PROCESANDO LA INVESTIDURA
Adiós a todo eso
El Procés, que hoy agoniza a lo bestia, ha sido una estafa. Como los Mili Vanili, unos tíos que, cuando se descubrió que eran puro trile, devolvieron el Grammy, pero no fueron al trullo 30 años
Guillem Martínez Barcelona , 22/03/2018
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1- Hola. Parlament. Ambiente de día histórico. Chorrocientas unidades móviles, chorrocientos periodistas y chorrocientos invitados con prendas amarillas. Los hay con jerséis, bufandas o lacito. Si bien mi investigación de campo no va muy pallá, ningún liguero amarillo. Es día de sesión de investidura. Hace tanto tiempo que se aplaza que, para recordar lo que es, todos hemos mirado la Wikipedia. ¿Qué está pasando? Es decir, ¿qué ha pasado? Hoy se está produciendo el posible desenlace de una micro-etapa iniciada el 21D/elecciones.
2- Desde el 21D/elecciones, el bloque procesista ha quedado dividido en tres opciones. A la greña. Opción a) Procesismo a la baja –featuring: ERC y PDeCAT–. En esta opción, la idea era formar Govern, revertir el 155 –algo sumamente hipotético; la Gene está intervenida desde mayo; cuando el 155 se pire, lo seguirá estando; esto/el Procés que, si se hubiera montado con ganas y hambre de gol, podría ser un fin de Régimen, está resultado un fin de época; rayos, ya empiezo con los paréntesis largos; aprovecho este, que ya viene de un kilómetro, para recordarme que debo comprar Fairy, el milagro antigrasa–, e ir tirando, con puntuales emisiones calculadas de épica, no penalizable por fiscalía. Opción b) Desobediencia –starring: CUP–, votar a Puigde o, en su defecto, a alguien de JxC que quiera tirar para adelante una República. Ese alguien, me temo, no existe. Es más, jamás ha existido en el ínterin 2012-2017–. Y la opción c), de JxC. Para la opción c), de JxC, vaya directamente al punto 3, sin pasar por la casilla de salida y sin cobrar etc.
3- La opción c) es una mezcla de a) y de b). Es decir, Procés sin b). Consistía, en origen, en montar una doble estructura de Govern, que pasara por Bruselas. Hay indicios para pensar que, antes que un proyecto político, la cosa pasaba por algún tipo de proyecto vital. Es decir, por el hecho de que la Corte de Estella en el Benelux accediera a algún tipo de sueldo estable y, más secundario, una plataforma desde la que emitir sufrimiento culé. El Sur y el Procesismo es, niños y niñas, así de cutre. Hoy, de hecho, para entender en su magnitud lo que ha pasado y lo que está pasando, es preciso recordar cuál era el proyecto c) original para la legislatura.
4- La idea era votar a Puigde, el 30E. Que ganara y, posteriormente, que no fuera nombrado por el rey –el Estatuto vigente en Cat, que es un parche de varios Estatuts desde 2010, fija ese trámite–. Posteriormente, ir tirando millas durante dos meses hasta que cayeran las elecciones, momento en el que JxC superaría en votos a ERC. El centro-derecha catalanista habría culminado su travesía del desierto, iniciada en 2012 por una CDC corrupta, aislada y austera, y finalizada en 2018 por JxC, un partido que se habría comido, con patatas, a ERC y a PDeCAT. El Procés, en las élites, ha sido eso.
5- Me temo, por tanto, que lo acaecido desde el 21D/elecciones ha sido una batalla por la hegemonía en el Procesismo. Es decir, la culminación del Procés, una batalla por la hegemonía en el etc. Por lo demás, desde el 21D/elecciones ha sucedido lo mismo que desde 2012: cada vez que el Gobierno emitía un paso adelante, el Procés daba un paso atrás. Han pasado, vamos, de Puigde y de Sánchez. Hoy, de hecho, pasarán de Turull. Lo único que ha pasado en el Procés ha sido el 1O. Es decir, una iniciativa no gubernamental –el Govern aspiraba a que ese día la poli chapara los coles–, realizada por una parte de la sociedad.
6- Desde el 21D/Elecciones, ha sido una batalla dura. Ha sido subterránea, en tanto que no se podía evidenciar en público lo que pasaba. Lo que pasaba: nadie quería evidenciar la ausencia de unidad. Nadie quería evidenciar que no se quería desobedecer. Nunca, pero menos ahora. Nadie quería evidenciar que no quería ir a la cárcel, ni siquiera los que estaban en ella. Nadie quería evidenciar que el Procés había sido la construcción propagandística más elaborada en el Occidente de Europa desde 1945, que no había nada detrás de él. No se pierdan, en ese sentido, la fantástica entrevista de Steven Forti a Bobbo Craxi, publicada en CTXT. No había nada. No había nada. No había nada. Ha desaparecido el autogobierno y se va a ir a la cárcel a cambio de nada. Es decir, de una dinámica propagandística que adquirió vida propia.
7- Paisaje después de la batalla. La ANC ha quedado, por ejemplo, seriamente tocada. La entidad con los estatutos internos más raros de Europa ha impedido que los candidatos más o menos nítidamente rupturistas pudieran presentarse a las últimas y recientes elecciones internas. De manera que ganó el candidato del PRI. La defensa de los detenidos –y de los futuros detenidos– ha quedado seriamente, y gratuitamente, comprometida. Por lo demás, y sin que el consumidor de procesismo se cosque, ha habido una implosión en el target comisario-político-del-procesismo. Diversos periodistas, tertulianos y opinadores de pronto han comunicado que el Procés no contenía nada detrás suyo, y que habían sido engañados. A cambio, supongo, de un sueldo inaudito.
8- Sobre la implosión aludida. Es llamativa. Verbigracia: los 11 principios de la propaganda, teorizados por Goebbels y muy útiles –no se escandalicen; se utilizan, esta mañana a primera hora en la propaganda democrática planetaria non stop; Chomsky los utiliza para evaluar la propaganda de Estado, esa cosa que define así: "la violencia de una dictadura, en una democracia es la propaganda"–, para valorar el funcionamiento de la política en un Estado propagandístico –exempla: EE.UU., UK/Brexit, Hungría, Polonia, España, Catalunya/Procés–, se cumplían en su totalidad en Catalunya/Procés hasta septiembre. Hoy no se cumple ni uno. Ni siquiera mis dos favoritos –punto 1, o Simplificación, o "elaboración de un enemigo público", y punto 11, Unanimidad, "hacer creer a todo el mundo que piensa como todo el mundo".
9- Quizás, de hecho, estamos aquí, en esta sesión, porque ha habido una implosión. No hay planes. La sensación es que no hay nadie en el piso de los que mandan que, como decimos en Georgetown, sepa encontrarse el culo con ambas manos. Igual estamos aquí, hoy, porque estamos en modo no-puedo-parar-no-puedo-tener-otra-idea.
10- Rayos, ha empezado a hablar Turull.
11- Es un discurso prescindible. A saber: la CUP ha anunciado su abstención. Vamos, Turull no será elegido Presi. Tendría que ser sometido a voto en una segunda sesión, dentro de 48 horas. Pero todo apunta a que va a ser que no.
12- Mañana, el juez Llarena cierra el auto. Un tanto abruptamente. Si bien admitió la prórroga de un año, pedida por fiscalía, para investigar la cosa, la ha, zas, cerrado en modo plis-plas. Permitirá a fiscalía seguir investigando delitos económicos relacionados con el 1O, mayormente, y que implicarán varias causas menores. Pero ha delimitado el nombre de los all-stars políticos que pagarán el pato. Cabe suponer que, después de hacer público el auto de mañana, empezarán, por cierto, los intentos serios de extradición de los exiliados. Me dice uno que sabe que, una vez la extradición la emite un juez que ha redactado el auto procesal, la cosa no será tan complicada como hasta ahora. Los imputados acudirán mañana al TS a escuchar el empure. Ellos y nosotros sabremos, por fin, los cargos –pinta, me dicen, trullo para 25-30 años–. Es posible que todos los consellers y miembros de la mesa imputados ingresen en prisión, para impedir el delito continuado, no sea que Catalunya se independice y pida su ingreso a la Federación Interestelar. En todo caso, quedarán inhabilitados. No perderían su condición de diputados, pero si su capacidad para ejercer o delegar ese cargo. Lo más probable es que dimitan como diputados -–Turull included–, si no mañana, si después de la resolución al recurso que, se preve, interpondrán. Si bien es posible, parece sumamente improbable la presencia de Turull en un pleno a realizar el sábado.
13- Francamente, ignoro el sentido del acto de hoy. Quizás se ha hecho para iniciar el reloj de las elecciones, no sea que te lo inicie otro. Quizás se ha hecho para que la CUP quede como un partido-traidor, algo sumamente improbable cuando no se pueden hacer funcionar a tutiplén los 11 Principios de etc. Igual se ha hecho porque a nadie se le va a ocurrir otra cosa.
14- Discurso de Turull. Lo lee sin levantar la vista del folio. Un tanto como se leyó todo en las sesiones de septiembre, en las que se desobedeció desde una tristeza, e incluso, vergüenza enormes. No aparece, ni por asomo, el palabro República. Es un discurso autonomista. Y –lo que es una metáfora del Procés– una petición desesperada al Gobierno, "de dialogar de Govern a Govern", de recuperar aquel rol del catalanismo conservador desde el 78. El Procés ha sido un conflicto entre élites con una misma cultura y objetivo que, de pronto, dejaron de hablarse. Unas cuantas palabras en aranés para demostrar que es una propuesta de gobierno integradora. Es decir, un lapsus que da a entender que la única integración que se observa es la lingüística, no la social, pongamos. Palabras en castellano, "dedicadas a España y a los que la tienen en su corazón". Y emisión de propuesta de Gobierno. El primer punto es la Democracia. Para el procecismo, como para el PP, la democracia es una ideología, y no un sistema. Es decir, algo sensible de someter a ideología propia. Socorro. Segundo punto, cohesión social, que se confía a la escuela. Es decir, como en toda Cultura de la Transición, la cohesión es un estado de ánimo sustentado en mensajes culturales, no en derechos y bienestar. Por lo demás, emisión de propuestas chachis / alusiones a cosas que dice un político cuando quiere ser enrollado/pintar en blanco –derechos, FP, género, renta social básica–. Si se trata de un discurso para no ser votado, podría haber prometido bajar el pan o la lencería. El resultado es un discurso tristón. Posteriormente, Albiol, en lo que tal vez ha sido su única exhibición de genio y singular gracejo en su biografía, dice sobre el discurso de Turull: "Mis hijos van cada mañana al colegio con mayor alegría de la exhibida por usted".
15- Arrimadas sale sobrada. Iceta no busca sangre. Domènech pide una moción de censura en el Congreso. Albiol, lo dicho. La CUP da por muerto el Procés. JxC emite un discurso eléctrico, pero sin poder dominar los 11 puntos de etc. Es decir, un discurso no eléctricoZzzzz, dejà vuZzzzzz.
16- Bueno. Se vota. Se pierde. Puede, lo dicho, haber una segunda votación el sábado. Si el candidato no está en el trullo. A saber. Si está coleando, podrían dimitir los diputados empurados y los exiliados, y facilitar la investidura. Pero eso sería inútil. En sesión de investidura no se aceptan dimisiones de una sesión a otra, me dice una chica que sabe un huevo de reglamento.
16- Sobre el futuro. Si, posteriormente a este jalón, dimiten –además de las presumibles dimisiones de los encausados–, Puigde y Comín –no se prevé; no se irían ni con agua caliente, me explica un dimisionólogo–, es que habrá Govern en menos de dos meses. Sería la victoria de ERC-PDeCAT. Si no dimiten, es que vamos a elecciones. No sería, parece ser, la victoria de ERC, PDeCAT, y JxC.
17- En una repetición de elecciones, cabe suponer, bajaría un tanto el bloque procesista, seriamente erosionado por su nada, ya contrastable para, incluso, quien no quiera verla. Habría la posibilidad de otro tipo de Govern. Tal vez, igualmente inquietante, con participación de otro partido ultra-nacionalista: C's. Vete a saber.
18- Sería un chollo, deseable por casi todo el abanico electoral, una sociedad cat dividida en dos banderas. Máxime cuando, en breve, empiece el rebrote de la crisis económica, tsunami social previsto para dentro de unos meses. Cabe suponer que el Bienestar proseguirá su desaparición, mientras agitamos banderas. Yupi.
19- Mientras agitamos la banderita, prosigue, por otra parte, la reformulación del Estado. Esta semana ha aparecido en la prensa un informe de la Benemérita remitido al juez, en el que se especifica el staff de los Comités de Defensa de la República (CDR), y se explica su comportamiento delictivo durante la huelga del 3D. Es decir, durante una huelga, reconocida por el derecho a la ídem. Los pretendidos "dirigentes" de los CDR no lo son. Algunos, de hecho, no lo son de manera notoria, y otros están en las antípodas. Pero si el juez estima que el informe de la Guardia Civil es un Pulitzer, se exponen a los 30 años con los que viene equipado de serie cualquier auto desde hace meses. Amnistía Internacional, por cierto, ha llamado la atención, esta semana, sobre el carácter arbitrario de la prisión preventiva, y sobre el carácter exagerado de los cargos imputados al procesismo.
20- El Procés, que hoy agoniza a lo bestia, ha sido una estafa. Como los Mili Vanili, unos tíos que, cuando se descubrió que eran puro trile, devolvieron el Grammy, pero no fueron al trullo 30 años. El final del procés debería suponer una devolución del Grammy, una catarsis social, un serio debate sobre la política y la mentira. Pero supondrá condenas inauditas. ¿Son legales esas condenas? Sí, en cuanto es legal someter la política al código penal.
21- En el momento en el que escribo la "o"de la palabra "canuto", recién levantada la sesión, han dimitido tres diputadas ERC, que en breve horas serán empuradas oficilalmente en el TS. Supongo que es una táctica de defensa. En todo caso, si llega a haber segunda votación el sábado, Turull, con esos tres votos menos, no la ganará. Lo que amplia el interrogante de la razón de la sesión de hoy, de toda esta exhibición de debilidad.
22- Esto se acaba. Parece que ya de forma oficial.
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Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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