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Sólo quedaba una cámara de televisión a la salida de la sesión del martes. No eran ni las siete de la tarde y la noche caía despacio en San Fernando de Henares. 

Las noticias estaba en otro lado. Un día de bochorno otoñal con lluvia, sol y aire caliente que se trasladó hasta la sala de vistas. Y enchufaron el acondicionado tras días de pies fríos.

Pablo Crespo volvió a sentarse frente al tribunal para seguir respondiendo a la fiscala. Pero su actitud con respecto al lunes cambió. El gallego se sacó un as de la manga para intentar bloquear el juicio. Y casi lo consigue a cuenta del papel. Crespo quería ver, físicamente, los documentos por los que la fiscala le estaba preguntando. 

Concepción Sabadell ha centrado su interrogatorio en la documentación incautada en un pendrive atribuido a Crespo y que el acusado niega que sea suyo. Miguel Durán, abogado de Crespo, solicitó el soporte físico de todo el material por el que estaban preguntando a su defendido. Había documentos que era casi imposible leer.

--No soy capaz de ver nada-- respondió Crespo cuando la fiscala le mostró una factura-- Ahí hay más negro que blanco-- dijo, como en un resumen global y certero de lo que es Gürtel.

Pero después de deliberar el presidente del tribunal dijo que nanay. Que la política de ahora es la de "papel cero".

A pesar de todo Crespo no sólo había ganado dos horas de tiempo con esa jugada. También consiguió parte de su objetivo, intentar agotar psicológicamente a la fiscala, antes de que fuese al revés, con su negativa a contestar a nada que no estuviese impreso en papel. Crespo es un tipo elegante de formas exquisitas que antes de verse obligado a reconocer que no quiere contestar  una pregunta (está en su derecho) prefiere que directamente no se la hagan. Por eso intentó anular la prueba del pendrive.

La fiscala siguió a lo suyo a pesar de que el presidente del tribunal le llamó la atención en un par de ocasiones para que avanzase en un interrogatorio encallado. Concepción Sabadell salió de allí como pudo hasta que empezó a preguntarle de forma diferente. Entonces el abogado de Crespo, que es ciego, solicitó que le indicasen la fecha de los documentos que le estaban exhibiendo a su patrocinado. 

Eran del año 2006. La causa que ahora se juzga abarca desde el año 1999 a 2005 y Miguel Durán protestó por no ceñirse a las fechas concretas. Y porque las respuestas de Crespo a esas preguntas podían comprometer su situación en causas que se juzgarán más adelante. Pero tampoco funcionó. La fiscala argumentó que los años son orientativos para delimitar el proceso. Así lo señala en su escrito de acusación.

A Pablo Crespo no le quedó más remedio que no contestar algunas preguntas. Entremedias intercaló alguna afirmación inquietante como "una hoja de costes siempre es algo vivo, desde que se inicia hasta que se acaba".

El número 2 de Correa descubrió parte del misterio de las siglas al más puro estilo Aquí hay Tomate cuando jugaban a las iniciales para evitar las demandas de famosos como I punto P punto (I.P. era, siempre presuntamente, Isabel Pantoja). Así descubrió que P.A.C. significa Paco Correa, no Paco Álvarez Cascos, y P.C. no es un ordenador, sino él mismo, Pablo Crespo. 

Ante tamaños hallazgos el magistrado Julio de Diego se durmió como un bendito. A cabezadas cortas. Sólo interrumpidas por los "protesto" del abogado de Crespo. 

El Comité del Partido Popular decidió que las campañas de las elecciones de 2003 (municipales y autonómicas) y las generales de 2004 las harían las empresas de Correa. Javier Arenas, Ana Mato, Juan José Matarí y Juan Carlos Vera estaban presentes en esa reunión. Eran las primeras en las que Mariano Rajoy se presentó como candidato a La Moncloa. Las empresas de Correa y compañía decidieron que "Juntos vamos a más" era el mejor lema.

A esa hora Mariano Rajoy salía del Palacio de la Zarzuela de verse con el rey Felipe VI y aceptar su encargo para formar gobierno después que los socialistas anunciasen que se abstendrán en segunda votación. Don Mariano dejará ser presidente del Gobierno en funciones el sábado por la tarde. El premonitorio "Juntos vamos a más" que diseñó la Gürtel.