¿Desunión de la izquierda? Nada en comparación con el despiece de la derecha, que es caótica, contradictoria y traicionera hasta en sus propias filas. Ya que nadie te lo cuenta, este hilo de @CervantesFAQs muestra las incoherencias del ala este de la política 👇 pic.twitter.com/qGN2zLDcX0

— El Mentidero (@Mentidero_ctxt) 19 de enero de 2019

La primera pelea en los clanes derechistas es, como dijo Bill Clinton, “la economía, estúpido”. Dos corrientes compiten por hacerse con el mando y hay eternas balas disparadas de una a otra: liberalismo económico VS intervencionismo estatal

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Por ejemplo, el combate es claro en el PP. De un lado, Casado o Aguirre, y del otro, los ‘marianistas’ o democristianos como Margallo. Los primeros apuestan por las privatizaciones, los segundos dicen defender el Estado del Bienestar. Y aquí empiezan las contradicciones pic.twitter.com/TNPwboTJB2

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Qué curioso que una liberal convencida como Aguirre haya cobrado de lo público toda su vida. Que haya usado las instituciones públicas para favorecer a empresas privadas. Que sea el mayor ejemplo del ‘capitalismo de amiguetes’, o lo que es lo mismo, la privatización a dedo

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Tampoco al otro lado lo tienen claro. La facción conservadora no liberal, con Rajoy a la cabeza, hizo que el Estado interviniera en la economía solo cuando tocó socializar las pérdidas, como con el rescate bancario. De dinero para causas sociales, en cambio, recortes y recortes

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Pero no solo el PP se apunta a la moda liberal. Vox y Cs sacan pecho de esa corriente. Sí, Abascal, vividor de lo público como su mentora Aguirre. O Ciudadanos, que se abstuvo en la votación sobre liberalizar la estiba, o que propuso subir impuestos hasta a los productos básicos pic.twitter.com/zko44yMWe8

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Con el partido naranja se podría hacer un monográfico de contradicciones. Comenzó denominándose como ‘centro izquierda’ y abanderado de la ‘clase media’, pero es el niño mimado de la patronal y ha planteado hasta un contrato único letal para los trabajadores. La veleta naranja

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A la derecha le gusta apelar a esos trabajadores pero luego legisla a favor de las élites. Por ejemplo, en las elecciones andaluzas Vox afirmó que ganó en el barrio de las 3000 Viviendas pero era mentira: no fueron ellos, sino la izquierda. Vox nunca triunfará entre los obreros pic.twitter.com/xLEvMiUQTE

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Es lo que ocurre cuando la ultraderecha española es solo una escisión del PP, siendo igual de clasistas que ellos, o más. Vox y PP son los partidos de los señoritos, más preocupados por defender la caza que por disminuir el paro, tema que sí aborda la ultraderecha europea pic.twitter.com/OGHCKJ6aXp

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En cambio ¿cómo van a interesarse por la clase trabajadora unas derechas nacidas y criadas bajo el ala del dictador Franco y sus herederos? De ahí les brotan además sus venas racistas, machistas y LGTBófobas, algo que tienen en común con el resto de la ultraderecha mundial pic.twitter.com/PiJ6fFf4zo

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El discurso anti inmigración es común a Vox, PP, Cs, Trump, la Lega italiana, Marine Le Pen, el UKIP o Bolsonaro. Todos son anti inmigrantes, pero anti inmigrantes pobres, por supuesto. A Vox los extranjeros le vienen muy bien si son terroristas iraníes que les pueden financiar pic.twitter.com/acdOFEqHbT

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Otra contradicción dentro de la derecha es su guerra contra las mujeres. Sus posturas van desde un ataque frontal al feminismo hasta políticas despistadas como Andrea Levy o Inés Arrimadas que se consideran feministas en un claro gesto de intentarse subir al carro mal y tarde pic.twitter.com/raY3HbEhGm

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Arrimadas se ha querido subir al carro del feminismo porque da votos, pero es claro que, por muy mujer que sea, sus políticas no son para nada feministas. En la derecha hay un eterno dilema ¿abominar todo lo que huela a feminismo o adoptar su versión light?

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Dentro de esa versión light también hay duelos internos: conservadores que fantasean con prohibir el aborto (PP y Vox) VS liberales pro-abortistas pero que al mismo tiempo defienden que se puedan comprar mujeres o bebés (Ciudadanos)

¡Es el mercado, amigos! pic.twitter.com/1KSqHy5Nn3

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Se supone que entre estas dos ideologías (conservadora y liberal) se sitúa Vox. Las cabezas de sus miembros deben cortocircuitar cuando hablan de libertad pero a la vez se niegan a que una mujer sea libre para abortar. Ya se sabe: liberal en lo económico, fascista en lo político pic.twitter.com/8a2jqYfWHL

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Se oponen al aborto escudándose en el catolicismo, el mismo que esgrimen al proteger la S.Santa, imponer el cristianismo en escuelas o al obligar a personas de otras religiones a renunciar a sus símbolos; pero del que se olvidan cuando deberían mostrar caridad ante los refugiados

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¡Con la Iglesia hemos topado! Otra de las disputas internas en la derecha es la cuestión judía. Predominan los sionistas (PP, Bolsonaro, Trump) pero ya sabemos que muchos votos de ultraderecha son de carácter antisemita, como Amanecer Dorado en Grecia pic.twitter.com/ihnN9C25JE

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Otra de las profundas contradicciones dentro de la derecha llega a la hora de abordar las identidades. Por ejemplo, en territorio español, hay derechas unionistas, PP, VOX y Cs, frente a derechas secesionistas como PDeCAT o PNV

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Esto nos lleva a la posición sobre el encaje en la UE. Cs y PP son europeístas, mientras que Vox tiende a pedir más peso de España, y ya sabemos cómo acaba eso: con medidas como las requeridas por partidos euroescépticos como el Frente Nacional de Le Pen, el UKIP o la Lega Nord pic.twitter.com/9VtGSXvIst

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Una vez repasamos todas estas posturas, diferencias e incoherencias vemos que hay una pugna entre las derechas por ver quién obtiene más poder y por tanto más dinero para contentar a sus respectivas causas, aunque estas sean antagónicas. Ya saben, lo que el dinero ha unido...

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Sin embargo siempre conocemos más las diferencias de la izquierda, sin que estas sean políticas sino que obedecen más a maneras de actuar. Cómo no, sus mínimas desavenencias son exaltadas por los medios, mientras que las peleas de la derecha son totalmente silenciadas pic.twitter.com/X5dj7gzXwi

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Silenciadas no solo por los medios de masas que le son afines, sino también por los mismos partidos. Cuando en la izquierda hay debate y diversidad de opinión, en la derecha, que es jerárquica y piramidal, esa libertad está totalmente cercenada

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Resulta gracioso que los abanderados de la libertad sean en realidad los más autoritarios y no permitan que se conozcan sus disidencias internas. Así ocurre lo que ocurre: sus puñaladas son por la espalda, muy al estilo de las familias camorristas pic.twitter.com/yAOP35BV5i

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Así que, si cada vez que encontramos una contradicción entre ellos, se la señalamos, desmontaremos su discurso. Justamente lo que lleva la derecha haciendo contra la izquierda durante décadas. Divide a la derecha y vencerás.

— El Mentidero (@Mentidero_ctxt) 19 de enero de 2019