Los números de la Sanidad de Madrid hablan de deterioro, falta de recursos y privatización. En conclusión, de un modelo neoliberal de atención sanitaria pública que tras 28 años de gobierno ininterrumpido del PP ha alcanzado cotas insoportables para profesionales de la medicina y sus pacientes. El foco está puesto ahora en la atención primaria, la más precarizada de España: el Gobierno presidido por Isabel Díaz Ayuso solo gasta un 10,6% del presupuesto sanitario en esta área de la Sanidad pública, esencial en el engranaje del sistema. Por ello, los ciudadanos de la región están convocados de nuevo a manifestarse. La marcha recorrerá las calles de la capital este domingo 12 de febrero bajo el lema “Madrid se levanta y exige Sanidad Pública y soluciones al Plan de Atención Primaria”.

La Comunidad de Madrid fue la que menos gasto público por habitante dedicó a la sanidad en España en 2022, con 1.284€. La siguiente por la cola, Cataluña, invirtió 1.385€ (un 8% más). De forma paralela, Madrid es la comunidad que registra un mayor gasto sanitario privado per cápita de todo el país (789€), y la segunda que más gasto público dedica a conciertos con empresas privadas (un 8,4%), solo por detrás de Cataluña.

Marciano Sánchez Bayle, presidente de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), habla de una “tendencia generalizada en todo el país que en Madrid se expresa con una intensidad mayor” hacia la privatización sanitaria. “Es obvio que hay una intención decidida de deteriorar la atención primaria y ello se hace infradotándola presupuestariamente. Se trata de un nivel básico para el buen funcionamiento del sistema, muy apreciado por la población, y que conviene deteriorar para favorecer la estrategia privatizadora del PP”, afirma.

Sánchez Bayle añade que el shock de la pandemia se aprovechó para profundizar en este proyecto “de manera significativa”. De acuerdo con el Barómetro Sanitario del CIS, los madrileños valoraban con un 7,5 sobre 10 de media la atención primaria en la Comunidad en 2019, antes de la covid. En 2022, la cifra ha bajado a 6.

La gestión neoliberal del PP se traduce en un altísimo gasto sanitario privado per cápita en Madrid, primera en el ránking nacional con 789€

Los médicos de atención primaria se encuentran en huelga desde noviembre. Aseguran que la sobrecarga de trabajo les impide atender bien a los pacientes y reclaman más personal. “Prestar unos cuidados y una atención sanitaria de calidad con los recursos económicos, humanos y materiales que tenemos en la actualidad es completamente imposible”, lamenta Nuria Jiménez Olivas, médica de familia en Madrid. “Las nuevas generaciones de médicas se enfrentan a un gran reto en los próximos años”.

Con 0,51 enfermeros y enfermeras de Atención Primaria por cada 1.000 habitantes, Madrid es la comunidad con la ratio más baja de todo el país. Y solo Baleares, Ceuta y Melilla tienen menos médicos y médicas de atención primaria: 0,68 por cada 1.000 habitantes. Ambas cifras llevan estancadas dos décadas, sin mejorar absolutamente nada en el caso del personal de enfermería con respecto a 2004, y con una movilidad mínima si hablamos de médicos y médicas, cuya ratio alcanzó un máximo de 0,7 en 2012.

2020 terminó con 49 hospitales privados por 34 públicos; sin embargo, las camas que ofrece el sector público son más del doble, 14.000 frente a 6.644

En el año 2020, Madrid fue la comunidad que menos porcentaje del gasto sanitario dedicó a la atención primaria, con un 10,6%. Al consultar los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad se comprueba que, al menos desde 2002, ha estado entre las autonomías que menor importancia presupuestaria otorgan a dicha especialidad. Sin embargo, es sencillo percibir un claro declive a partir de la segunda década del siglo XXI. Del 11,93% en el año 2002 se llegó hasta un 12,67% en 2010, que situaba a Madrid como tercera comunidad con menor inversión en atención primaria. Desde ese momento, cada año ha sido peor que el anterior, hasta llegar al alarmante 10,66% del gasto sanitario en 2020 tras una reducción drástica con respecto a 2019.

Nuria Jiménez Olivas alerta de la gravedad de la situación: “Si tuviéramos conciencia de lo que es la atención primaria en realidad, nos echaríamos las manos a la cabeza al pensar en cómo la estamos maltratando en nuestro propio perjuicio”.

La ola privatizadora

La gestión neoliberal del PP se traduce en un altísimo gasto sanitario privado per cápita en Madrid, primera en el ránking nacional con 789€, un 10% más que el País Vasco, que se encuentra en segundo lugar. El dato es de 2020, mismo año en el que la CAM dedicó un 40% del gasto sanitario total al sector privado, según un informe de la Fundación IDIS.

En lo referente a las infraestructuras, 2020 terminó con 49 hospitales privados por 34 públicos –prácticamente un 60% - 40%–; sin embargo, las camas que ofrece el sector público son más del doble, cerca de 14.000 frente a 6.644.

El gasto sanitario dedicado a conciertos también ha ido ganando importancia en la Comunidad de Madrid. Allá por 2002 hasta siete autonomías dedicaban más dinero a conciertos. En 2010 ya eran solo tres y, desde entonces, Madrid siempre ha estado entre las tres primeras, con una tasa de crecimiento anual del gasto sanitario en conciertos del 5,7%. Cifras que apuntalan esa relación entre deterioro de la atención primaria y ofensiva privatizadora hacia la que señalaba Marciano Sánchez Bayle.

Desde 2010, Madrid siempre ha estado entre las tres primeras autonomías con mayor gasto sanitario en conciertos, con una tasa de crecimiento anual del 5,7%

Este abandono de lo público tiene un impacto directo en las condiciones de trabajo del personal sanitario. “No es el dinero lo que está en juego, es la salud mental, la mitad de la plantilla del SERMAS [Servicio Madrileño de Salud] está con antidepresivos”, explica la ginecóloga Beatriz Juliá antes de acordarse de sus compañeras de atención primaria: “Sé que tampoco pueden más. Ver a 50 o 60 personas, sin tiempo para escuchar, para explorar, para pensar, hace de una profesión preciosa, una profesión sin futuro”.

“Por todos es conocido el problema de las listas de espera. Lo veo día a día. Pacientes que acuden al quirófano después de meses de sufrimiento y dolor en el caso de patologías traumatológicas”, cuenta Susana Gutiérrez, enfermera con 36 años de experiencia en el Servicio Madrileño de Salud. Y, de nuevo, la disfuncionalidad en lo público tiene su correlato en el negocio privado: “Al mismo tiempo, se están infrautilizado quirófanos públicos (no tenemos turno de tarde estructural) y se derivan operaciones a hospitales de gestión privada”.

El flujo constante de movilizaciones en defensa de la sanidad pública demuestra una sensibilidad que, en palabras de Marciano Sánchez Bayle, “es importante y en muchas ocasiones tiene capacidad para parar iniciativas concretas”. Sin embargo, “para cambiar el rumbo de la política hace falta cambiar los gobiernos”, concluye.