La vita nuova
Ancha es Castilla
Lo iliberal ofrece algo que no ofrece el PSOE, las terceras vías: un sentimiento de pertenencia a un proyecto, cuando no hay ninguno, sino la selva
Guillem Martínez 15/02/2022
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LA VIDA Y LA PARAPSICOLOGÍA. La vida es un hecho político. No así, no siempre y no necesariamente, la política, que suele ser todo lo contrario. Un hecho partidista e institucional. Una sociedad consagrada a la política –este es el caso desde 2011; en Cat, antes; Cat es Esp dos años antes, y con otra boina– es una sociedad con cierta patología que confunde el hecho político –las tensiones que provoca la injusticia, la desigualdad, el abuso, la corrupción– con la política –esa disciplina, en términos generales, inasequible a la injusticia, la desigualdad, etc.–. En las dictaduras, o en todo lo contrario, las repúblicas de Weimar, la política, que no tiene nada que ver con la vida, se come una gran energía de lo que llamamos vida. La vida es, básicamente, un espacio de 24h durante cinco días. Bueno. La vida y la política tras las elecciones en C&L.
PABERNOSMATAO. Si la razón de un adelanto de elecciones en C&L era solventar un gobierno dependiente de C’s, las elecciones han sido un fracaso para el PP, que ahora es más dependiente, y de un partido aún menos edificante. Visto lo visto, y para comerse con patatas a C’s, era más rápido, efectivo y certero acudir a la normalidad extendida de comprar a C’s, ese partido que nació como partido en venta y que, en efecto, se está vendiendo C.A. a C.A., hasta su venta final. C’s es una metáfora no del liberalismo esp, esa cosa carente de metáforas, en tanto que no existe, sino del periodismo esp, profundamente sesgado, y que dio a C’s una entidad y unos valores que nunca tuvo. C’s, en fin, es un partido cat, que nació para jugar a los nacionalismos. Esto es, para crear una batalla, que no una victoria –en la disciplina nacionalismo nunca gana nadie de manera sostenible y todo el rato–. Su exportación a Esp fue la exportación a un nacionalismo, el esp, que ya está copado de accesos y sucursales y matices. Es lógico que sus usuarios, tras el agotamiento de esta partida, vuelvan a la casa madre, a cambio de una mejora en sus expectativas vitales. O sin ella. El C’s institucional, en ese sentido, parece no pedirle nada a la vida que no pueda ofrecerle, pongamos, el bufete Martínez-Echevarría. El C’s institucional, por otra parte, parece no poder ofrecer nada al bufete Martínez-Echevarría / la realidad / el mercado nacionalista.
Casado ha demostrado que no tiene equipo, que no tiene asesores, que carece de inteligencia comunicativa
Si, por otra parte, el objetivo del PP era interno, solventar una pugna interna en el PP, entre el PP-Casado y el PP-soltero –Ayuso et al.–, ha perdido el PP (c)asado. No ha rentabilizado las elecciones con una victoria épica. Y –esto es lo dramático– ha dilapidado una apuesta comunicativa. Sobres aparte, la fortuna de un partido es su política comunicativa. Jugar, apostar por el trumpismo fuera del MAD-federal –la política esp que se desarrolla en MAD, en la confusión, dilatada, de que MAD es Esp– ha sido una apuesta de riesgo. No ganada. Es decir, perdida. Casado ha demostrado que no tiene equipo, que no tiene asesores, que carece de inteligencia comunicativa –el 90% de la inteligencia política en la política institucional–. Incluso con medios a favor, la ausencia de ese tipo de inteligencia se paga. Como ha sido el caso. La metáfora: Ayuso ya habla de convocar el congreso del PP MAD, esa cosa que tenía que haber aplazado una victoria chachi en C&L. Un congreso, a su vez, no es nada, salvo la escenografía de una comunicación. A Casado, sin comunicación, le darán hasta en el paladar. Compren palomitas. La próxima batalla del PP, contra sí mismo y contra Vox –es decir, también contra sí mismo– será pronto, en Andalucía.
PSOEING. El PSOE ha sido, no obstante, y de manera menos espectacular, el gran perdedor. El PSOE son dos cosas. Es a) una metáfora. Cuando viajas por Esp ves que es una suerte de SPD, de partido de tercera generación, en el que está quién tiene que estar. Una izquierda fiel, razonable, dialogable, con anhelos, con cierta agenda del siglo XXI. Pero también es b) un partido esp. Esa cosa que, conforme se acerca a MAD se vuelve un proyecto comunicativo, una comunidad de intereses, una suerte de objetos muertos que caminan. Un zombie. Es, en su caso, el sostén del Estado. El único. El PP no es un partido de Estado, sino un acceso a él. El Estado post-78 se mantiene gracias al PSOE. Pero en una lógica que no es el PSOE extra-MAD.
El PSOE se está especializando en un juego al que juegan mejor las derechas esp, en contacto con ese torrente comunicativo que son las extremas derechas 2.0
Si entendemos que el Estado ha quedado anclado en una suerte de Restauración perpetua y permanente –con determinados mitos nacionalistas; inasequible a las reformas; inasequible al federalismo, la forma más natural para Esp; inasequible a otra agendas políticas discutibles con otras izquierdas; inasequible a otras fórmulas astutas, más allá del neoliberalismo–, el PSOE puede ser, a partir de un momento –cercano, o ya pasado– el partido pagafantas. El partido que siembre un poco de orden y simpatía, y poco más, en paréntesis sin gobiernos PP. El PSOE se está especializando en un juego –de comunicación, antes que de política efectiva– al que juegan mejor las derechas esp, en contacto con ese torrente comunicativo que son las extremas derechas 2.0. Está desaprovechando su estancia en el poder. No está aprendiendo a compartir políticas. Algo fundamental cuando el bipartidismo se ha acabado. C&L es la metáfora de que un neoliberalismo simpático importa poco, y de que una política de comunicación efectiva es algo fundamental en las derechas –en Esp no pueden comunicarse a sí mismas con sinceridad–, pero que en las izquierdas solo es un complemento. Sobre los problemas de comunicación del PSOE: a ver cómo solventa un cordón sanitario a Vox más allá de la comunicación, sin facilitar, sin crear yuyus peores, como una Gran Coalición.
“EN ÁVILA, MIS OJOS, DENTRO EN ÁVILA”. En la antología de poesía popular castellana de Dámaso aparecía este inquietante poema: “En Ávila, mis ojos, / dentro en Ávila. / En Ávila del Río / mataron a mi amigo, / dentro en Ávila”. Es un poema medieval anónimo, incomprensible, bellísimo y cargado de perplejidad. Y, si quitamos ‘medieval’ y ponemos ‘Weimar’, explica lo que ha pasado no tanto en Ávila, sino en Soria. Algo incomprensible. La Esp vaciada ha sacado el 40% de los votos en una provincia. Esto es, ha aportado un programa y un lenguaje que ha sido interpretado como operativo por una mayoría, y que no tiene nada que ver con PSOE, PP, Vox o UP. Ha hecho trizas el bipartidismo que –no hagan caso cuando les digan que no– está hecho trizas. Es el prólogo de algo. Que será corto o largo. Y sin el adjetivo ‘izquierdas’. Más si entendemos las izquierdas como algo parecido a las derechas: una forma de comunicar, de vestir, de hablar a partir de un léxico más complicado que el de las derechas, lo que le aproxima al léxico católico en su díaZzzzzz. Como sucede con el poema que les he endiñado, no sabemos nada de estas candidaturas. Sabemos que no se inclinan hacia la izquierda. Lo que puede ser un indicio para saber hacia dónde caerán. O no. Pueden ser determinantes, en breve, para decantar mayorías en el Estado. O no.
LA DEPRESIÓN. Los yaganes de Tierra de Fuego tenían, dicen, una de las lenguas más fascinantes del mundo. Las palabras eran frases, que determinaban la interpretación del léxico. Así, la palabra ‘depresión’, tan chunga en occidente, en yagán se cotidianizaba y equivalía a la frase ‘periodo en el que un cangrejo pierde el caparazón anterior, y aún no tiene el nuevo’. La depresión yagán es tal vez lo que le ha pasado a UP, ese partido en refundación, que no iría nada mal que se refunde encima, y se dote de caparazón, lo más pronto que pueda. Refundarse consiste en muchas cosas, pero también en darle un final honorable a su aparato anterior. El aparato es esa cosa que no se va ni con agua caliente, y que acostumbra a entorpecer la creación de caparazones. Sabemos poco del próximo UP. Parece que será un algo confederal. Lo que le aproximaría al paisaje real. Estaría bien –y eso ya no se puede asegurar– que careciera de aparato, que fuera como el Partido Demócrata, esa cosa que se arrejunta cada 4 años. Estaría bien que discerniera entre política institucional y vida, que tuviera algo que le anclara a la vida, y que tuviera autonomía para la política institucional, esa cosa irreal y con lenguaje propio. Y que aportara una socialdemocracia operativa. No hay ningún partido institucional de izquierdas –incluido Bildu o CUP– que no sea socialdemócrata de manera efectiva. En general, y frente a la Tercera Vía, hay un culto planetario al concepto socialdemocracia. Piketty, con suma astucia, utiliza el palabro socialdemocracia para aludir a cosas que nunca lo fueron, o que dejaron de serlo, como una fiscalidad global, o un IRPF efectivamente progresivo.
C&L, en todo caso, parece ser un aviso a UP. No se puede ir a las elecciones andaluzas con el mismo caparazón
Al concepto socialdemocracia, conforme se aleja de la Tercera Vía, se le van colando conceptos como renta básica en el trade-mark. Para el pack izquierdas, incluso para algo más vasto, y que podría ser el pack de lo no iliberal, es necesaria una socialdemocracia operativa, no anclada en la simpatía, el léxico, o en el gran hecho comunicativo que significa estar en un gobierno del PSOE. C&L, en todo caso, parece ser un aviso a UP. No se puede ir a las elecciones andaluzas con el mismo caparazón.
LOS ANTICOMUNEROS. Vox ha crecido dramáticamente. O no tanto. Los porcentajes de voto de, respectivamente, PP, PSOE y Vox son los mismos que los de las últimas elecciones generales para todo el Estado. C&L confirma, en todo caso, una progresión local. Que no es tanto electoral –que lo es; ha sido espectacular– como cultural. Lo que tendría que llevarnos a alarma y a elucubraciones. Pero si pensamos que Vox es un partido-experimento, fundado desde FAES, con material PP, para volver, algún día, a la refundación de la derecha esp, en otro sitio –más a la derecha, y con una tabulación internacional– se reducen las elucubraciones y aumentan las alarmas. Aún sin la información de quién ha votado a Vox –¿hombres?, ¿hombres y mujeres? ¿ricos? ¿pobres?–, algo pasa con una nueva formación iliberal en Esp, a la que, parece ser, le han votado antiguos electores de C’s, PP y –glups– cualquier otro partido no englobado en la novísima España Vacía. El neoliberalismo admite pocas bandas sonoras. Y una es el nacionalismo. Lo iliberal ofrece algo que no ofrece el PSOE, las terceras vías: un sentimiento de pertenencia a un proyecto, cuando no hay ninguno, sino la selva. Se mire por donde se mire, es insuperable. Las extremas derechas están creciendo y conectando con la sociedad. Es un problema global. En Esp, tienen la mitad del trabajo hecho. Tienen a) un público –derechista o izquierdista– que cree que las batallas culturales son la política, un b) concepto, ‘constitucionalismo’, admitido como animal de compañía, y no como aberración democrática. Tienen una c) Ley Mordaza. Y tiene d) un poder Judicial sensible a una agenda esp que no iría más lejos culturalmente de lo establecido en la Restauración del XIX. Todo eso junto, efectivo ya desde hace años, es la fantasía de otras extremas derechas en Europa. Lo que habla de la ausencia de las izquierdas en las culturas locales. Solo se las vota cuando la locura de las derechas finaliza ciclo. Que PP y Vox gobiernen en un gobierno regional es, por otra parte, algo asumido en Esp, tras lo de Andalucía, Murcia y MAD. Y algo poco preocupante en el exterior. De hecho, hoy no aparece nada de C&L en la prensa internacional.
LA VIDA Y LA PARAPSICOLOGÍA. La vida es un hecho político. No así, no siempre y no necesariamente, la política, que suele ser todo lo contrario. Un hecho partidista e institucional. Una sociedad consagrada a la política –este es el caso desde 2011; en Cat, antes; Cat es Esp dos años...
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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