SAM QUINONES / PERIODISTA
“Nadie sobrevive dos años en la calle consumiendo fentanilo”
Elena de Sus 16/08/2023
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
En el año 2021 se superaron las 100.000 muertes por sobredosis en Estados Unidos. 30.000 más de las que hubo en 2019, y más del doble que en 2015. El 70% de ellas estuvieron relacionadas con opioides sintéticos, sobre todo, fentanilo.
El youtuber Zazza el Italiano publicó hace unos días un vídeo que mostraba los estragos de la adicción al fentanilo en Kensington, un barrio de Philadelphia. Con casi diez millones de reproducciones, muy por encima de lo habitual en su canal, ha causado un gran impacto en las redes sociales.
Sam Quinones (Claremont, California, 1958) es un periodista estadounidense que lleva más de una década investigando la crisis de los opioides que sufre su país desde los años 90. En Dreamland (2015, publicado en España como Tierra de sueños por Capitán Swing) contó cómo la industria farmacéutica promocionó con agresividad una serie de opioides para tratar el dolor que fueron prescritos masivamente y crearon miles de adicciones, mientras los traficantes mexicanos mejoraban la producción y distribución de heroína. Así se inició una crisis que se ha agravado recientemente debido a la introducción del fentanilo, un potente opioide sintético, y de un nuevo tipo de metanfetamina que se están produciendo en “cantidades nunca antes vistas”, sobre todo en México, como cuenta en The Least of Us (2021).
Atiende a CTXT por videollamada durante un paseo matutino.
Todo comenzó en el sistema sanitario, a partir de la prescripción masiva de opioides, en especial uno llamado Oxycontin, si no me equivoco.
Sí, ese es el tema de mi primer libro, Tierra de sueños. Comenzó a mediados de los 90. Hubo una gran presión por parte de los especialistas en el tratamiento del dolor, junto con las empresas farmacéuticas, para expandir el uso de los opioides. Había una cierta evidencia científica de que esas drogas no ponían en riesgo de adicción a las personas que sufrían dolor, lo cual ahora sabemos que es cierto en algunos casos, pero no en muchos otros. De esta forma, las pastillas se distribuyeron por casi todo el país.
En los 90 hubo una gran presión de los especialistas en el tratamiento del dolor y las farmacéuticas para expandir el uso de los opioides
¿Por qué lo hicieron? ¿Era rentable?
Era muy rentable para las empresas. Y a los médicos especialistas en el dolor les permitía cumplir su misión de una forma que no era posible sin estas herramientas, según ellos. Satisfacía algo emocional en su interior. Obviamente, los fabricantes de estas pastillas estaban super a favor de ese nuevo método para tratar el dolor en los Estados Unidos. Vale la pena decir que no estamos tratando bien el dolor. Es algo muy difícil, muy individual, es ciencia y arte a la vez.
O sea, los especialistas vieron que había un nuevo modo de aliviar el dolor y se sintieron bien por ello.
Sí. No nuevo como tal, obviamente. El opio se conoce desde hace más de 5.000 años, pero era una nueva manera de usarlo. Para muchas personas tuvo un beneficio muy importante y hay que decirlo. Pero muchas otras cayeron sin querer, sin saberlo, en una adicción a los opioides. Se creó una población mucho mayor de americanos adictos a esta droga, la más fuerte que conocemos.
Los traficantes de México reconocieron muy, muy temprano esta situación y comenzaron a buscar maneras de proveer cada vez más heroína, que también es un opiáceo. En el transcurso de este proceso se dieron cuenta de que había una droga sintética que podía sustituir a la heroína: el fentanilo.
El fentanilo es excelente cuando se usa bien en un hospital. En cirugía ha sido revolucionario, ha permitido hacer operaciones que antes no se hacían. Cuando se acaba la operación te despiertas rápido, al contrario que con la morfina, que puedes tardar varias horas. A mí me operaron del corazón en 2017 y a los tres minutos de terminar la operación ya estaba hablando con los doctores igual que estoy hablando contigo.
Los traficantes de México se dieron cuenta muy pronto de que había una droga sintética que podía sustituir a la heroína: el fentanilo
Es muy potente y esa es una de sus ventajas para los cirujanos. Pero en manos de las mafias se convierte en una pesadilla. Es lo que estamos viviendo en los últimos cinco años en Estados Unidos: récords de sobredosis mortales.
Se ha expandido por todo el país, al igual que la metanfetamina. Son dos drogas opuestas: el fentanilo es depresor, la metanfetamina es estimulante. Ambas se están produciendo en cantidades que jamás habíamos visto.
Son drogas que se pueden producir muy rápido, que no dependen de ninguna planta, ni del sol, ni del agua, ni de las cosechas. Solo dependen del control de los puertos para traer los ingredientes de China. Y en México, los traficantes controlan una parte.
Cada una tiene su problema. El problema del fentanilo es la muerte súbita. Nadie sobrevive dos años en la calle consumiendo fentanilo. En cuanto a la metanfetamina, el problema no es la muerte propiamente, es más bien la enfermedad mental que causa.
Y se venden baratas, ¿verdad?
Sí, obviamente lo puedes vender barato si haces mucho. El fentanilo es reciente. Pero sí tenemos una larga historia con la metanfetamina. Un oficial de narcóticos me decía el otro día que hace 10 años se pagaban unos 16.000 dólares por libra, mientras que ahora son unos 1.200 por libra, o sea, el precio ha caído más de un 90%.
En sus artículos explica que esta abundancia de la metanfetamina está relacionada con un cambio en la forma de producirla.
El ingrediente principal que se usa hoy en día, el P2P, es superfácil de hacer con diferentes combinaciones de químicos. Si el gobierno controla unos compuestos se pueden utilizar otros. Hay unas 30 maneras de hacerlo con diferentes componentes. Y todos esos productos son legales, utilizados por distintas industrias y fáciles de procurar en el mercado mundial, sobre todo en China.
Cuenta que la nueva metanfetamina tiene efectos que no tenía antes.
Un oficial antinarcóticos me decía que hoy en día no ven metanfetamina que no sea como mínimo 99% pura. Cuando él comenzó a trabajar hace 25 años, la metanfetamina tenía una pureza del 35% y lo demás eran otras cosas. Ahora no. Y los vendedores de la calle tampoco tienen incentivos para cortarla. Es la metanfetamina más potente que un cerebro humano haya consumido. Es posible que la esquizofrenia, las lesiones, las psicosis, tengan relación con eso.
¿Con el fentanilo pasa lo mismo, es fácil producirlo?
Sí, químicamente, hacer fentanilo a partir de 4-ANPP es muy sencillo. Y hay otros productos que se pueden transformar en 4-ANPP para luego hacer este proceso. No es difícil para los productores que acumulan mucha experiencia y mucho conocimiento. Allá en Sinaloa, en Jalisco, hay como un Silicon Valley de la droga sintética.
Estamos hablando de un gran aumento de la oferta de droga pero, ¿cómo surge tanta demanda?
Yo insisto en que la oferta ha creado la demanda. Se ha introducido en todas partes, se fabrican pastillas que parecen Xanax o Adderall pero en realidad nada más que contienen fentanilo. Y una vez empiezas a tomarlo, sabiéndolo o no, te haces adicto a la droga más potente que ha creado el ser humano, obviamente.
Antes te decía que con el fentanilo te anestesias y te despiertas rápido. Cuando usas la droga en la calle pasa lo mismo. Solo estás en paz por un momento. La gente que se engancha empieza con una pastilla al día. En dos semanas ya son cinco. En tres meses son 30 o 40. Se sabe que en cuanto una persona empieza con esto, en tres meses va a ser tu mejor cliente hasta que se muera.
La gente que se engancha empieza con una pastilla al día. En dos semanas ya son cinco. En tres meses son 30 o 40
Este, hay que decirlo, también es el modelo de negocio que tenía Purdue Pharma. Ponían en el mercado pastillas de Oxycontin de cinco y diez miligramos para convencer a los médicos que eran un poco reticentes a dárselas a sus pacientes. Los representantes de la empresa insistían, decían “son cinco miligramos, ¿qué daño puede hacer?”. Pero ellos sabían que era adictivo y que esos cinco miligramos iban a ser 40 dentro de un año. Sabían que si presionaban a los doctores para prescribir Oxycontin a sus pacientes, su negocio iba a crecer y crecer con el paso del tiempo.
En la actualidad esta empresa acumula demandas.
Sí, están dispuestos a pagar miles de millones de dólares con tal de que no haya un proceso en su contra.
La familia propietaria, los Sackler, eran conocidos por su caridad, su filantropía y todo eso, pero debido a lo que hicieron con esta droga han caído en desgracia. Su apellido ha sido borrado de museos, universidades, escuelas médicas… Muchos ya no viven en Estados Unidos, se han ido a Londres o a otras partes del mundo.
¿Hoy en día los médicos son más conscientes de los riesgos de los opioides?
Yo diría que sí, quizás incluso demasiado. Son útiles en ciertos casos, tras una cirugía, para personas que están muriendo o para controlar dolores de enfermedades como la artritis. Pero no deben estar en el baño de cada familia americana. En los 90 y los 2000 íbamos por ese camino. Hay que encontrar un término medio. Y el médico debe conocer al paciente, su historia, su familia, etcétera. Muchas veces no sabían nada de las personas a las que prescribían todas esas pastillas.
En 2005 o 2006 parte del cártel de Sinaloa descubrió que podían producir fentanilo sin sembrar amapola ni depender del clima
Eso ya terminó, pero ahora tenemos el fentanilo. En mi último libro cuento cómo en 2005 o 2006 parte del cártel de Sinaloa descubrió que podían producir fentanilo cada semana o cada dos semanas, que no tenían que sembrar amapola, ni contratar jornaleros, ni depender del clima. Solo necesitaban obtener los ingredientes de la gran industria química china.
¿También hay problemas de adicción a estas sustancias en México?
¡Ja! El gobierno lo niega. Normalmente, en México los médicos forenses no hacen análisis de sangre a los fallecidos. Pero, según publicó Los Angeles Times, en Mexicali, una ciudad de un millón de habitantes cerca de la frontera con Estados Unidos, decidieron hacerlos y observaron que el 23% dio positivo en fentanilo. No hay una manera fácil de saber eso, pero con las cantidades que fabrican…
En México no había problemas con la cocaína hasta que los colombianos empezaron a importar toneladas de ella a través de la frontera en los 80. Por la misma lógica, yo creo que por la cantidad de fentanilo que se fabrica, con cientos de fabricantes, debe existir un problema de adicción al fentanilo en México.
Pero si no haces pruebas ni reúnes datos, ¿cómo puedes hacer cualquier aseveración? AMLO [Andres Manuel López Obrador, presidente de México] dice que no tienen nada de eso, que es un problema de los gringos. No, el problema es binacional, los efectos son binacionales y las soluciones también tendrán que ser binacionales.
Hemos hablado del fentanilo por un lado, y de la metanfetamina por otro. Una es depresora y otra estimulante del sistema nervioso. ¿Qué relación hay entre las dos drogas? ¿Las consume la misma gente o distinta?
Yo llevo 36 años como reportero, estuve unos 10 años en México. Antes, durante muchos años, hubo dos mundos: el mundo de la heroína y el de los estimulantes como la metanfetamina. En Estados Unidos no tenían nada que ver. De hecho, había un desprecio de uno hacia el otro.
Lo que hemos visto en los últimos cinco u ocho años es que esos dos mundos, que antes estaban tan separados, ya se han mezclado completamente. Las dos drogas las produce la misma gente, las pasa por la frontera la misma gente, las vende la misma gente y ya es normal encontrar ambas en un análisis de sangre de una persona fallecida.
¿Afecta esta crisis al conjunto de la población o ha tenido un mayor impacto en algunas comunidades?
Es un problema nacional, no es exclusivo de la población urbana, rural ni nada de eso. Veremos cómo termina. La verdad es que no tengo la menor idea.
¿Las administraciones públicas están adoptando alguna política al respecto?
Bueno… Estamos saliendo de la pandemia. La pandemia absorbió todos los recursos, todo el presupuesto. Ahora nos estamos dando cuenta de que mientras la pandemia hacía su trabajo, la metanfetamina y el fentanilo también estaban haciendo el suyo. Estamos en un momento de confusión nacional. Apenas nos estamos dando cuenta del problema que enfrentamos.
Usted opina que la abundancia y los efectos de estas drogas han añadido una nueva dimensión al problema del sinhogarismo que las autoridades locales no siempre tienen en cuenta o comprenden.
El problema del sinhogarismo es hipercomplicado y tiene muchas causas. La crisis de la vivienda es una, por supuesto. La adicción a las drogas es claramente otra. Yo también diría que cuando alguien cae en el sinhogarismo, por el motivo que sea, las drogas están ahí para asegurar que no salga. Es muy fácil empezar a consumirlas si estás viviendo en la calle debido a la cantidad de droga que recibimos de México, un problema que enfrentamos como nación. Y una vez que comienzas a usar esas drogas es difícil salir de la situación antes de morir o caer en un trastorno mental que causa una irracionalidad atroz.
Esto se aprende fácilmente hablando con gente que trabaja en las urgencias de los hospitales, con personas que han estado sin hogar, con voluntarios que acuden a los campamentos [en algunas ciudades de Estados Unidos se han establecido grandes agrupaciones de tiendas de campaña de personas sin hogar en calles o parques]. Hay un discurso que dice que el único problema es la falta de vivienda, y la solución al sinhogarismo es dar acceso a la vivienda, nada más. Esa manera de enfrentar este grave problema no es correcta en mi opinión.
En el año 2021 se superaron las 100.000 muertes por sobredosis en Estados Unidos. 30.000 más de las que hubo en 2019, y más del doble que en 2015. El 70% de ellas estuvieron relacionadas con opioides sintéticos, sobre todo, fentanilo.
El youtuber Zazza el Italiano publicó hace unos...
Autora >
Elena de Sus
Es periodista, de Huesca, y forma parte de la redacción de CTXT.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí