Esta sección de fotografía está coordinada por Rosa Muñoz y pretende ofrecer a nuestros lectores una visión panorámica, rica y diversa de la creación fotográfica actual a través de la obra de autores con una destacada mirada personal. Esta creación contempla todo tipo de fotografía e incluso mezclas con otras artes visuales como son el vídeo y medios electrónicos.

Vera y Victoria

El día que Vera besó por primera vez a Victoria le confesó que era transexual. Fuen en un parque. No cambió nada. Durante los cuatro años que pasaron juntas se amaron como nunca antes amaron a nadie. En esa etapa de sus vidas Vera y Victoria dejaron de ser dos personas para convertirse en una. Juntas construyeron un hogar común colmado de sueños y proyectos de futuro. Siempre ajenas a los prejuicios de otras personas se entregaron a su amor. 

El proyecto es un diario visual comprendido entre 2012 y 2016 en el que retrató el universo íntimo de Vera y Victoria. Un universo en el que surgen renovados matices de la riqueza de una relación como la suya. Ni mejor, ni peor que las demás. 

Vera y Victoria son dos jóvenes que se conocieron hace más de tres años y se enamoraron. Vera es filóloga clásica es vegetariana y le fascinan los animales. Victoria alterna trabajos temporales como camarera, es un torrente de vitalidad y adora que le sorprendan y le roben besos cuando menos lo espera.

Victoria tenía 14 años la primera vez que le sedujo una chica. Sintió tristeza al pensar que era lesbiana, sabía que su familia no lo comprendería. La homosexualidad era un tema tabú en su casa. Años después, experimentó alivio al descubrir su bisexualidad. De Vera le enamoró que le hiciese sentir única y especial. Le perdían sus ojos. No le importó que fuera transexual. La amaba como nunca antes había amado a nadie. 

Vera se siente mujer desde la infancia pero hasta los 18 años no se lo confesó a su familia. Desde entonces dejó de llamarse Bernardo y ese niño desapareció de su vida. Defiende que su identidad sexual está en la cabeza de cada persona y que la reasignación genital es una decisión personal. Es activista y se siente orgullosa de su cuerpo. 

Vera y Victoria son dos mujeres de 27 y 24 años que tienen sueños, anhelos, miedos e ilusiones. 

Sobre Mar Sáez

Mar Sáez (Murcia, 1983) estudió Psicología y Comunicación Audiovisual y se especializó en fotografía contemporánea con el Máster de Fotografía de Autor de LENS y el Máster de PhotoEspaña que le otorgó una de sus becas. Se dedicó a la prensa escrita durante más de seis años y en la actualidad desarrolla proyectos personales con los que intenta explorar la complejidad de la identidad y la biopolítica intentando hacer un retrato, desde dentro, de las realidades que le preocupan. Ha ganado dos veces el Premio LUX de Fotografía Profesional (2014 y 2015), en la categoría de Documental, al tiempo que ha colaborado con la revista Ojo de Pez y con distintos medios nacionales. También ha participado, desde 2008, en distintas exposiciones individuales y colectivas en España y Estados Unidos en espacios como la galería Fernando Pradilla de Madrid, la galería Alonso Vidal de Barcelona, The Gabarron Foundation Carriage House Center for the Arts de Nueva York o la galería Clémentine de la Féronnière de París, entre otros. En noviembre de 2016 presentó en París Photo su primer fotolibro, Vera y Victoria, publicado por la editorial francesa André Frère Éditions. Ha publicado también el periódico DÚO A sobre el viaje por carretera con desconocidos (editorial Phree), junto al escritor Miguel Ángel Hernández.