En España, desde el pasado siete de noviembre las mujeres están trabajando ‘gratis’. En total, 55 días de salario que la brecha de género se está llevando por delante y que se traducen en sueldos un 17% inferiores a los de los hombres cada año. Para aterrizar estás cifras en el día a día de las población femenina, los nuevos datos sobre estructura salarial que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística ofrecen una fotografía nítida de la discriminación: hasta un 29% de las trabajadoras que hay en nuestro país solo puede decir que es mileurista, mientras que entre los hombres el porcentaje es cerca de tres veces inferior (11,5%).

Las diferencias se repiten en todos los deciles salariales y en los distintos cálculos por grupo de ingreso: un 15,6% de las trabajadoras no pasa de los 750 euros de sueldo, por el 4,8% de los varones. Por otro lado, cuatro de cada diez mujeres cobra de media menos de 1.260,9 euros brutos al mes, mientras que entre los hombres el ratio dentro de este salario desciende hasta la mitad (19,7%). 

Según asegura el INE en el documento, está tremenda desigualdad entre los salarios brutos mensuales de hombres y mujeres viene motivada por tres factores laborales estrechamente relacionados con la precariedad y la situación de la mujer en el mercado laboral: por un lado, la sobrerrepresentación de mujeres en trabajos con contratos a tiempo parcial y temporales; por otro, el peso femenino en ramas de actividad de baja remuneración como los trabajos del hogar y los cuidados.

En el primer caso, los puestos de trabajo con jornadas parciales –una fórmula contractual donde hay más mujeres que hombres y que afecta una de cada cuatro trabajadoras– la concentración de bajos salarios es la tónica general: el 56% de las personas con un trabajo de media jornada en España gana menos de 750 euros brutos mensuales. Otro 24,5% se mueve entre esa cifra y los 1.050 euros de salario.

Si se atiende a las ramas de actividad con un alto grado de feminización, como los trabajos del hogar o los cuidados, los datos del INE señalan que se trata de los sectores donde se concentran los sueldos más bajos del país. A cierre de 2018, las ‘actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico’ arrojaron un salario bruto medio de apenas 750 euros, cerca de 500 euros por debajo del siguiente sector en la lista.

Aquí, la concentración de bajos salarios también está absolutamente generalizada: cerca del 86% de las personas que trabajan como personal doméstico –donde además las jornadas parciales son la norma–  cobran menos de 1.261 euros al mes.

En conjunto, y teniendo en cuenta todos los deciles de ingreso y todas las modalidades de contrato, las cifras del instituto estadístico sitúan la diferencia de sueldo entre hombres y mujeres en 450 euros mensuales: ellas cobran de media 1.708 euros brutos, mientras que entre los hombres los ingresos llegan hasta los 2.161 euros.

Una brecha que, por si fuera poco, apenas ha conseguido cerrase durante los últimos años en el país. Entre 2013 y 2018 el salario bruto mensual de las mujeres ha subido cerca de 87 euros, mientras que el de los hombres lo ha hecho en 60.