Un viaje de cinco años con 50 voces de la izquierda
Sergio Gregori empezó a los 16 años a entrevistar a pesos pesados y nuevas caras del progresismo español. Las conversaciones están recogidas en un libro que recorre las trayectorias de partidos y movimientos izquierdistas post 15-M
Francesco Rodella 12/06/2019
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
CTXT se financia en un 40% con aportaciones de sus suscriptoras y suscriptores. Esas contribuciones nos permiten no depender de la publicidad, y blindar nuestra independencia. Y así, la gente que no puede pagar puede leer la revista en abierto. Si puedes permitirte aportar 50 euros anuales, pincha en agora.ctxt.es. Gracias.
Cuando estudiaba en el colegio, a Sergio Gregori le llamaba la atención que en su barrio, la Playa de San Juan en Alicante, hubiera “chalets de políticos y coches deportivos al lado de pisos de protección oficial”. El día que desahuciaron a un colega, empezó a preguntarse por qué había gente que se quedaba sin casa y otros que vivían de lujo. Un año lo cursó en una escuela privada; sufrió “un choque tremendo” al ver que algunos compañeros decidían quién entraba “en el grupo de los interesantes” según la profesión de los padres. Poco tiempo después ocurrió el 15-M, que le pilló con 13 años. “Trascendió en mi vida”, cuenta ahora este joven periodista en el piso compartido de Vallecas (Madrid) donde vive.
Criado en una familia “progresista e interesada en la cultura, pero no militante” –madre periodista, padre productor de cine y exredactor de RNE–, Gregori empezó a interesarse por la política. Quiso “descubrir qué pasaba en la izquierda”. Y pensó que lo más fácil sería preguntárselo directamente a sus representantes políticos y culturales más destacados. En mayo de 2014, pocos días antes del estreno electoral de Podemos, mantuvo una primera conversación con Pablo Iglesias. Luego el impulso inicial se transformó en vocación periodística. Cinco años después, Gregori ve su trabajo plasmado en el libro Tomar Partido (Txalaparta): una colección de 50 entrevistas a los protagonistas de la que define como “izquierda transformadora”, con prólogo de Iñaki Gabilondo y epílogo de Cristina Fallarás.
“Al principio no tenía clara la idea de hacer un libro”, cuenta Gregori. “Quería descubrirme a mí mismo a nivel ideológico”. Tras el 15-M, se acercó a Izquierda Unida. Después le despertó especial interés el nacimiento de Podemos. “La gente empezaba a movilizarse y a estar cabreada. Podemos le dio la vuelta, porque dijo que podíamos estar cabreados, pero también ilusionados”, recuerda.
Por eso comenzó con Iglesias, aunque al principio desconfiaba. “Yo pertenecía a una izquierda muy identitaria, que creía en la inmediatez de la revolución. Pablo a mí me parecía un reformista vendido al sistema”. El estreno oficial como entrevistador no fue inolvidable. “Pensaba que era un traidor, iba a reprochárselo. Pero él me dio un repaso tremendo”, admite.
Gregori lo conoció tras un mitin del partido en Alicante. Lo que vio ese día le impactó, hasta el punto de que se hizo simpatizante de la formación, según afirma. “Se respiraba un ambiente político que va a costar mucho que se repita”. En su opinión, muchos de los presentes compartieron la misma impresión. “Vino un señor muy mayor a saludar a Pablo, y le dijo: ‘Soy de la CNT. He militado toda mi vida en el anarquismo. No he votado en mi vida, y te voy a votar’”.
El chico le cogió gusto al asunto y buscó más conversaciones en Madrid y en otras partes de España. A lo largo de 2014, entrevistó a Juan Manuel Sánchez-Gordillo, Willy Toledo, Carlos Bardem, Alberto Garzón, Javier Parra, Cayo Lara, Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero (en todas las entrevistas del libro se detalla cómo contactó con el entrevistado). “El criterio fue elegirlos en primer lugar por el interés que despertaban en esos momentos”, explica.
El 11 de noviembre de ese año, Gregori visitó a Julio Anguita. Es la entrevista que más marcó el rumbo de su viaje, asegura. “Fue muy importante para mí, tanto por el peso ideológico que tuvo como porque allí fue cuando me di cuenta de que quería hacer periodismo”. Después de aquel encuentro, dejó de lado el perfil de simpatizante político y abrió el espectro de personajes para entrevistar. “Quería que la elección dentro de la izquierda fuera plural”.
Una tras otra, se suceden así conversaciones con personalidades de sensibilidad política diferente, como José Antonio Pérez Tapias, la presidenta del PACMA Silvia Barquero o la feminista y exactriz porno Amarna Miller. Y también con posiciones polémicas, como las de Jorge Vestrynge –“yo no he pasado de la extrema derecha a la extrema izquierda, he pasado del fascismo a Podemos”, afirma el entrevistado para describir su trayectoria– o de Beatriz Talegón.
El libro repasa distintos momentos políticos clave del último lustro. Algunos episodios también se reflejan en las anécdotas que el periodista no pudo incluir. Como cuando estuvo a punto de entrevistar a Pedro Sánchez, poco después de que dimitiera como secretario general del PSOE en octubre de 2016. “Íbamos a hacer la entrevista, su responsable de prensa había aceptado”, recuerda. Un hecho, en su opinión, sintomático de que el líder asumiría una nueva estrategia. “Empezaba a darse cuenta de que las bases del partido eran mucho más de izquierdas que la cúpula”, observa, y revela que finalmente Sánchez declinó cuando supo el nombre de la editorial del libro, que Gregori describe como “cercana a la izquierda abertzale”.
Las semanas posteriores al 1-O están entre los momentos que el joven recuerda de forma más vívida. “Intenté entrevistar a Carme Forcadell, expresidenta del Parlament, pero no pudo ser porque la metieron en la cárcel. Lo mismo pasó con otros líderes de ERC”, cuenta. Y lograr encontrar a Arnaldo Otegi, tras gestionar la entrevista “durante años”, el desafío más complicado al que se enfrentó. “Al final él mismo me dijo: ‘Mira, como ha sido complicado quedar, vamos a hacerlo y vamos a hacerlo bien’. Y nos vimos en Elgoibar, en el caserío de las negociaciones entre ETA y el Gobierno español”.
El líder de EH Bildu le impresionó. “Me parece una persona dialogante, capaz de comprender tesis políticas diferentes. Sin necesidad de encasquetarse y cerrarse, que es un problema de la izquierda”. Esta última valoración anticipa las conclusiones a las que Gregori ha llegado en estos años. “Creo que no existe una izquierda, sino muchas izquierdas diferentes. Tienen algunos nexos, relacionados con la defensa de otro modo de vida. Donde discrepan es en el cómo. No hay una estrategia común para llegar a ningún objetivo”, sostiene el joven, que también es director de la televisión web Furor TV.
Tomar Partido –título inspirado en el texto Odio a los indiferentes de Antonio Gramsci, cómo no– termina con una entrevista a Daniel Bernabé, periodista y autor del libro La trampa de la diversidad. Para Gregori, el debate que desencadenó esa obra en 2018 “cierra una fase de pensamiento global que está en todas las entrevistas”. El año pasado, cree el joven, la izquierda transformadora llegó “al final de un ciclo” empezado con el 15-M. Los malos resultados del 26-M son señales, dice, de “la debacle definitiva, la sepultura de todo”. Y no ve que las cosas puedan mejorar pronto, sobre todo al observar tanta división interna. “Nos viene una época de puñaladas traperas. Una época muy muy dura”.
En algún momento, le gustaría repetir un trabajo similar con la derecha. “Se puede aprender mucho, serían entrevistas que hay que hacer con la mente abierta. Es una perspectiva diferente”. El libro le ha transformado. “Me he dado cuenta de que ante todo y fundamentalmente soy periodista”, asegura. Un periodista que no tiene miedo de tomar partido. “Soy marxista”, declara, y defiende que si bien la prioridad de la profesión es “contar la verdad”, tampoco hay que esconder la posición ideológica de partida. “Si no lo dijera y me mostrara como una persona aséptica, estaría mintiendo”.
CTXT se financia en un 40% con aportaciones de sus suscriptoras y suscriptores. Esas contribuciones nos permiten no depender de la publicidad, y blindar nuestra independencia. Y así, la gente que no puede pagar...
Autor >
Francesco Rodella
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí