Contextualizando la crisis en Cataluña
Sin la STC 31/2010 no se habría producido la deriva independentista en el nacionalismo autonomista catalán y no se habría producido el referéndum
Javier Pérez Royo 15/10/2017
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Sin la STC 31/2010 no se habría producido la deriva independentista en el nacionalismo autonomista catalán y no se habrían producido ni el referéndum del 9-N ni el referéndum del 1-0, que en realidad son el mismo, aunque con algunas diferencias. Esto parece que ya no lo discute nadie.
Pero solo con la STC 31/2010 tampoco se habría producido. Hizo falta que CiU decidiera transitar de la autonomía a la independencia, que es algo que los efectos de la sentencia en el mapa de partidos de Cataluña no exigía. Pues los efectos de la sentencia no fueron inicialmente negativos para el nacionalismo autonomista fuertemente hegemonizado por CiU. Todo lo contrario. Fueron muy positivos.
CiU había estado fuera del Gobierno de la Generalitat desde finales de 2003, cuando se forma el primer “tripartito” bajo la presidencia de Pasqual Maragall y, en consecuencia, en las elecciones que se celebraron inmediatamente después de que se hiciera pública la STC 31/2010, las autonómicas catalanas en otoño de 2010 y las municipales y generales en mayo y noviembre de 2011, CiU no tuvo que pagar ningún coste por la crisis económica desencadenada con la intensidad que todos sabemos a partir de 2007-2008.
El coste de la doble crisis, la económica y la territorial, se concentró en el PSOE/PSC, que habían gobernado tanto el Estado como Cataluña desde 2003-2004. El descalabro del PSOE/PSC en las elecciones catalanas de otoño de 2010 y en las elecciones municipales de la primavera y generales de otoño de 2011 será monumental.
CiU, por el contrario, salió enormemente fortalecida. En las elecciones catalanas en 2010 pasó de los 48 escaños que había obtenido en las de 2006 a 62. Y en 2011 fue por primera desde la entrada en vigor de la Constitución el primer partido tanto en las elecciones municipales como en las generales. El PSOE/PSC había ganado siempre las elecciones municipales y generales en Cataluña. Siempre, repito. Por primera vez, CiU conseguía desbancarlo. Entre 2011 y 2015 han sido los únicos cuatro años en que CiU ha gobernado Barcelona.
A diferencia de lo que le ocurría a su gran competidor en Cataluña, el PSC/PSOE, CiU se encontraba en una posición relativamente cómoda para decidir qué estrategia seguir. No había nada que la obligara a tener que precipitarse en una u otra dirección. La aritmética parlamentaria le permitía gobernar con holgura y le proporcionaba tiempo para reflexionar.
En estas circunstancias diseñó una estrategia en la que puso en circulación en el programa electoral de las elecciones catalanas de 2010 por primera vez el llamado “derecho a decidir”, traducido exclusivamente “en la necesidad de que Cataluña disponga de una nuevo modelo de financiación”, de una suerte de “pacto fiscal”. De dicho derecho a decidir quedaba excluida “la posibilidad de celebrar una consulta sobre la independencia”
Este fue el núcleo esencial del Discurso con el que Artur Mas se presentó al debate de investidura tras las elecciones catalanas de noviembre de 2010. Con la abstención del PSC/PSOE sería investido presidente.
Coherentemente con el programa electoral y el discurso de investidura, Artur Mas impulsó la constitución de un “frente común para el pacto fiscal”, que acabaría conduciendo a la aprobación en el Parlament en el mes de julio de 2011 de una Resolución sobre el “pacto fiscal”, que, a partir de ese momento, dejaría de ser compromiso electoral de CiU exclusivamente, para converirse en decisión parlamentaria. La resolución del Parlament fue aprobada con los votos de CiU, ERC e ICV-EUIA (90), la abstención del PSC/PSOE (28) y los votos en contra de PP y C’s (21).
Antes de que Artur Mas empezara a dar el primer paso para hacer efectiva la Resolución aprobada por el Parlament, que no podía ser otro que tener un encuentro con Mariano Rajoy, fijado para el 20 de septiembre, se celebró la Diada con una manifestación multitudinaria encabezada con el mensaje CATALUNYA, NOU ESTAT D’EUROPA.
Esta manifestación lo cambiaría todo. En la resaca de la manifestación se produce el encuentro entre Mariano Rajoy y Artur Mas. El Presidente del Gobierno hace saber al President de la Generalitat que no dispone de margen para aceptar la propuesta que se le hace y que, en consecuencia, no puede atenderla. Artur Mas interpreta la respuesta como un “no a la última posibilidad de entendimiento entre Cataluña y España” y a partir de ese momento pone en marcha una estrategia inequívocamente independentista. Del “pacto fiscal” se pasa al “referéndum sobre el derecho a decidir”.
A partir de ese momento la integración de Cataluña en el Estado resulta constitucionalmente inmanejable. Para el nacionalismo catalán, la Constitución de 1978 ha dejado de ser el marco para la integración de Cataluña en el Estado.
Artur Mas interpreta la respuesta como un “no a la última posibilidad de entendimiento entre Cataluña y España” y a partir de ese momento pone en marcha una estrategia independentista
El salto moral de CiU
Ese salto de la autonomía a la independencia se convertiría en un salto mortal para CiU. En las primeras elecciones en que CiU se presentó con una opción independentista, en las autonómicas de 2012, que fueron realmente unas elecciones “plebiscitarias”, aunque no fueran calificadas como tales, ya que Artur Mas las convocó en la resaca de la DIADA de 2012, con la intención de transformar los 62 escaños de que disponía en una mayoría absoluta. Una mayoría excepcional para un momento excepcional. Este era el mensaje escrito acompañado de una mensaje gráfico en el que Artur Mas aparecía como Moisés dirigiendo a su pueblo a la tierra prometida.
El fracaso sería monumental. De 62 escaños se pasó a 50. CiU empezó a depender de los 21 escaños de ERC, que exigió para la investidura el compromiso de convocar un referéndum antes de final de 2014. Sería, tras muchas vicisitudes, el referéndum del 9-N.
Tras el referéndum se produciría la disolución del Parlament y la convocatoria de las elecciones para otoño de 2015. En el camino se produciría la ruptura de Unió con Convergencia y la configuración de una candidatura conjunta de Convergencia y ERC (JUNTSxSI). Juntos obtendrían 62 escaños, 9 menos de los 71 que habían obtenido en 2012 por separado. Para la investidura y para poder continuar con el “procés” ahora era necesario sumar a un partido anticapitalista y antieuropeo como la CUP.
Las contradicciones internas en el bloque que tenía que impulsar y dirigir el “procés” alcanzaban una intensidad notable. Artur Mas sería la primera víctima. La CUP vetaría su candidatura a la presidencia de la Generalitat, forzando su sustitución por Cales Puigdemot, que ha sido quien ha dirigido Cataluña hacia el 1-O y quien tiene que gestionar sus consecuencias.
Para el mensaje que quiero transmitir en este artículo no necesito seguir. El éxito de la Constitución de 1978 ha descansado básicamente en que, por primera vez en la historia de España, una Constitución ha posibilitado el autogobierno de Cataluña a través de un nacionalismo autonomista, que ha contribuido al mismo tiempo a la gobernabilidad del Estado. La presencia de un partido de gobierno de España que también lo era en Cataluña, como era el PSOE/PSC, completaba la operación de ensamblaje.
Todo esto se viene abajo a partir de 2010. En el terreno abonado de la crisis del Estado Social como consecuencia de la crisis económica desde 2008, impactaría con una fuerza enorme la “crisis territorial” originada por la STC 31/2010 y la combinación de ambas nos conduciría a la situación actual.
Con el impacto de la crisis económica ya estaríamos en una situación muy difícil, como lo están buena parte de los países de nuestro entorno. Pero es el añadido de la “crisis territorial” lo que hace que nuestra situación sea crítica. La desaparición de CiU, es decir, del nacionalismo autonomista y el debilitamiento del PSOE/PSC dificulta todavía más la salida.
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Javier Pérez Royo
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4 comentario(s)
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pela andaluza
el articulo hoy en el diario es un paso para quemar el prestigio que tenia; como justificar lo injustificable sin que se note pa donde tira.
Hace 7 años 1 mes
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antonio
Todo el artículo es una solemne tontería. Han venido un discurso y ustedes se lo creen. Pensaba que este era un medio serio! La sentencia contra el Estatut - y que por cierto, contra en qué??? - no es el desencadenante de nada. CIU no se quejó y Gobernó con tranquilidad por 2 años con apoyo del PP. Por favor miren las fechas! CIU - Pujol/Mas solo se quejaron cuando el delfín y futuro candidato Oriol Pujol, fué imputado por el caso ITV y ahí acabó en sueño del clan Pujol de perpetuarse cuál familia real en el poder de Catalunya. Por favor, sean serios y miren fechas!
Hace 7 años 1 mes
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fer
No hombre...ahora no venga con la Constitución....ya nos dijo que estaba muerta, cualquier catalán separatista tomó buena nota de sus argumentos doctorales...yo los leí también. Recogiendo velas?
Hace 7 años 1 mes
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Josep Maria
Una buena descripción del 'procés'. Aquí otra similar, con título provocativo pero también más análisis y una tesis que se está refrendando a medida que pasa el tiempo, articulada entorno el concepto de cismogénesis: LA INDEPENDÈNCIA DE CATALUNYA ÉS UN PROJECTE ESPANYOL? http://bit.ly/1ilroGH
Hace 7 años 1 mes
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