1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

Editorial

La factura de la luz, una emergencia humanitaria

Hay que decir la verdad: Europa hace frente a una crisis energética de dimensiones existenciales. Es necesario un plan de choque para paliar la pobreza energética y la carestía de los alimentos y las hipotecas

16/09/2022

<p>Gáspide</p>

Gáspide

La boca del logo

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Acabado el dulce sopor y la tregua del verano, muchos hogares y empresas están recibiendo facturas de la luz astronómicas, por montantes que son dos y hasta tres veces superiores a lo habitual por estas fechas. En todos los casos, el problema no se debe a un aumento del consumo sino a cambios en los costes de la factura de la luz. Uno de esos costes extra ha levantado las sospechas (y también las iras) de una parte de la ciudadanía y se ha convertido en un caladero oportunista para los partidos de derechas: la compensación a las gasísticas, de acuerdo con el Real Decreto Ley 10/2022. Es decir, justo el RDL que establece la llamada “excepción ibérica”, también conocida como “topado del gas”. Este coste en particular representa alrededor del 30% de la factura, nada menos. 

Para aumentar la confusión (y también, probablemente, para redirigir la indignación general contra un coste de la electricidad que va a hacer inviables muchos negocios y que sumirá a muchos hogares en la indigencia energética), algunas compañías designan este coste en la factura como “Compensación por la intervención del gas RDL 10/2022”. Las eléctricas intentan vengarse de un Gobierno al que desprecian culpándole de que la luz haya subido.

Ojalá las cosas fueran tan simples. En medio de la gravísima crisis actual, y de toda la ceremonia de la confusión, se están diciendo y difundiendo muchas mentiras para ocultar una amarga realidad que debería llevarnos a un cambio radical de nuestra orientación como sociedad. Pero antes de eso, expliquemos qué está pasando.

En primer lugar, el topado del gas. Como saben, en toda Europa se aplica el sistema marginalista para la fijación del precio del megavatio·hora mayorista. Como explicaba recientemente Yannis Varoufakis se trata de un mecanismo para “simular que hay un mercado” en una situación que en realidad es de monopolio perfecto. Y es que usted no puede escoger por qué cables le va a llegar la electricidad: vienen de la red de baja tensión de su localidad y punto. Y esa red la toma de la de media tensión, que a su vez la toma de la de alta tensión, que gestiona Red Eléctrica Española (REE), una empresa pública que en todo momento se tiene que poner de acuerdo con los proveedores de electricidad para que haya un perfecto equilibrio entre oferta y demanda. Lo del “perfecto equilibrio” no es un concepto económico sino físico en este caso, y un importante requerimiento técnico: si no hay suficiente oferta, la red se cae y hay apagones; si hay demasiada, la red se sobrecarga y se producen averías, a veces muy graves. Por lo tanto, por las características de la red eléctrica centralizada no hay opciones reales de elección: físicamente es un monopolio (el de los cables, podríamos decir) gestionado por un pequeño grupo de empresas (un oligopolio). Para evitar que ese grupo de amigos se pongan de acuerdo y nos fijen el precio que les dé la gana se les obliga a competir, y aquí es donde entra el sistema marginalista.

Por las características de la red eléctrica centralizada no hay opciones reales de elección: físicamente es un monopolio gestionado por un pequeño grupo de empresas (un oligopolio)

Para cubrir la demanda prevista cada hora, REE va al “mercado” y pide electricidad, y va escogiendo de lo que le ofrecen, empezando siempre por lo más barato y subiendo progresivamente de precio hasta que ya tiene suficiente, y entonces pasa por caja. En el sistema marginalista, se paga todo al coste de lo más caro que haya entrado. Para que lo entiendan: imagine que usted va al mercado porque quiere hacer una paella, coge un kilo de arroz que va a 1€/Kg, medio kilo de gambas a 10€/Kg y un gramo de azafrán a 1.000€/Kg. En el mercado ordinario, usted pagaría 1€ por el arroz, 5€ por las gambas y 1€ por el azafrán, en total 7 euros. En el mercado marginalista, usted ha cogido 1,501 Kg y lo va a pagar todo a precio de azafrán, es decir, 1.000€/Kg, y por tanto apoquina 1.501€. 

¿Por qué se hace esta cosa tan complicada y aberrante? Porque, teóricamente, estimula la competencia y favorece que aparezcan nuevas tecnologías y nuevas energías más baratas que entren en el mercado y al final eso hace abaratarse el precio. Eso es lo que dicen los economistas neoclásicos.

En el mundo real, sin embargo, no aparecen más tecnologías porque posiblemente no son viables; no aparecen nuevas fuentes de energía porque seguramente no existen y encima el gas natural cada vez es más caro y hace que el precio de la luz se vaya hasta el infinito y más allá. La razón por la cual se utiliza cada vez más gas natural en la generación eléctrica es muy técnica y la diferiremos para otro momento: digamos ahora, simplemente, que es imprescindible para garantizar la estabilidad de la red. No es, por tanto, una cosa opcional: usamos tanto gas porque si no la red eléctrica se caería.

¿Y qué es eso de la compensación de la intervención del gas? Pues el mecanismo que el Gobierno de España acordó con la Unión Europea para limitar el precio de la electricidad en España y Portugal, aprovechándonos de que estamos muy poco conectados con Europa: la excepción ibérica. Esta falta de conexión es importante: si tuviéramos mucha interconexión, el topado del gas no funcionaría porque nuestros vecinos nos comprarían electricidad a ritmo salvaje: de hecho, con la escasa interconexión que tenemos, hoy en día Francia importa tanta electricidad como puede de España, porque pagando la compensación de la intervención y todo –porque Francia también la paga por la electricidad que importa de España, contrariamente a lo que se ha dicho– le sale más barata que la que importa a marchas forzadas desde Alemania (Francia tiene la mitad de sus centrales nucleares paradas y es el gran enfermo energético de Europa, pero eso también es tema para otro día). 

¿Cómo funciona el topado del gas para la generación de electricidad? En esencia, se mantiene el mercado marginalista tal cual estaba, pero las centrales de gas entran con un precio tope fijado por el Gobierno (inicialmente 40€/MW·h, que va subiendo progresivamente a medida que pasan los meses hasta el final de la duración prevista de la excepción ibérica). De esta manera, se evita tener que pagar toda la electricidad a los 500 €/MW·h o más que actualmente cuesta producirla en las centrales de ciclo combinado. Pagar 40€/MW·h está más que bien para las centrales nucleares, hidroeléctricas, eólicas y fotovoltaicas. Sin embargo, las centrales de gas de ciclo combinado, con sus gastos de 500€/MW·h o más perderían dinero y obviamente acabarían cerrando, dejándonos sin electricidad. Así que el mecanismo del RLD 10/2022 prevé que a éstas se les cubran sus costes, es decir, que se les pague esos 460€/MW·h o más de diferencia entre lo que da el mercado marginalista topado y sus costes reales. Ése es el concepto de la factura que dice “Compensación por intervención del gas RDL 10/2022”. Volviendo al ejemplo de la paella, es como si le pusieran un tope de 20€/Kg al azafrán, y así Vd. tendría que pagar el arroz y las gambas a 20€/Kg y el azafrán, pero solo el azafrán, a su precio de 1000€/Kg. Así que su paella le saldría ahora por 31€. Cara, muy cara, pero no es la salvajada de 1.501€ que decíamos al principio. 

Sin el tope al gas, la factura de hogares y empresas no se hubiera multiplicado por 3: seguramente lo hubiera hecho por 5 o por 7

Otro matiz importante: si no fuera por el topaje del gas, el precio mayorista de la electricidad en España no estaría en los 400€/MW·h a los que ha llegado estos días, sino en los 700-800€/MW·h que se han visto en Europa. Es decir, sin el tope al gas, la factura de hogares y empresas no se hubiera multiplicado por 3: seguramente lo hubiera hecho por 5 o por 7. Y por eso la asociación europea de empresas químicas y la de empresas metalúrgicas han enviado sendas misivas a la Comisión Europea anunciando que tienen que cerrar y que buscarán otros países donde trabajar. Y por eso la producción europea de aluminio ha caído un 50% o la de fertilizantes un 70%. Y, atención, que el precio del gas este invierno aún podría duplicarse. Todo esto anuncia un hundimiento económico de tal magnitud que muy probablemente se quedará pequeño el apelativo de “gran recesión” o incluso de “depresión”.

Hay otra cosa que no se está explicando correctamente y con honestidad. Europa hace frente a una crisis energética de dimensiones existenciales. Este invierno no va a ser “durísimo”, como han repetido Teresa Ribera o Margarita Robles, no: va a ser mucho peor que eso, sobre todo si el clima es especialmente inclemente en el Viejo Continente. La situación que tenemos entre manos solo puede compararse a la de una guerra, pero no a una guerra cualquiera sino a una guerra mundial. Se está hablando de que decenas de miles perecerán por el frío en toda Europa, se está hablando de que escasearán los alimentos. Países como Suiza, Finlandia, Alemania o Austria están preparando ya planes para efectuar apagones rotatorios, para racionar como sea la electricidad. Y aún no hablamos de la crisis del diésel, que espera agazapada en el horizonte, dispuesta a darnos el tiro de gracia.

Nuestros gobernantes deben salir ahí y decir la verdad. A las ciudadanas y los ciudadanos españoles no les va a servir de consuelo que sus facturas eléctricas se hayan multiplicado “solo” por 3, mientras las de otros países de Europa se multiplican por 7: igualmente no las van a poder pagar. No podemos seguir esperando y confiando en que los mecanismos de mercado arreglen este desaguisado. Y sobre todo no podemos dejar que se siga alimentando la confusión para provecho de las posiciones más intransigentes y menos democráticas, alentadas también por una política monetaria del BCE que solo añadirá obstáculos y dificultades a la ciudadanía. 

Hay que salir ahí y decir la verdad. Que la crisis energética amenaza nuestras vidas, la vida, en todos los sentidos. Que estamos en guerra, no contra Rusia, sino contra la biosfera que nos da los recursos que son nuestro sustento, y que ésta es una guerra que solo podemos perder. Que tenemos que poner a las personas, a la vida, en el centro, en estos momentos tan oscuros. Que hace falta un plan de choque para paliar la pobreza energética y la carestía de los alimentos y las hipotecas.

Es un momento de emergencia y extrema necesidad. No podemos esperar más. Los políticos europeos tienen que dar respuestas y soluciones a la altura del reto. Alemania, hoy mismo, ha anunciado que nacionalizará sus tres empresas gasísticas. La Unión Europea no debería esperar mucho más.

Acabado el dulce sopor y la tregua del verano, muchos hogares y empresas están recibiendo facturas de la luz astronómicas, por montantes que son dos y hasta tres veces superiores a lo habitual por estas fechas. En todos los casos, el problema no se debe a un aumento del consumo sino a cambios en...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

2 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. jmfoncueva

    El artículo 128 de la Constitución parece ser considerado por la mayoría de los políticos como la página de pasatiempos de la misma. Peor aún: como el chiste. Opino que lo absolutamente necesario para todos, como la energía, el agua y la sanidad, indispensables para sobrevivir, deberían nacionalizarse, pero en serio. Luego, si quieren establecerse compañías privadas, o médicos "de pago", allá ellos. Costa Rica no tiene ejército permanente y no hay ninguna hecatombe: llamaría al "médico" si tuviese problemas. Si el gasto militar se empleara en necesidades reales (aparte de ser inmoral), y no perteneciésemos a los vasallos de Estados Unidos, ni de nadie, que, económicamente, es como si un parado se hiciese socio de un club de golf, otro gallo cantaría. Y son muchos gallos los que tenemos en el gallinero. Nos pueden explicar (otra vez) las mil cucamonas que se hacen para robarnos, pero la gente sigue votando lo mismo que el que cobra 35.000 euros al día por llamarnos tontos. Los ciudadanos de a pie que defienden las nucleares (en nuestro pueblo, no en el suyo) ¿de verdad creen que iban a reducir el importe del recibo de la luz? Y ¿conoceremos otra cosa algún día? Esperémoslo. Sentados, por si acaso. Salud, contextatarios.

    Hace 2 años 2 meses

  2. enrbalmaseda

    Con toda sinceridad, no me explico cómo ctxt puede subtitular su editorial “decir la verdad" y luego ocultar los hechos fundamentales. Da muchos datos sobre UNA causas del problema -la más sabida y publicada: el oligopolio de oferta- , pero silencian la otra, mucho más determinante en este alza vertiginosa de los precisos: la guerra de Ucrania, mejor dicho, el precio de las sanciones de la UE a Rusia, que según he leído en medios serios nos va a costar a los ciudadanos de la UE unos 2 billones ( o sea 2 millones de millones) de euros (por el aumento de precios de energía más inflación). Otra cosa es ctxt defienda o no la política antirusa USA/UE o se mantenga neutral, asunto, por cierto, que bien merecía un editorial.

    Hace 2 años 2 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí