Los roles sociales y de género siguen suponiendo una barrera muy importante para el acceso y la promoción de las mujeres a la ciencia y el mundo empresarial que se desarrolla en este ámbito. Esta es una de las principales conclusiones del informe Empowering Women in the Digital Age: Where do We Stand?, publicado recientemente por la OCDE. Según los datos recopilados por el organismo internacional, la brecha de género es una constante en los proyectos de emprendimiento: apenas un 11% de las empresas emergentes que consiguen financiación en el mundo a través de algún fondo de capital riesgo cuenta con al menos una mujer en su equipo fundador.

Según la investigación de la OCDE, basada en datos de compañías de todo el mundo recopilados por Crunchbase, la desigualdad entre hombres y mujeres se mantiene en todas las etapas que comprenden el ciclo de la financiación empresarial. De partida, las entidades con mujeres en su equipo fundador tienen un 30% menos de posibilidades de alcanzar un lanzamiento existo. Esto es, por ejemplo, ser adquiridas por algún fondo o recibir una oferta pública inicial. Si finalmente consiguen acceder a los inversores, las startups lideradas por mujeres reciben de media un 23% menos de financiación que las empresas de nueva creación dirigidas por hombres.

En España, apenas el 11% de la startups de innovación cuenta con una mujer entre sus fundadores

Entre las razones que expone el organismo internacional para explicar estas desigualdades de género en términos de emprendimiento tecnológico se encuentran los vínculos y la redes que se configuran en los propios círculos de financiación, dominados casi en exclusiva por hombres. Pero también se exponen motivos menos evidentes, como los relativos a la propia brecha de género que ya aparece durante el periodo formativo, fundamental para adquirir conocimientos y habilidades en el mundo del emprendimiento. O los que tienen que ver con el propio mercado laboral de la OCDE, done las mujeres son la mitad de propensas que los hombres a desarrollar actividades de autoempleo y tienen tres veces menos probabilidades de poseer un negocio con empleados. En España, apenas el 11% de la startups de innovación cuenta con una mujer entre sus fundadores.  

El informe de la OCDE advierte también sobre otros ámbitos de la ciencia, la innovación y la tecnología, donde se mantiene una brecha entre hombres y mujeres muy pronunciada . En la formación, donde hay pocas diferencias en el desempeño académico –solo se dan en casos de muy alto o muy bajo rendimiento–, esto ocurre desde edades muy tempranas, y está estrechamente relacionado con las propias percepciones de género, los estereotipos y la motivación del alumnado. Los niños son dos veces más propensos a pensar que trabajaran como ingenieros, científicos o arquitectos; mientras que las niñas creen tres veces más que ellos que se convertirán en profesionales de la salud.

En términos de investigación y desarrollo, el campo de las patentes relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación sigue dominado por los hombres. En 2015, el 80% de las patentes desarrolladas en los países del G20 en este ámbito habían sido creadas por equipos exclusivamente masculinos. Algo parecido ocurre con el desarrollo de software informático: entre 2012 y 2017, apenas el 23% de los programas de código abierto con base de lenguaje R –muy popular en el análisis de datos– había sido desarrollado por equipos que contaban con mujeres en sus filas.