Inequidad
El falso relato de la meritocracia y el ascenso social
Según un estudio, el origen familiar, el nivel educativo de los padres o los entornos de socialización en la infancia son algunos de los factores que determinan el éxito o el fracaso socioeconómico
CTXT / El Observatorio Social 10/07/2021
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El relato de la meritocracia y el ascenso social, uno de los argumentos más repetidos para justificar los intensos niveles de desigualdad que se registran hoy en día, tiene bastante más de mito que de realidad. Esto es lo que asegura un estudio publicado en los últimas semanas por el grupo de investigación EQUALITAS, donde se asegura que casi la mitad de la desigualdad (44%) que existe en España no tiene nada que ver con los méritos y el esfuerzo personal, sino con factores externos que escapan del control del individuo.
En base a estas cifras, la investigación destaca que España no solo es uno de los Estados de la Unión Europa donde mayor inequidad de renta se registra, sino también uno de los países donde mayor es la desigualdad de oportunidades. Las conclusiones no admiten discusión: el ascensor social está tan atrofiado en su base que personas con el mismo nivel de habilidades y educación son discriminadas por circunstancias ajenas al esfuerzo individual.
De entre todos los factores que determinan el éxito o el fracaso socioeconómico de la población, la investigación destaca que casi el 90% de la desigualad de oportunidades que se registra en España está relacionada con “la educación y ocupación de los padres, el tipo de escuela a la que asiste durante la infancia, el tamaño del hogar o el sexo del cabeza de familia”. El resultado es una sociedad con una movilidad social muy limitada y sometida a un fuerte componente intergeneracional, especialmente cuando se trata de niveles educativos y ocupaciones laborales.
De esta forma, mientras que casi un 65% de la población con formación universitaria tiene progenitores con estudios superiores, este porcentaje se reduce al 15% en el caso de las personas cuyos padres solo cuentan con titulaciones básicas.
Algo similar ocurre con la ocupación: un 38% de las personas con trabajos de alta cualificación –directivos, técnicos o gerentes– provienen de familias donde los padres ya pertenecían a esta clase social. En el caso de las personas cuyos progenitores son trabajadores poco cualificados, solo un 15% consigue llegar a los puestos de alta cualificación.
En total, hasta un 28% de la desigualdad de oportunidades que existe en España se puede explicar por la educación de los progenitores; un 27%, por el tamaño de la familia, y un 14,5% por el tipo de escuela a la que se acude durante la infancia y la adolescencia.
Para calcular el peso de todos estos factores externos en los niveles de desigualdad, la investigación se ha centrado en uno de los indicadores socioeconómicos más usados, el índice Gini, pero también ha incorporado mediciones a través de la Desviación Media Logarítmica (MLD). En este último caso, el documento destaca que los resultados indican unos niveles de inequidad de oportunidades bastante más altos de lo que estimaban estudios anteriores.
No son pocas las implicaciones sociales y económicas de la desigualdad. Una movilidad social estancada es un lastre significativo para el crecimiento del país. Ante esta situación, el estudio sugiere una intervención publica decidida en el sistema educativo y el mercado de trabajo que consiga acabar, entre otras cosas, con el alto grado de fracaso escolar o con la brecha que separa los colegios públicos y los privados y concertados.