En la sede de Ciudadanos el clima pasó de la tranquilidad y la esperanza a la desesperación en pocas horas. 

A eso de las 19:50, Albert Rivera llegaba a la sede sonriente, sin hacer declaraciones pero aparentemente tranquilo. Al entrar, le preguntaron por su opinión acerca de los datos que hasta entonces se conocían sobre la participación, a lo que el líder de Ciudadanos respondió con un escueto “vamos a ver”. Sin saber muy bien qué esperar, en Alcalá 253 reinaba un ambiente relajado pero expectante ante los sondeos.  

El golpe llegó poco después. A las 20:30 José Manuel Villegas, Vicesecretario General de C’s, comparecía ante la prensa cuando ya se atisbaba el fracaso de la formación, que parecía se iba a quedar incluso por debajo de los 30 escaños (10 menos de los que obtuvieron el 20-D). El pánico inundó entonces la sede, Villegas apenas respondió a las preguntas de los periodistas, excusándose en un fallo de sonido y resguardándose rápidamente en el ascensor que conducía a la cuarta planta, donde se escondía el resto de la militancia. Pese a que más tarde se pudieron arreglar los fallos técnicos, el vicesecretario decidió no volver a exponerse y aguardar impaciente la obtención de su puesto, que estuvo en juego hasta el final.

Interrumpían el silencio y la tensión los aplausos que provenían de la parte superior del edificio --el búnker en el que se atrincheraban los miembros del partido-- y que alertaron a la prensa. Era la celebración de los últimos dos escaños para C’s --entre los que se encontraba el de Villegas, que por fin respiró--, que consiguieron poco antes de que concluyera el escrutinio de las votaciones. 

Albert Rivera, que tenía previsto atender a los medios de comunicación a las 22:30, lo hizo a las 23:30, con las consecuentes quejas y el descontento de los periodistas. El líder de la formación naranja hizo una entrada triunfal. Empezó su discurso felicitando a Mariano Rajoy por el resultado y una vez más tendió la mano a PP y PSOE y recordó que no pactarán con quienes pongan los sillones por delante de los españoles. Agradeció el apoyo de sus votantes, a los que definió como “inconformistas” y “moderados” y atribuyó su pérdida de escaños a la Ley electoral, que calificó de “injusta”.

Pese a ese descenso en el número de votos, Rivera agradeció la confianza de sus votantes, a los que definió como “inconformistas” y “moderados” y atribuyó su pérdida de escaños a la Ley electoral, que calificó de “injusta”. Además insistió en la utilidad de sus 32 escaños (8 menos que en las anteriores elecciones) y fue despedido al grito de “¡Presidente!”, mientras abandonaba el edificio para dirigirse a las personas que en ese momento se congregaban ante la sede de Ciudadanos. En resumen, un mensaje positivo en el que, además, quiso recordar que este resultado significa la consolidación del “voto de centro” y que C’s viene para quedarse.