LA COLMENA DE CRISTAL
Cuento de Navidad
Primera entrega de lo que se propone como un dietario de lecturas, irritaciones, capturas y consumos culturales
Ignacio Echevarría 23/12/2023
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08.12.23
Leyendo, muy entretenido, El arte de encender las palabras, el chispeante ensayo de Berta García Faet sobre “la dimensión conmovedora de la poesía” (Barlin Libros, 2023). Disfrutando de las frecuentes citas que prodiga, reparo en este verso estupendo de Teresa Gracia: “Para la muerte el tiempo me acicala”. Qué maravilla. Qué modo estupendo de describir la tarea de envejecer. El verbo acicalar me trae la imagen de alguien mirándose al espejo, y ésta, a su vez, el recuerdo de una frase imponente que Jean Cocteau pone en boca del ángel Heurtebise en su película Orfeo, de 1949: “Contémplate frente al espejo toda tu vida y verás trabajar a la muerte como a las abejas en una colmena de cristal”. Pues eso.
10.12.23
“En la enseñanza corriente de la Historia es muy frecuente el abuso tanto de la doctrina moral como de la historia misma. Los frecuentes intentos de utilizar la Historia como materia demostrativa de la premisa de que la Historia Universal viene a ser el Tribunal Universal son errados y peligrosos. Más bien hay que limitarse, renunciando a una imposible prueba histórica, únicamente a la presentación psicológica de la devastación causada por la violencia en el alma tanto del agresor como de la víctima. Sólo de este modo se puede privar de su poder al deslumbrante resplandor del acontecimiento histórico.” Son palabras de Kafka en una de sus cartas a Felice (25 de septiembre de 1916) que bien hubiera podido suscribir, letra por letra, Rafael Sánchez Ferlosio. La premisa de que “la Historia Universal viene a ser el Tribunal Universal” procede de un verso de “Resignación”, poema escrito por Schiller en 1784 o 1785, convertido por Hegel en fórmula que hizo fortuna. ¿Quién no se acuerda del famoso “la Historia me absolverá” de Fidel Castro en su alegato de autodefensa, cuando fue juzgado en 1953? Pero “la cruenta bestia de la Historia” (Ferlosio) de nada absuelve ni condena, a nadie absuelve ni condena. La objeción de Kafka viene muy a cuento estos días en que no cesa de invocarse el juicio de la Historia ya sea para condenar ya para justificar a largo plazo la masacre de los palestinos por parte de Israel. Sólo eso, y en absoluto ninguna razón histórica, habría de ser objeto de reflexión y de espanto: “La devastación causada por la violencia en el alma tanto del agresor como de la víctima”.
La objeción de Kafka viene muy a cuento estos días en que no cesa de invocarse el juicio de la Historia ya sea para condenar ya para justificar la masacre de los palestinos por Israel
13.12.23
Él se dijo: “Si hubiera empleado en enmendarme el mismo talento y tanto esfuerzo como he empleado en justificarme, hoy sería un hombre más recto”.
14.12.23
En uno de sus poemas, Sharon Olds imagina una pareja que acaba de hacer el amor como dos escaladores que bajan juntos una montaña.
15.12.23
Veo, sorprendido, que estrenan hoy un biopic de Samuel Beckett, Dance First, una producción inglesa dirigida por James Marsh, con el pobre y esforzado Gabriel Byrne en el papel de Beckett, ¡y Aiden Gillen en el de Joyce! Me asomo al tráiler y me da risa. La semana pasada me pasó lo mismo con el tráiler de Maestro, el biopic dirigido por Bradley Cooper en el que él mismo interpreta a Leonard Bernstein. En este caso hay que admitir que al menos Cooper consigue un notable parecido con el mismo Bernstein. Pero qué vergüenza ajena, qué apuro da la sola idea de que la vida y la personalidad de estos artistas sea materia de películas así. Qué extraño, además. En el caso de Beckett, la iniciativa resulta especialmente extravagante. ¿Dirigida a quién? ¿A los lectores de Beckett? Se me antoja muy improbable. ¿Entonces? Supongo que dirigida a esa franja cada vez más amplia e imprecisa de consumidores culturales para los que un biopic, preferiblemente interpretado por una popular estrella de cine, basta y sobra para rellenar de contenido uno de esos nombres que nunca dejan de flotar a nuestro alrededor sin que nos hayamos tomado el trabajo de averiguar por qué motivo son tan prestigiosos. Nadie descarta que de ahí salte la curiosidad de leer, por ejemplo, Molloy. Pero cuando uno se pone a leer eso y, exhausto, abandona la novela en la página 30, se dice, reconfortado, que no es raro que ese tipo escribiera así con esa madre tan chunga que le tocó. Y encima el muy cabronazo ponía cuernos a su pareja.
16.12.23
¡Dios mío! De nuevo las listas de los “mejores” del año. Cada vez más eclécticas, cada vez más insignificantes, toda vez que se sirven de “jurados” cada vez más numerosos en vez de confiarse a recomendaciones particulares, más o menos acreditadas y argumentadas. Puede que no haya un indicio más evidente del ocaso de la crítica entendido al viejo y quizá obsoleto modo. Puede que no haya prueba más flagrante de cómo el juicio de autoridad, todo lo cuestionable que se quiera, viene siendo relevado, para estos menesteres al menos, por el plebiscitarismo, que consagra redundantemente la obviedad, lo hegemónico.
La lista de Babelia, este sábado, selecciona, como ya viene siendo habitual, nada menos que 50 libros, resultado de una encuesta entre un centenar de variopintos colaboradores. ¿Qué se puede esperar de algo así? El mínimo común denominador de cien opiniones es eso mismo: un mínimo lugar común. Una cartografía de lo que, en lo que respecta a las novedades editoriales, cabe entender por mainstream. Una herramienta para libreros mucho antes que para lectores.
El criterio de autoridad es sustituido por el de influencia, que sin duda ha pasado a ser el nuevo modulador del gusto imperante
La alternativa al eclecticismo resultante parece ser otra fórmula del eclecticismo, que el mismo número de Babelia no se priva de ejercer. En este caso se trata de pedir una recomendación particular a personalidades que no pertenecen –ni lo pretenden– al ámbito de la crítica. Supuestos lectores, más o menos famosos o conocidos, algunos de ellos escritores. Aquí el criterio de autoridad es simplemente sustituido por el de influencia, que sin duda ha pasado a ser el nuevo modulador del gusto imperante.
Pero no vale hacerse ilusiones con las fórmulas empleadas por otros medios. Basta constatar, de una a otra, la hegemonía aplastante de media docena de sellos, la presencia inevitable de figurones que es imposible que hayan escrito nada de interés, el modo que unas y otras tienen de neutralizarse en su casi perfecta previsibilidad.
20.12.23
De un libro piadoso de efemérides sacras: “Nulla foeditas sine amatore, et nulla fatuitas sine patrono” (‘Ninguna ignominia sin apasionado y ninguna idiotez sin defensor’).
21.12.23
Mi cuento preferido de Navidad. Lo he empleado montones de veces a modo de christmas. No me canso de releerlo, siempre por estas fechas, pues contiene una estupenda lección sobre lo que supone y significa todo esto: “Abrumado por la soledad, decidió sorprender a la familia volviendo antes de Navidad. Su esposa lo recibió en el aeropuerto con la noticia de que se había enamorado de otro y vivía con él desde hacía tres meses. Habló sin parar hasta que él le dijo que estaba bien, que lo comprendía, y sólo le pedía que lo llevara al hotel. Entonces ella dice: ‘¿Cómo puedes ser tan desconsiderado? Las luces del árbol están encendidas y hemos comprado regalos para ti; además, papá y mamá y los chicos te esperan’. Y él dice: ‘Acabas de decirme que mi vida contigo y los niños se ha terminado. Acabas de decirme que ya no puedo vivir contigo. Ahora quieres que vuelva disfrazado de Papá Noel. Y nunca me han gustado tus padres’. Entonces ella responde: ‘No sabía que fueras tan cruel. No ha sido culpa mía que me haya enamorado de Henry. Fue más fuerte que yo. Actúas como si lo hubiera hecho a propósito. ¿Qué quieres que les diga a mis padres? No saben nada. Nos hemos pasado toda la tarde decorando el árbol sólo por ti. Te esperan, se han puesto su mejor ropa’. Y él, que desea ver a sus hijos y las cuatro paredes de su casa, vuelve”. (John Cheever, Diario, hacia 1955).
08.12.23
Leyendo, muy entretenido, El arte de encender las palabras, el chispeante ensayo de Berta García Faet sobre “la dimensión conmovedora de la poesía” (Barlin Libros, 2023). Disfrutando de las frecuentes citas que prodiga, reparo en este verso estupendo de Teresa Gracia: “Para...
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Ignacio Echevarría
Es editor, crítico literario y articulista.
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