1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 2.891 Conseguido 81% Faltan 34.975€

Más CTXT / El futuro de la prensa independiente

¿Qué le falta al periodismo actual?

Si las cosas siguen por este camino, desaparecerán las noticias que revelen algo sustancial sobre el poder. Hace falta estabilidad y tiempo. Y que los lectores paguen por leer

MONIKA BAUERLEIN / CLARA JEFFERY (MOTHER JONES) 31/08/2016

motherjones.com

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

[La revista estadounidense ‘Mother Jones’ ha invertido 310.000 euros y 18 meses en un reportaje sobre las cárceles privadas que ha tenido gran repercusión. Ahora, sus editoras piden ayuda a los lectores para que se suscriban y hagan sostenible la revista. CTXT publica el texto integro por su interés informativo y anima a sus lectores a suscribirse o donar para que nuestra web pueda seguir siendo tan independiente como hasta ahora. Suscríbete aquí].

 

El pasado mes de junio publicamos una gran noticia: el relato de Shane Bauer acerca de los cuatro meses que pasó como guardia de seguridad en una cárcel privada de EE.UU. Grande en el sentido de que superaba las 35.000 palabras, 5 o 10 veces más que un artículo normal, contenía tablas, gráficos, iba acompañado de artículos complementarios y, además, preparamos seis vídeos y un documental radiofónico.

La repercusión que tuvo fue también enorme, pues lo leyeron más de un millón de personas, negando así lo que nos cuentan sobre la capacidad de atención del público digital, y decenas de miles lo compartieron en los medios sociales. Medios de comunicación como el Washington Post, la CNN y la edición dominical del NPR se hicieron también eco del reportaje. Montel Williams se embarcó incluso en una batalla tuitera en la que acabó nominando a Shane para un premio Pulitzer (aunque nos tememos que no es así como funciona la cosa). Muchas personas se pusieron en contacto con nosotros para narrarnos historias de sus familiares en prisión o su experiencia como guardas, incluso miembros del cuerpo legislativo y la autoridad reguladora se comunicaron con nosotros (ÚLTIMA HORA: El 18 de agosto, el Departamento de Justicia de EE.UU. anunció un cambio radical en su política y ya no contratará los servicios de cárceles privadas, en las que actualmente están recluidos miles de presos).

A raíz de nuestra investigación, muchas personas expresaron opiniones en la línea de la columnista televisiva de la revista New Yorker, Emily Nussbaum:

"Por cierto, la investigación encubierta de Shane Bauer y Mother Jones es la razón de ser del periodismo y la razón de que tengamos que pagar por ello".

¡Un juicio con el que no podríamos estar más de acuerdo! Aunque esto también nos lleva a considerar un asunto de mayor calado sobre el paisaje periodístico actual: el ingrediente más importante del reportaje de investigación no es su genialidad, su elegancia estilística o su familiaridad con el tema tratado, aunque sin duda todo esto es necesario. Es algo mucho más sencillo: el tiempo.

A menudo el periodismo supone realizar una incursión en un tema desconocido. Nos ponemos manos a la obra, aprendemos todo lo que podemos lo más rápido posible y trasladamos el conocimiento a nuestros lectores. De ahí que el periodismo haga un uso tan extenso de las citas, pues no acostumbramos a ser expertos en el tema que tratamos, sino que nuestro trabajo es hacer las preguntas adecuadas a las personas que lo son.

Pero este tipo de cobertura no es de mucha utilidad si los expertos son parciales, tienen intereses personales (es decir, casi todo el mundo en política) o sencillamente no existen. Para ese tipo de reportajes, los periodistas tienen que desarrollar su conocimiento sobre el tema y aplicarse durante el suficiente tiempo como para conseguir que la acumulación de datos se transforme en análisis preciso y profundo.

Hubo un tiempo en el que este tipo de investigaciones largas formaban parte de todas las redacciones, de una manera u otra. Los periodistas se especializaban en un tema concreto y, con el tiempo, eran expertos en su funcionamiento y organización. Los mejores eran auténticos depósitos de conocimiento y poseían un detector de mentiras que les permitía distinguir el sesgo de ciertas informaciones. Aquellos con suerte, un día tendrían la posibilidad de indagar un tema, investigar una pista mayúscula y pasar meses con el mismo proyecto; aunque esto era la excepción, no la regla. Sin embargo, los medios eran conscientes de que para ganarse el respeto del público y mantener el negocio era obligatorio hacerlo.

El cambio llegó en los años 90, cuando la fiebre de las fusiones hizo que grandes corporaciones absorbieran a muchos periódicos y cadenas de televisión independientes, y comenzaron las presiones por repartir grandes beneficios entre sus accionistas. La década siguiente, la publicidad digital arrebató los patrocinadores a los medios tradicionales y, para colmar el vaso, llegaron los fondos de inversión libre y los inversores de capital privado exigiendo 'eficacia' a las ya reducidas redacciones. Hoy en día, son los capitalistas de riesgo o los multimillonarios poderosos los que buscan ganancias, o influir en la política, remodelando los medios a su imagen y semejanza.

Hoy en día, son los capitalistas de riesgo o los multimillonarios poderosos los que buscan ganancias, o influir en la política, remodelando los medios a su imagen y semejanza.

La primera baja de todas estas fases de recortes fueron las investigaciones a largo plazo. Se expulsó a los veteranos que invirtieron años en acumular un conocimiento que hiciera sus crónicas valiosas. Se reemplazó a los reporteros especialistas por asalariados encargados de publicar 5, 7 y hasta 10 entradas al día. Se obligó a hacer 'más con menos' a los que se quedaron (o actores con sonrisas robóticas a los que la inteligencia artificial pronto podría sustituirles). Si todavía no lo han hecho, dejen que John Oliver les explique de manera cómica lo deprimente que es la situación.

Si las cosas siguen por este camino, desaparecerán las noticias que revelen algo sustancial acerca de la manera en que funciona el poder. Hace falta tiempo (mucho más del que se puede justificar económicamente) y estabilidad, hacen falta reporteros y editores seguros de que sus trabajos no desaparecerán si no hay grandes beneficios, o si los poderosos se ofenden. A este tipo de periodismo le mueve un deseo de sacudir las conciencias, no de ser rentable únicamente.

Un buen ejemplo es nuestro reportaje sobre las prisiones privadas. Shane comenzó a escribir sobre justicia penal para Mother Jones hace cuatro años, después de pasar un terrible periodo como rehén en Irán. (Tómense un momento para asimilar esta información y el uso que dio a esa experiencia devastadora para que los demás comprendiéramos qué se siente de verdad entre rejas). Su primer reportaje importante sobre el régimen de aislamiento, en 2012, fue el resultado de varios meses de investigación. Poco tiempo después, se unió a nosotros como reportero en nómina. Muy importante: antes, MoJo era una revista en la que colaboraban sobre todo periodistas independientes, pero estos últimos años hemos favorecido la contratación de periodistas a tiempo completo bajo el amparo de una genuina redacción.

Este apoyo y estabilidad es lo que hace posible cada uno de nuestros innovadores reportajes. Esto permitió que nuestro jefe de redacción, David Corn, investigara el historial financiero de Mitt Romney durante meses y diera la primicia del 47% en 2012. Permitió que Josh Harkinson examinara a los seguidores segregacionistas de Trump y destapara a los delegados que son racistas confesos. Y es lo que nos ha permitido realizar exhaustivos reportajes sobre las matanzas y la industria de las armas de fuego con los que hemos conseguido cambiar la naturaleza del debate sobre este tema.

El proyecto de Shane sobre las prisiones privadas se desarrolló a lo largo de 18 meses, cuatro de los cuales los pasó en la cárcel y el resto en investigaciones, verificaciones, producción audiovisual y revisiones legales, además del trabajo de más de una docena de personas del personal de la revista. No obstante, era la única manera de conseguir hacer ese reportaje, ya que por definición el encarcelamiento está cubierto de un aura de invisibilidad para la mayoría de las personas, y con más razón en el caso de las cárceles privadas. El control de registros es incompleto, las informaciones públicas son limitadas y las visitas son complicadas. Las únicas personas que pueden describir de verdad lo que sucede allí dentro son los presos, los guardas o los funcionarios, pero todos estos grupos están interesados en tergiversar la información a su favor. Para poder llegar a la verdad, teníamos que dedicarle tiempo e ir hasta el fondo.

Además, tuvimos que asumir un riesgo económico bastante importante. Siendo generosos, si contamos solo los grandes periodos de tiempo que le dedicaron los miembros de nuestro personal, el reportaje sobre la cárcel costó unos 350.000 dólares (310.000 euros). Los anuncios que lo acompañaron cuando lo publicamos nos reportaron unos 5.000 dólares de ganancias, más o menos. Si hubiéramos saturado la página con anuncios, podríamos haber duplicado o triplicado esa cifra, pero eso hubiera sido engorroso para el lector y apenas si hubiera supuesto una gota en el mar para nosotros.

La ayuda económica que recibimos para este reportaje provino de tres fundaciones diferentes, lo que es fantástico, pero por desgracia su alcance es limitado: el tiempo del que se dispone es limitado (a unos años máximo) y su ámbito de acción también lo es (centrado por lo general en un asunto o iniciativa en particular). Además, tienen un carácter finito, pues si juntamos la ayuda de todas las fundaciones que nos dan apoyo económico, estas apenas suponen un 15% de los ingresos anuales de MoJo.

Entonces, ¿cómo se puede financiar este tipo de trabajo? Si son seguidores de nuestra publicación desde hace tiempo, sabrán que nosotros solo conocemos una respuesta posible: la ayuda de nuestros lectores. La financiación de suscriptores supone más del 70% de nuestro presupuesto, y de esta manera hemos conseguido mantenernos independientes, fuertes y hemos sido capaces de soportar las presiones (incluidas las demandas de multimillonarios) para que abandonáramos noticias polémicas. Y nuestros lectores están de acuerdo con nosotros, si nos guiamos por la respuesta que ha tenido el reportaje de Shane.

Pero para poder seguir invirtiendo en la investigación a largo plazo tenemos que cambiar algunas cosas, y esperamos que vosotros también. Ya hemos mencionado lo exiguos que resultan los ingresos por publicidad, pero la recaudación de fondos también es extremadamente volátil.

Por lo general, las organizaciones sin ánimo de lucro como la nuestra lanzan grandes campañas cuyo objetivo es asustar a los lectores para que aporten, dicho con toda franqueza, con eslóganes como “haz tu donación ahora mismo o ALGO MUY MALO sucederá”. Esta no es precisamente una estrategia que respete la inteligencia del lector, ya que dificulta la experiencia de usuario con tanto correo y tanto anuncio, además de coincidir muy poco con nuestra línea de trabajo y lo que se espera de nosotros. Este no es un trabajo que se pueda hacer sometido a vaivenes, no se trata de responder a una crisis momentánea, o de aprovechar una oportunidad pasajera contratando a un montón de gente y despidiéndolos en seis meses. El trabajo de verdad pasa por tener reporteros especialistas dedicándose a lo mismo día tras día, mes tras mes.

Así que desde hoy mismo, recelosos, pero ilusionados también, vamos a dar comienzo a un nuevo experimento sobre la manera en que se financia el periodismo de MoJo. Trataremos de justificarlo mediante datos y lógica, como hacemos en nuestras columnas, y no mediante sensacionalismo y pánico.

Se resume en esto: si queréis que nosotros realicemos investigaciones a largo plazo, vosotros tenéis que hacer lo mismo. En otras palabras, haceros donantes permanentes suscribiéndoos a una contribución desgravable que se renueva cada mes. Nosotros no tenemos un fondo de reserva escondido o beneficios publicitarios que podamos ir almacenando. La única forma que tenemos de poder seguir haciendo este trabajo es gracias a vuestra ayuda.

Nosotros no tenemos un fondo de reserva escondido o beneficios publicitarios que podamos ir almacenando

Si os unís a nosotros como donantes permanentes, formareis parte del equipo que será responsable del próximo proyecto carcelario, del próximo reportaje sobre violencia con armas de fuego, del equipo que hará posible la noticia del 47%. Ayudareis a mantener a los reporteros en su especialidad para que sigan escrutando a los poderosos.

Si pensáis que esta misión es necesaria, podéis comenzar vuestra suscripción mensual aquí mismo.

Pero si sois el tipo de persona que prefiere desmontar las cosas para saber cómo funcionan, o que desea conocer el estado de las cuentas antes de invertir, realicemos un análisis pormenorizado.

En el pasado, nuestras tres campañas de recaudación consiguieron alcanzar entre 125.000−200.000 dólares cada una. El año pasado los resultados fueron mucho mejores, los lectores se rascaron los bolsillos y conseguimos recolectar 260.000 dólares que nos sirvieron para pagar los costes legales derivados de una demanda interpuesta contra nosotros, que acabamos ganando, por un donante político multimillonario. En diciembre y abril, los lectores volvieron a estar a la altura y colaboraron con un total de 415.000 dólares entre ambos meses. Desde la publicación el mes pasado del reportaje de Shane, hemos tenido un pico de donaciones y suscripciones.

Pero contar solo con recaudar dinero a trompicones es un gran riesgo, además de la evidente limitación que tiene la cantidad que se puede ingresar sin ser extremadamente insistente con los correos y los anuncios en la página web. Al mismo tiempo, no es fácil crecer de esta manera, pero en estos tiempos de crisis política y periodística no hay otra alternativa: hay que crecer.

Pensémoslo de esta otra manera. Si antes de nuestra próxima campaña prevista para septiembre conseguimos encontrar 2.000 lectores que valoren lo suficiente nuestro periodismo como para aportar 15 dólares al mes, ingresaremos 30.000 dólares más al mes, o 360.000 dólares durante los próximos 12 meses. Eso sería suficiente para financiar un proyecto de envergadura como el de Shane cada año. Nuestra esperanza es llegar a ese punto gracias al argumento que estamos ofreciendo en estas líneas y no llenado la página con anuncios, o vuestra bandeja de entrada con correos alarmistas.

¿Es mucho soñar? Hoy por hoy, cientos de miles de personas son donantes permanentes de radio y televisión. En MoJo, contamos actualmente con unos 2.000 donantes que entregan cerca de 28.000 dólares al mes, aunque otras 185.000 personas están suscritas a la revista, 250.000 solicitaron recibir nuestros boletines por correo, 1,2 millones nos siguen en Facebook o Twitter, y entre 9 y 10 millones consultan nuestra página cada mes. Si el 0,02% de la gente que visita la página de aquí a finales de septiembre se registra como donante, habremos conseguido nuestro objetivo. No sabemos si va a funcionar, si no lo hace nos pondremos a pensar en otra solución, pero nuestro conocimiento del tema nos hace creer que esta es la mejor manera de conseguirlo. Aunque si funciona, habremos demostrado algo muy importante sobre cómo mantener vivo el periodismo de investigación.

¿Contamos contigo? Empieza tu contribución mensual desgravable hoy mismo.

Prometimos que no recurriríamos al miedo o al sensacionalismo y mantendremos nuestra palabra, pero no podemos parar de insistir sobre la urgencia del mensaje: las contribuciones mensuales recurrentes suponen la mejor manera que tenemos, y creemos que vosotros también, de conseguir sentar unos cimientos firmes que garanticen el tipo de reportajes y supervisión que le hacen tanta falta a nuestra democracia. Si te unes a nosotros, formarás parte de un gran experimento que otros podrán emular: como ha quedado patente en nuestras publicaciones anteriores sobre el mercado de los medios de comunicación, nuestro compromiso es ser transparentes y compartir con nuestros pares todo lo que aprendemos.

Así que veamos si podemos conseguirlo. Os mantendremos informados en estas mismas páginas y nos encantaría recibir vuestras sugerencias para saber si pensáis que este es el camino correcto para conseguirlo o existe una manera mejor de afrontar nuestra situación. Hacédnoslo saber en la sección de comentarios, en Twitter y Facebook, o en la siguiente dirección: fundraisingteam@motherjones.com.

-------------------------------------------------------

El texto original está publicado en Mother Jones. 

Traducción de Álvaro San José.

[La revista estadounidense ‘Mother Jones’ ha invertido 310.000 euros y 18 meses en un reportaje sobre las cárceles privadas que ha tenido gran repercusión. Ahora, sus editoras piden ayuda a los lectores para que se suscriban y hagan sostenible la revista. CTXT publica el texto integro por su...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

MONIKA BAUERLEIN / CLARA JEFFERY (MOTHER JONES)

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

4 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. conciencañones

    Pagar para no tener que separar la noticia, de la opinión del periodista o de los intereses de empresarios y banqueros metidos a accionistas de prensa y dueños de editoriales? Pagar para que te cuenten la realidad? Cuanto mas pagues mas veracidad? Lo que falta es dignidad y sobra corporativismo. Mucho mensajero sin escrupulos y con afán de protagonismo. Periodista de titulo con master de mercenario, es lo que hay. Si los médicos hicieran lo mismo.......

    Hace 8 años 2 meses

  2. Antonio T.F.

    Respondiendo a la pregunta del encabezamiento: que no sea amarillista... como toda la prensa escrita en papel en este pais...-y la mayoria de la televisiva-.

    Hace 8 años 2 meses

  3. Samuel

    Pues a decir verdad, lo que a mi me parece que le falta al periodismo actual es hacer periodismo. Para despachar filetillos de palabras rápidas, y recetas prefabricadas y prelavadas con amoníaco al estilo de esa comida igual de acelerada, ya tenemos McDonalds, VIPs y demás sucedáneos. Para variar, yo quiero ver en este país hacer algo de periodismo. Gracias CTXT por proponernos que hagamos periodismo juntos. Me suscribo.

    Hace 8 años 2 meses

  4. Rat

    Demasiadas palabras en el artículo anterior para decir que le falta al periodismo actual. Imparcialidad política, eso es lo que le falta al periodismo actual, por ejemplo PÚBLICO, es un diario digital sólo para rojazos, por eso de imparcial tiene poco.

    Hace 8 años 2 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí