El fútbol masculino de élite espera a las árbitras
De los 15.000 jueces que hay en activo, poco más de 600 son mujeres. Para encontrar a alguna de ellas dirigiendo partidos de hombres hay que ir hasta Tercera división
Ricardo Uribarri 8/05/2019
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La francesa Stephanie Frappart se convirtió hace unos días en la primera mujer en arbitrar un partido de la Primera división masculina de fútbol de su país. Sigue así los pasos de la alemana Barbara Steinhaus, que en 2017 fue la primera que pitó un encuentro de la máxima categoría en alguna de las grandes ligas europeas. Ellas son los dos únicos casos pero seguro que en el futuro habrá más. La revolución que está viviendo el fútbol femenino en muchas partes del mundo también incluye el arbitraje, aunque quizás a una velocidad menor. Especialmente en España, donde se ha empezado a trabajar en este campo más tarde que en otros países.
El camino hasta lo más alto es largo, por lo que no parece que a corto plazo vayamos a tener en nuestro país a una mujer dirigiendo en la máxima categoría. Las cifras expresan con claridad la situación actual. De los 15.000 árbitros que hay en activo, poco más de 600 son mujeres. Si ya es difícil para un hombre llegar a Primera, donde sólo hay 20 colegiados, imagínense para una árbitra por una simple cuestión de probabilidad. En el fútbol nacional masculino tenemos a dos mujeres asistentes (jueces de línea) en Segunda división y seis en Segunda “B”. Para encontrar a árbitras dirigiendo partidos de hombres tenemos que ir hasta la Tercera división, donde actualmente hay ocho, además de 20 asistentes. A partir de la categoría Preferente o de Tercera, los árbitros (tanto hombres como mujeres) eligen si quieren formarse como colegiados o como asistentes.
La próxima temporada podríamos tener a la primera colegiada pitando encuentros masculinos en Segunda “B”, la tercera categoría nacional. Se trata de la palentina, aunque residente en Tenerife, Marta Huerta de Aza, que está incluida en el curso de selección para los que quieren ascender de categoría que va a tener lugar el próximo 11 de mayo en Madrid. Había cuatro chicas que eran candidatas, pero al final sólo se ha quedado ella. Si supera esta especie de oposición, en la que hay examen de inglés, psicotécnico, reglas del juego, redacción de actas, pruebas físicas, videos… dará un paso importante para su carrera y para el resto de sus compañeras. Se presentan unos 100 árbitros de toda España. Y ella será la única mujer. Sólo hay unas 20 plazas disponibles.
El tema de las pruebas físicas ha sido históricamente el mayor freno para que las mujeres pudieran llegar más lejos en el arbitraje. Lo sabe bien Marisa Villa, responsable de Arbitraje Femenino en el Comité Técnico de Árbitros e integrante de la Comisión Técnica del Comité. Ella hizo una larga carrera como asistente, con más de 400 partidos, de ellos 100 a nivel internacional, participando en Juegos Olímpicos, Mundiales, Eurocopas y Champions femeninas. Consiguió el ascenso a Primera en 2007 pero no pudo debutar al no pasar la prueba de velocidad por apenas unas décimas. Explica a CTXT que “antes teníamos algunas pruebas especialmente complicadas que sólo se hacían en España, como la llamada prueba de campo, que era una barrera insalvable para las mujeres. De hecho había árbitras que pasaban las pruebas a nivel internacional pero no en España. Pero eso cambió desde que el pasado verano entró el actual equipo directivo arbitral y ahora se realizan las mismas que en otros países, aunque hay niveles, porque no se puede pedir lo mismo a un árbitro de la liga española que a uno de Burundi. Aquí, de todas maneras, pedimos lo máximo, pero ya son pruebas accesibles para las mujeres. La instrucción es idéntica a la de los hombres. Fútbol hay uno, no hay uno masculino y otro femenino. Somos árbitras de fútbol, no somos árbitras de fútbol femenino. De hecho, todas las que están arbitrando la Liga femenina también hacen partidos en competición masculina”.
Villa tiene claro que no puede haber manga ancha a la hora de abrir la puerta a las mujeres en este campo viendo lo que ha ocurrido con algunos precedentes. “Yo soy instructora de FIFA y se lo que pasa en otros países. Y soy consciente que en algunos, especialmente en Sudamérica, se ha regalado a árbitras su presencia en la Primera división y ha sido un fracaso. Hacer eso sólo sirve para crear controversia con los compañeros. Y me sentiría ofendida si por el mero hecho de ser mujer me regalaran el arbitrar en Primera. Si algo se regala no se agradece y no se disfruta. Es cierto que en Francia y Alemania ya ha habido casos pero, por ejemplo, Steinhaus lleva 20 años trabajando para estar ahí. Nosotros llevamos poco tiempo con ellas. Ahora tenemos el caso de Marta. Ojalá que consiga llegar a Segunda “B”, lo que ya supone poder ir de cuarto árbitro a partidos de Segunda y Primera. Si se maneja bien tendrá opciones de llegar a Segunda y en el futuro a Primera. En estos momentos sólo tenemos a una en esta situación pero quizá el año que viene tengamos a más. Pienso que vamos por el buen camino porque seguimos el proceso de pasar por todas las categorías. No sé cuánto tiempo tardaremos en ver a una en la élite, no sé si será en dos, tres o cuatro años, pero creo que lo estamos haciendo bien. Aquí no se regala nada por el hecho de ser mujer”.
En partidos de categorías inferiores ha habido casos en los que una árbitra ha tenido que aguantar comentarios despectivos por el simple hecho de su género. Cabe preguntarse si existen muchos prejuicios aún sobre que una mujer realice una actividad como el arbitraje, que históricamente han desempeñado los hombres. Villa tiene una visión optimista respecto a esa situación. “Yo creo que esos prejuicios prácticamente ya no los hay. El otro día hubo una asistente en el derbi asturiano entre Sporting y Oviedo en Segunda división y fue algo que pasó inadvertido. No llama la atención. Si te insultan es porque eres árbitro, no porque eres mujer. Si fallas en un fuera de juego en contra de tu equipo te dicen ‘que mala eres’ y si lo haces a favor te dicen ‘es que las mujeres sois las mejores’. También te dicen cosas porque saben que te puede doler. Si hay un árbitro gordo le insultan porque es gordo y si uno tiene las orejas grandes van a ir por ahí. Y con tal de fastidiarte hay quién dice ‘las mujeres no podéis estar aquí, tenéis que estar en la cocina’. Pero es algo que les humilla a ellos, no a nosotras”.
La reciente difusión por televisión de los partidos de la Liga Femenina también puede ayudar en esa tarea de normalización, ya que la gente está viendo como todos ellos son dirigidos por mujeres. “Lo que está haciendo esto es que la gente sea consciente de que hay árbitras –señala Marisa–. La gente ve la figura de una árbitra y ya no se sorprende, cada vez es más natural que esté integrada en el mundo de fútbol. Vemos periodistas a pie de campo, en los platós de televisión, en radios, médicos, presidentas… la mujer está tan integrada en este deporte que ya pasa más desapercibido”.
La responsable del arbitraje femenino tiene claro que decir a los que piensen que si los hombres y las mujeres compiten por separado, lo mismo debería pasar en el capítulo arbitral. “Estamos hablando de un juez, de una persona ajena al juego, a nosotros no se nos juzga solamente por nuestra habilidad con el balón o nuestra condición física, se nos juzga por la capacidad que tenemos para interpretar decisiones. Y ahí, partimos de lo mismo, no hay diferencias. Formamos parte del fútbol pero no somos los protagonistas. Lo que queremos las mujeres es la igualdad de oportunidades cuando tenemos opción a ello. Y el arbitraje es uno de esos casos. Para ser juez da igual que seas hombre o mujer. Nosotras queremos tener la posibilidad de estar ahí si realmente estamos capacitadas para ello”.
Es importante destacar que a nivel de retribución económica no existen diferencias en el arbitraje español en una misma categoría por cuestión de sexo, aunque si por dirigir en fútbol profesional o no. Esto se traduce en que una asistente en Segunda división cobra lo mismo que un asistente masculino “que es lo que depende de nosotros”, explica Villa. Pero ocurre que esa asistente cobra más que una árbitra por dirigir un partido en la máxima liga femenina, “porque esta competición es aficionada mientras que la otra es profesional. El peor jugador pagado del fútbol profesional también cobra más que la mejor jugadora de fútbol femenino. Todo va en relación al fútbol donde estén”. Tampoco se discrimina por una cuestión como el embarazo. Judith Romano, asistente de Segunda división, se quedó embarazada un mes después de comenzar la competición y se le ha respetado su plaza y ha seguido cobrando el salario de base mensual que tienen todos los colegiados de Primera y Segunda, además de una cantidad por partido. “El hecho de ser mujer en el arbitraje no te discrimina en ningún ámbito de nuestra vida personal”, afirma Marisa.
En otros deportes si existen algunas árbitras en las primeras categorías masculinas nacionales pero en la mayoría de los casos se trata de casos aislados. En baloncesto solo hay una en la ACB, lo mismo que en fútbol sala, waterpolo y hockey patines. En hockey hierba hay dos que dirigen partidos masculinos de Segunda mientras que en rugby hay una haciendo lo mismo.
En el caso del fútbol es cierto que en España se ha empezado más tarde que en otros países a impulsar el papel de la mujer, pero eso no significa que estemos peor. “Antes nosotros envidiábamos a otras Ligas femeninas. Decíamos, ‘cómo me gustaría tener lo que tienen en Francia, Alemania, los países nórdicos…’ Sin embargo ahora somos la envidia de todos. El otro día estuve en Londres en la semifinal de la Champions y me decían ‘¿pero qué estáis haciendo con el fútbol femenino?’. En el tema arbitral, por ejemplo, aquí todos los partidos de la Liga están dirigidos por árbitras. Tenemos 22 y todas están muy capacitadas. No hay muchos países donde ocurra eso. En Suecia, por ejemplo, no sucede. El crecimiento que está teniendo el fútbol femenino en nuestro país también provoca que crezca el número de árbitras. Hace dos años había 500 y ahora nos acercamos a las 700. La expectativa que tenían antes era la de quedarse en el fútbol regional y ahora las chicas ven la posibilidad de hacer algo bonito en el arbitraje. En la actualidad vienen más y las que están no abandonan. Y de la cantidad, siempre sale la calidad”.
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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