Nace El Dobladillo, el papel mensual interactivo y ecológico de CTXT ¿Quieres recibirlo en casa? ¡Suscríbete!

Oferta lanzamiento (50 euros al año, envío España)

Todavía no se atreven, pero todo se andará, a llevar hasta sus últimas consecuencias sus propósitos de exterminio, razonable, incruento, escalonado y consecuentemente sin derramamiento de sangre, de los mayores de setenta años, con la coartada de seguir las directrices de la Comunidad Europea, para lograr el deseado equilibrio presupuestario y poder dormir, por fin, tranquilos, en paz con Dios y su conciencia. Evitarle a la sociedad esa carga inútil, aliviar el peso de ese numerario improductivo, rémora social, oprobio de las estadísticas oficiales, zánganos, vagos al sol, es una obligación moral. Eliminar esa piedrecilla en el zapato, ese mal ejemplo, lastre de la sanidad pública, con su deterioro biológico, gente de más y de menos, sin acomodo rentable, que no proporcionan más que disgustos y remordimientos, materia inerte de la colectividad, estorbos para el optimismo gubernamental, cascajo, detritus, aguas residuales, náufragos de las alcantarillas, parece una necesidad de emergencia. Quitar de en medio, como un gesto de profilaxis comunitaria, esos restos de series, contenedores de basura, escurrajas, equipaje de traperos, manchas del paisaje, arrugas de la vista, intrusos en la primavera, desechos de tienta, aprendices de la nada, mástiles sin velamen, chatarra, cojinetes sin rodamientos, escopetas sin pólvora, tazas con agujeros, es sin duda una loable acción en bien de todos. Suprimir ese montón de palomares sin palomas, risas sin dientes, vasos vacíos, finales de capítulo, crepúsculos, epílogos sin sorpresas, silencios sin interruptor, ciegos sin lazarillo, desnudos sin epidermis, ventanas sin cristales, veletas sin norte, carreteras sin destino, teoremas sin incógnitas, coches sin combustible, noches sin Luna y Luna sin noche, barca sin remos, peces fuera del agua, autostop, mejorará el mundo, que respirará aliviado, con esta poda. Si no los matan ya es porque necesitan su credulidad infantil, su desmemoria invasora y su demencia senil sin retorno para aumentar su número de votos y mantenerse en el poder de la corrupción, por muchas legislaturas. Tengo casi noventa años, con los días contados, y ya no me asombro de nada.