Procesando el yuyu
Si le gustó 2022, le gustará 2023
El Poder Judicial en Occidente tiende a convertirse en una suerte de Legislativo que restringe derechos. Cada día estamos más cerca de un golpe judicial exitoso, que podría ser el inicio formal del siglo XXI
Guillem Martínez 31/12/2022
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1- Un resumen de noticias anual son las noticias reducidas a su mínimo, de manera que son las noticias en ropa interior. Es un resumen no de lo que ha pasado, sino de lo que no se ha conseguido evitar que pasara. Por todo ello, son la época, esa cosa que, como el agua en una gotera, va a donde quiere. Lo que aquí sigue es un resumen de 2022, ese año –y ya llevamos varios; ojo– cargado de ganas de ser época.
El fake ya no es un abuso, sino una herramienta que ha venido a quedarse
2- LA FUSIÓN FRÍA. El 18D EE.UU. comunicaba al mundo un gran avance científico en la disciplina de la fusión fría. Pero ese comunicado histórico no lo realizaba la ciencia, a través de una publicación en una revista científica, sino el Estado, a través de una rueda de prensa gubernamental cutre. Esto es, el Estado suplía a la ciencia. Por lo que no conocemos las dimensiones científicas del asunto. Es posible que no las tenga, sino que tan solo tenga dimensiones estatales. Es decir, propagandísticas. Esta gran noticia científica, que no lo es, es un sello de la época: la libre circulación del fake en la información, incluso emitido por instituciones –el Gobierno USA actual– más cercanas a, es un decir, la socialdemocracia, que a la extrema derecha 2.0. Lo que apunta a que el fake ya no es un abuso, sino una herramienta que ha venido a quedarse. Muchas de las cosas que han pasado este año –verbigracia, una revolución sin precedentes en la fusión fría–, de hecho, no han pasado. Se dice rápido.
La de Ucrania es una guerra de autorías y trayectos desconocidos
3- LA GUERRA. En febrero Rusia invadió Ucrania, en lo que es una barbarie difícil de interpretar aún. Más si pensamos que el conflicto tiene un hilo invisible con Taiwán, en las Quimbambas. Las guerras, esos ejercicios de brutalidad, esa suerte de transparencia, son cada vez más crípticas. No nos acordamos, pero la II Guerra Mundial solo se entendió cuando se supo que era una continuación de la I Guerra Mundial. ¿Qué guerra es esta? En septiembre hubo una primera respuesta, tras un acto de guerra en el Báltico, con el que se destrozaba el gaseoducto Nord-Stream. La respuesta, la explicación, la autoformulación de esta guerra, consistió en un esfuerzo notorio y colectivo para intentar no saber la autoría de ese acto de guerra lo suficientemente espectacular como para iniciar otra guerra, como para dotar a esta de otro grado. De manera que aún hoy se desconoce al autor. La de Ucrania es, por lo tanto, una guerra de autorías y trayectos desconocidos. La información no es la primera víctima en una guerra. No cuando –punto 2– el fake es un contacto con la realidad usual y continuado.
5- AUSENCIA DE CAMBIO EN EL PARADIGMA ECONÓMICO. La socialdemocracia se interrumpió en un punto entre los 70 y 80 del XX, cuando Maricastaña. O, como se dice a los niños, se fue a vivir a una granja muy bonita, con otros perritos que juegan con ella. No obstante, en efecto y en su ausencia, está habiendo cambios de actitud en esta nueva crisis. Pero no pueden venir de un cadáver, por lo que deben hacerlo del neoliberalismo mismo. A través de a) una inversión pública, que suple la exposición de las empresas al mercado. De b) impuestos a energéticas, puntuales y muy por debajo de sus beneficios descomunales en crisis. De c) intervención en los mercados de energía, con criterios absurdos, no fundamentados en lo económico, y que tienden antes a garantizar el pago a las empresas que a razonar y reformar un mercado ficticio. No se están acometiendo, por tanto, intervenciones en la economía tanto como ocurrencias, o subvenciones –a ciudadanos y, más comúnmente, a empresas–, sin mucho fundamento ni sostenibilidad. Verbigracia: garantizar el suministro de energía, garantizando a su vez beneficios surreales a las empresas, costó en toda la UE, y solo en noviembre, más de 700.000 M€. La fiscalidad europea está al límite, mucho más cuando la reducción del IVA –ese impuesto neoliberal, que se introdujo cuando se pelaron el IRPF–, viene siendo la forma más utilizada en Europa para “intervenir” –esto es, para renunciar a intervenir– en la economía. Lo que supone un desperdicio de pasta, un alto coste de oportunidad. Queda poco tiempo para una intervención democrática y cabal en la economía. Muy poco si contamos con la aceleración del calentamiento global, que tuvo su puesta de largo oficial este verano, y en una posterior Cumbre del Clima, en la que se acordó que bla-bla-bla/nada. Si se tarda, la intervención no será democrática ni cabal, sino un comunismo de derechas y neoliberal. Recuerden esta última frase, que nos reiremos.
6- EL QATARGATE Y EL DEUTSCHEGATE. El Qatargate sería un problema acuciante si el Parlamento Europeo no fuera la sombra de la sombra de la mano de un Legislativo. Sí, deben ocurrir pagos de otros gobiernos a representantes políticos. Pero, cabe suponer, se realizan con mayor efectividad a otros Legislativos, incluso a otros Ejecutivos. ¿Por qué se habla tanto del Qatargate? Porque es la pérdida de una inocencia –por supuesto, no del PASOK, partido implicado en el pifostio Qatar, que desconoce ese concepto–. Y porque hablar de Qatar impide hablar del Deutsche Bank, entidad que, asociada a Rabobank, manipuló el mercado de deuda pública desde 2005 a 2016, según denuncia la Comisión. Esto es, se intervino a los PIGS –se intervinieron democracias, con empobrecimiento de sociedades, recortes estructurales en educación, sanidad y pensiones, y con la consiguiente disminución de la esperanza de vida, no recuperada– manipulando datos para obtener beneficios. Simulando mercados que no se producían. Algo que puede seguir pasando en otros mercados, como el energético, el gasístico, el del dinero/Euríbor. En general, el Deutschegate –un escándalo radicalmente grave, del que algún día se hablará; o estamos perdidos– ha sembrado una amplia desconfianza en los datos. En los datos económicos, que pueden ser tan falsos como un duro sevillano, o el precio de la deuda griega o española durante el Gran Crack de 2008 para el Deutsche Bank. Un indicio: en Europa ya hay grandes sindicatos –CC.OO. es uno– que desconfían de los datos económicos ofrecidos para establecer la realidad. Importante.
El Deutschegate –un escándalo radicalmente grave, del que algún día se hablará; o estamos perdidos– ha sembrado una amplia desconfianza en los datos
7- EL AÑO QUE INFLACIONAMOS PELIGROSAMENTE. La inflación interanual en España ha sido de, redondeando, el 6%, la menor de toda la UE –en la zona euro va por el 10%–. Se preveía que España se iría al garete. Pero las previsiones/datos económicos están a la altura de lo señalado en el punto 6. Es una inflación, por otra parte, raruna. Tiene poco que ver con el aumento del consumo. Un informe del Banco de España explica de dónde sale la inflación, en todo caso. Los beneficios de las empresas no financieras han crecido este año un 21%, siete veces más que los salarios. El crecimiento de los beneficios ha sido, a su vez, tres veces mayor que el crecimiento de los costes. Todo ello dibuja la inflación local como un abuso de las empresas. Que suben precios a su bola, sin ningún tipo de decoro o de cultura económica que no sea la neoliberal, esa ausencia de decoro. Parece que nadie se atreve a regular, ni siquiera cuando la desregularización crea inflación/empobrecimiento.
Parece que nadie se atreve a regular, ni siquiera cuando la desregularización crea empobrecimiento
8- ABORTADO EL ABORTO. En EE.UU. el TS se ha comido con patatas el derecho al aborto, que hoy es menos efectivo que hace un año. O 40 años. Lo que ilustra lo que está pasando en Occidente. El Judicial tiende a convertirse en una suerte de Legislativo. En cierta manera promulga. Y lo hace de manera restrictiva. Derechos consolidados dejan de estarlo. La democracia está siendo reformulada, absolutamente. Para este golpe a las constituciones democráticas no es necesario, como sucedió en la primera mitad del siglo XX, que las derechas reaccionarias copen el Estado y expulsen de él a otras opciones. Tan solo hace falta a) polarizar la sociedad, lo que se consigue mediante batallas culturales, y b) dominar el poder judicial, a través de la lógica de la polarización. La polarización, una crispación dramática que invalida la política o/y el periodismo, es una herramienta tan frecuente que empieza a haber izquierdas, cortas de vista, que apuestan por ella, por sus batallas culturales. Socorro.
9-SANIDAD, POLÍTICA Y DD.HH. Este año, entre otros virus respiratorios, ha campado con cierta libertad la viruela del mono, otra enfermedad que es la época. Nace del contacto entre personas –desplazadas, sin lugar, sumamente precarias– y animales. Nace, por lo mismo, de la animalización de personas. El Sur, el Sur Global, está siendo abandonado a su suerte, lo que dibuja un mundo tendente al abandono, que aprendió poco en 2020, y que no entiende que las enfermedades son globales. España participa de esa lógica ilógica con su política fronteriza con Marruecos. Un intento desesperado por frenar una inmigración, por otra parte necesaria, tanto que acabará accediendo a su destino. La política fronteriza de España, ejemplarizada en la matanza de Melilla, este junio, es un precedente muy serio de violencia y de ausencia de inteligencia y planes e ideas de futuro. Cabe esperar que la presión migratoria –a su vez, una consecuencia de la presión económica, de la climática, de la sanitaria– sobre la España africana, irá posicionando cada vez más lejos de los DD.HH. a España. Esas cosas siempre tienen consecuencias éticas, incalculables, en la política.
10- EL FIN DEL HUMANISMO. En la ceremonia de los Óscar, un actor propinó una bofetada a otro, por la emisión de un chiste, por otra parte, muy malo. ¿Qué significa eso? Significa que la ironía está dejando de existir. No se entiende. Incluso los actores tienen problemas para distinguir la realidad de la ficción. De manera que, en ausencia de esa distinción, todo es no-ficción. Todo –incluso el fake/punto 2– tiende a ser, por tanto, cierto, por lo que desaparece lo no cierto, el arte… la ironía. El siglo XXI puede ser, si nadie se ríe, una suerte de siglo IV, en el que desapareció el 90% de la cultura anterior. Por lo mismo, empieza a ser una buena época para las culturas reaccionarias.
11- JUECES DE LA HORCA. España. El TC, un tribunal de garantías en el trance internacional de ser una tercera cámara, un Legislativo tácito, ha impedido un pleno en el Senado, a propuesta del PP, por un problema sumamente desproporcionado a ese hecho, doméstico, cutre, pueril casi. Lo que es categórico, y ubica España en un grupo de países extraño, sometido a dinámicas extrañas –EE.UU., Polonia, Hungría, Turquía, Sudamérica…– que copan y dotan de un nuevo sentido, ademocrático, al Judicial. El mundo, en ese sentido, espera un golpe judicial exitoso, una suerte de precedente, en un Estado con cierta tradición democrática. Y cada día estamos más cerca de ello en varios puntos del planeta. Igual ese sería el inicio formal del siglo XXI. Los siglos se retrasan. El XX, por ejemplo, empezó en 1918. En 2022, por otra parte, el PP ha mantenido su proyecto de no renovar el CGPJ hasta las próximas generales, previsiblemente en 2023.
El PP Madrid devoró a Pablo Casado, que dimitió. En segundo lugar, en el último trimestre, fue devorado Feijóo, que no dimitió
12- UN PP DESBOCADO. El conflicto entre el PP de Madrid, y el PP de provincias –otra derecha diferente a la de Madrid, que no comprendería los hábitos madrileños si los conociera abiertamente–, que cada X años se activa y finaliza con el enroque y la proclamación de un líder gallego, que mira hacia otro lado cuando PP Madrid habla de negocios, este año se ha cobrado un par de víctimas. En primer lugar, en marzo, el PP Madrid devoró a Pablo Casado, que dimitió. En segundo lugar, en el último trimestre, fue devorado Feijóo, que no dimitió. En la actualidad, el PP es un partido en la dinámica del PP Madrid –iliberal, polarizadora, de batalla cultural–, si bien está dirigido formalmente por un gallego. Lo que es una forma muy inestable para un partido explícitamente inestable, al punto que, con la que está cayendo, apuesta por inestabilidades como la reducción de impuestos y la reevagelización de Catalunya.
13- En Catalunya ha concluido el problema político iniciado el 3-O de 2017, cuando el rey invitó al Judicial a ser creativo ante un proyecto propagandístico, que solo aspiraba a la polarización/ganar elecciones. Para concluir esa etapa, en la que nadie –Monarquía, Judicial, Policía, Guardia Civil, PP, PSOE, los partidos procesistas– queda bien, se ha optado por el españolísimo sistema de reforma del Código Civil. Posiblemente un error, en tanto el problema no eran las leyes tanto como el hambre de gol de los jueces. Un hambre que sigue intacta, me temo, y que los jueces pueden engañar con nuevas figuras delictivas en los futuros juicios que quedan. En todo caso, y como dice el refrán, bien está lo que bien acaba. Vamos, que es muy posible que todo esto ni esté bien, ni haya acabado. Para 2023 se espera, por ejemplo, que el TS se pronuncie sobre los indultos –sí, a estas alturas–. Vete a saber lo que hace ese tribunal imprevisible.
14- UP, un concepto que ya no parece agrupar a todo el concepto UP, se enfrenta este 2023 a un momento histórico. La formación Sumar, la continuidad –o la ruptura, vete a saber– respecto a UP, puede ser la tercera forma de la izquierda a la izquierda del PSOE desde 1977, tras la cosa PCE y tras la cosa IU. Es una jugada abierta. Y localizada. Esto es, no es la continuidad de algo iniciado el 15M –algo que ya no lo fue UP–, sino la continuidad de algo más concreto y reducido, con una tradición más determinada, iniciada mucho antes. Aún así, puede llegar a ser una operación de riesgo –riesgo, incluso, para la consecución de un Gobierno de coalición; que no es mucho, si bien su contrario es aterrador–, en el caso de que Sumar, este 2023 no sume efectivamente, o en el que caso de que el aparato de UP –sumamente madrileño; Madrid es ese foco de agresividad político-periodística que se cree España–, no se sume.
En la revuelta de Irán se dibuja el feminismo como lo que es: el gran fenómeno de cambio de este inicio del XXI
15- En Irán prosigue una revuelta feminista, en la que participan varios sectores sociales. Y en la que se dibuja el feminismo como lo que es: el gran fenómeno de cambio de este inicio del XXI. En el tiempo hubo otros fenómenos de cambio tan potentes como el feminismo. No sé. El movimiento obrero. Que la política devorara el movimiento obrero, con cierta facilidad y a cambio de nada, es un indicio de lo que puede pasar. Puede pasar que un instrumento de transformación pase a ser un instrumento de la política. Esa amenaza constante será también la amenaza para el feminismo en el 2023.
16- Si les gustó, 2022 les gustará, lo dicho, 2023, etc.
1- Un resumen de noticias anual son las noticias reducidas a su mínimo, de manera que son las noticias en ropa interior. Es un resumen no de lo que ha pasado, sino de lo que no se ha conseguido evitar que pasara. Por todo ello, son la época, esa cosa que, como el agua en una gotera, va a donde...
Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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