Crear un nuevo medio digital en España. Que quien lo ponga en marcha sean cuatro refugiados procedentes de Siria. Que aborden historias humanas sobre migración y racismo. Que las cuenten los protagonistas. Que el medio se financie mediante suscripciones. Tamaña empresa es a la que se ha enfrentado Baynana durante estos cuatro años que tiene en su haber, pero las cosas han cambiado. La financiación que consiguieron al principio a través de un crowdfunding y las becas que obtuvieron les dieron un respiro que pronto termina. Por eso, el primer y único medio formado por refugiados sirios en España vuelve a acudir a la solidaridad de la gente para poder seguir existiendo.

Okba Mohaammad tenía 13 años cuando estalló la revolución en Siria, donde nació. Tras conseguir asilo temporal en Jordania en 2012 y vivir dos años en un campo de refugiados, acabó deportado a su país de origen. Estaba solo, sin su familia, pero con un pequeño bagaje periodístico a sus espaldas. “Cuando volví a estar sobre el terreno, empecé a tener relación con amigos periodistas. A los refugiados fuera del país les interesaba mucho lo que ocurría en el interior y yo me dedicaba a contarlo publicando fotos que hacía con mi móvil y posteando en redes sociales”, relata el que tiempo después se convertiría en fundador de Baynana.

A pesar de que al principio empezó a cubrir la guerra desde su pueblo de forma voluntaria para un medio sirio, al poco tiempo le contactaron otros que sí le permitieron profesionalizarse. Así estuvo desde 2015 hasta 2018, el momento en el que recorrió Siria de sur a norte para llegar a Turquía. “Contactaron desde el Comité para la Protección de Periodistas y los 45 informadores que conseguimos huir del país terminamos recolocados en Europa”, relata el propio Mohaammad. 

La guerra siria desde España

Él fue uno de los tantos que recalaron en España, donde al tiempo fundó Baynana, el primer y único medio español con una redacción formada por periodistas sirios al completo. Aquello ocurrió en mayo de 2019, por lo que en estos momentos, además de afrontar el crowdfunding que tienen en marcha, también celebran su cuarto aniversario. Cientos de artículos les avalan, al igual que lo hace su lograda opinión sobre cómo se informa de la guerra de Siria desde España: “Hay mucha desinformación. Se cubre la guerra con prejuicios y se abordan temas que no son los más importantes. Los rusos y el régimen sirio atacan con aviones continuamente y cometen masacres, pero aquí solo aparece cuando el ISIS atenta. Está bien, es real, hay que contarlo, pero el pueblo no solo sufre el terrorismo como tal”, ejemplifica este periodista de 24 años.

La guerra de Siria es conocida como la “guerra olvidada” dado el escaso interés informativo que genera en España

El caso que cuenta es uno de los tantos que Mohaammad guarda en su retina. No se queda ahí. Todo tiene consecuencias. “En Occidente llegarán a pensar que todos los sirios son terroristas, y no es así. Eso generará islamofobia, racismo y falta de interés por lo que realmente sucede. Imagínate lo complicado que lo tiene una persona siria o iraquí a la hora de alquilar un piso en España. Tu nombre es una sospecha constante”, explica con algo de enfado.

Mousa Aljamaat es otro de los periodistas que llegó a España y fundó Baynana. Actualmente, coordina este medio digital. Así describe sus inicios en el mundo de la comunicación: “Cuando estalló la revolución, yo estudiaba informática y ya sabía algo de Internet, así que me hice con algunas cámaras para mostrar lo que ocurría en nuestro país”. A las palabras de su compañero de redacción, Aljamaat suma que la guerra de Siria es conocida como la “guerra olvidada” dado el escaso interés informativo que genera no solo en España, sino a nivel internacional.

El acceso a las personas, la diferencia

Baynana no quiere ser así. A decir verdad, su fuerza, lo que realmente les diferencia de otros medios, es que ellos tienen la capacidad de acceder directamente a las fuentes primarias que existen sobre el terreno. Esas fuentes que, por otro lado, son tan codiciadas por cualquier periodista. Según dice Mohaammad, algunos medios de comunicación contactaron con él tras el terremoto que se produjo en Siria y Turquía el pasado febrero para que les facilitara contactos. Lo llamativo es que esos mismos medios, antes, le habían rechazado escribir sobre lo que ocurría en Siria.

Así es como marcan su propia distancia, mediante el poder que les confiere estar en contacto con los posibles damnificados de un suceso. “En Baynana, si hay un terremoto, no hablaremos solo de política porque tenemos la capacidad de escribir sobre lo que le ha ocurrido a la gente en el terreno”, enfatiza el propio Mohaammad. Más allá de datos y contexto geopolítico, en Baynana hay historias personales. 

Su opinión sobre el periodismo internacional que se realiza en España está clara: “Aquí pasa algo que los editores no quieren entender, y es que, por muy grande que sea tu periódico, el corresponsal no puede llegar a todo. ¿Cómo una sola persona puede cubrir Oriente Medio, o toda Asia? Y luego, si tienen a alguien en Senegal, le piden artículos sobre Marruecos, cuando son dos mundos diferentes de un mismo continente”, se explaya el periodista. 

¿Cómo una sola persona puede cubrir Oriente Medio, o toda Asia? Y luego, si tienen a alguien en Senegal, le piden artículos sobre Marruecos

El medio del antirracismo

Pero Baynana habla de muchos más ámbitos que lo que sucede en Siria desde hace años. Pese a ser un medio digital elaborado por migrantes, aspiran a que su público sea la sociedad al completo. A ella van referidos la mayoría de sus informaciones que, por otra parte, tratan temas ligados a las migraciones y el racismo. “Hablamos de Ucrania, Afganistán, Libia, España, Latinoamérica… Y todo eso sin apenas recursos”, incide Aljamaat.

Ese es el motivo por el que han emprendido este crowdfunding orientado a mejorar sus propias condiciones laborales. “Aquí solo cobramos cuatro personas como si trabajáramos menos de media jornada cuando, en realidad, trabajamos muchas horas. La idea es mejorar nuestras vidas, estabilizarlas, y poder pagar algo a los periodistas que también trabajan con nosotros”, dice el coordinador de Baynana. También aspiran a crecer como medio digital mediante nuevos programas, pero para eso necesitan un dinero que no tienen, por el momento. “Hay pocos suscriptores y la cuota son 40 euros al año. Necesitamos crecer un poco más para poder ser sostenibles”, finaliza el mismo Aljamaat.