PACTÁNDOSE ENCIMA SPECIAL EDITION PLIS-PLAS (MARTES, 17:30)
Tirarse al tren. O al maquinista
Moncloa ha ofrecido a UP estar en el Gobierno y no participar en él. Ahora que lo pienso, es el sueño húmedo de la política esp. Nos va a caer la del pulpo, diría en el momento en el que escribo
Guillem Martínez Madrid , 23/07/2019
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1. Hola, soy el punto 1, vengo como una moto y he venido al mundo para presentarles al punto 2, que se propone facilitarles el resumen del pleno más breve del mundo. Total, lo importante está pasando afuera. O no está pasando, lo que es también importante. Rayos, ya me he muerto.
2. Gabriel Rufián, ERC, ofrece una novedad improbable. Un cambio lingüístico. Pasa de la revolución léxica del procesismo y emite un lenguaje que ha meditado en la realidad, en la correlación de fuerzas y en la ideología personal. El resultado es un lenguaje democrático, esto es, sensible al diálogo antes que al monólogo electoralista. Y Sánchez va y no lo aprovecha. De hecho, parece no observar la realidad. Pide a ERC que abandone la unilateralidad, algo que, por otra parte, acaba de hacer en tiempo real. La unilateralidad no existe, es un lenguaje, Pedro, leñe. Tras el intercambio de turnos de palabra, el ofrecimiento de una abstención por parte de ERC pasa a ser un ya veremos qué hacemos. Lo que explica la actuación de Sánchez. PNV viene con un lenguaje, el suyo, tan autosuficiente y virtuoso, que empieza con un chistes de vascos. Expone una cultura del pacto, se ubica en ella y hace chiribitas ante el posicionamiento de Sánchez. En posteriores turnos de palabras, Aitor Esteban explica, con la cordialidad y gracejo habituales, que no ha habido negociaciones. Que Sánchez ni ha buscado ni ha trabajado apoyos. Que Sánchez, vamos, miente al hablar de negociaciones. O de investidura, diría. Entre ayer y hoy eso mismo va a ser señalado por un total de cuatro partidos destinados a votar a Sánchez, y que no lo harán. Pas mal. Laura Borràs, JxC, emite procesismo. Insignias amarillas y el amarillo de dos cadenones de oro son la metáfora del procés, ese lenguaje que, como los celos, crea una realidad densa, sólida, pero paralela, y con la que es imposible el diálogo. En el Congreso hay dos escuelas de no diálogo. El pack PP-C’s-Vox, y el pack JxC. Sánchez no se aplica mucho con Borràs, que recibe el mismo trato que sus aliados. La fatiga, la desgana. Mertxe Aizpurua, Bildu, explica en una de sus intervenciones el volumen de pactos conseguidos entre su formación y PSOE y PP, lo que somete un tanto a cachondeo los marcos inflexibles y patrióticos que tienden a poblar la sala. Ana Oramas, Coalición Canaria, emite bajo perfil, para consumo interno, diría. Sergio Sayas, Navarra Suma –cuidadín, se trata del experimento que tal vez las derechas esp hagan en todo el Estado si hay elecciones–, emite uno de los dos lenguajes indialogables de la sala. Joan Baldoví, Compromís, experimenta la ausencia de diálogo con Sánchez, hoy el tercer lenguaje indialogable de la sala. José María Mazón, Partido Regionalista de Cantabria, y único voto positivo que recibirá Sánchez hoy más allá de los suyos, emite cosmovisiones pequeñas y viejunas. Lo que es una metáfora del sí que recibirá hoy Sánchez. Finaliza Adriana Lastra, PSOE. Un discurso útil si llevara el sombrero del Gobierno. Lleva el del GP. Le da para el pelo a las derechas, y establece diálogos con las izquierdas y los nacionalismos. Lo que no ha hecho Sánchez. De lo que se deduce que Lastra es otro juego de espejos de este Gran Juego.
3. Votaciones. Sánchez no pierde por KO. Pierde por algo peor. Por abstenciones. Es decir, podría haber ganado. Es decir, no ha querido ganar. Irene Montero ha votado no. Pero Montero ha votado antes, por la cosa voto telemático. Es decir, escasos minutos antes de la votación, la consigna de UP, desde ayer, se supone, era votar no. Ese cambio de voto es lo que da cierta vidilla a la futura votación del jueves. Hay partido. Oficialmente. Pero también hay mucha tierra quemada. Por Sánchez. Y, aparentemente, de forma gratuita. ¿Qué está pasando? Hay varias posibilidades. Igual, están pasando todas las posibilidades a la vez.
4. Sea lo que sea que haya pasado, ha sido modulado por muy pocas personas. Tal vez por una. O dos. Y por las pocas personas, sometidas a la disciplina de la confianza extrema, que integran el grupo negociador del PSOE. Es decir, ha sido modulado por Moncloa. El PSOE está a dos velas al respecto. Esta noche serán informados sus grandes ideólogos. Y sí, hay cierto malestar en el partido, que ha pasado tramos, entre ayer y hoy, aplaudiendo a su líder sin ganas y sin comprender para qué. Un partido, esa cosa vertical, puede vivir tranquilamente, por otra parte, con ese malestar interior, que nunca suele pasar a malestar exterior.
5. La comunicación ha sido terrible. Más que terrible si pensamos que mentir no es un desastre comunicativo. Lo es que te pillen. Que cuatro partidos hablen en público de ello es ya de guasa. Puede dinamitar las posibilidades de creación de un gobierno. Pero las mentiras han sido aún más infantiles, básicas y cutres de lo comunicado por los partidos, a fin de no cerrar ninguna puerta. El Caballo de Troya es una mentira elaborada, por lo mismo bella y con cierto poso intelectual. El tangue, el trile, no. Y crean heridas. Y reequilibran las reglas de la política hacia abajo. Ya estamos muy abajo, por cierto, como para bajar más.
6. ¿Ha sido una comunicación consciente, o han hecho lo que han podido? Es decir, ¿había un plan, o todo ha sido un conflicto cultural?
7. Conflicto cultural. Es posible que al PSOE, con una pésima gestión de su pasado en Gobiernos de coalición con comunistas en la Guerra –al punto de no haber digerido a Negrín, quizás una de las mayores inteligencias en el PSOE, y de las más malogradas en su propio partido–, que se pasó al anticomunismo en la Guerra Fría –sin rentabilizarlo políticamente hasta el 74, vía fundaciones alemanas–, que no quiso saber nada del PC en el 77 –ni siquiera en el 96, cuando Felipe pudo haber evitado el acceso al poder de Aznar, esa revolución cultural que fluctúa aún en la sala, en dos bloques y cuatro partidos–, no haya podido superar el peso imperceptible de compartir el Gobierno con una región de su izquierda.
8. Por lo mismo, y por el mismo precio, es posible que el PSOE/Sánchez no haya comprendido el cambio de época. El fin del bipartidismo. Lo que es una mala noticia. Las tres derechas lo han comprendido perfectamente. La incomprensión del PSOE y la comprensión de las derechas esp ante el mismo hecho es una pésima noticia, y sin paliativos.
9. Es posible que el PSOE haya jugado a los marcos, ese juego virtual e improvisado, que no se improvisa. Es posible que su intención fuera dinamitar a UP, dramatizar su oposición a un gobierno de izquierdas, visualizar su maldad y sed de poder, con la intención de finalizar la partida el jueves, dejando a UP ante la tesitura de que su voto en contra fuese visualizado por la sociedad como una pinza, como una posición fanática que le haría votar junto a la derecha. El debate, en todo caso, no ha podido visualizar todo ello, ni los marcos resultantes. Ha fallado Sánchez. En el debate, diría, ha sido derrotado. Ignoro si la sociedad lo visualizará, no obstante, o si será sensible a lo que no ha pasado, pero que están explicando los pocos medios, pero importantes, con cierta afinidad momentánea con Sánchez.
10. Es posible que Sánchez haya apostado por la cerrazón del Régimen, formulada el 3-O. Desde su propio estilo y tradición, alejado de la agresividad y la crispación de las derechas locales. Esp, desde el 3-O, es irreformable. El país que se congeló con la Restauración, y que sólo abrió ventanas en los años 30 y 70 del siglo XX, vuelve a cerrarlas. Hasta ahora, la congelación había sido siempre con violencia. Ahora podría ser con la violencia del siglo XXI: fakes, posverdad, marcos, judicalización. Amabilidad en la izquierda. Vena inflada y crispación a través de ataques a las minorías en las derechas.
11. Y, claro, es posible que haya un plan perfecto. Que ignoro. Y que no puedo imaginar. Un dato: si esto se está catalanizando, es preciso señalar que en Cat, detrás de cada una de las jugadas absurdas emitidas desde 2012, sólo había jugadas absurdas. Ningún plan. A menudo, solo suicidio hipnótico e irrefrenable. Cuando a uno le da el siroco, en fin, no puede parar.
12. Las reuniones PSOE-UP prosiguen, se supone. Tienen 48 horas. Moncloa ha ofrecido Vivienda, Juventud e Infancia, y Vicepresidencia. Es decir, parece ser que no ofrece discutir políticas, sino estar en ministerios no estructurales. ¿Vivienda no es estructural, con la que está cayendo? No lo es si carece de presupuesto, atribuciones y capacidad de liarla. Vicepresidencia sería simbólica. Es decir, representativa. Ir a un acto de la FAO y decir que Letizia, nueva embajadora de la FAO, está así porque no come, niños y niñas, y cosas así. No es mucho. Es estar en un Gobierno, y no participar en él. Lo que, ahora que lo pienso, es el sueño húmedo de la política esp. Es posible que en el PSOE no entiendan, por tanto, la negativa.
13. No hay muchas ganas, diría, de votar eso. Ni, diría, posibilidades.
14. Un Gobierno de coalición no descongela un país. Simplemente es un nuevo cambio, que dibuja una época. Puede no tener grandes repercusiones, incluso, salvo el cambio intelectual de que una izquierda no socialdemócrata acceda al poder. Pero a estas alturas, parece algo inasumible en un país congelado. La izquierda mayoritaria parece no comprender lo que viene a continuación. Y, si lo comprende, parece creer que sería peor perder el monopolio del poder, que no la vuelta de una derecha que, por sus ingredientes, mitos, libertad y ausencia de reparos y de mecanismos de autocontrol, es única en el occidente europeo.
15. Nos va a caer la del pulpo, diría en el momento en el que escribo estas líneas. El jueves, el desenlace. O prórroga y penaltis en septiembre.
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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