Tribuna
El falso debate entre renta básica y pleno empleo
La situación de exclusión social de una cuarta parte de la población obliga a poner en marcha ya una renta mínima garantizada automática que solucione la grave situación de tantas familias y de uno de cada tres menores en España
Juan A. Gimeno Ullastres (ESF) 27/09/2017
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Me resulta difícil entender la oposición desde determinadas posiciones a la propuesta de implantación de una renta básica, de una renta mínima garantizada con carácter universal y automático. Por ejemplo, quienes la contraponen al objetivo del pleno empleo, como se ha recogido en CTXT en los últimos meses y recientemente (30 de agosto de 2017) en un artículo de Stuart Medina y Andrés Villena (en adelante, MyV). Como señalaban, se trata de un debate que se debe realizar con profundidad y honradez, y a ello pretendo contribuir. Aunque no me resisto a señalar que echo de menos esas dos cualidades en muchas de las afirmaciones de MyV.
Comparto su reflexión inicial sobre “la supremacía ideológica neoliberal sustentada en una doctrina con fundamentos teóricos acientíficos, que han propiciado niveles sin precedentes de pobreza y desigualdad en la distribución de las rentas y de la riqueza”. Es precisamente esa situación la que hace urgente aplicar medidas que solucionen la grave situación en que se encuentran tantas familias, uno de cada tres menores en España. La situación de exclusión social de una cuarta parte de la población obliga a poner en marcha ya esa renta mínima garantizada automática.
Sorprendentemente, para MyV, afirmar lo anterior equivale al reconocimiento de una derrota, a la renuncia al pleno empleo y a algunas otras aberraciones semejantes que citaré más adelante. Según ese razonamiento, si tengo una grave enfermedad que me provoca grandes dolores, pedir remedio al dolor equivale a renunciar a curar esa enfermedad. MyV, coherentemente con su postura, exigirían que los esfuerzos se centraran en la curación y se opondrían vehementemente a cualquier medicación paliativa.
¡Eso sí que es un razonamiento neoclásico! ¡No pongamos en marcha la renta básica porque a largo plazo conseguiremos el pleno empleo! Ya sé que desearíamos que éste se alcanzara a corto plazo; pero me temo que todos esos hogares en situación de pobreza se sentirían bastante más tranquilos si, mientras tanto, se les da alguna solución que garantice unos mínimos de dignidad.
Los hogares en situación de pobreza se sentirían bastante más tranquilos si, mientras llega el pleno empleo, se les da alguna solución que garantice unos mínimos de dignidad
Evidentemente, luchar contra la desigualdad sangrante y la pobreza y la exclusión social exige actuar sobre sus causas, sobre las bases del sistema, sobre las condiciones del mercado de trabajo, sobre la financiarización depredadora de la economía real, sobre los oligopolios y, en definitiva, sobre el propio modelo neoliberal. Pero no es menos evidente que el éxito en ese intento va a llevar bastante tiempo. Y, hasta entonces, ¿no hacemos nada? A largo plazo, ya sabemos, todos muertos.
Los peyorativos argumentos de MyV contra la renta básica sí que harán las delicias de los políticos neoliberales. Si “causa anomia y reduce a sus perceptores a la minoría de edad”, como afirman, ponen en bandeja los recortes en prestaciones sociales, pues parece ser que los subsidios crean vagos y maleantes. No es un caballo de Troya, es un ataque directo y en toda regla.
Los subsidios actuales contra la pobreza no es solo que humillen a los perceptores. Es que conllevan una brutal carga administrativa (para las Administraciones Públicas y para los afectados), sufren retrasos de hasta doce meses de media (según datos de EAPN), no llegan a una gran parte de sus teóricos destinatarios, son tremendamente desiguales, ineficaces e ineficientes…
Además, y esto es muy importante en relación con los argumentos de MyV, sí pueden generar a menudo la denominada trampa de la pobreza. Al ser habitualmente incompatibles con otra retribución, se pierden cuando se acepta una oferta de trabajo. Dada la proliferación de empleo basura, son muchas las ocasiones en que trabajar supone perder dinero. O la mejora es ínfima. El incentivo es claro a optar por mantener la situación subsidiada o ingresar en la economía sumergida.
La renta automática e incondicionada suprime ese efecto al ser compatible con otros ingresos. Y reduce por ello también los hipotéticos incentivos a la vagancia. Cualquier ingreso adicional que se consiga incrementa la renta personal, con lo que el atractivo a aceptar una oferta laboral es evidentemente mayor.
¿Por qué, dicen los detractores, va a aceptar un trabajo si ya tiene una renta garantizada? Porque, coincidimos, difícilmente un nivel realista de renta mínima permitirá una vida de muchos lujos. Sus perceptores preferirán normalmente buscar formas de incrementar sus recursos. Así lo demuestran todos los estudios disponibles sobre experiencias semejantes o asimilables. Así lo demuestra la propia existencia de horas extraordinarias o la búsqueda de trabajos complementarios porque se desea incrementar la renta…, trabajando más. En todo caso, hay muchas más probabilidades de que se acepte el trabajo con un sistema de renta básica universal que con los sistemas actuales.
En todo caso, hay muchas más probabilidades de que se acepte el trabajo con un sistema de renta básica universal que con los sistemas actuales
¿Supone ello una subvención a las malas prácticas empresariales, como dicen MyV? No diré que la renta básica vaya a solucionarlo (es en la legislación laboral y en la potenciación de la inspección donde hay que discutirlo), pero es evidente que la existencia de esa renta otorga al trabajador un mayor grado de libertad a la hora de rechazar empleos basura y de luchar por sus derechos.
Argumentos generalizables respecto a los colectivos que más dificultades tienen para encontrar trabajo (mujeres, minorías raciales, personas con antecedentes penales o con minusvalías…). Es obvio que la renta básica no es panacea para todos los problemas sociales. Ninguna medida lo es. Pero es evidente que ganan en libertad y en recursos respecto a la situación actual.
MyV incluyen aquí uno de las afirmaciones más inaceptables y deshonestas de su artículo: “La solución que les proponen desde la RBU es excluirles definitivamente en vez de exigir al estado que los integre en la comunidad”. Entonces sería válido decir a la inversa: “La solución que proponen MyV a los desempleados y a quienes se encuentran en situación de pobreza es que se dediquen a la mendicidad o al robo mientras conseguimos el pleno empleo y que el Estado los integre”.
Tan absurda es una afirmación como la otra. Defender la renta básica es compatible, aún más, coherente, con el apoyo a la igualdad de la mujer, al pleno empleo, a la dignidad en el trabajo y a cualquier otra política en favor de los derechos de la persona. Quien quiera contraponerlos no solo hace demagogia, sino que juega claramente a favor de los interesados en mantener ejércitos de reserva en la pobreza.
Defender la renta básica es compatible, aún más, coherente, con el apoyo a la igualdad de la mujer, al pleno empleo, a la dignidad en el trabajo y a cualquier otra política en favor de los derechos de la persona
Es cierto que desde la derecha (por ejemplo, gobierno de Finlandia), se va a querer aprovechar para seguir desmantelando el Estado de bienestar. Ya lo están haciendo, en nuestro país y en muchos otros, sin necesidad de la renta básica. Ese es uno de los criterios claros para diferenciar las propuestas de renta básica. La coherente es la que propone esta renta como sustitución de subsidios asistenciales y como garantía de mínimos de los contributivos. Pero sin tocar para nada el resto de las prestaciones sociales. Quienes pretenden aprovechar para defender recortes, son los mismos que se escudan en la crisis o en imposiciones exteriores para aplicar las políticas regresivas que están en su ideario. Cambiar las relaciones de poder es la misma lucha que necesitamos tanto para implantar la renta básica correcta como para implantar políticas de pleno empleo, defender la igualdad y los derechos de los trabajadores, etc.
Uno de los párrafos más sorprendentes del artículo de MyV es el siguiente: “Esta es la gran debilidad ética de la RBU. En la nueva sociedad de rentistas básicos habrá ganadores que conseguirán acceder a los empleos retribuidos y perdedores condenados a una magra renta sin muchas posibilidades de realización personal más allá de una austera vida de ocio barato, de jubilación anticipada.”
Debo de vivir en otra sociedad, porque es ahora cuando estamos en una sociedad de ganadores que acceden a los empleos retribuidos y estables, y perdedores condenados a contratos de mísera retribución y duración de días, o al desempleo de larga duración sin subsidio alguno, o a la jubilación anticipada de hecho, porque el mercado expulsa a partir de cierta edad.... Sin posibilidades de realización personal ni siquiera de acceso a una vida de ocio barato ni, a veces, de alimentación digna. La tentación es caer en el mismo juego y señalar que “esta es la gran debilidad ética de MyV: que parece no importarles lo que ocurra a los perdedores de hoy”.
De hecho, curiosamente, se defiende implícitamente la renta básica solo para los ganadores. Porque no hay crítica, por ejemplo, a las deducciones en la cuota del IRPF por mínimos personales y familiares, que no es sino un subsidio de renta mínima… para quienes ganan dinero previamente. ¿Se oponen a que ese subsidio para los afortunados se generalice también para los “perdedores”?
Coincidimos en que la vida laboral es uno de los cauces más importantes de participación en la vida social y uno de los factores que más puede ayudar a consolidar sentimientos de realización personal y de valía de las personas. Pero podríamos imputar un sustrato ideológico neoclásico a quienes solo admiten como trabajo el que pasa por el mercado y tiene una retribución. Y de jacobinos y déspotas ilustrados a los que solo aceptan como opción personal la vida “ortodoxa y ordenada”. Incrementar el grado de libertad de las personas parece resultar molesto. Defendamos el pleno empleo también para que las personas tengan libertad para elegir qué tipo de trabajo desean.
Para MyV, demostrar la viabilidad de la financiación de la renta básica es una obsesión que delata las bases neoclásicas de la propuesta por tener una visión del Estado constreñido financieramente. O sea, ¡que pueden hacerse propuestas sin preocuparse de si son viables porque el Estado tiene dinero para todo! Demostrar que la renta básica es viable financieramente es un requisito elemental de cualquier propuesta seria. Y los estudios aportados lo demuestran y subrayan el carácter redistributivo del juego conjunto de la renta básica y de su financiación. Algunos incluso demostramos que podría hacerse sin incremento de gasto y preconizamos una paralela reforma fiscal que solucione la inadmisible desigualdad de trato de las rentas del capital financiero respecto a las del trabajo.
Hablemos de macroeconomía y el peligro inflacionista de la renta básica. Es cierto que la redistribución en favor de los hogares con menores niveles de renta probablemente conlleve un incremento en el consumo global de los hogares. Ese incremento en la demanda provocaría inflación si no hubiese un correlativo aumento de la producción de bienes y servicios. Pero lo normal, keynesianismo puro, es que ocurra precisamente lo contrario: que el efecto sea una mayor producción y una reducción de las cifras de desempleo. La renta básica, lejos de ser una rendición, jugará a favor de mayor empleo. Y en caso de fase depresiva, al asegurar un colchón mínimo de consumo, la renta básica atempera la caída de la demanda y el crecimiento del desempleo.
La renta básica, lejos de ser una rendición, jugará a favor de mayor empleo
MyV dan por hecho el efecto inflacionista porque, ya hemos visto, suponen que con la renta básica ya nadie querrá trabajar. Aunque la lógica y las evidencias disponibles nos digan lo contrario.
La defensa de la renta básica se fundamenta en la defensa de la dignidad de las personas, de todas las personas. Por supuesto que es deseable crear empleo para todos. Por supuesto que sabemos que no es una medida que solucione todos los problemas (¿lo hace el pleno empleo?). Por supuesto que hace falta actuar sobre las raíces de la desigualdad. Por supuesto que son necesarias muchas más medidas.
¿No sería mejor unir fuerzas en favor del ideal de la dignidad y la justicia para todos, en vez de enfrentar artificialmente propuestas perfectamente complementarias que van en la misma dirección?
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Juan A. Gimeno Ullastres es patrono de Economistas Sin Fronteras, presidente del Foro de Economía Progresista y catedrático de la UNED.
Las opiniones del autor no comprometen a ninguna de las organizaciones con las que colabora.
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Juan A. Gimeno Ullastres (ESF)
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6 comentario(s)
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Javier Ecora
Es difícil concebir una propuesta con un mayor impacto favorable y directo para las personas desposeídas, precarizadas o excluidas que la RBU. Si la izquierda no la apoya, (como parece ser el caso de parte de la izquierda española), una vez más quedará fuera de lugar, en una nube de confusión retrógrada, y probablemente el centro derecha la rebasará por la izquierda proponiendo esta medida y concitando con ello un mayor apoyo. Incluso aunque se tenga más simpatía por otras propuestas (no incompatibles) como el trabajo garantizado, sería un profundo error no apoyar cualquiera de las medidas que pueden sacar de la opresión económica a la parte de la población más perjudicada por el actual estado de cosas. No hay por qué cerrar la puerta a las diferentes oportunidades de avanzar que vayan surgiendo aunque cada cual centre su activismo en aquella en la que más se crea. La cuestión tiene su importancia porque, como hemos visto, el resultado será muy diferente en función de quién sea el que implemente la Renta Básica, en función de cuál sea el contexto político en el que se enmarque esta creciente demanda social. Mientras la derecha liberal aprovecha cualquier ocasión que le permita avanzar hacia su horizonte elitista, la izquierda podría autoexcluirse del futuro si antepone los dogmas de la adoración productivista a la emancipación humana y a la sostenibilidad. No tiene sentido el temor a librarnos directamente de la pobreza, ese refuerzo negativo utilizado para que seamos sumisos a los patrones. Por el contrario, contar con una base material sólida facilitaría organizar el complejo reparto del trabajo, (incluido el reparto del trabajo doméstico, comunitario, para el autoconsumo y de cuidados no remunerado). El reparto del empleo y el reconocimiento económico del valor de la actividad autónoma serían avances necesarios no sólo para las personas más perjudicadas por este sistema sino para todos los niveles del escalafón laboral. Una vida más autónoma es el verdadero horizonte moral de una sociedad que puede proporcionar recursos básicos a todo el mundo aun forzando mucho menos los límites del planeta. ¿Quién regulará la Renta Básica? - http://autonomiaybienvivir.blogspot.com.es/2017/08/quien-regulara-la-renta-basica.html
Hace 7 años 1 mes
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Tripalium
Al tal juan: convendría no marear la perdiz una vez más mezclando cuestiones que NADA tienen que ver con la Renta Básica Universal. Independientemente de la situación de cada persona, la propuesta de la RBU basada en el derecho a la existencia tiene como objetivo garantizar los medios materiales básicos para poder subsistir. Por tanto, es bastante absurdo exigir a la RBU que nos solucione problemas sobre sanidad, educación, pensiones, mecánica de coches o programación de festejos populares. La RBU de momento, que yo sepa, no tiene ese don omnipotente que algunos se empeñan en atribuirle. Su propósito es mucho más modesto y urgente, y es si estamos dispuestos a garantizar la vida de las personas sin ningún tipo de condición o contrapartida por ello. Esto es, si como sociedad y a pesar de tener recursos económicos suficientes, la existencia de las personas debe pasar inexorablemente por el trabajo asalariado -en un periodo histórico como el actual donde los puestos de trabajo precisamente van en claro retroceso y los problemas ecológicos derivados de la sobreproducción no paran de crecer- sí o no.
Hace 7 años 1 mes
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juan
Jose, cambia jubilado o prejubilado por trabajador de 60 años, trabajo fijo de 1300 € mes , hijos criados, piso pagado, apartamento en la playa y 40.000 € ahorrados. ¿tiene sentido que haya transferencia de alguien que con suerte y mucho esfuerzo debuta en el mercado laboral con 1900€ pero al cual sin tener nada aún pagar una habitación en un piso compartido ya le cuesta 400 € en una capital? En un país con mucha gente de rentas medias y bajas con más de una vivienda en propiedad y algo de ahorros un mecanismo de distribución basado exclusivamente en la renta como el propuesto por Raventós y compañías generará mucha disfuncionalidad y paradojas. Por otra parte no entiendo la estigmatización que se asocia a la condicionalidad, nada más solidario que el hoy por tí mañana por mi. La sanidad no es un cheque "universal", si alguien requiere un caro tratamiento de quimio otro sano no se le ocurre pedir una cantidad equivalente para una cirugía estética. Yo si creo que hay mucho margen de mejora en ayudas tanto en cuantías, como en simplificación de procedimientos, como en mecanismos de evitar efectos indeseados como el impedir actualmente una entrada parcial en el mercado laboral.
Hace 7 años 1 mes
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José L.
Coincido con la opinión del autor del artículo (incluida la sensación de que el artículo de MyV es contradictorio). No coincido con el punto de vista que un tal Juan ha expresado en un comentario, así que me tomo la libertad de añadir un comentario con mi punto de vista. Estoy convencido de que los subsidios condicionados no son eficaces en la lucha contra la pobreza, y no creo que tengan mucho margen de mejora, en buena parte debido a que los subsidios condicionados están mal planteados; y pongo un ejemplo: Es habitual encontrar opiniones de personas desinformadas que atacan a la RBU aseverando que desincentivará la búsqueda de empleo, cuando son los subsidios condicionados los que realmente desincentivan la búsqueda de empleo, y precisamente es la RBU la que resuelve dicho problema dado que no se pierde al encontrar empleo. Otro pequeño gran detalle que no se debería pasar por alto es que la RBU podría eliminar la pobreza de un plumazo, aunque parece que este objetivo no es prioritario para algunos, cuando se le ponen tantas trabas a una idea que en cualquier caso debería de ser puesta a prueba, para que se puedan sacar conclusiones con base (tal como ya están haciendo algunos países nórdicos, por cierto). Más cosas, la RBU llegaría a todo el que la necesite, algo que difícilmente pueden conseguir los subsidios condicionados, sin pasar por alto la burocracia que conllevan estos últimos, y el hecho de que un funcionario nunca podrá conocer suficientemente bien las circunstancias personales de una persona para poder decidir si es merecedora de ayuda o si se la deja al margen de la sociedad. Respecto al tema de cómo se plantearía la redistribución, está bien plantearse cuestiones, y ciertamente (tal como se dice en el comentario al que hago alusión) no parece muy justo transferir renta a un prejubilado con 1.300 € al mes de pensión y dos viviendas en propiedad; no obstante por lo que sé la RBU eliminaría todos los subsidios monetarios inferiores a la renta básica y se mantendrían los superiores (como las pensiones). La educación y la sanidad públicas no se tocarían. Esto, según lo entiendo, no significa que la RBU se sume a los 1.300 € que tiene ese prejubilado. Quienes tienen menos prestaciones del estado de lo que sería la cuantía de la renta básica, salen ganando, quienes tienen más normalmente ni ganan ni pierden, si bien los más ricos sí perderían algo de dinero debido a la reforma del IRPF que sería necesaria, pero hablamos de redistribuir la riqueza un poco más equitativamente, así que si se hace bien la RBU no tiene por qué provocar situaciones injustas, sino más bien todo lo contrario.
Hace 7 años 1 mes
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Tripalium
Se agradece el artículo de Juan A. Gimeno Ullastres. Sobre todo en estos tiempos donde la tergiversación, manipulación y ataques infundados hacia la Renta Básica Universal (RBU) abundan entre ciertos académicos escasos de lucidez y probablemente movidos de malsana envidia hacia compañeros que desde la izquierda presentan propuestas eficaces y necesarias como la RBU frente a sus poco originales y frustradas propuestas de cacareo al sempiterno pleno empleo. Solo así se entiende el infumable artículo demagógico de Stuart Medina y Andrés Villena defendiendo poco menos que el nuevo bastión del neoliberalismo no sería otro que la RBU. Estos dos señores, Stuart y Andrés, quizás cambiarían de idea si tras una temporada fuera de sus despachos se quedaran sin ningún tipo de ingreso ni “ayuda paliativa condicionada” tal y como nos pasa a diario a muchas personas más allá de nuestra formación.
Hace 7 años 1 mes
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juan
La gestión y potenciales efectos perversos de rentas mínimas condicionadas pueden mejorarse, pasar a un sistema de RBU (que no sería U porque se dejaría fuera a gente inmigrante sin papeles, gente que se ha jugado la vida arriesgando por mejorar) puede tener efectos difíciles de corregir. Uno de ellos sería una redistribución de gente con rentas inicialmente buenas sin nada aún ahorrado y con todos los gastos grandes por delante a gente con renta suficiente y un patrimonio apreciable. ¿es necesario para luchar contra la pobreza que un recién aprobado de una oposición del grupo A (no lo soy, conste) en un destino fuera de su ciudad y que necesite alquilar vivienda transfiera renta a un prejubilado con 1300 € al mes de pensión y 2 viviendas en propiedad? Me parece injusto que el autor cargue contra la honestidad de los autores (MyV) del artículo pro-pleno empleo con el argumento maniqueo de que abandonan a los necesitados hasta que se resuelve el problema del pleno empleo. Nadie habla de quitar otros elementos de protección como las rentas mínimas condicionadas.
Hace 7 años 1 mes
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