PROCESANDO LA TRILA (III)
Su señoría contra sus señorías
El Gobierno satisface a su afición. Modula esa fantasía derechista consistente en afirmar que todo, incluso la política, es defensa de la ley. El Govern, a su vez, limpia su ridículo absoluto en martirologio, ese producto tan apreciado en la cultura cat
Guillem Martínez Barcelona , 3/11/2017
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1- Lo bueno de estar enamorado o de, todo lo contrario, convivir con un psicópata, es que cada día es una aventura imprevisible. Y ahí estamos. El Govern, del que una mayoría social cat está enamorada, ha sido encarcelado por --algo sumamente parecido a-- el Gobierno que, como un psicópata, da premios --un 155 tranqui-- y castigos --el 1O, lo de este jueves-- aleatorios. Lo que posibilita la sensación de aventura en una cultura política en la que hay menos movimientos reales que en un dormitorio de Torreciudad, Huesca. Hola. Bienvenidos a procesando la Trila. Es decir, el Procés, un mecanismo que conduce de elecciones a elecciones, pero que cada vez resulta más costoso para sus protagonistas.
2- No se puede detener a un Gobierno. O, al menos, no se le puede detener por un conflicto político. Y no se le puede detener por lo mismo que no se puede partir la cara a un niño que se mete la mano en la napia, por lo mismo que no se puede iniciar una guerra por una discusión entre dos reyes, o por lo mismo que no se puede hacer piragüismo con corsé. A saber: porque no estamos en el siglo XIX.
La represión, en fin, volvía a dotar de sentido una serie de jugadas cat que carecen de sentido. Mucho más desde que el Govern en el exili y el no en el exili habían dado como buenas las elecciones, es decir, el 155
3- Por lo demás, para saber lo que ha pasado y sus consecuencias, es preciso saber, en efecto, lo que ha pasado. Hola. Soy el punto 3, y les explicaré lo que ha pasado en la trinchera gubernamental. Lo que ha hecho esa trinchera es raruno, pero legal. Cosas rarunas: que la sede judicial sea la Audiencia Nacional. Sí, puede ser competente. Pero, también, puede no serlo. En ese sentido, ha pesado la intención, me temo, de evitar concentraciones delante de la Audiencia provincial de BCN. Otra rareza es la detención en sí. La prisión preventiva es la Yoko Ono de todo el prisión-sutra. A saber: cuando sus razones no son obvias y cristalinas, aportan tanto mal rollo que pueden disolverse los Beatles. Para justificar el encarcelamiento de los demandados, en ese sentido, se han invocado aspectos sorprendentes, como que sus altos ingresos hacen suponer que tienen un cojín para fugarse del Estado. En Business Class, se supone. El derecho penal no es muy comparativo, es sumamente asimétrico y arbitrario. Eso lo saben todos los profesionales del Derecho Penal. Es decir, los chorizos, por lo general unos héroes que, en el trance de comerse un marrón, lo hacen de manera estoica, sin invocar a otros cómplices que, aún siendo partícipes del mismo delito, se van de rositas. Pero es precisamente extraño en el topos que personas con alto poder adquisitivo vayan a preventiva justo por eso. Igual es que la Audiencia ha iniciado la Revolución Social. Pero es más probable que haya realizado una arbitrariedad, motivada más por la venganza que por la sed de Justicia. Venganza por una DUI --por muy fake que sea, eso va contra los principios fundamentales del movimiento de muchos objetos que no se mueven nunca--, y venganza porque el jefe de la banda se ha pirado. Es decir, todo se retrotrae a una venganza política.
4- El fiscal --Fiscalía, en el R'78, es un colectivo tan próximo al Ejecutivo que cualquier día, en una fiesta de Navidad en la oficina, se enrollan-- ha pedido esa opción política, y la juez la ha encontrado muy conveniente. Sigue siendo una decisión legal. Como tirar un burro desde un campanario en fiestas. La pregunta es si es edificante o, incluso, conveniente. ¿Se juega algo el Gobierno con esos golpes de abuso? Sí y no. Sobre no. En Europa se la trae floja. Lo de Cat es un problema interno, como todos los problemas internos de Hungría y Polonia. El esp no es, por otra parte, un gobierno prestigioso, pero el cat, tampoco. Ambos son vistos como sudistas y trileros. El cat, después de proclamar la República de Texas con un documento dadá, abandonar el Álamo y afear su conducta al general Santana desde Bruselas, es percibido como uno de esos inexplicables fenómenos del Sur, como Berlusconi, o como esa cabra que se pone encima de una lata mientras el artista toca la trompeta. Pero sólo uno de esos dos gobiernos es visto como interlocutor. Tiene que, ejem, cagarla mucho al respecto para dejar de serlo. Mucho más que Polonia y Hungría, quiero decir, dos gobiernos/interlocutores que han dejado la disciplina muy en lo alto. ¿Puede hacerlo? Puede. Desde el 1O el Gobierno Rajoy se está luciendo. Transformó, él solito, un problema interno y político, percibido como de fácil solución en Europa, en un quilombo. Lo de ayer fue otro jalón. Si, a través de la penalización de la política, crea malestar y, más importante, si a través de la penalización de la política llega a poner en jaque sus propias funciones --la función del Gobierno esp no es otra que el pago de deuda, tal y como quedó claro en la ulterior reforma constitucional--, pues el Gobierno puede perder su atributo de interlocutor válido. Es decir, su único atributo europeo frente a otros gobiernos del Estado.
5- Un breve e inquietante apunte. Penalizar la política tiene sus riesgos. Uno es que se te vaya la cosa de las manos. Si las armas las carga el diablo, las decisiones judiciales las acostumbran a cargar, por aquí abajo, planteamientos reaccionarios. Vamos, que vía poder judicial, es posible que participen en el conflicto cat derechas aún más radicales que la gubernamental --FAES y otros posibles PPs--. Es posible que, gracias a la genialidad gubernamental de deslocalizar el problema político cat en la vía judicial, eso sea lo que está pasando en el conflicto cat. Antes del referéndum, se vio radicalizado por la intromisión del juez del juzgado 13 de BCN, al que le dio por detener a Economía; el día 1O, lo mismo con otra decisión judicial. Y ayer, pues eso. Otras derechas, más rigoristas, están enturbiando el problema cat, de por sí enturbiado por una derecha rigorista.
El Procés, si se fijan, está ocupando, en el Estado, el nicho ecológico que dejó ETA. Esp, los partidos R'78, necesitaban a ETA. Están obteniendo, después de varios experimentos en laboratorio, un producto parecido
6- Cambiemos, alehop, de trinchera. Según parece, los consellers, en la Audiencia ---salvo uno--, han respondido sólo a su abogado. Es decir, se han acogido a ese derecho. Es decir, han reconocido al tribunal, contrariamente a lo que sugieren los medios públicos y concertados cat. Como siempre que el Procés llega a juicio, no desobedece, no la lía, no se pone en plan Sinn Fein. Por otra parte, el Govern parece que está aprovechando las detenciones para reescribir la gran ecuación del Procés.
7- Gran ecuación del Procés: Procés + represión = Cosa, mientras que Procés - represión = Nada.
8- En ese sentido, desde el momento 0 de las detenciones, la programación de los medios públicos y concertados cat cambió. Se volvió sentimental. Como antaño sucedía en los medios públicos y concertados esp, coincidiendo con cada atentado. Los mensajes se volvieron sentimentales y lacrimógenos y dibujaron una indignación épica ante una persecución inaudita. Lo es. Pero, precisamente por ello, es preciso no sentimentalizarla. La sentimentalizacion es el porno de la política. El hecho de que se produzca es un indicio de que vivimos una política abocada al porno. El porno son muchas cosas, pero nunca es análisis de la situación. La sentimentalización impide análisis de la situación. Es decir, es un filón gubernamental cat.
9- Sobre el porno. Esas detenciones injustas, de pronto, zas, dotaron de función a cosas que no la habían tenido. La DUI dejó de ser una improvisación deshonesta --tan deshonesta que, de hecho, no se llegó a proclamar una República--, sino una respuesta inteligente a la persecución gubernamental. La desaparición del Govern desde ese día hasta ayer, cuando se entregó a la Audiencia, pasó a ser algo meditado, pasó a ser algo que respondía a un plan que tiraba de espaldas. El viaje y estancia de Puigdemont en Bruselas dejó de ser una colgada para ser una jugada maestra, ejecutada por un jugador con visión profunda del juego. La represión, en fin, volvía a dotar de sentido una serie de jugadas cat que carecen de sentido. Mucho más desde que el Govern en el exili y el no en el exili habían dado como buenas las elecciones, es decir, el 155.
10- De hecho, lo de ayer fue rápidamente instrumentalizado por el Procesismo como inicio de la campaña electoral. Por todo lo alto. En el tuit en el que Junqueras comunicaba a su afición que iba a ser encarcelado, encomendaba al electorado a “hacer todo lo posible para que el bien derrote al mal en las urnas del 21D”. A su vez --eso se sabrá en las próximas horas, y antes del 6N--, volvió a haber una ofensiva, por parte del sector presidencial del PDeCAT, para volver a reeditar una lista conjunta con ERC, que ERC no quiere, pero que, cosas del porno y las cruzadas nacionales, igual se tiene que comer con patatas.
11- En el exilio, o como se llame, Puigdemont triunfó por todo lo alto. Verbigracia: en una alocución televisada --al parecer, grabada en una habitación de hotel; el porno político cada vez se parece más al porno al secas--, explicó que era un “error condenar a un Govern que ha cumplido con un programa electoral”. Algo que, por cierto, el Govern no ha hecho. Se presentó a las elecciones con un programa indepe más expeditivo que el efectuado. Por ejemplo, carecía de referéndum --una desobediencia iniciada en septiembre--, y aportaba desobediencias más radicales y unilaterales que jamás se llevaron, no a término, sino a inicio.
Empieza a ser contradictoriamente desesperante que, fuera de Cat, nadie aproveche vehementemente tanta contradicción para erosionar el R'78, de por sí erosionado por el poder judicial
12- En el exilio, el Govern --el Presi y los consellers que aún están en Bélgica-- tampoco desafió o no reconoció a la Justicia esp. De hecho, ofrecieron declarar vía conferencia. La Audiencia, en modo Siglo XIX, no lo aceptó. Por otra parte, es importante señalar que ni Presi ni Govern utilizaron la partícula República para aludirse a ellos mismos, sino la alocución Govern legítim de Cat. La partícula República, de hecho, sólo fue convocada, en todo esto, por políticos y tertulianos CUP. Para el resto de profesionales del ramo, la República no se ha producido, al parecer. Seguimos, por tanto, en el Procés, esa banda sonora entre elecciones y elecciones.
13- La Audiencia, por cierto, notificó la emisión de dos órdenes de detención para el Govern belga. El trámite durará un par de meses. Vamos, que puede ser la banda sonora de la campaña electoral --Rajoy, ese genio, ha regalado, en fin, varios millones de euros a JxS para que haga campaña--. Es de suponer que se acabe negociando la petición de extradición en los tribunales belgas. Es decir, que se acabe rebajando. El abogado de Puigde y de los consellers es, en ese sentido, me dicen, un genio. Consiguió que no se extraditaran a Esp a varios miembros de ETA, alegando violación de derechos humanos y el hecho de que no recibirían un juicio justo. Algo, por otra parte, verosímil también en este caso. El motivo del exilio de Puigde --mejorar sus condiciones penales-- ha adquirido sentido. Y, por el mismo precio, parece que épica. En Cat se interpreta que Puigde está luchando por la internacionalizacion del conflicto cat --algo que, definitivamente no ocurrirá después del ridículo de la DUI fake del viernes; no ocurrirá, claro, a menos que el Gobierno se pase ocho pueblos--, cuando es más verosímil pensar que está trabajando para una solución penal más satisfactoria. Lo que me parece fenomenal. El primer deber de una persona en trance de ir a la cárcel es luchar para no ir. En mi barrio, eso era sagrado.
14- El encarcelamiento de un Govern elegido democráticamente ha causado más perturbaciones en la Fuerza. Todas, en beneficio del Procesismo. Un alcalde sociata de una población chachi ha dimitido. Y Comuns se ha visto nuevamente descentrado por la realidad y la ficción procesista. Ada Colau ha llamado a un frente común contra las detenciones. Es decir, un frente común de procesistas y no procesistas y con un único fin, que sería la liberación de los presos políticos, y no el advenimiento del Procés en la Tierra. Pero eso supone la aproximación y el contacto entre Procés y Comuns. Y las izquierdas que se acercan al Procés siempre acaban tocadas. Por otra parte, también se empieza a hablar en Comuns de incorporar una amnistía en el programa de las elecciones. Lo que, snif, es otro Procecismo. A saber: la amnistía no es una forma aceptada por la Consti. Defenderla equivale a defender espirales épicas, sin traducción en la realidad, salvo electorales. Procés, vamos. La única solución para liberar presos políticos es a) tomar el palacio de invierno, que vete a saber dónde para, o b) acceder al Gobierno Central, serlo, y decretar indultos, lo que igual es menos fácil que a).
15- Bueno. Minuto y resultado. El Gobierno ha satisfecho a su afición. Ha modulado esa fantasía derechista consistente en afirmar que todo, incluso la política, es defensa de la ley. Lo que equivale a defender que vivimos en una sociedad perfecta y acotada por la ley. Ganará las elecciones cuando las convoque. El Govern, a su vez, ha limpiado su ridículo absoluto en martirologio, ese producto tan apreciado en la cultura cat. Es muy posible que vuelva a ganar las elecciones, por todo lo alto, si bien es poco probable que más del 50% de la sociedad les vote. Las opciones constitucionalistas --PP, PSC, C's- han perdido frescura y han ganado brutalidad. Comuns, la defensa de un referéndum legal frente al 155 y a la DUI, ha perdido épica frente al Procés, que sigue ofreciendo a la sociedad orden, austeridad, pero también un mundo de sensaciones inigualables.
16- El Procés, si se fijan, está ocupando, en el Estado, el nicho ecológico que dejó ETA. Es el mal, a quien ganar cotidianamente, y con el que crear una idea de democracia a la defensiva, también épica. Esp, los partidos R'78, necesitaban a ETA. Están obteniendo, después de varios experimentos en laboratorio, un producto parecido.
17- La de cosas que se pueden hacer deteniendo a un Gobierno.
18- Y sí. Es una gran contradicción, en efecto, que un Govern que --esta viene siendo la tesis contrastada de estas series de artículos, que pueden cambiar de tesis en caso de que eso no se contraste-- no ha hecho nada, en cinco años, en la dirección de lo que prometía a sus votantes, acabe entrando en prisión. La explicación, supongo, es que todo en el Procés es contradictorio. No sé, les paso más contradicciones. Los primeros presos políticos de la democracia no han sido los Jordis. Vete a saber quiénes han sido. Siempre hay un retén de personas que acaban con sus huesos en la cárcel --es fácil acabar con los huesos en una cárcel; esa es la primera lección de Derecho Penal-- por opciones políticas. Pero son especialmente llamativos los presos, hoy en el trullo y con sentencia firme, condenados durante las manis que rodearon el Parlament en 2011. Algunos fueron condenados por acciones como “increpar a un diputado, con las manos en alto”. Las condenas fueron más duras porque la Gene se personó como acusación y pidió que el juicio fuera en la Audiencia Nacional. La razón: podían declarar así por vídeo, lo que quedaba como guay y rebelde, si bien eso suponía que los acusados se enfrentaran a cargos más rigurosos, como atentado a institución del Estado. Es contradictorio que un partido procesista haya votado la Ley Mordaza, el fin de la democracia tal y como se la describía en el 45. Es contradictorio, en fin y por otra parte, declarar una DUI y pirarse. No tenían plan A, o B --otro aspecto contradictorio-- y esperaban una reacción violenta del Estado como plan C. El 155 fue, en sus inicios, despacito, lo que les desbarató el plan C --lo que es contradictorio; es contradictorio que el Govern esperara violencia sobre su sociedad--. Es contradictorio que todos los tramos del Procés (2012-2015, 2015-2017) finalicen en consulta y en elecciones. Es contradictorio que un Govern en el exilio, y un Procesismo en la pomada, acepten unas elecciones impuestas por el Gobierno. Es contradictorio que la campaña electoral de esas elecciones no trate sobre lo que ha hecho el Govern con su monocultivo, sino --me juego una copa-- sobre el abuso de haber detenido a un Govern, que políticamente no se encuentra el culo con ambas manos, hace poco y lo que hace es contradictorio y poco efectivo. Es contradictorio que todas las contradicciones del Govern finalicen en elecciones. Es contradictorio que la gran baza electoral del Govern nunca sean sus éxitos políticos, sino su martirologio, su sufrimiento, su persecución. Es contradictorio que un Govern, que no se come un colín, y un Gobierno, que no sólo no canaliza problemas sino que los radicaliza, se necesiten electoralmente. Es contradictorio el siglo XXI, cambalache y sentimental.
19- Empieza a ser contradictoria la contradicción que el Procés está creando en el Estado. Empieza a ser contradictorio que el Procés no aproveche esas contradicciones, muy fin de Régimen. Empieza a ser contradictoriamente desesperante que, fuera de Cat, nadie aproveche vehementemente tanta contradicción para erosionar el R'78, de por sí erosionado por el poder judicial.
20- Chimpún.
CTXT está produciendo el documental 'La izquierda en la era Trump'. Hemos recaudado ya 4100 euros. Haz tu donación y conviértete en coproductor. Tendrás acceso gratuito a El Saloncito durante un mes.
Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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