En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
CTXT necesita 300 suscripciones mensuales para ser sostenible y cada vez más independiente. Puedes ayudarnos aquí
-----------------------------------------------------------------------------------------------------
Después de un duro, hosco, interminable y riguroso invierno, el solo presentimiento de la llegada de la primavera, con su sol benévolo y su cielo tranquilo, nos toca el corazón y vuelve a florecer la felicidad estable, la ternura acogedora, la comprensión universal y el relajamiento de los músculos de la ira y de la violencia. Las neuronas se visten de azul. Volvemos a recuperar los placeres de la calle, el paraíso de las terrazas de los cafés y la belleza de las noches serenas, estrelladas y complacientes. Volvemos a sentir lo que los clásicos llaman “el amor universal” y un difuso agradecimiento por haber nacido, por tener la condición de seres humanos y por vivir en un planeta con oxígeno, rosas y atardeceres luminosos. La primavera, que etimológicamente significa “el primer verano”, inaugura un tiempo abierto, sin sombrías amenazas de vientos desatados y heladas traicioneras, ni miedos ancestrales de irritaciones cósmicas. Incluso Rajoy nos parece sincero e inteligente, su Partido Popular verdaderamente popular; Esperanza Aguirre nos resulta simpática y hasta la Cospedal nos cae bien. El milagro de la primavera no tiene límites. La larga lista de los corruptos confirmados, del PP y del PSOE, se nos aparece como una sucia jugada de los perversos enemigos de la democracia, que es un régimen político ejemplar, gestionado por gentes angelicales. Los Francisco Correa, los Mario Conde, los Luis Roldán, los Javier de la Rosa, los Juan Guerra, los Jordi Pujol y familia, los Mariano Rubio, los Manuel de la Concha, los Díaz Ferrán, los Rodrigo Rato, los Miguel Blesa, los Luis Bárcenas, los Urdangarín, esos 1661 casos abiertos por corrupción, en el año 2013, según el Consejo General del Poder Judicial, esos miles de defraudadores de la Hacienda Pública, amnistiados, esos titulares de millones de euros, depositados en los bancos suizos y en otros paraísos fiscales escamoteados a los recursos financieros del país, son un coro de querubines unánimes, unidos en gozosos cánticos de alabanzas a la divinidad. ¡Qué tropa!
Autor >
Luciano G. Egido
Es escritor y periodista. Autor de numerosas novelas y ensayos por los que ha obtenido diversos premios.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí