Deconstruyendo a Villarejo (y VI)
‘Untouchables’. Sociedad Limitada
No basta con indignarse ante los trapos sucios que dejan las guerras de los intocables. Hace falta más. Bastante más para que la ciudadanía se haga dueña de su propia democracia
Gloria Elizo 17/11/2021
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Audiencia Nacional. Juzgado Central Nº 6 Madrid. Procedimiento abreviado 96/2017. Caso Tándem. Fecha del registro: 3 de noviembre de 2017. Localización GT17. Dentro de la Caja. Un documento grapado de “Contrato de apertura de cuenta”. Entidad: BBVA. Titular: Untouchable. Sociedad Limitada.
Llevas cuarenta años detrás de la pantalla, detrás de los asuntos más feos de la gente más sucia, en “la Atapuerca de los últimos 50 años”, esto es, conoces los secretos más inconfesables de los más poderosos. Eres rico, tus amigos son ricos, eres importante, tus amigos son importantes; eres el seguro eslabón que une al poder público con el poder privado, el recurso último que conecta las plantas nobles del Ibex con los mejores despachos del Ministerio. Untouchable. Tu teléfono echa humo, tus amigos te necesitan, tus amigos te temen. Y no menos que tus enemigos. Los tienes a todos grabados. Es la teoría MAD: mutual destruction assured. Si caes tú, caen todos.
Untouchable. En el apogeo del poder, te miras al espejo y notas que algo no va bien últimamente. No sabrías decirlo. Algo inquietante en el despejado horizonte. No son los negocios, no es el dinero, no son las influencias. Algo que se escapa a tu control, que sale de tus fronteras, que atraviesa esa pantalla tras la que el público no debe saber... Una sombra que no logra hacerse figura, pero se intuye, ese pequeño roto en el disfraz que destruye el engaño, ese mínimo fallo que –como en las novelas de Philip K. Dick– hace que alguien –alguien sin importancia– sospeche la mentira... Quién sabe… hasta que adivine la verdad.
Ya no estuvo bonito lo de Florentino y Calderón, llegar a ACS atravesando el palco del Bernabéu. No estuvo bien lo de Gao Ping
Es tal vez el tema del blanqueo. Demasiados actores… Los líos familiares de Obiang, las inversiones de los Kokorev en Panamá con la gente de Trump, los “putos chinos”… Todo se escapa un poco de las manos… Demasiados intereses, demasiadas traiciones, demasiados amigos que es mejor no tener… Te viene a la memoria la historia de Monzer… La geopolítica “es muy puta”. Los dueños de la tierra te usan y te tiran… Sabes que es así.
Puedes tener muchos amigos, mucho dinero, mucha información… pero nunca sabes en qué bando juegas ni quién es de verdad el enemigo. Y ya lo dice Sun Tzu, “si te conoces a ti mismo, pero no conoces al enemigo, por cada batalla ganada perderás otra”. Y tú, que eres untouchable, que eres “la hostia de bueno”, no puedes perder.
Quién sabe… quizá últimamente te estás exponiendo demasiado. Que sí, que siempre te ha gustado el mambo y exhibir palmito, pero es que ahora hay periodistas que sólo hablan de ti. ¿De dónde sacan tanta información? Entre todos te están haciendo famoso… “La pesada” de Patricia López hasta en la tele, “el tontaina” de Marcelino en Asunto Internos, “el troll” de Sainz Roldan con los cirilos detrás de ti… Y tú toda la vida marcando a jueces y fiscales... a los periodistas, “que son muy tuyos, pero son todos unos cabrones”... quién sabe, demasiada presencia… Las batallas no se pueden eternizar. No hay que enredarse en ellas. Hay que ir “a lo grande”, a lo importante de verdad, a lo que no se atreven a contar los medios...
Ya no estuvo bonito lo de Florentino y Calderón, llegar a ACS atravesando el palco del Bernabéu. Y es que “aquí todo el mundo se cree la hostia”… y al final eres tú el que acaba saliendo… y eso del fútbol, ya se sabe, es demasiado expuesto. Los periodejos echando humo... Un jaleo.
No estuvo bien lo de Gao Ping. La Agencia Tributaria metiendo las narices, Malka Maman metiendo la pata… hasta el bueno de François Leiser, que casi sale pringao… Con lo de la crisis, “los ricachos” querían “la mortadela” cerca… y tú en medio con el dinero yendo y viniendo…
O la mierda del caso Nicolay… con el Rubén y el Marcelino sacando lo de La Alamedilla, y media España hablando de ti... Nicolay... ¿Y quién le pone ese nombre en ruso? Alguien que “quiere joderte”. Es un aviso… van a por ti.
Hay que estar atento. Tener paciencia. “Esperar hasta pegar la hostia”. Seguir pensando a lo grande. Marcelino ya está “aniquilao” y Migueláñez ya se ha puesto con lo de Varma. Y con lo del Pequeño Nicolás. Además, ¡qué cojones!, los rusos acaban de ganar las elecciones en los Estado Unidos, ya ves tú… “al final funciona lo que funciona”. Ni misiles, ni espías, ni guerras, ni hostias. Al final basta abrir una investigación judicial y que se hable de ella. Da igual que no vaya a ningún lado. Nada es verdad ni es mentira en este puto mundo, lo único que importa –en Washington y en Madrid– es lo que a la gente le cuentas… Quién sabe... A lo mejor ha llegado el momento de que el propio Villarejo le cuente al mundo quién es de verdad el comisario Villarejo. Con Migueláñez colocado en Asuntos Internos, con Manuel Moix en la Fiscalía anticorrupción, con Fernando Andreu y Diego de Egea en la Audiencia Nacional, con Cospedal camino de la Moncloa y con Paul Manafort en la Casa Blanca… ¿Cuándo habrá un momento mejor?
Los resultados de las elecciones de junio no gustan a nadie. Lo de Cataluña está siendo un campo de minas, con el gobierno matándose y el Barbas mirando para otro lado...
El año 2016 se inicia con un tal Carles Puigdemont entrando en el Palau de la Generalitat. Para Villarejo y sus “troncos” es una gran noticia. Nada como una buena Operación Cataluña para desviar la atención sobre unos policías que, por primera vez, han visto los cuchillos volando a su alrededor... Es la pieza “Funcionarios” del caso Emperador... Por culpa de unas escuchas han retratado a unos cuantos pasando información a la gente de Gao Ping; esa estructura perfecta para blanquear dinero a base de repatriar los fondos de los habituales evasores fiscales de la alta sociedad española. Dinero que viene, dinero que va… Y los funcionarios dando el agua. Saldrán, por supuesto, todos desimputados o absueltos..., pero ya es la segunda vez.
Porque Villarejo ya ha aparecido dando el chivatazo a Tarachand Varma, el jefe de la mafia india, investigado por narcotráfico y su correspondiente blanqueo. Quién sabe… lo de Cataluña es seguro una oportunidad. “¡Y arramplamos con los fondos reservados, macho!”.
Los resultados de las elecciones de junio no gustan a nadie. El gobierno en funciones se eterniza ante la cara larga de una clase política que se niega a aceptar el fin del bipartidismo. Quién sabe… Hay que andarse con pies de plomo. Lo de Cataluña está siendo un campo de minas, con el gobierno matándose y el Barbas mirando para otro lado... La pequeñita ha puesto sus límites. Parece que la mayor parte de las estructuras de corrupción de los indepes del condado comparten nombres, canales y testaferros ni más ni menos que con su majestad emérita… y con alguno más. En el CNI lo han dejado claro: “Con cautela, no vaya a afectar a otros problemas”. Hay líneas que no se pueden pisar.
Esa misma primavera los papeles de Panamá no sólo han vuelto a recordar al mundo la escasa vergüenzas de sus próceres, han dejado también –para quién sepa verlo– un regusto casi premonitorio: la ubicua presencia del intrincado club de nombres rusos que orbita en torno al presidente Putin, en medio de unas estructuras financieras globales cada vez más grandes y cada vez más oscuras. Quién sabe… Corren nuevos tiempos para la política. Especialmente para la comunicación política.
Con la llegada del verano, Vladimir Vladimirovich Putin verá romperse la Unión Europea, atrapada en sus propias mentiras de austeridad y deuda, tras una campaña levantada sobre una inédita estrategia informativa: se abandonan los viejos usos göbbelsianos de hacer prevalecer una mentira aceptada por todos, para centrarse en la cuidada eficiencia de mentirle a cada uno con lo que en realidad quiere creer... Ahora quién tiene los datos tiene el poder…Y Putin tiene muchos datos y mucho poder... dentro y fuera de sus fronteras.
Al brexit le seguirá el golpe de Estado institucional en Brasil para desalojar del gobierno a Dilma Rousseff, la presidenta elegida democráticamente dos años antes. No es poco... pero aún queda lo mejor. Casi sin proponérselo, en noviembre, Donald Trump gana las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Es el premio gordo: la suma de la complacencia demócrata –con una candidata perfectamente alineada con el establishment– y la mera presencia de un director del FBI que actúa al dictado de una potencia extranjera –reabriendo una delirante investigación contra Hillary Clinton dos semanas antes de las elecciones– colocan en la Casa Blanca literalmente a un fantoche: un millonario narcisista con ínfulas neofascistas... y con las suficientes deudas –de todo tipo– con el Kremlin como para ponerse al servicio del proyecto Eurasia de Alexander Duguin, el estrafalario asesor áulico de Putin en política exterior, que lleva años montando –con su colega Steve Bannon– la “internacional nacionalista”, una fiesta de dinero negro, microtargeting y campañas electorales permanentes que abarcan desde Le Pen en Francia a Michaloliakos en Grecia, desde el arzobispo Carlo Maria Viganò hasta el pope teocom Benjamin Harnwell –que representa a La Lega de Salvini en Italia–, desde los adinerados nacionalistas flamencos a los oscuros precursores de Vox en España… Se acabó lo de andar enredando con Gerhard o con Silvio… Es otra dimensión. Ha llegado la hora de crear sus propios líderes, de participar directamente en la política mundial.
La pasta y la política, el gas y la comunicación, la información y la desinformación... Putin y sus millonarios… Putin y sus agentes… Y mira tú que uno de ellos –Paul Manafort, el jefe de campaña de Trump– resulta que es “tronco” de De la Joya. Pero “tronco, tronco”, y está muy interesado en España como enlace discreto de comunicación intercontinental.
Manafort es un discreto –y bien pagado– lobbista internacional que ha venido haciendo su trabajo “asesorando” a los diferentes líderes republicanos, pero que desde su stage con Yanukóvich, el enésimo presidente títere del enésimo turno de Putin en Ucrania, trabaja a tiempo completo para el Kremlin. Si Ucrania lo ha hecho enormemente rico, Trump lo hará enormemente poderoso. Villarejo vuelve deslumbrado de Nueva York, de las oficinas de Manafort en la avenida Madison, decidido a “tocar pelo, macho, pero a unos niveles brutales”: las grandes operaciones de blanqueo, los contratos de armamento, la renegociación de la deuda de Puerto Rico… Eso es “primera división” y no “el tonto polla del Rajoy… Estos del PP son unos desgraciaos”.
Villarejo se siente fuerte. Rodeado de enemigos, pero intocable. Con el regusto y la preocupación de la fama, quién sabe… a lo mejor hay que hacer algo. A lo mejor ha llegado el momento de “pegar la hostia”, de preparar tu propio caso Villarejo… Y arrasar… Salir limpio de tanta polémica, cerrar la guerra de los comisarios, callar “la puta boca” de Patricia López con una definitiva “verdad judicial” y olvidarse de una vez de “las peleítas de los payasetes” y sus “mierdas corruptas”, de pasar un poco más de “sus troncos”, que siempre van a ser “suyos a muerte”, pero ya están más que “colocaos” en sus movidas financieras; salir del “vuelo gallináceo” de las extradiciones de la Audiencia Nacional y el rollo de los trampantojos bursátiles... Quién sabe… El poder global se juega en los despachos de la Avenida Madison, en el Lakhta Center de San Petersburgo, en la Canada Square de Londres, en las villas de Montecarlo... En los “negocios internacionales”.
Preparar el caso como solo él sabe hacerlo... Anticipar los escenarios, la “enemistad manifiesta” de los otros fiscales –los que no tienen con él una amistad discreta–, analizar el juzgado y el juez instructor, las sustituciones, las carambolas...
Se acabó lo de andar enredando con Gerhard o con Silvio… Es otra dimensión. Ha llegado la hora de crear sus propios líderes, de participar directamente en la política mundial
Quién sabe… Tal vez asegurarse la carta definitiva, la del “Get Out of Jail Free card” –la favorita del Monopoly de Villarejo, la de “puede guardarse esta tarjeta hasta que se necesite o se venda”–, su particular botón MAD, su triunfo final –y su perdición–: acercarse a Corinna Larsen, decirle que es “la reina de China”, grabar “lo del rey”, cruzar todos los límites...
¿Quién le va a decir nada? Él nunca ha sido un “policía normal” y hace con sus fines de semana “lo que le sale de la polla”. Corinna es la carta de la destrucción mutua. Decir “aquí estoy yo”. “¡Vivan mis huevos!”.
A primera vista Corinna le parece una especie de Mata Hari pija, una aristócrata aspiracional al servicio de Vladimir Putin que ejerce como representante, como testaferro y como cortesana ante altos ejecutivos industriales, magnates de las finanzas e importantes cargos políticos… desde una fundación destinada ─ why not!─ a concienciar sobre las redes de delincuencia internacional… Y, de paso, organiza “eventos”, o, mejor dicho, safaris, en el más amplio sentido de la palabra. Y es que en la era de la información segmentada, los espías tienen que hacer también de agentes: hay que provocar situaciones, fabricar la información que compromete y permite influir en el comportamiento de las personas que deciden... al servicio de la Eurasia de Putin y, desde luego, de su bolso de lujo. Y no necesariamente por ese orden… Al menos cuando, tras haberse instalado en La Angorrilla, provincia de La Zarzuela, vienen a pedirle –Santa Rita, Rita, Rita…– los cien millones que se ha quedado de la última operación de blanqueo.
Lo cierto es que Villarejo y Corinna ya se habían reunido el año anterior en casa de esta en Londres. Los acompañaron una grabadora, una taza de té verde y un amigo común: Juan Villalonga, familia bien del franquismo y compañero escolar de José María Aznar, quien le dio la oportunidad de alcanzar fama internacional, hasta su forzada dimisión, como el más ruinoso consejero delegado que haya tenido jamás una empresa pública, en este caso Telefónica. Ahora se dedica a poco más que a compartir correrías con los colegas de Juan Carlos y a sentar cátedra sobre las más interesantes cuestiones –particularmente aquellas relacionadas con el blanqueo y la evasión fiscal– ante sus innumerables amistades.
La grabación que se trae Villarejo –y que entrega para su custodia a uno de sus más fieles periodejos– viene bien cargada de titulares inquietantes, de testaferros, de comisiones, adjudicaciones y consorcios saudíes… Villarejo ha pisado la línea. Pero bien pisada. Un Rubicón. Sus “troncos”, que no son pocos, dentro del CNI ya no podrán hacer nada por él. Sanz Roldán está ahí básicamente para defender la Corona. La de antes y la de ahora. Y va a seguir haciéndolo por encima de todo.
Pero aún falta lo mejor… Recién jubilado, en octubre de 2016, Villarejo vuelve a reunirse con Corinna –y con Villalonga– en el reservado de un conocido restaurante italiano del lujoso barrio londinense de Belgravia. Todo bien guionizado, como son las grabaciones de Villarejo, Villalonga anima a Corinna:
—Venga, cuéntale lo importante.
En la grabación se entremezclan las elecciones en el Reino Unido y los pleitos del millonario político conservador Zac Goldsmith, Lord Goldsmith de Richmond Park, con Hacienda y el Tribunal Supremo español, con la heredera de la familia Rothschild, una casa en Marbella registrada en Malta y una promoción inmobiliaria en la Costa del Sol, impugnada ahora por la Junta de Andalucía. Suena interesante… aunque lo realmente interesante es “estar ahí”. Y grabarlo todo. Ser un “agente internacional”.
Villarejo se siente fuerte. Rodeado de enemigos, pero intocable. A lo mejor ha llegado el momento de “pegar la hostia”. Y arrasar…
Con dos grabaciones y un palito, Villarejo está listo para la batalla final. Y la guerra empezará marcando a Sanz Roldán al incorporar a la investigación del caso Pujol unas “notas” sobre la cuenta Soleado. Unas notas que no solo implican al rey, sino al propio CNI, que habría pactado con los Pujol tapar la información que compromete a ambas partes. Es solo un alarde, no hay pruebas, ni grabaciones… Pero es sobre todo una advertencia, una declaración de intenciones de lo que es capaz de hacer si la cosa llega hasta el final, hasta la “destrucción mutua”.
Entre lo grotesco y lo trágico, la respuesta no se hace esperar. En una sorprendente declaración oficial, el CNI manifiesta:
“Cuando el CNI recibe un órdago, dice ‘quiero’ –y añade extraoficialmente, rememorando el pasado golpista del muy ilustre contrabandista Juan March–. O el Estado somete a Villarejo o Villarejo someterá al Estado”.
Febrero de 2017. El caso Villarejo aún no se llama Tándem. No es oficial, pero, quién sabe, quizá es ya otra vez esa voladura controlada que aconseja “la conjunción de circunstancias”. Y quién sabe… tal vez esta vez veamos una interesante novedad: Villarejo contratándose a sí mismo para llevarla a cabo. Es verdad que nunca ha sido más fuerte... y también que nunca ha estado más en entredicho. La periodista Patricia López ha conseguido asociar su nombre a cada uno de los casos mediáticos en los que está implicado. Justo lo que no puede pasar. Sanz Roldán ha hecho de su enfrentamiento algo personal. Y tiene aún abierto el caso de las grabaciones del caso Nicolay y el apuñalamiento de la doctora Pinto...
Ya se ha publicado también el informe de su situación patrimonial. Se trata de una medida operación para desactivarlo judicialmente. Se abren diligencias y no pasa de ahí. Pero ahí está, publicado por el periodista Javier Ayuso: diecisiete millones de euros, cincuenta y tres propiedades, doce sociedades con dieciséis millones de capital, una estructura societaria que, a todas luces, apunta a la evasión fiscal y al blanqueo.... y eso sin contar lo de Uruguay, Panamá, República Dominicana, Dubái… “Todo es legal”, certifica el director adjunto de la Policía, Eugenio Pino. “Todo legal”, responde Helena Prieto, la fiscal encargada de recibir las diligencias, quién sabe si elegida para la ocasión por Consuelo Madrigal, la flamante nueva fiscal del Estado a propuesta de Rafael Catalá.
A primera vista Corinna le parece una especie de Mata Hari pija, una aristócrata aspiracional al servicio de Putin que ejerce como representante, como testaferro y como cortesana
Y quién sabe si esta vez Villarejo no se está denunciando a sí mismo… Quién sabe si lo hace a través de la anónima comunicación de un misterioso colaborador del CNI a la Fiscalía y de la denuncia de un empresario supuestamente estafado –cuando te investiga Hacienda no hay nada como iniciar un procedimiento penal por estafa– por la empresa petrolera nacional guineana. Porque la estrategia no es precisamente nueva: no puedes ser inocente de todo, pero puedes crear “un caso” repleto de incongruencias sobre delitos menores. Además, se ocupa Manuel Moix, el “fiscal bueno” para el polifacético letrado del PP, Enrique Arnaldo, hoy magistrado del Constitucional.
Moix es, en efecto, un gran “afinador”, un asiduo de Schola Iuris –el chiringo de Villarejo para repartir zanahorias entre jueces y altos operadores jurídicos– que lo mismo te amenaza a los manifestantes del 15M en Sol, que te archiva el tema de un ático en Marbella o te califica como una simple falta que Esperanza Aguirre se lleve por delante a un municipal. “Estos del PP son muy blanditos, pero saben lo que les conviene”.
Y sí, todo apunta a que la cosa va a quedar en un tema de irregularidades en la entrada de unos cuantos guineanos en España, algo circunscrito a la Comisaría del Aeropuerto y a unos pelucos molones que el comisario Carlos Salamanca luce en su Porsche Panamera. Cuatro titulares... y todo mal hecho... Camino del archivo y/o la nulidad de actuaciones. Aderezado al mismo tiempo con el blanqueo de un paganini al que no le queda más remedio que denunciar una estafa antes que vérselas con Hacienda… Un lío monumental donde se pueden ir enterrando de perfil los datos justos de Villarejo, esos que permiten desactivar judicialmente cualquier acusación posterior bajo la tierra de la cosa juzgada. Más o menos lo de siempre: jugosos frutos periodísticos de un árbol envenenado procesal.
¿Y quién va a querer meterse en más? ¿El rey? ¿Rajoy? ¿Cospedal? ¿El Ibex? ¡Menudo negocio! Todos pringados... Y Villarejo, a Estepona, a gozar de la jubilación… Pero, por si acaso –siempre hay que planificar todos los riesgos–, en caso de registro, “le diré a la secretaria ‘abra ese cajón que hay una cosa de una persona muy relacionada con una alta personalidad’...”. Y si no consigue encontrarla, ya se ocupa él de dársela en persona. Tiene “siete copias más”.
La guerra empezará marcando a Sanz Roldán al incorporar a la investigación del caso Pujol unas “notas” sobre la cuenta Soleado
Y el guion sigue solo su curso. Por si la denuncia anónima no bastara, el ignoto denunciante se reúne con el fiscal Manuel Moix en abril de 2017. Este encargará el caso a Ignacio Stampa, quizá porque supone que este fiscal ni sabe del tema ni tiene particular experiencia en estas cuestiones… A la querella se incorporará la denuncia del presunto estafado por Gepetrol, la petrolera guineana que, en realidad, afronta una investigación por blanqueo por parte de la Agencia Tributaria. Se introducen pequeñas tramas –“cacahuetes para periodistas”– que den espectáculo y distraigan sobre los temas que no pueden salir: el gas ruso, las armas para Obiang, los intermediarios internacionales del blanqueo, los negocios de verdad...
Tampoco es tan terrible que pillen a un tal Gao Ping blanqueando dinero, pero los negocios que están en el origen del dinero que, a cambio, se repatria, los negocios de los Abelló, los Banús, los Borbón, los Ortega o un tal Bárcenas... esos no pueden salir. No, no es tan terrible que pillen a Tarachand Varma tratando de introducir en España la clandestina “viagra india”, pero la utilización de inversores públicos y privados para financiar las guerras que hacen ricos a esos traficantes que van a las bodas de las hijas de esos políticos que contratan a policías mafiosos para eliminar las pruebas de su corrupción… eso no puede salir. Y, en realidad, tampoco pasa nada porque detengan al Pequeño Nicolás haciéndose fotos y paseándose por España disfrazado de emisario real, pero que se sepa que en este país hay una organización criminal que da cobertura legal a las operaciones delictivas de cuantos millonarios y políticos –con mando en plaza– puedan pagarlas... eso no puede salir.
Que no hay ministro, ni Gobierno, ni juez que se atreva con los intocables… No, eso no puede salir.
Por eso resulta intolerable que ya no sea sólo la periodista Patricia López quien se atreva a poner letra a los ritmos que vienen del otro lado de la pantalla. Algunos periodistas empiezan a ir, tímidamente, un poco más allá de los cacahuetes. No todos. No mucho. Pero lo suficiente para que las historietas de los otros –los periodejos en nómina– empiecen a sonar a humo y a patraña... al menos dentro de la profesión, al menos lo suficiente como para que la gente deje de mostrarse, deje de aparecer, para que –como reconocerá más tarde el propio Villarejo– lo empiecen a tratar como a una “barragana”: “En privado todo el mundo quiere hablar conmigo, pero en público nadie me mira”. Empieza a fastidiarle especialmente además el entusiasmo investigador que muestra el fiscal Stampa, puesto ahí como quién no quiere la cosa por Moix, pero que ha tardado muy poco en darse cuenta del pastel.
Ya se ha publicado también el informe de su situación patrimonial: diecisiete millones de euros, cincuenta y tres propiedades, doce sociedades con dieciséis millones de capital
La verdad es que nada de esto sería para preocuparse si no fuera porque se empiezan a acumular cosas extrañas. Quién sabe… En mayo cae Manuel Moix, víctima de una misteriosa filtración que desvela su relación con la Duchesse Financial Overseas, una empresa con sede en Panamá, paraíso fiscal, dueña de su chalet familiar en Collado Villaba. Todo oculto. Todo descubierto. Tras apenas tres días tambaleándose entre mentiras, Manuel Moix dimite dejando tras de sí las investigaciones de Anticorrupción sin ningún tipo de “control”. Y ya lo dicen los americanos y lo repite Villarejo: “Una vez es casualidad, dos es coincidencia, pero tres es sabotaje”.
Quién sabe… El recurso a la MAD, la “destrucción mutua asegurada”, aparece de forma cada vez más real en la cabeza de Villarejo. Y hay que reconocer que esa mutualidad le gusta más como concepto. Se acuerda de Luis Pineda y Miguel Bernad que también jugaron a eso. Acaba de dictarse la sentencia del caso Nóos –todo más o menos bien, todo controlado–, pero no hay duda de que su comodín se devalúa por momentos. Un comisario jubilado contra un rey abdicado que tiene un yerno en la cárcel... y un hijo en el trono que empieza a tratarlo “como una barragana”. Y, lo más importante, ¿dónde están Bernad y Pineda? Pues meditando sobre la destrucción mutua… en el trullo...
Y quién sabe si es en ese momento cuando Villarejo toma una decisión insólita: levantar la mano, hacerse visible para todos, decir “aquí estoy yo, tengo lista mi parte de la destrucción mutua” y, sobre todo, “no tengo miedo”. Os puedo “joder a todos”.
Hace un año que tiene una oferta de Jordi Évole para ser entrevistado en horario de máxima audiencia. De pronto se pone en contacto con él para hacer la entrevista. Évole interrumpe sus vacaciones. La clave del relato es una cláusula que impone el propio Villarejo: una indemnización millonaria si el programa no llega a emitirse “tras lo que pueda decir”. Pero eso será lo único que diga... “Cuidadito que puedo hablar. He estado con Corinna, sé cosas de Luis Bárcenas”. Mensaje enviado. El que pueda entender que entienda.
Pero en octubre las cosas se complican de verdad: otro fiscal, esta vez americano, presentará cargos contra Paul Manafort derivados de su trabajo al servicio del Kremlin. El fiscal Robert Mueller, que viene de dirigir el FBI, quién sabe si justo en los años en los que su majestad emérita empezó a preocuparse por la seguridad de su móvil y por la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, está terminando su Special Counsel investigation para dilucidar la intromisión rusa en la política estadounidense… y europea. Su informe anterior, sobre las interferencias del Kremlin en las elecciones que ganó Donald Trump, ya obligó a Manafort a abandonar la dirección de campaña, refugiándose sin cargo en las sombras de la influencia. Ahora van directamente a por él. Le piden ocho años de prisión… para empezar a hablar.
Los negocios que están en el origen del dinero que, a cambio, se repatria, los negocios de los Abelló, los Banús, los Borbón, los Ortega o un tal Bárcenas... esos no pueden salir
Villarejo rememora cuando, a principios de ese año, él y De la Joya hicieron de entusiastas anfitriones en Madrid para los discretos encuentros entre Manafort y los rusos. El Russiagate, el informe de Mueller sobre la participación de la gente de Putin en la elección presidencial de Trump, ya iba camino a la Fiscalía General de los Estados Unidos, donde le esperaba un nuevo fiscal urgentemente nombrado por Trump, dispuesto a retenerlo el mayor tiempo posible. Se trataba fundamentalmente de llenar ese tiempo fabricando una confirmación oficial del relato victimista diseñado por Jason Miller, el otro gurú de la campaña de Trump – a cuál más siniestro–, según el cual Donald Trump era víctima de una conspiración demócrata.
Fueron cuatro los encuentros en Madrid, en enero y febrero. Manafort había elegido el campo de juego de Villarejo para verse con los rusos, con los ucranianos, con su “tronco” De la Joya. Pero todo lo que, al inicio de 2107, era “tocar pelo, pero de verdad” se ha convertido ahora en un otoño de preguntas y preocupaciones. Él siempre ha sido muy cuidadoso con los canutos, con las siembras y los rabos… pero esta gente del FBI da miedo, solo hay que ver las películas.
Y además la causa sigue, y al final, “any given friday”, un 3 de noviembre, como quien recoge la fruta madura de ese otoño, el juez ordena la detención de Villarejo. En principio poca cosa: cohecho, delitos contra los derechos de los trabajadores, blanqueo de capitales... Pero el día anterior Anticorrupción ha presentado una querella donde se recogen los mismos delitos de aquella denuncia tan de Villarejo, pero que ahora viene con jugosas informaciones que no han salido de ninguno de aquellos denunciantes “anónimos”, sino de la Europol, la Agencia Europea para la Cooperación Policial.
Detenido Villarejo, se realiza la entrada y registro en los domicilios y oficinas de todos los implicados. O al menos en algunos de ellos. Quién sabe si se olvidan algunas cosas, se desprecian algunos documentos… Digamos que las diligencias no parecen un modelo de eficiencia y exhaustividad. Y no será porque Villarejo no ha dejado sus cosas a la vista. Las que quiere que se encuentren y las que no: archivos encriptados en blanco y archivos groseramente disponibles…. En cualquier caso, todo parece indicar que se ha asegurado una enrevesada investigación de años, una investigación que solo promete disgustos a todos los poderosos de este país. Y además hay claros síntomas de que, de momento, la cosa marcha: las grabaciones que ha dejado bien a la vista… resulta que nadie ha conseguido encontrarlas.
Villarejo iniciará en prisión el año 2018, siguiendo en Al Rojo Vivo los detalles de “su caso”, viendo como el juez instructor entretiene la causa investigando todo lo que no tiene importancia: espionajes entre abogados, los encargos familiares de las herederas de la familia Cereceda, dueños de la exclusiva urbanización La Finca y del restaurante Zalacaín, los problemas con Hacienda, ese vicio vernáculo de las facturas falsas, del marido de la periodista Ana Rosa Quintana y su particular método para intentar resolverlos… Quién sabe, tal vez se trata de ir dejando para un futuro improbable cualquier amenaza seria para cualquiera… incluido el propio comisario jubilado. Tal vez circunscribirlo todo a unos discutibles cohechos que la propia Dirección de la Policía pueda en su momento aguachinar.
Quién sabe si es en ese momento cuando Villarejo toma una decisión insólita: hacerse visible para todos, decir “aquí estoy yo, tengo lista mi parte de la destrucción mutua”
Pero Sun Tsu persiste en su presagio: “Una batalla perdida por cada batalla ganada…”. La Agencia Tributaria se ha agarrado a la denuncia de Europol y anda tratando de completarle a la Fiscalía las lagunas que el registro ha dejado sin registrar. Y ahí parece que las cosas se empiezan a complicar de verdad.
El 11 de julio de 2018, Villarejo dispara su primer misil de fuego real... Los más relevantes periodejos se repartirán la primera “exclusiva” de Corinna sobre el emérito: blanqueo de capitales, patrimonio opaco, cobro de comisiones ilegales, cuentas en Suiza. De acuerdo con las citadas informaciones, la denuncia “proviene” de la propia Corinna, “harta de ser usada como testaferro”.
El juez De Egea se pone nervioso y empieza a intentar atropelladamente archivarlo todo y poner a Villarejo en libertad. Ese verano, los enfrentamientos del juez instructor con la Fiscalía empiezan a saltar a las siempre prudentes páginas de tribunales de la prensa de Madrid. El tema se pone feo… La presencia del juez Diego de Egea en la causa ha sido un empeño personal del presidente del Consejo General del Poder Judicial, el excelentísimo señor Carlos Lesmes, que lo ha impuesto con su voto de calidad. Y es que la historia de la impunidad en España es la historia de lo que se deja fuera del auto de procesamiento del juez instructor encargado del caso (que se lo digan a Cospedal…).
El tema se pone cada vez más feo… Se acaban de cumplir cuatro años desde que a su majestad emérita lo han abdicado. Se acumulan los aniversarios. Ya el año pasado, en junio, se ha quedado fuera de la celebración de los 40 años de las primeras elecciones democráticas. Ahora es casi otra “barragana”. En el acto solemne celebrado en el Congreso, Felipe VI hablará profusa y elogiosamente del papel de su padre en la Transición, del papel de su padre en la llegada de la democracia, del papel de su padre en el 23F, de su padre tal y cual… pero su padre no está invitado... sigue el acto por televisión enfurruñado en La Zarzuela.
Tras la exclusiva de los socorristas de Villarejo, no ha quedado más remedio que abrir la pieza Carol –Corinna–... para que inmediatamente De Egea proceda a cerrarla: considera que no hay indicios suficientes, que son fechas en las que el emérito gozaba aún de impunidad, que eso mejor lo mire el Tribunal Supremo… Pero llueve sobre empapado. La desaforada actitud obstruccionista del juez De Egea empieza no sólo a ser contraproducente, sino que ya hace aguas en la Audiencia. Como también naufraga ya su pretensión de instruir sólo las siete piezas menores, de sacar a Villarejo de la cárcel con una pulsera electrónica y de que el Gobierno ordene “destruir el resto del material intervenido” al comisario encarcelado.
Detenido Villarejo, se realiza la entrada y registro en los domicilios y oficinas de todos los implicados
Y es que ya no es siquiera la Fiscalía o la Agencia Tributaria. Las propias argucias iniciales de Villarejo para enredar la causa hacen ahora escandaloso archivarla. Al menos de momento… La Audiencia empieza a tumbar las decisiones del juez De Egea al que ya no le queda otra salida que abandonar la instrucción. Lo hará antes de que termine diciembre… La tensión arterial de Villarejo se dispara en Estremera… Vale que el juez García Castellón sustituirá a De Egea en la instrucción de la causa, vale que Alejandro Luzón, el nuevo jefe de la Fiscalía Anticorrupción que ha sustituido a Moix, es partidario de un archivo provisional… Vale que ha dejado caer al fiscal Stampa, objetivo número uno de Villarejo, víctima de la habitual manipulación concertada de sus periodejos, creando una sospecha tan burda como eficaz a los solos efectos de cubrir la decisión previamente pactada de intercambiar piezas con otra Fiscalía General ─la española en este caso─ no menos preocupada por los posibles resultados de la investigación...
Pero, recluido en su celda, Villarejo empieza a debatirse entre la paranoia y la sed de venganza mientras asiste al espectáculo de luz y color de su estrategia de destrucción mutua. El rey acabará abandonando España, empujado por la investigación internacional que coloca a su hijo como beneficiario de la fundación que esconde cien millones del Tesoro Saudí tras el paso triunfal de un consorcio español por las vías del AVE caminito de La Meca… Control de daños. Pero del de verdad.... Ahora Villarejo es un rehén de sí mismo. El rey está fuera. Él está dentro. “Destrucción mutua asegurada”.
En la celda 3 del módulo 4, rodeado de delincuentes que son o han sido miembros de las fuerzas de seguridad, quién sabe si Villarejo no se siente un poco como en su propia casa: desde luego, sigue siendo un personaje respetado. Pero quién sabe también si en los largos minutos de cada sesión de cardio no empieza a barruntar que está peleando contra un enemigo que no conoce… Y quién sabe si no es quizá lo mismo que en ese mismo momento barrunta su intocable comodín, camino de una lujosa mansión real, en la lujosa isla de Nurai en Abu Dabi... Que ya lo dice el dicho: “Cada uno en su lugar, ahorra tiempo en el buscar”...
El 11 de julio de 2018, Villarejo dispara su primer misil de fuego real... Los más relevantes periodejos se repartirán la primera “exclusiva” de Corinna sobre el emérito
Y es aquí donde empieza tal vez lo verdaderamente interesante de este largo relato. La parte ilustrativa –que no edificante– de esta vieja trama. Porque lo que no se entiende por cómo comienza, a veces se deja entender por cómo acaba. Porque siempre hay alguien que sabe, que conoce las dos caras de la ancestral historia de nuestro país, esa que hace que nuestros gobernantes –con apenas un par de raras excepciones– alcancen el poder de esta pequeña y alejada provincia fundamentalmente en función de su papel de intermediarios, de elegidos para el poder de uno u otro imperio. Los que saben que el imperio te impulsa y te ensalza, que el imperio te usa y te protege. Y que el imperio también te mata.
Los que saben que Villarejo no es una organización criminal, que es una época. La época de la estrategia de tensión, de la guerra sucia de los restos insepultos del fascismo, la época de la agenda paralela de la transición, de la privatización del miedo reconvertida al servicio de los amos de las finanzas.
Los que saben que Juan Carlos de Borbón y Borbón no es –pese al pleonasmo– un delincuente... que es nuestra época. La que unifica las redes de evasión fiscal con las del omnipresente tráfico de armas, mientras trata de olvidar que en los países aún existen agencias de inteligencia dedicadas a poner y quitar gobernantes. Una época que acaba... la de la vieja Alianza Atlántica, la de las privatizaciones… también la de las luchas perdidas por el significado de la palabra democracia… y una época que nace: la de la geopolítica de la desinformación, la del golpe blando, la del big data aplicado a la manipulación y –por supuesto– la del ingente blanqueo y la evasión fiscal de las cada vez más millonarias ganancias.
Los que saben que su majestad no volverá a gritar que “él es de Putin”. Al menos no delante del ínclito e incombustible Eduardo Serra –our man in Madrid–. Que Villarejo logrará abandonar el módulo 4 de la prisión de Estremera... aunque sea porque no hay espacio en la agenda para juzgarlo. Que no volverá a prisión. Que las nulidades y los archivos caerán como lágrimas en la lluvia. Que alguna condena –ya cumplida con el tiempo en prisión– le recordará que su tiempo ha terminado y que solo le queda lanzar algún cacahuete en alguna comisión de investigación y tratar de que algún presidente de alguna empresa del Ibex tarde un poco más en ser “desimputado”.
Que todos cobrarán lo que les deben y que todo volverá a su cauce... como volverá su majestad emérita una navidad no lejana, una vez que el Tribunal Supremo haya por fin “delimitado la relevancia penal de los hechos” que le afectan. Que le espera la bendición displicente de su hijo y el olvido detrás de un par de titulares amables, el patrocinio piadoso de algún santo –pongamos, por ejemplo, Sanginés-Krause– y algo que echarse a la escopeta en una Dehesa de Albacete.
Y que en realidad nadie recordará apenas nada, entretenidos todos en la vibrante exclusiva de los últimos cacahuetes. Los de siempre volverán a la banca privada, los demás a pagar comisiones por cuenta corriente y el Consejo General del Poder Judicial a renovarse puntualmente… en cada mayoría absoluta del Partido Popular.
Y todos sabremos otra vez que ninguno de nosotros puede esperar que le digan la verdad simplemente subcontratando esa verdad a los políticos, a los tribunales o a los grandes medios de comunicación. Como mucho, alguna periodista valiente seguirá explicándonos las mentiras que puntualmente se escapan desde el otro lado de la pantalla… Pero no basta. No basta con indignarse ante los trapos sucios que dejan las guerras de los intocables. Hace falta más. Bastante más para que la ciudadanía se haga dueña de su propia democracia.
Bastante más para que las batallas que se inician detrás de la pantalla no las resuelvan los mismos que están detrás de todas las pantallas. Los que sí saben. Los intocables de verdad, the untouchables, неприкасаемые...
“Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas”.
Que todo está en Sun Tsu... Tras la pantalla.
Audiencia Nacional. Juzgado Central Nº 6 Madrid. Procedimiento abreviado 96/2017. Caso Tándem. Fecha del registro: 3 de noviembre de 2017. Localización GT17. Dentro de la Caja. Un documento grapado de “Contrato de apertura de cuenta”. Entidad: BBVA. Titular: Untouchable....
Autor >
Gloria Elizo
Es diputada de Unidas Podemos y vicepresidenta del Congreso.
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