Investi-dura
Se intuye que habrá gobierno en enero. Que Podemos cederá mucho en Economía. Que ERC (y JxC) quiere investir más de lo que dicen. Y que si todo ello no pasa, vendrá Españñña
Guillem Martínez Madrid , 3/12/2019
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EL DIPUTADO QUE VINO DEL FRÍO. Día gélido en Madrid. El ujier que cada mañana coloca el Congreso, esta mañana, para hacerlo, ha tenido que romper el hielo y apartar las focas. Al final, ha convencido a dos que no se querían ir para que se pusieran en la puerta, con sendas bolas de bronce sobre el morro. Los leones, en fin, estaban tomándose un caldito en el Lardhy, tiritando. Por lo demás, ambiente de inicio de legislatura. Los/as dipus van vestidos monos y huelen a Nenuco. Algunos –rollo indepe y Podemos– llevan camisetas con mensajes I+D, que se disuelven contra los muros de este parlamento, que todo lo disuelve. Un parlamento invisibiliza y trivializa un tanga en segundos. Imagínate, snif, una camiseta.
Rasgos anecdóticos que, no obstante, explican el caso de la cosa para el día de hoy, a saber: a) los chicos de Vox y C's, que han hecho guardia ante los luceros para tener escaño en primera línea de playa, llegan al altercado entre ellos. Es el típico altercado por el espacio vital, que no culmina en bombardeo en Polonia, sino en bronca en modo Ortega Cano cuando se ponía chulo, pero no tanto. La anécdota a), en fin, explica que la derecha no viene coordinada, y que aquí ha venido a jugar. O, al menos, no hay pacto para tomar la Mesa, esa colina. Anécdota b): Lastra se cae y se tuerce un tobillo, o como se llame el tobillo de los dipus. Ese tobillo changado habla de fatiga de materiales, de reuniones, de estrés. El pack negociador PSOE-UP está, me dicen, así de chungo. El de ERC igual también está así. Pero por la presión-vudú de JxC. Como en anteriores ediciones, preside la Mesa de Edad Valle-Inclán. Aprovecho que me topo con el fantasma auténtico de Valle-Inclán para preguntarle por su doble. “Mola, pero si se fija, habla como Echegaray. Es decir, como Chanquete. Con cierta moralina. Hasta ha pedido disculpas al pueblo español por haber repetido elecciones”. Eso mola, Ramón. “No. Cuando un político alude al pueblo, es que como cuando llegas tarde y aludes al tráfico. Es una información inverificable. Que lo mismo te da, que te da lo mismo”.
LA TÍPICA SESIÓN CONSTITUTIVA DE CADA CUATRO MESES. Se inicia la sesión. Una representante de la Mesa pasa lista. Inserta los nombres de los presos. Algo que sólo supone un escándalo en un internado suizo y en el Congreso –con este background del escándalo, tan cutre, si ERC y PSOE no se ponen de acuerdo, es para mirárselo–. Se inician las votaciones. Son tan largas que la sensación es que hemos vuelto a convocatoria electoral. Se la resumo: Batet, presi. Para la cosa vicepresis, se cuela uno de Vox. Meditaciones: PP y PSOE no han pactado enviar a Vox al garete. La cosa ha quedado en manos de PP, su hermano mayor. El hermano mayor no ha quitado o puesto rey, pero ha servido a su señor. Es decir, a sí mismo. En este desmadre de las derechas, C's ha salido perjudicado, Vox ha metido la patita en la Mesa y, en general, las derechas han perdido más de lo que han ganado. Con secretarios y todo, las derechas han sacado tres carguitos, y las izquierdas, el resto. Hasta ha entrado IU. La última vez que alguien de IU entró en una Mesa, la mesa era de sílex. C’s, que ha sido fundamental en el Senado para que el PP se coma una rosca, ha sido sacrificado en el Congreso –C's está muriendo como, snif, nació: muy cabreado–. Para desproveer a Vox de una secretaría, se ha recurrido a una triquiñuela. Las triquiñuelas son la esencia del parlamentarismo. Pueden ser burdas, brillantes, cobardes, valientes o, incluso –esta lo era– divertidas. Cuando el TC chorrea a las triquiñuelas en Cat, chorrea al parlamentarismo.
EL FUTURO A CORTO O MEDIO PLAZO. Se inician los juramentos o promesas para acceder al cargo. Algunas fórmulas son más largas que el código deontológico del Ilmo Colegio de Oftalmólogos. Pueden ser cursis, sobreactuadas, barrocas, ilógicas o precisas. Pero, con todo ello, y pese a todo ello, ilustran dos cosas. Una es la crisis constitucional absoluta. Un número amplio, muy amplio y variado, de los dipus, en fin, no puede jurar la Consti sin hacerle un spin off. Sin escribir, incluso, otra Consti encima. Lo hacen hasta los de Vox, que agregan a su juramento la partícula por-Españñña, de uso obligado, según leo en el Manual de Instrucciones del diputado/a de Vox, hasta para ir al WC –un dipu/a con gastritis debe ser, por sí solo, un festival de Bayreuth–. El segundo fenómeno que ilustra esta nueva costumbre democrática viene a través de su oposición por parte de PP, Vox y C‘s. Negarse al uso polifónico del juramento es negarse a la polifonía, es evitar una lectura colectiva de un texto Consti. Es reducir, incluso, las interpretaciones. Por todo ello es, me temo, un programa político. Una región de la política, dura, feroz, cuando las derechas ultranacionalistas esp dejen de hacerse luz de gas.
ESPERANDO LA LUZ DE GAS. La presi del Congreso hace su discurso habitual de cada seis meses. En el anterior, picó alto. Habló de federalismo, matizó el concepto pueblo lejos del esencialismo. En lo que es un síntoma –del frío, de cómo está el patio, o de la vergüenza torera–, está vez la cosa es más rapidita, habla de dialogar y de entenderse, y se marcha arreando. Quedan constituidas las Cámaras. El siguiente paso lógico será constituir las Comisiones, como en la pasada legislatura, para cobrar el monto –el único sindicalismo que pita es, me temo, el parlamentario–.
No hay Gobierno, por otra parte. Estaba previsto para hoy, cuando se previó preverlo. Es posible que exista en enero. Esta tardanza no es algo malo ni ilustra ninguna enfermedad. No, al menos, política. Formar un gobierno es un deporte lento, alejado de las coreografías teatralizadas de la anterior legislatura. Es algo duro, que rompe los tobillos. La lentitud es, por tanto, normal. La enfermedad, la anormalidad, son las dificultades que se vierten a este proceso desde la propaganda. La semana pasada, algo parecido a la derecha esp –que no son necesariamente, o no solo, los partidos de la derecha esp, pero que tiene acceso a medios; tanto que, en ocasiones, son los medios– empezó su campaña para explicar el desastre cósmico de un Gobierno bolivariano-etarra –no será nada de ambas cosas; será, al parecer, una socialdemocracia amable; es decir, una austeridad amable, y algún tipo de cambio en las relaciones con Cat; puede ser un tipo de cambio, incluso, anecdótico–. Irá a más. Puede ser, incluso cómico. Ya lo iremos viendo y riendo. La derecha cat, a su vez, y conforme avanzan las posibilidades de un pacto PSOE-ERC que permitiría una limitadísima, al parecer, mesa de negociación intergubernamental –nada, pero mucho, muchísimo; algo que puede reducir la irrealidad alcanzada por el Estado y por el procesismo–, también se empieza a notar el discurso idealista de algo que, integrando a JxC, es mucho más amplio. Y también tiene medios y tertulianos. Lo que tiene guasa, pues al parecer JxC no rechaza el pacto PSOE-ERC. Simplemente, no sabe parar.
PACTÁNDOSE ENCIMA. Hoy prosiguen las negociaciones PSOE-ERC. Había una reuni programada con JxC. La han aplazado. Lo que puede indicar el papel de JxC en todo esto. Las reuniones PSOE-UP prosiguen. No sabemos nada de lo que viene. Se intuyen muchas concesiones de UP en economía. Se intuye una ERC que quiere investir a Sánchez, más allá de lo que puede decir abiertamente. Se sabe, no obstante, lo que viene si eso no viene. Espacio vital, altercados, juramentos por Españñña, Ortega Cano.
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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