Moneda de Alejandro Magno.
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Alejandro, en tanto que hijo de Filipo, era descendiente de Hércules. Es decir, de Zeus. Cuando conquistó Egipto, fue reconocido por los sacerdotes como encarnación de Amón, otra vez Zeus. En vida o en muerte, sufrió apoteosis. Esto es, su transformación en Dios. En varios. Además de Zeus y Amón, en Helios, Pan y Apolo. Pero su contacto con la deidad no acaba aquí. Fue mayor y nos afecta a todos. En su vasto imperio, desde Alejandría hasta la India, fue el primer rostro conocido. De él se hicieron innumerables estatuas. Fue, sin duda, el cuerpo más veces reproducido en la Antigüedad. Pero también su rostro fue el más difundido. Por primera vez, fue el rostro de un mortal en una moneda. Todo el mundo le conocía, le veía a diario, por tanto, en dos continentes. Fue el primer rostro popular. Lo que tuvo repercusiones dramáticas. Hasta la llegada de Alejandro al valle del Indo, Buda carecía de representación corporal. Se le representaba con un par de huellas de las plantas de unos pies. Con Alejandro pasó a tener cuerpo y rostro. El que conocemos. Una evocación de Alejandro. En las monedas que acuñó se le representaba de perfil, con la corona solar de Apolo. Esa corona fue evolucionando, hasta adoptar la forma de un círculo. El círculo que acabó siendo el halo de las santidades cristianas en las pinturas. Cuando vemos un mosaico ortodoxo, o una pintura románica, con una santidad cuya cabeza está enmarcada en un círculo dorado, estamos viendo, por tanto, a Alejandro cuando quiso, y consiguió, ser Apolo.
Durante 13 años Alejandro sometió al mundo a una propaganda jamás vista. Pero también a algo parecido: violencia y matanzas nunca vistas. Su legado no es el mundo unificado y mezclado con el que parece que soñaba Alejandro, sino su rostro, que ha pasado a ser el rostro de Dios. Lo que explica la intensidad de la propaganda y la violencia vertida en tan poco tiempo. Lo que explica, a su vez, la intensidad vertida en cada moneda que llevamos en los bolsillos, con los rostros de los pálidos imitadores de Alejandro con los que nos ha tocado vivir.
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Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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