ascenso directo –el equipo lo tiene  a ocho puntos tras ganar doce y perder diez de los 32 partidos disputados--, los gestores del Real Zaragoza se encomiendan a dos posibilidades para evitar la liquidación de la SAD dentro de unos meses: un eventual ascenso tras un play-off de promoción para el que comienza a haber atasco de aspirantes y ese “salvo que aparecieran nuevas fuentes de financiación” que deslizaban los administradores. Subir a Primera o ponerlas, ese es el dilema.

El fútbol profesional español sigue estirando más el brazo que la manga. Debe más dinero del que mueve en un año y sus números rojos triplican –dando por buenas sus cuentas-- el valor de su patrimonio. Si logra sobrevivir a su endémica situación de quiebra técnica se debe, principalmente, a la...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

4 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Jorge

    Entonces lo que venís a decir es que como en los 90 estaban saneados no se tuvieron que convertir en SAD y que, como luego la SAD han sido mal gestionadas pues que tenían razón. Pero los clubes ahora mismo no están saneados ni están al día de sus obligaciones con hacienda y se gestionan igual de mal que el resto de equipos (salvo por el detallito de que abusan de su posición dominante para aplastar a la competencia), así que sí, totalmente de acuerdo: que se armonicen fiscalmente y que se vayan todos a tpc con la forma jurídica que quieran adoptar, el Madrid que se transforme en una constructora y el Barça en un banco con sede en las Islas Vírgenes, el Athletic en un país independiente y, ya puestos, el Valencia en un parque de atracciones.

    Hace 8 años 7 meses

  2. Hyqx

    Curioso que el único club que se destaca en el artículo como recuperado por la ley concursal, sea la Real Sociedad a la que se ha descubierto evadía a Hacienda, o por lo menos eso reconoce tras los papeles de Panamá. También curioso con la ruina del fútbol que el Racing de Santander esté a punto de recibir una subvención de 12 millones de euros de la comunidad autónoma cántabra mediante publicidad institucional.

    Hace 8 años 7 meses

  3. Emilio

    De acuerdo con Roberto. El artículo es bueno y explica el fracaso del sistema de SAD, sin embargo no acierta con el tema de la investigación de la Dirección general de Competencia de la Comisión Europea. Lo que dirime el caso es si se puede considerar ayuda estatal la diferencia de fiscalidad entre clubes y SAD (cinco puntos porcentuales en el Impuesto de Sociedades), no si infringieron la ley al no transformarse en SAD. La Comisión considera que lo es, dado que la ley obliga a todos los demás, independientemente de si están siendo bien gestionados, a transformarse y permite a los cuatro exentos del 92 seguir siendo club incluso si están mal gestionados. Lo curioso es que pese a esos cinco puntos de menos de tipo impositivo, los clubes, sobre todo el Real Madrid, pagan más IS que el resto ya que casi ninguna SAD da casi nunca beneficios. En cualquier caso, al contrario de lo que dicen muchos medios, el final del procedimiento nunca puede ser la obligación a estos cuatro clubes de transformarse en SAD, sino el pago de los impuestos no cobrados y la armonización fiscal o, lo más deseable y lo que ya el Congreso de los Diputados recomendó en 2010 y la Directiva de Servicios dicta, que se permita la libre adopción de forma jurídica para competir en el sector.

    Hace 8 años 7 meses

  4. Roberto

    No pretendo hacer un comentario de forofo, pero no deja de molestarme que al Athletic Club sólo se le mencione para decir que es investigado por la Comisión Europea (como a los otros tres equipos no constituidos en SAD) y no se le mencione para decir que, a diferencia de la gran mayoría, está al corriente en sus obligaciones fiscales. Respecto a los cuatro clubes que no son SAD, sería muy injusto, por cierto reprocharles esta circunstancia pues, precisamente, evitaron convertirse en ese espanto jurídico-económico que son las SAD porque antes del primer plan de saneamiento estos cuatro clubes fueron los únicos que demostraron estar saneados. Investigar a estos cuatro cuando el resto, las SAD, han sido un auténtico desagüe de dinero público verdaderamente carece de sentido.

    Hace 8 años 7 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí