El arte es mi trinchera
Turner y Monet: pintura y ‘smog’
La contaminación en los cuadros del siglo XIX
Deborah García 27/05/2023
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Recientemente se ha publicado un estudio que argumenta que los cambios que vemos en algunos cuadros adscritos al impresionismo, en las atmósferas que rodean las ciudades y los edificios, no solo tenían que ver con el surgimiento de su característico estilo borroso donde se privilegiaban los estados de ánimo y la luz sobre los detalles. El estudio afirma que el cambio de apariencia en los cuadros se debe a la Revolución Industrial que envolvió ciudades como Londres y París en lo que hoy conocemos como el smog. Estos estudiosos, climatólogos de la Universidad de la Sorbona, de la Escuela Superior de París y de la Universidad de Harvard, han investigado el fenómeno centrándose en 60 pinturas al óleo de Turner, y 38 pinturas de Claude Monet.
Ambos artistas son reconocidos paisajistas, además de prolíficos pintores que visitaban de manera frecuente los mismos lugares. El estudio afirma que las ciudades en las que ambos vivieron, París y Londres, se vieron afectadas de manera brutal por los altos niveles de contaminación incipiente tanto en el siglo XVIII, como en el siglo XIX. Wiliam Turner nació en 1775 y fue testigo de la llegada de los primeros trenes y de las máquinas de vapor a Inglaterra. Algunos años más tarde Claude Monet nacía justo en el momento en el que la economía industrial en Francia estaba en auge. A medida que las carreras de ambos pintores avanzan, las atmósferas de sus cuadros se vuelven nebulosas y distorsionadas. Cielos, borrosos y blancos que, según el estudio, se explicarían por esos aires contaminados que reflejarían la luz con mayor intensidad y menos contraste.
Polución a la puesta de sol (2018) / Tomas Castaño
El mundo que estos pintores representaron tendía a ser más blanco y en esa atmósfera los objetos se veían menos diferentes entre sí. Se pierde la definición porque se ve peor. Uno de los aspectos quizás más interesantes del estudio es cómo explica que si bien la contaminación hoy en día se considera algo negativo, en el siglo XIX la forma en la que el paisaje y los objetos en el paisaje cambiaban se debía a la influencia de una industria que se valoraba. Los pintores interpretaron estos cambios en el paisaje como algo digno de celebrar, digno de crear asombro y, también, un efecto que los inspiraba. Sin duda, la temprana revolución industrial transformó las vidas y los cielos de Londres y París, las ciudades desde las que pintaron estos artistas. Las fábricas que quemaban carbón aumentaron las oportunidades de conseguir empleo, pero el cielo se oscureció y la atmósfera se llenó con contaminantes nocivos, como el dióxido de azufre. El cambio fue más notable en el Reino Unido, responsable de casi la mitad de las emisiones mundiales de dióxido de azufre entre 1800 y 1850; y, sobre todo en Londres, que representó alrededor del 10% de las emisiones del Reino Unido. París se industrializó más lentamente, pero aún así vio aumentos notables en el dióxido de azufre en la atmósfera después de 1850.
Puente de Charing Cross, el Támesis / Oscar-Claude Monet
Monet a menudo alababa o se maravillaba con la niebla de Londres. En una carta fechada en 1900 mientras trabajaba en los bocetos que después serían las casas del parlamento de Londres, desde una terraza cubierta situada en el hospital de Saint Thomas, escribió:
“Estoy trabajando muy duro, aunque esta mañana realmente pensé que el clima había cambiado por completo; cuando me levanté, me asusté al ver que no había niebla, ni siquiera un hilo de niebla: estaba postrado, ya apenas podía ver todos mis cuadros terminados, pero poco a poco los fuegos se encendieron y el humo y la neblina volvió”.
Veamos en estas imágenes cómo evolucionan las carreras de Turner y Monet. A medida que pasa el tiempo sus pinturas se vuelven más borrosas y se incorporan colores más blancos.
Progresión de Turner:
Progresión de Monet:
Quizá también deberíamos plantearnos si tanto Turner como Monet estaban pintando los cielos brillantes y borrosos no solo por el incremento de la contaminación en las ciudades. Quizá también querían representarlo porque existía un interés por los efectos atmosféricos. Además de Turner y de Monet, los investigadores han analizado las pinturas de otros pintores como son Whistler, Caillebotte, Morisot, o Pisarro, y detectaron esa misma tendencia. Parece probable que si diferentes artistas están expuestos a condiciones ambientales similares, pinten de manera parecida.
En una de sus obras más famosas, The Great Western Railway, Turner pinta un tren (en aquel momento era la última maravilla de la ingeniería) que permitió a la gente viajar a velocidades sin precedentes. Sin embargo, los detalles de la imagen son difíciles de discernir: la neblina y la niebla oscurecen gran parte de la pintura, subrayando así el aumento de la contaminación del aire. Lo mismo sucede con las obras de Monet. El comienzo de su carrera difiere de su final. Su Sainte-Adresse de 1867 contrasta fuertemente con su serie de Casas del Parlamento que comenzó alrededor de 1899, cuando pasó tiempo en Londres. Otro de los puntos interesantes del artículo es que se ha consultado con varios oftalmólogos si el envejecimiento de la vista, o las cataratas de estos autores, pudieran haber afectado a sus pinturas. La respuesta es no. Monet desarrolló cataratas al final de su vida, pero en el momento de pintar estos paisajes nebulosos le quedaban décadas de buena vista. Y Turner pintó objetos con detalles muy nítidos en el primer plano mientras difuminaba con éxito los del fondo.
Las Casas del Parlamento (Efecto de Niebla) / Oscar-Claude Monet
Las cartas de Monet a su esposa mientras vivía en Londres aportan pruebas de que era muy consciente de los cambios ambientales que le rodeaban. En algunas de ellas, Monet lamenta la ausencia de las nuevas industrias para despertar su creatividad: “Todo es como si estuviera muerto, sin tren, sin humo ni barco, nada que emocione un poco la tormenta”.
Recientemente se ha publicado un estudio que argumenta que los cambios que vemos en algunos cuadros adscritos al impresionismo, en las atmósferas que rodean las ciudades y los edificios, no solo tenían que ver con el surgimiento de su característico estilo borroso donde se privilegiaban los estados de ánimo y la...
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Deborah García
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